jueves, 30 de noviembre de 2017

El soñador desconocido - Reseña

El sueño elige al soñador, y no al revés, y Lazlo Strange, huérfano de guerra y aprendiz de bibliotecario, ha temido siempre que su sueño eligiera mal. Desde los 5 años ha estado obsesionado con la mítica ciudad perdida de Llanto, pero sería preciso alguien más audaz y valiente que él para cruzar medio mundo en su busca. Entonces se le presenta una asombrosa oportunidad en la persona de un héroe llamado Matadioses y una pandilla de legendarios guerreros, así que Lazlo ha de aprovechar su oportunidad o perderá su sueño para siempre.

¿Qué habrá pasado en Llanto hace doscientos años para que fuera aislada del resto del mundo? ¿A quién mató exactamente el esbirro Matadioses en el nombre de dios? ¿Y cuál es el misterioso problema que ahora intenta resolver buscando ayuda?

Las respuestas esperan en Llanto, igual que algunos otros misterios, como aquella diosa de piel azulada que se le aparece a Lazlo en sueños. ¿Cómo es que la ha soñado aun antes de saber siquiera de su existencia? Y si todos los dioses están muertos, ¿por qué ella parece tan real? En esta imponente novela de gran alcance, la sombra del pasado es tan real como los fantasmas que merodean en la ciudadela de los dioses aniquilados.

La última reseña del mes es de uno de los libros que más vienen gustando en el año. Sin exagerar. Lo enamorada que estoy de este libro no tiene nombre. Muchísimas gracias a Penguin Random House por esta belleza, que creo que me alegró estos últimos días. Ya había leído a Laini Taylor con la trilogía de Hija de humo y hueso, que me fascinó, pero creo que esta historia me gustó todavía más. Y eso es mucho decir.

La historia de este libro es realmente mágica. Y se siente como caminar a través de un sueño, más allá de que ese sea un tema a tratar. Es difícil hablar de qué trata el libro en sí porque de hecho la trama se basa un poco el misterio que hay tras Llanto, y si les cuento ahora los secretos, no va a tener mucha gracia. Sí puedo decirles que en sus muchas páginas hay acción, hay misterio, hay amor y hay escenas infinitamente emotivas y poéticas, algo muy Laini. Pero sí, la cuestión tiene que ver con la desaparición de esa ciudad mítica y maravillosa llamada Llanto, aunque ese no es su verdadero nombre, y este es otro misterio.

Hay dos grandes protagonistas en esta novela, y son Lazlo y Sarai. A Lazlo lo conocemos en la sinopsis, pero voy a contarles algo más: es uno de mis personajes favoritos. Es un chico dulce, considerado, apasionado por las historias y por aprender. No es tan usual encontrarnos con personajes así de lindos, menos como protagonistas, así que fue todo un gusto leer sobre él y ver las cosas desde su perspectiva, tan buena y esperanzadora. Lazlo es un huérfano; no sabe nada de su origen, por supuesto, pero sí sabemos que fue criado por monjes y que es bibliotecario en Zosma. De hecho, el libro nos narra toda esta etapa de su vida que, sin ser la más interesante, no tiene nada de aburrida. Lo que provoca es que, cuando las cosas realmente empiezan, se nos haga todo más emocionante, porque sabemos lo que significa para Lazlo. Y a Lazlo se lo quiere. Lo queremos. Este blog quiere a Lazlo.

La otra protagonista, digamos, es Sarai. Y Sarai es bastante más complicada de explicar, porque no sé hasta qué punto puedo hablar de ella sin caer en el spoiler. Además, todo lo que vamos sabiendo de ella, de sus compañeros o de su pasado, se va develando de a poco, con muchísimo cuidado y en los momentos justos. Sarai es mucho más oscura que Lazlo, pero con esto no quiero decir que sea mala, sino que sus circunstancias la vuelven mucho más consciente de su ser y de lo que eso implica. Y de cuáles son sus perspectivas de futuro. De cualquier manera, están entrelazados por los sueños, de una forma literal y quizás no tanto, pero sus escenas juntos me parecieron increíbles. Desde el punto de vista narrativo, son fascinantes. Sueños en sueños y sueños de sueños. Quizás pueda parecer confuso, pero a la hora de leer eso no es problema, lo prometo. Lo que aporta el personaje de Sarai es una perspectiva importantísima, pero también la otra cara del relato. Quédense con eso cuando lean.

Hay un montón de secundarios. Un montón. Pero no son de relleno, por supuesto, porque esta obra maravillosa no tiene nada porque sí. En todas las etapas de la vida de Lazlo hay figuras clave, como los monjes o los bibliotecarios, pero creo que pocas tan influyentes como el inteligentísimo y soberbio Thyon Nero, quien pretende robar su sueño, y Eril-Fane, el Matadioses. Y aun así, fuera de eso, muchísimos personajes pueblan las páginas de esta novela, todas para añadir un nuevo matiz o color. Muchísimos. Menos del lado de Sarai, por supuesto, pero qué fuerza y qué importancia tienen los cuatro.

Como no va a sorprender a nadie que lea este blog desde hace un tiempo, la ambientación me compró en seguida. Es fantasía, pero no es la típica medieval europea. Tiene algo muy oriental, de mitos antiguos. Además, es increíblemente sensorial. Cada vez que se habla de aromas, texturas y sabores, es facílisimo sentirse allí. Pero no solo eso, sino que tenemos lugares más oscuros y fríos, más siniestros, que logran su cometido de hacernos sentir asfixia. Y también tenemos los sueños, los lugares reales y los soñados, digamos. La diferencia es interesantísima. Tengo que recalcar lo cuidado que está ese mundo, en cuanto a su historia y sus leyes, y las posibilidades, y todo. Muero por volver a meterme en él, con el siguiente tomo de la historia. No sé cómo hace esta autora, pero parece que sus mundos siempre logran atraparme.

Por supuesto, lo que hace que esta novela tan fantástica y mágica tenga ese tono tan onírico es la maravillosa prosa de la autora. Ya sabíamos que Laini escribía bien, pero esto es un nuevo nivel de belleza. Leí por ahí una reseña que decía que su prosa estaba ahí, al bordecito de ser purple —demasiado recargada—, pero que juega con el límite y se queda ahí. Me parece una descripción acertada. En ningún momento la prosa me cansó ni me hizo querer dejar de leer, sino que me vi cautivada por la hermosura de lo que se decía y de cómo se decía. Como decía más arriba, el mundo descrito es increíblemente sensorial, y esto no podría haberse logrado si no fuera porque la autora supo manejar estos elementos con maestría. Cuando los personajes miran, oyen, tocan, prueban, huelen, sienten... nosotros sentimos. De verdad. Para mí fue un libro intenso en ese sentido. Como si, mientras leía, el libro se llevara un pedacito de mí y me lo devolviera cargado de estas cosas.

Difícil concluir con alguna idea original, después de todo lo que dije. Creo que el mensaje más claro es que es un libro que me fascinó y que por supuesto voy a recomendar a todo ser viviente que se me pase por delante. Es largo, pero de verdad largo, y quizás me daba un poco de respeto meterme en semejante viaje, pero valió la pena. No me llevó tanto como esperaba pero yo estoy enferma de la mente y leo muy rápido, y creo que es porque la necesidad de saber nos va llevando de la manito hacia el final. Y eso que en parte me resistí, porque no quería que se terminara nunca. Eso sí, el final me destruyó. ¿Qué es ese cliffhanger, Laini? ¿Cómo se supone que voy a hacer para esperar el siguiente? Como sea, los invito a que se la jueguen y apuesten por esta novela maravillosa, por este mundo y por estos personajes. Si son como yo, no se van a arrepentir tampoco.

lunes, 27 de noviembre de 2017

El cielo es azul, la tierra blanca - Reseña

La gran novela japonesa que ha marcado un hito en la literatura contemporánea, una historia de amor inolvidable. Novela ganadora del prestigioso Premio Tanizaki. Tremendamente poética, la historia ejerce un sensual y magnético poder sobre el lector. Esplendida.
Ramon Clavijo, Diario de Jerez

El cielo es azul, la tierra blanca es una de las historias de amor mas bellas que he leído en mi vida. No me refiero a uno de esos amores cursis y pretenciosos que proliferan tanto en cierto tipo de libros, sino a algo mucho mas profundo y real, la lenta y solida relación de dos seres solitarios, necesitados el uno del otro, capaces de encontrar la ternura y de compartirla con el amado en medio de los mas pequeños gestos cotidianos, comer, beber, dar un paseo, sentarse junto a una ventana en la oscuridad... Y narrado de una manera tan delicada, tan justa, que parece un pedazo de vida real -quizá lo sea- pintado en un lienzo y ofrecido a nuestros ojos para ayudarnos a ser mas sabios. Léanlo y disfruten.
Angeles caso, La Vanguardia 

Tsukiko, la protagonista de la novela, ya tiene guardado un lugar de honor en ese hipotético limbo de los personajes femeninos mas destacables de la literatura moderna.
Manu Gonzalez, Qué Leer

Una autora de culto. La japonesa es una reina en el difícil arte de golpear al lector sin hacer ruido.
Eugenio Fuentes, La Opinión de A Coruna

Leer a Kawakami es como darse un baño de agua tibia. Lo mas importante es el homenaje que se rinde a la melancolía, o a la imposibilidad o, mejor aun, a este estado de indefinición -prerreflexivo- podríamos decir en el que habitualmente nos movemos los humanos.
Pablo D'Ors, ABC

Con la delicadeza con la que florecen los cerezos y la hermosa naturalidad de un haiku, los protagonistas van trenzando una relación amorosa que desafía convenciones.
Antonio Lozano, La Vanguardia

Lo que Hiromi Kawakami cuenta es tan carnal, hermoso y estimulante para el lector que no exige ser mas explicita. Su misterio radica en el extraordinario poder alusivo de la escritura, legado de los grandes artistas de la narrativa japonesa moderna.
Robert Saladrigas, La Vanguardia

El relato transcurre como un viento templado a través de una mosquitera. Posee algo así como el encantamiento de una cantinela. De una rayuela. Uno salta del cielo a la tierra, a la pata coja, con un vaso de sake en la mano, con el corazón sin embargo atormentado, al final, bañado de tanta esperanza.
Francois Simon, Le Figaro litteraire

La prosa de Kawakami bien puede definirse como cristalina: esta construida con la precisión hermosa y reticular, perfectamente conectada, de un cristal.
Ciro Garcia, El Norte de Castilla

Sutileza y delicadeza, una prosa detallada que describe a conciencia las marcas del alma. Un viaje literariamente sugestivo.
Pere Guixa, El País

Hiromi Kawakami: las cosas sencillas son melancólicas. Bellamente melancólicas, como el sol que derrite la nieve, sin dejar huella de ella.
Hector Abad Faciolince

El estilo de Kawakami es de una gran finura narrativa, de una delicadeza que roza la poesía, pero en la que también caben la oscuridad, el dolor y el desgarro.
Elena Sierra, El Correo


Un montón de opiniones preciosas, ¿verdad? Cuando llegó esta novela, yo ya tenía curiosidad por la autora, pero fueron estos comentarios los que me hicieron decidirme a leer el libro. Y he aquí que en realidad no me prepararon de verdad, ya que para leer esta historia tuve que sobrepasar un prejuicio propio, que quizás no me dejó disfrutar del todo, pero que voy a achacar a lo personal. Así que no dejen de leer ni crean desde ya que no va a gustarles, porque esta es una tara mía. 

Les cuento, así como por agregar un dato nomás, que este fue el libro que leí en la sala de espera antes de ir al oculista el día que me desmayé por primera vez —me bajó la presión, no fue cosa del libro—, y que terminé al otro día cuando iba a la última clase de danza japonesa antes de la presentación, cosa que me parece súper adecuada. Miscelánea (?).

Voy a empezar hablando del título. Fue muy tierno encontrar el pasaje al que se refiere, pero cuando me tomé el tiempo de leer el original (Sensei no kaban, es decir, «El maletín del maestro»), me pareció mucho más adecuado para la novela. Quizás no suene tan lindo, pero creo que es más honesto y que pega más con la esencia de este libro. Algunos acá ya saben que estudio japonés; no iré muy avanzada, pero igual me divertí intentando imaginar diálogos y cosas en ese idioma, aunque no conozco el texto original —ni tuve demasiado éxito—. ¿Nerd? Siempre.

Estuve meditando si hablar de esto sería considerado spoiler, pero llegué a la conclusión de que no, dado que la historia comienza así. Para mi sorpresa, Tsukiko, la protagonista de esta historia, la vive junto a Harutsuna Matsumoto, a quien ella llama maestro, ya que fue su profesor en la secundaria. Ahí paré la oreja porque es un tropo que no suele gustarme, pero un poco me calmé cuando vi que Tsukiko tenía treinta y ocho años. Seguirá siendo una relación de poder que no me complace, pero al menos ya ha vivido y sabe lo que hace. Más o menos.

Fuera de este hecho —que ya ven que no tiene por qué afectar a todo el mundo—, la novela es preciosa, efectivamente. Es una historia de amor delicada, que se cuece a fuego lento, y que se muestra más en los detalles y en los gestos que en palabras apasionadas o situaciones intensas. Es todo eso que dicen los comentarios de ahí arriba y más, y creo que es de esos libros que te transportan a leer y que te dejan cosas en el pecho al terminar.

Tsukiko, a pesar de su edad, parece una niña perdida en un mundo de adultos. Esto es un tema que se trabaja en la novela, así que no voy a extenderme, pero me pareció curiosa esa forma que tiene de ver el mundo, y de hecho, me hizo pensar en lo alienados que están algunos adultos frente a lo que se supone que deben ser y la imposibilidad para conseguirlo

El maestro, por otro lado, carga con una melancolía enorme, y una sabiduría que le viene de un pasado más bien tormentoso, que vamos descubriendo de a poco. Por suerte por suerte no presiona a Tsukiko, sino que comparte con ella su tiempo y, así, se va desarrollando la historia entre los dos. Es una persona amable, inteligente y con una paciencia que parece infinita. Fue fácil sentir cariño, aunque no fuera intenso.

Además, la narración es perfecta. Se toma su tiempo para que las cosas tengan lugar, describe lo necesario de manera delicada y justa, y llega. Les juro que llega muchísimo. Hay algo en la literatura japonesa que siempre me deja con la boca abierta, a pesar de que la variedad de autores es inmensa. No sé qué es. Quizás es porque estoy implicada con la cultura y me llega muchísimo de por sí, pero en fin. Tiene algo.

Y respecto a la cultura, creo que no es especialmente oscuro para nosotros, occidentales, tengamos el conocimiento que tengamos. Siempre es mejor, pero si no es lo que más han leído, igual se puede. Siempre y cuando tengan en cuenta que no van a encontrar una historia intensa sino llena de silencios y tiempos muertos, que a fin de cuentas son los que importan acá.

Para concluir; sí, me gustó. Tuve que superar ese prejuicio propio, pero valió la pena. Probablemente quiera leer más de esta autora, porque su forma de narrar y contar historias me parece preciosa. Ustedes, ¿van a probar?

jueves, 23 de noviembre de 2017

Lugar imposible - Reseña

Mariana es una chica de catorce años que vive junto a su madre, sobrelleva la separación de sus padres y la pena por la muerte de su abuelo.
Con sus dos mejores amigos, Manuel y Javier, se ven envueltos en intensos y caóticos sucesos, causados por el momento político extremo que vive el país.
Lugar imposible narra diez días de vivencias que ponen a prueba los valores, las relaciones, las creencias… ¡la realidad











Se hace muy duro escribir algo en un día tan difícil como hoy, pero este libro merece una reseña a la altura, así que voy a hacer un esfuerzo enorme para lograrlo. Perdón también por publicarla más tarde que de costumbre, pero sigo resfriada y con poca energía y eso me pasa factura en todos los ámbitos. Quiero agradecer a la editorial Lacrem Delacrem por confiar en mí para reseñar este libro; es una editorial nueva, con proyectos lindos y muchas ganas de crecer. Recomiendo que le presten atención, si pueden, porque me parece que este es solo el inicio de un montón de cosas buenas.

Tuve la oportunidad de conocer al autor en una presentación de su libro Vampirii en el #Clubdelectura.uy. Aunque no leí esa novela, esta otra fue llamando mi atención de a poco, y me alegra mucho de que así fuera.

Aunque empieza como una novela juvenil bastante normal y cotidiana, las cosas se van poniendo oscuras conforme avanza la trama. Quizás sea posible decir que en la primera mitad nos va preparando para la segunda, donde las cosas se complican de verdad. Lo cierto es que allí la historia se enfoca en Mariana, la protagonista, y en las circunstancias de su vida (la separación de sus padres, la muerte de su abuelo, la adolescencia en general), sumadas a una situación inestable en el país y a unos agujeros que aparecen y que no tienen explicación. Sin embargo, en la segunda tenemos el golpe, y todo se vuelve muy oscuro y mucho más difícil de procesar. Leí el libro bastante rápido, angustiada la mayor parte del tiempo, pero con ganas de saber. Y quizás debería haberme dado cuenta de que no era un libro de saber, de resolver misterios, sino de plantearnos preguntas. Al terminar de leer quedé un poco descolocada por esto, y hasta molesta, pero con un tiempo para mirarlo en retrospectiva, está bien. Entendí.

No me parece casualidad que la primera parte esté narrada en tercera persona y sea más panorámica, mientras que la segunda, donde la angustia se asienta, esté narrada en primera persona, desde la perspectiva de Mariana. Mariana, tan adolescente y a la vez tan todos. Es fácil identificarse con ella, ver el mundo a través de sus ojos. Y si bien podemos entender cuándo se equivoca, porque también lo hace, la empatía no se diluye. A los demás personajes los vamos a ver también con su mirada, y aunque no están tan desarrollados como ella, hay figuras clave, como el abuelo, sus padres y sus dos mejores amigos

Hay una cuestión con la ambientación y es que no se dice nunca, pero se siente Uruguay. Un poco por la forma de hablar de los personajes, otro poco porque son cosas que uno sabe, si vive ahí. Pero no se dice, se juega con esa ambigüedad, así que contar esta historia quizás es más fácil, menos cargada, de esta manera. Pero no se omiten ciertas cosas. Se habla de una dictadura anterior, que la generación de los abuelos y padres de Mariana vivió y sufrió. Así que la historia de esta novela, el golpe y todo lo que trae, pega en lugares que para nosotros, los que ahora vivimos acá y no sufrimos esos años, son sensibles. Así como comentaba que Espejos.uy era una especie de cautionary tale sobre la crisis del 2002, esta novela lo es, a su modo, sobre la dictadura

No tengo ni que detenerme en los horrores de una dictadura, porque la mayor parte de los hispanohablantes tenemos una aunque sea en nuestro pasado (colectivo, si no la vivimos), pero no está de más recordar, ¿verdad? Porque acá detienen a la gente que se manifiesta en contra, se la tortura, se la mata, se cortan los medios de comunicación y se tiene a la gente en una nube de ignorancia respecto a lo que pasa. De ignorancia y de miedo. Entonces, en esa atmósfera, ¿cómo van a seguir siendo adolescentes? ¿Cómo no van a tener que madurar de golpe? Mariana y sus amigos ya no pueden ser los que eran, y los golpes que reciben en esta segunda parte los llenan de una desesperanza que a mí me parte en pedazos.

Entonces, tengo mi propia teoría sobre los agujeros negros. Dado que obtener una respuesta clara está descartado, y se entiende que es la intención del autor en esta obra, voy a sacar mis conclusiones. Porque para mí los agujeros estos representan muchas cosas, entre ellas, la ausencia. La ausencia de respuestas y claridad sobre lo que pasa, de las personas que faltan. La posibilidad de desaparecer. De que pasen cosas y vengan esos hombres de gris a «limpiarlo», como si así no pasara nada. La indiferencia de los adultos, su incapacidad para ver lo que sucede. Si bien la historia, desde Mariana, trata estos agujeros como algo real, bien podrían no serlo. Aunque en realidad no importa, no es el punto. Estos agujeros que se llevan todo a su paso encierran violencia y angustia, y el final de la novela, para mí, es más que lo que leemos de forma literal. Es el producto de toda esta situación horrible, que es imposible de resolver desde el lugar de Mariana o sus seres queridos.

Así que sí, recomiendo esta novela, porque más allá de que en sí es entretenida, se lee fácilmente y todo eso que uno suele buscar en un libro, tiene una historia fuerte, potente, con un trasfondo demoledor. Porque no hay que olvidar, porque no hay que permitir que algunas cosas vuelvan a suceder. Me alegra muchísimo que esta editorial se la haya jugado por una novela que pisa tan fuerte. Los insto a leerla.


lunes, 20 de noviembre de 2017

La mansión de las furias - Reseña

Está sola y asustada. Acaba de escapar de un internado, en donde el castigo era la lección del día. Cuando conoce a una anciana que le ofrece trabajo en una vieja mansión que funciona como hotel, Louisa cree que finalmente está dejando esa vida llena de "lecciones" atrás. Pero ni bien llega a Coldthistle House, se da cuenta de que la mansión esconde secretos muy oscuros.
Lejos de ser un sitio para descansar, Coldthistle House es un lugar en donde te juzgan. Y su misterioso amo, el sr. Morningside, junto a sus empleados aplican los castigos más terribles a aquellos que cometieron errores en el pasado. Hasta Lee, un joven que es distinto a los otros huéspedes y que brilla por su carisma y simpatía, parece estar en peligro.
Louisa quiere salvarlo y advertirle sobre el peligro que se esconde en la mansión, pero ¿puede confiar realmente en él? ¿Cómo puede estar segura de algo en un sitio en donde todos tienen un pasado siniestro?
Madeleine Roux nos vuelve a deleitar con una serie de terror gótico, que incluye fotografías e ilustraciones para darle vida a uno de los sitios más tenebrosos

Admitiré que cuando supe de este libro, no me llamó la atención. De hecho, que fuera de «terror» me tiró para atrás porque soy muy cagoncita. Sin embargo, poco a poco me fue ganando, y al final terminé queriéndolo leer. Gracias a América Latina por hacerlo posible. Además, la edición de VRYA es preciosísima. Tiene ilustraciones, imágenes en azul en los inicios de capítulo y una textura y olorcito maravillosos. Es decir, además de recomendarlo como novela, lo recomiendo como objeto. Seguro que pueden disfrutarlo en ebook, pero este es de esos libros que van a querer tener en papel para admirar la excelente edición. Y sí, también lo recomiendo como historia, porque disfruté cada página de la novela y me sorprendió para bien. Es re la típica historia que me gusta, y los que me conocen un poco se van a dar cuenta al toque.

El argumento de la novela está muy bien resumido en la sinopsis, así que no voy a repetirme con eso. Lo que yo puedo agregar es que en cierta forma se maneja muy bien la intriga, aunque el prólogo nos da una cantidad de información que nos permite entrever qué está sucediendo, quizás mucho antes que la mismísima protagonista. De cualquier manera, no fue de esos libros que necesité leer en una sola noche de forma obsesiva, sino que dosifiqué su lectura —en parte por la época del año, llena de parciales y trabajos— y disfruté del misterio de forma continuada, durante varias noches. Esto hizo que el misterio me tuviera en vilo durante todo ese tiempo, lo que creo que fue un acierto. Además, hay capítulos pequeños con textos informativos sobre criaturas, que van a ser útiles o como mínimo interesantes y que aportan un montón a la lectura.

A los personajes los sentí sólidos, pero tuve muy poco de ellos. Es decir, creo que podrían dar todavía más de sí mismos, y por esto me alegra que haya una segunda parte —aunque me parece que podría leerse este como autoconclusivo tranquilamente—. Louisa, la protagonista y narradora, me pareció una figura fuerte, a la que quizás cuesta querer, pero no entender. Creo que reacciona a todo de formas muy humanas y entendibles, y que aunque es de ética cuestionable, al final podría decirse que es bastante consecuente con sus actos. Los demás personajes los dividiría entre el personal de Coldthistle House y los huéspedes. Estos últimos quizás resultaron menos interesantes que los primeros, pero es que los primeros son variopintos y excéntricos, quizás hasta algo siniestros. A estos son los que digo que no los conocemos todo lo que me gustaría, pero sí lo necesario para este primer libro.

Es cierto que sobre algunos personajes tuve mis dudas hasta el final del libro. Lee, uno de los huéspedes, con quien Louisa mantiene una amistad o algo así, me parecía un poco aburrido y su subtrama algo innecesario, pero resultó no ser así, y al final terminé muy satisfecha con lo que me encontré. Por lo tanto, es un libro que recomiendo terminar para joder juzgar con mejor criterio.

La ambientación es otra de las cosas que me gustaron muchísimo de esta novela, y creo que eso no sorprende a nadie que siga este blog desde hace un tiempo. Principios del siglo XIX, Inglaterra, una mansión alejada de todo y con un personal perturbador, criaturas tenebrosas y una función que hará que Louisa se plantee realmente qué hacer con su vida. Ah, cómo no amar la ambientación de la novela, que me llegó muchísimo y que me hizo sumergirme en el período y en el ambiente frío y a la vez entrañable —sí, aunque usted no lo crea— de Coldthistle House. ¿Vieron la portada, azul y en penumbras? Así se siente el libro, y es increíble lo inmersivo que se vuelve todo. Tiene unos cuantos elementos de la novela gótica clásica, pero renovándolos de alguna forma. Es decir, se sienten familiares, pero no sobre usados. No pesa, sino que aporta. Es un enfoque que vale la pena y me interesa ver desarrollarse en las próximas entregas.

Claro que esto lo acompaña la prosa, que a diferencia de lo que uno esperaría de una novela ambientada en esta época, es clara y bastante directa. Louisa, a pesar de haber tenido una educación formal, viene de un entorno más bien duro, y la forma de expresarse y de ver el mundo son coherentes con esto. Por lo tanto, si bien no es del todo informal, es consecuente con nuestra narradora en primera persona, y no se siente ni forzado ni pesado. Obviamente, esto ayuda a que el lector se sienta más conectado con Louisa y que su relación con Coldthistle House y sus habitantes se guíe por el criterio de esta. Además, se nota el contraste entre la narración de Louisa y los fragmentos de libros entre capítulos, escritos por el señor Morningside, el dueño de Coldthistle House. Una vez más, sin embargo, la expresión escrita se condice con lo que vemos de la personalidad del personaje. Porque qué personaje es el señor Morningside, ¿eh? Pero no quise hablar antes ni quiero hablar ahora, ustedes lo conocerán...

Quizás no es la reseña más entusiasta del universo, pero es que anduve a mil y tengo mucho sueño, pero no quiero que eso los confunda: me encantó la novela y la disfruté muchísimo, y me muero de ganas de leer la continuación. La recomiendo, sobre todo a los que gustan de las ambientaciones algo siniestras y de los personajes misteriosos. No creo que sea muy de terror, pero sí tiene un algo macabro que puede seducir a varios. Yo la empecé en Halloween y me pareció un acierto. Recomendada queda.


Dejo esto a modo de pequeño chiste interno. Seguro alguien me entiende. 

jueves, 16 de noviembre de 2017

The Star-Touched Queen - Reseña

Fate and fortune. Power and passion. What does it take to be the queen of a kingdom when you’re only seventeen?

Maya is cursed. With a horoscope that promises a marriage of death and destruction, she has earned only the scorn and fear of her father’s kingdom. Content to follow more scholarly pursuits, her whole world is torn apart when her father, the Raja, arranges a wedding of political convenience to quell outside rebellions. Soon Maya becomes the queen of Akaran and wife of Amar. Neither roles are what she expected: As Akaran’s queen, she finds her voice and power. As Amar’s wife, she finds something else entirely: Compassion. Protection. Desire…
But Akaran has its own secrets—thousands of locked doors, gardens of glass, and a tree that bears memories instead of fruit. Soon, Maya suspects her life is in danger. Yet who, besides her husband, can she trust? With the fate of the human and Otherworldly realms hanging in the balance, Maya must unravel an ancient mystery that spans reincarnated lives to save those she loves the most…including herself. 

Recuerdo haber visto esta novela en Goodreads y haberme enamorado de su portada. Después de leer de qué trataba, fue derechito a mi to-be-read. Y si bien me tomé mi tiempo, tenía montones de ganas de leerla, porque prometía mucho. No estoy segura de que haya sido como esperaba, pero tampoco me parece algo malo. Eso sí, qué historia rara que tenemos acá.

Es otro de los libros que leí en mi viaje a Buenos Aires en julio, pero escribí esta reseña varios días después de que volví, así que no tengo tan frescas las cosas. Perdón, pero no tuve ocasión de hacerlo antes.

Otra cosa importante antes de empezar es aclarar que leí este libro en inglés y no tengo idea —por el momento— de si será publicado o no en español. Así que ustedes verán qué acción tomar respecto a él.

Como la sinopsis está en inglés, les cuento un poquito de qué va. Nuestra protagonista es Mayavati (Maya), una de las tantas hijas del rajá de Bharata, un reino ficticio muy similar a la India. Destratada por todos debido a que según su horóscopo, su destino está lleno de muerte y desdicha, tiene una vida relativamente estable hasta que descubre que su padre piensa casarla para poner fin a la guerra. Pasan unas cosas ahí que no quiero arruinarles (?) y ella termina casada con el rajá de Akaran, un reino del que no tenía conocimiento. 

Y es todo medio bizarro, ¿saben? La cosa es que aunque ella desconfía y se resiste, se siente atraída por Amar, el rajá este. Pero el tipo es de lo más insulso que hay. O sea, se le hace el crocante con que no le puede contar nada hasta la próxima luna nueva, la deja ahí metida en el palacio donde pasan cosas rarísimas y ella escucha voces que la hacen dudar de la lealtad de él. Hay un sirviente medio grumpy-nerd que tampoco ayuda mucho. Y en estas condiciones se espera que Maya tome las decisiones correctas.

Vamos, spoiler era más obvio que la iba a remil cagar spoiler. No puedo contar mucho sobre la segunda parte del libro, porque hay un plot twist y ahí empieza toda esta nueva instancia, pero sí quiero decir que me pareció muchísimo más interesante, con más acción y una Maya más determinada y con las ideas bien puestas. El final me pareció confuso y apresurado, y si me apuran hasta cursi y cliché. Definitivamente no le di una buena nota por el final.

Los personajes tampoco sobresalen demasiado, aunque Maya me cayó bien en general porque es valiente y decidida, y si la caga a veces no es enteramente su responsabilidad. Su hermana, Gauri, me pareció un personaje poco explotado, pero por ahí vi que la segunda novela de esta bilogía es con ella de protagonista, así que me callo la boca. Amar me dejó re meh. Realmente, nada que decir de este señor. Y la antagonista es... Bueno, cliché. En el peor de los sentidos. 

El mejor personaje fue Kamala, una especie de demonio-caballo que acompaña a Maya en su viaje spoiler de retorno a Akaran spoiler, con un sentido del humor ácido y turbio que aporta algo más de ligereza a una secuencia que podría haber sido pesada.

La prosa es una de las cosas que hacen que esta novela sea resaltable. Aunque a veces sí se me hizo recargada, tiene momentos muy, muy lindos. Aunque la ambientación no estuvo a la altura de lo que esperaba y en varias ocasiones se me hizo difícil de «ver» en mi cabeza, la prosa armaba algunos escenarios cuando hacía falta. Si bien no soluciona el problema, se creaban lindas atmósferas.

No tengo mucho más que decir. No lo termino de recomendar porque no tengo muy claro qué leí ni sé bien si me gustó del todo. Tengo ganas de leer la secuela, porque además Gauri fue un personaje que me dejó con ganas de seguir en ese mundo, pero tampoco me muero. No sé, ustedes vean. Yo les dejo una cancioncita para entrar en ambiente y después me cuentan.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Espejos.uy - Reseña

Esta es una historia encontrada en un disco duro. Es una relación contada con mails sin fecha ni encabezamiento. Es la construcción de un vínculo entre desconocidos quienes, aparentemente, buscan tan solo un espejo sobre el cual reflejarse. Es el deseo incontenible de una escritora por compartir una narración que no le pertenece pero que encuentra fascinante. Es una novela epistolar del siglo XXI que bucea en los miedos y los anhelos relacionados con la identidad, el amor y el futuro. Con la crisis de 2002 como telón, Magdalena Helguera emplea los mejores recursos de la tradición literaria para invitar al lector a observar las relaciones humanas en un momento en el que estas recién comenzaban a sentir el influjo de las tecnologías que cambiarían nuestra forma de informarnos y comunicarnos.



Cuando la autora anunció la reedición de esta novela, me alegré un montón, pero tardé un poco en darme cuenta de que ya la había leído. Fue cuando la busqué en Goodreads; la vi con la portada anterior y recordé que la había leído hacía muchos, muchos años, y que me la había prestado mi prima. A las dos nos había gustado, en esos tiempos, pero no recordaba mucho más, así que obviamente quise volver a leerlo. Muchas gracias a Penguin Random House por el ejemplar. Además, el libro tiene ilustraciones de Maco, que ya es habitué de mi biblioteca.

No me pareció correcto marcar esto como una relectura, aunque en verdad sea una. Ni siquiera recuerdo en qué año lo leí, aunque estoy casi segura de que todavía iba a la escuela. Además, no hay reseña, claramente, así que esto es todo lo que van a tener de mi parte, por ahora. 

Supuestamente —y digo así porque no sé si es verdad o no, y prefiero no saberlo— esta historia fue encontrada en un disco duro, sin direcciones ni nada, y es lo que encontramos ahí: los mails intercambiados entre cuatro adolescentes, dos en Uruguay y dos en Estados Unidos, en plena época de crisis (esto es, para los que no son de Uruguay, el año 2002 específicamente), una que provocó que muchísimos uruguayos tuvieran que buscar una vida mejor en el exilio. 

Por esto es que no puedo hablar mucho de trama. Se siente como si le espiáramos el historial a alguien, como cuando nuestros amigos nos pasaban chats con otras personas en el msn *feels old* y los analizábamos horas. No sé. Quizás sí pueda decir que la historia pega un giro cuando Carlos y Caro aparecen en escena; sus interacciones se roban el foco y la historia termina sin conclusión, porque hasta ahí llegan los mails, y solo nos queda el deseo de la autora y el nuestro de que todo haya salido bien.

Recordaba más de los personajes de lo que creía, pero estaban todos desdibujados por el paso del tiempo. Por ejemplo, me acordaba de que Tati y RO eran más extrovertidos, mientras que Carlos y Caro eran tímidos y estudiosos, pero ahora esta extroversión se me hizo algo pesada —aunque se nota, y se dice, que es la forma en la que lidian con sus propios problemas—, y me recordó a algo que leí en el blog de Clau sobre el humor entonces y el humor ahora. Detalles, no sé, pero por eso me pareció tan fundamental que aparecieran Caro y Carlos, que a juego con el título, son lo opuesto a Tati y RO, y se nota. Se nota sobre todo en la historia de Caro, que ya lo lleva a un lugar literal, pero de todas formas. Me gusta porque habla de algo tan propio de la adolescencia como ser parte, ser diferente y saberlo, tener sueños y expectativas y tanta incertidumbre. Todo esto a través de sus mails, de lo que dicen y de lo que no dicen, de cómo se ven entre ellos, de cómo se relacionan.

Pero otra cosa que me parece muy importante es lo que se desprende de estos mails respecto a la situación que se vivía. Yo lo conté por ahí, pero era muy chica en 2002 —cumplí nueve años— y cuando leí este libro, y si bien notaba algunas cosas, digamos que entre el esfuerzo de mis padres por mantener todo a flote y que en realidad, para mí eso era la normalidad, no era del todo consciente de lo que pasaba. Lo que pasaba en realidad era terrible, y sin duda los protagonistas, como adolescentes, lo vivían con una intensidad mucho mayor

Por eso acá hay dos cosas. Leerlo en esa época pudo ser un reflejo o un escape o un alivio. Leerlo ahora, como adulta, es una ayuda memoria, tiene que serlo. Para los adolescentes de esta época, un llamado de atención, un cautionary tale, algo que puede pasar y que pasó hace no tanto. Me resultó fuertísimo y chocante leerlo ahora y pensar, sin embargo, en lo poco que parece importarles a algunos o la falta de memoria que hay.

Entonces, en ese sentido, qué acierto y qué importante reeditar este libro.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Desayuno en Júpiter - Reseña

Cuando Ofelia y Amoke se conocen, sus mundos parecen completamente contradictorios. Ofelia es el caos, la apasionada por la astronomía que ha suspendido la Selectividad y que pasa su año sabático en Gales con su padre, vendiendo mermelada orgánica, cazando liebres con su amigo Harlon y tratando de encontrar su propósito en la vida.

Amoke es el orden, una solitaria y responsable estudiante de Biología que pasa todo el tiempo que no está en la universidad cuidando de su hermano Tayo y leyendo libros de Charles Darwin. Lo único que Ofelia y Amoke tienen en común son Virginia Wonnacott (una excéntrica y ermitaña novelista de noventa y dos años), la Asociación Hiraeth (una peculiar ONG) y la sensación de no tener una vida completa.

Cuando Virginia Wonnacott le ofrece trabajo a Ofelia como su asistente personal, los mundos de estas dos chicas se juntan. Mediante discusiones, libros de segunda mano, cartas y WhatsApps de madrugada, Ofelia y Amoke se entrelazan en un viaje para encontrar un futuro que no sabían que existía y descubrir los sentimientos de la una hacia la otra. 

Quise leer esta novela desde que fue anunciada; mentira, quizás desde un poco antes, cuando solo sabía el título y ya me gustaba porque decía «Júpiter» y yo con esas cosas soy medio obsesiva. Cuando la sinopsis estuvo disponible, me pasó como ya me había pasado con otros libros: que parecía escrita para mí; encajaba a la perfección con todas las cosas que me gustan. Entonces, obvio, lo quise. Muchas gracias a Stephanie por regalármelo en mi cumpleaños.

El año pasado leí las dos anteriores novelas de Andrea. Corazón de mariposa me gustó y ta, pero pude apreciar ciertas cosas del estilo narrativo. Entre dos universos me pareció superior, aunque ciertas partes se me hicieron algo pesadas. Ahora, Desayuno en Júpiter, es claramente mi favorita de las tres, y de mis mejores lecturas del año. Muchas gracias, Andrea, por escribir una historia tan mágica. Realmente imaginaba que iba a seguir creciendo como escritora, se notaba, pero superó mis expectativas (que eran bastante altas).


Parte de la playlist de la novela, que me parece perfecta.

Como bien dice la sinopsis, se podría decir que la trama gira en torno a dos cosas: la relación entre Ofelia y Amoke, las dos protagonistas (y narradoras en primera persona, de forma alternada), y su trabajo con Miss Wonnacott, una escritora nonagenaria bastante difícil. Pero hay más, mucho más, y son estos matices lo que hacen que la historia se vuelva tan cálida y tan inmersiva.

Fuente
Desde que estas dos se conocen, la historia se va desenvolviendo despacio. Eso es algo fundamental: no es una historia de las que se leen en una noche (aunque pueden, si quieren), sino de esas que fueron escritas para disfrutarse despacio, como el chocolate que te guardás en la mesita de luz y comés cuadradito a cuadradito. De esta manera, la trama y los personajes se vuelven parte de tu vida, y la familiaridad al volver es casi un cosquilleo. Según van pasando los días y Ofelia y Amoke van conociéndose, también somos testigos de lo que le cuenta Miss Wonnacott a Ofelia, su biografía, digamos, y tenemos ese relato del pasado, que es tremendamente triste y poderoso. Y no solo esto, sino que las historias personales y familiares de ambas protagonistas tienen un papel fundamental, más allá de la relación entre estas. Todo influye, como los hilos de un tejido en continua creación. Como la vida misma, supongo.

Porque, a pesar de que las voces narrativas son las de Ofelia y Amoke, no son los únicos personajes con peso. Los secundarios tienen vida, no son figuras de papel para sostener a los principales. Incluso los más pequeñitos tienen razón de ser. Como dije, las familias de ambas tienen un papel importante, sobre todo por lo que representan para ellas (como apoyo y como punto de partida) y por la figura del hermano, que se repite en ambas, y que han sufrido y sufren también por su parte. Quizás los más importantes, en este sentido, sean Harlon, un amigo de Ofelia muy especial, y Miss Wonnacott, a la que conocemos bien gracias al relato de su pasado.

Fuente
De cualquier manera, hablemos un poco de las protagonistas. De la fragilidad y de la fuerza que tienen, sí, al mismo tiempo. De cómo Ofelia se viste con ropa vintage y gusta de la música indie y descubre cosas sobre sí misma que no esperaba. De cómo Amoke parece calma y en realidad lleva tormentas por dentro. De la forma en que la vida (¿o la muerte?) las une, y de cómo, muy despacio, se van haciendo amigas, y supongo que no es spoiler decir que más, y de cómo sus miedos y sus vidas les juegan en contra a veces. De la forma maravillosa en que esta novela nos transmite tanto sobre el amor y sobre la amistad, sobre el descubrirse y quererse a uno mismo. También habla de la importancia de la familia, pero no en el sentido tradicional sino en la fuerza que a veces transmite y que a veces no hay feeling y que está bien, no sé. Y en medio de todo eso están Ofelia y Amoke y el cariño inmenso que se tienen, una cosa mágica y preciosa.

Creo que la ambientación y otros ciertos detalles hacen de esta una historia aún más memorable. Todo tiene lugar en una pequeña localidad en Gales, que de por sí no tiene nada fuera de lo común, pero que Andrea llena de un realismo mágico bastante particular. Diría que me recordó a la película Restless en ciertos detalles, pero también vi por ahí que es de las favoritas de la autora, así que asumo que es algo que le gusta ver y hacer. No sé, hay pequeños detalles que hacen que un lugar en teoría realista se vuelva... más. Creo que ese aspecto está muy bien manejado.

Fuente
Además, me hizo muy feliz la cantidad de tabúes y prejuicios que se rompen. Ya sean raciales, sexuales u otras cuestiones, como lo que pasa con las mentes y los cuerpos de la gente después de la guerra o durante enfermedades jodidas, estas cosas se hablan y se sienten. Son parte de las vidas de los personajes, a veces cotidianas, y la forma en que luchan con lo malo y descubren o se enorgullecen de lo bueno es terriblemente emotivo. También me hizo feliz la naturalidad con la que se dan las cosas entre Ofelia y Amoke, a pesar de que ambas tienen sus dudas, por motivos bien diferentes. Me encanta cómo lo ven sus respectivas familias, el contraste que muestran. Me encanta Harlon, con todo lo que eso implica, aunque hablar de Harlon y sus peculiaridades es quizás decir demasiado, pero la caza de liebres y todo lo que vamos sabiendo, también despacio, lo volvieron entrañable y una figura clave de esta novela.

La prosa es otro elemento que suma es la bellísima prosa. Si ya en sus otros libros se dejaba ver una evolución, en esta novela se nos confirma. Lo que en Entre dos universos se me hacía recargado, acá encuentra la forma de expresar belleza e imágenes con sus palabras. Es una novela extremadamente sensorial, y esto se logra a través del lenguaje. Casi sinestésica. Transmite muchísimo a nivel emocional también, y las voces de las dos protagonistas, aunque comparten el tono algo lírico y los detalles quirky de la novela, expresan muy bien sus formas de ser.

¿Qué tengo para criticar, entonces? No sé, ¿que se terminó? No, en serio, quizás que un par de cosas las pude predecir con tiempo, pero fueron pequeñas y no estoy tan segura de que la autora no haya querido que nos diéramos cuenta en esos instantes.

Así que eso, supongo que es redundante decirlo a esta altura, pero es una novela que me encantó, que me hizo feliz y que releería encantada, con más tiempo. La recomiendo a todos, por los temas que toca y porque es realmente preciosa. Y me muero de ganas de leer la siguiente novela de Andrea, que sale en unos días y que tiene lugar en uno de mis países favoritos: Japón.

No sé, vayan a leer, por favor. Y después me cuentan.


Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.

Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.

Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.

Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.
Lo que siento por ti, Idea Vilariño




Los aesthetics de la reseña fueron hechos por la misma autora, sacados de su cuenta de Twitter.

lunes, 6 de noviembre de 2017

Infortunium - Reseña

Guardiana de almas:
España, siglo XXIII. Lo único que tiene Azel Viaturi en mente es conseguir un trabajo e independizarse de una vez por todas, por ello, cuando por fin recibe la ansiada carta en la que le designan el puesto a ocupar, la felicidad la invade y piensa que su vida ya está encauzada. No obstante, un accidente desafortunado y presenciar una muerte son dos sucesos que hacen tambalear su mundo y sin tener tiempo para reaccionar, acaba envuelta en una misión descabellada como Guardiana de Almas. Pero no será sencillo y Azel tendrá que hacerle frente a sus temores y luchar a través del espacio temporal con un enemigo que hará lo que sea por alcanzar sus objetivos.

Salvadora de almas:
Azel Viaturi jamás llego a sospechar que ser guardiana de almas la llevaría a la posición en la que ahora se encuentra. Todo a su alrededor se ha desmoronado y ha adoptado un aspecto diferente, su visión del mundo tal cual lo conocía se ha vuelto peor que antes y la misión que ella misma se ha impuesto la conduce por recovecos de la historia difíciles de contemplar. Contando con la ayuda de sus compañeros, traspasará el tiempo y el espacio para dar con un pequeño artefacto capaz de solventar el problema que tiene entre manos y, al mismo tiempo, dar paz a su alma. El peligro y la muerte andan cerca y los componentes del grupo se enfrentarán a cualquier cosa si con ello consiguen alcanzar sus objetivos. Sin embargo, ¿podrá Azel hacerles frente a sus demonios internos? ¿Serán capaces de asimilar las consecuencias que su arriesgada misión pueda provocar? El juego continúa y el premio es seguir con vida. 

Llevaba mucho tiempo con ganas de leer este libro —y además, Laura me cae súper bien—, así que apenas me fue posible conseguirlo, lo hice. Tuvo que ser en ebook, algo que repercutió un poco en mi tiempo de lectura —creo que ya he comentado que suelo leer en digital en el celular, en tiempos muertos entre clases o cuando me resultan aburridas y prefiero hacer algo productivo—. Sin embargo, a pesar de las pausas y de un parón que tuve que hacer entre ambas novelas, no me perdí ni nada me resultó confuso, así que todos tranquilos.
En fin, había leído alguna que otra reseña, así que tenía una ligera idea de qué iba a encontrarme. Tal como y en ellas, hay una diferencia entre el primer y el segundo libro, y considero un acierto enorme que haya sido reeditado en un solo tomo. Para explicarlo sin adelantarme demasiado, se siente como mirar Volver al futuro. La primera está buena, pero la segunda es cuando las cosas empiezan a ponerse más complicadas y oscuras, y es bastante superior. Como le dije a Laura, no tengo ni idea de si tiene planificado escribir una tercera parte en el viejo oeste, pero ahí estaré yo para leerla (?).

Quiero que tratemos la trama de esta historia en esos términos, entonces. Leí Guardiana de almas, el primer libro, teniendo en cuenta esto. Fue una lectura rápida y entretenida; es en verdad una novela bastante ligera, y aunque esto ayuda a que se haga ágil, peca de superficial. Superficial en el sentido de que, con la excepción de Azel, no llegamos a conocer realmente a los demás personajes, por lo que se vuelve difícil formar un vínculo con ellos. El ejemplo más fuerte para mí es spoiler Lucas, cuyo destino al final del primer libro no me movió un pelo, y debería haberlo hecho spoiler. Todo esto no quiere decir que no sea una trama bien construida y disfrutable, nada que ver. Pero por eso opino que está bueno leerla acompañada de la siguiente parte, porque se apoya mucho en ella.

Para mí la acción real aparece en Salvadora de almas, cuya premisa es básicamente un spoiler de la primera parte, pero ese spoiler se sortea muy bien en la sinopsis que hay arriba en esta entrada, así que les sugiero que la lean. Volviendo a la analogía con Volver al futuro, la trama más bien simple de la primera se entrelaza con la segunda, que la revisita, y esto hace que se complejice muchísimo. Además, se vuelve más frenética y desesperada, cosa que me complace. También hay una profundización en los personajes, a los que conocemos un poco más y se logran lazos más fuertes. Mi única crítica acá sería que siento que el libro se termina sin que se hayan cerrado todas las tramas, al menos de forma que me convenciera. Creo que hay todo un entorno que se desaprovecha, pero voy a explayarme después con eso. No quiero que se centren en este aspecto a la hora de decidir si leer el libro o no, creo que de todas formas vale la pena, así que no los quiero ver comentando que no lo quieren leer porque a mí me parece que no se cerraron del todo las tramas.

Aunque vi en varios comentarios que Azel no cae bien a todo el mundo, yo no tuve problemas con ella ni con su voz —la novela está narrada en primera persona—. De hecho, tampoco tuve problemas con la segunda voz, que vendría a ser algo así como su conciencia, o al menos una constante discusión con ella misma. No creo que sobrecargue el texto, sino que le aporta humor y es otra forma de conocer más a Azel. Si bien que tuviera ese punto tan terco y en ciertos momentos despreocupado, me pareció normal en una persona que no tenía intenciones de verse involucrada en algo tan complejo como la Sede y los viajes en el tiempo. En el fondo, hace lo que puede, porque es humana, y no me costó empatizar con eso.


Lucas nunca me cayó mal, pero siento que no terminé de conocerlo, por lo que spoiler su relación con Azel y todo lo que le pasa spoiler no me fue del todo indiferente, pero no me produjo mucho. Creo que el problema es que todo fue muy intenso pero muy rápido, y no lo llegué a sentir. De Kennet podría decir algo parecido, salvo porque en la segunda novela demuestra qué tipo de persona es, y con sus más y menos, lo sentí bastante humano también. Un personaje que me sorprendió bastante fue Erin, de quien vamos sabiendo más a medida que la historia avanza y que pasa de ser una figura femenina cuasi antagónica para Azel a una aliada, tan necesaria que spoiler duele mucho lo que le pasa al final spoiler. Por otra parte, me hizo feliz la spoiler visibilización de cierto colectivo spoiler en lo que a ella refiere. No me lo esperaba, pero fue una grata sorpresa. No digo más. Como última anotación, creo que los antagonistas necesitaban más desarrollo, sobre todo en cuanto a sus motivaciones.

La ambientación merece ser descrita en detalle. La historia empieza en el siglo XXIII, de donde es Azel. Hubo muchos cambios en el mundo en los siglos anteriores, no todos buenos, por lo que además de tener tecnología más avanzada, también tienen sus propios problemas a nivel político y social. En este mundo se mueve Azel, y en este mundo existe la Sede, que viaja en el tiempo para recuperar las almas Infortunium. Entonces, obviamente, además de esta ambientación de por sí muy interesante, tenemos todas las demás: las de todas las eras a las que Azel viaja durante las novelas. Yo no sé tanto de historia como para decir si lo que sucede es históricamente correcto, pero sí sentí más inmersión en algunas que en otras. Por ejemplo, toda la secuencia en el Berlín de la segunda guerra mundial me pareció increíble, muy intenso, mi parte favorita de Guardiana de almas. En la segunda, disfruté especialmente de que visitaran una época y lugar muy particulares, desesperantes diría, que no voy a comentar para no spoilear, pero que siempre me resultó fascinante.

Es por lo que digo de los problemas políticos y sociales del siglo XXIII que sentí que desaprovechaba un poco la ambientación, y esto está relacionado directamente con las tramas que dije que no se cierran. Spoiler Hay toda una situación particular con los DesUnitarios, una tensión que en algún momento tiene que saltar. Además, lo que descubren sobre la Sede y el papel que juega en todo ello la señora Verona Astori, sobre todo al final del libro spoiler. A menos que Laura tenga planeada una continuación en la que se ate un poco más todo esto, siento que me falta. Eso sí, que nadie se asuste, los finales de los personajes principales sí que cierran, y de una forma que me parece satisfactoria, así que céntrense más en esto que en lo otro.

La narración, además de contar con esa segunda voz de Azel, es bastante ágil, no se detiene demasiado en descripciones y se enfoca en las tensiones que corresponden para mover la historia y que el lector se implique. En ese sentido, no tengo nada que criticarle, salvo cosas que no son responsabilidad de la autora.

¿Por qué lo digo? Porque tengo en cuenta que es una autopublicación. Esto no quiere decir que tenga estándares más bajos para lo autopublicado, para nada. Quiero decir que, en la mayor parte de las ocasiones, no cuentan con servicios que sí tienen las editoriales: editores, correctores, maquetadores, etc... Y no, por buenos que sean los lectores beta —que hacen una labor maravillosa, sin duda—, no son lo mismo. Por eso tengo muy en cuenta que ciertas cuestiones no están en mano de los autores y no pienso criticar el libro por ellas. Hay mucho esfuerzo detrás como para tirarlas para atrás por tener alguna errata. Y esta novela está muy bien en ese sentido, aparte.


Playlist de la bilogía

Así que, a modo de conclusión, no me arrepiento para nada de haber leído esta novela. Me encantó la forma en que la segunda parte se entrelaza con la primera, la ambientación futurista unida a viajes a eras pasadas y la forma en que se tocan ciertos asuntos. Si bien tiene elementos más flojos, creo que de todas formas vale la pena, y que esta es una muestra de que Laura puede mejorar, algo de lo que no tengo ninguna duda. Tengo muchísimas ganas de leer lo próximo que escriba. A ustedes, por ahora, los insto a leer y disfrutar de la bilogía Infortunium.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Amar a la bestia - Reseña

Britania, siglo V d.C.
Sobre Gweldyr de Demetia circulan muchos rumores. Sin embargo, lo único que se sabe con certeza es que nunca antes había abandonado las seguras murallas que rodean su hogar. Cuando su padre le anuncia que ha sido prometida al poderoso rey de Buellt para sellar una alianza entre los dos reinos, lo único en lo que puede pensar es en el terror que le va a provocar salir al exterior.
El capitán de la guardia de Buellt, conocido como la Bestia, apenas recuerda que una vez tuvo un nombre. Al mando de un grupo de mercenarios, solo le preocupan dos cosas: evitar que los sajones crucen la frontera, y que las reservas de bebida le duren, al menos, hasta la noche siguiente. La nueva tarea que le han encomendado, escoltar a la prometida del rey, ni siquiera parece digna de él. Acostumbrado a que su desfigurado y temible aspecto mantenga a todos alejados, al capitán le extraña que la princesa se empeñe en no apartarse de su lado.
Lo que ninguno imagina es que tal cercanía puede despertar en ellos sentimientos que jamás creyeron que podían existir.

El entusiasmo que tengo al escribir esta reseña es brutal. Me siento muy feliz de haber tenido la oportunidad de leer y corregir esta novela, gracias a Escarlata Ediciones, una vez más. Ya había leído antes otra novela de Violeta Otín, Hierro y seda, y me había gustado mucho, pero creo que puedo decir que esta me gustó más. De hecho, me tiene totalmente enamorada.

Aunque esta es en su núcleo una novela romántica, creo que encierra mucho más que eso, sin desmerecer. Hay lo que se dice intrigas de la corte, hay acción —mucha, y muy cruda—, hay politiqueo y un misterio sobre el pasado de la protagonista que se va desenvolviendo de a poco. Todo esto se suma y se vuelve una novela sólida, consistente e imposible de soltar.

Escrita en tercera persona, se nos cuenta la historia desde la perspectiva de sus dos protagonistas: Gweldyr, princesa de Demetia, e Iaran, un mercenario de Éirinn. Estos dos no podrían ser más diferentes; Gweldyr es una muchacha bellísima, pero que sufre de un miedo terrible a salir de las murallas de su corte. Iaran, por otro lado, es un guerrero fiero, resignado a una vida de soledad, sobre todo por lo aterradora que resulta su apariencia. Sobre esto, que podría ser un tópico enorme, crece una historia de amor que me resultó dulce e intensa, pero sobre todo, una que se va hilando de a poco, dejando con las ganas al lector hasta que ya estamos pidiendo que se den cuenta de lo que les pasa.

Una de las cosas que más disfruté es lo cuidado que está el desarrollo de los personajes y el trabajo sobre ellos. Gweldyr es de esos personajes que suelen parecer muy débiles y asustadizos al principio, pero que encierran una fortaleza increíble. Como vengo diciendo desde hace mucho, hay fuerza en resistir. Y resistir no es lo único que hace Gweldyr. Conforme la novela avanza, más quiere convertirse en dueña de su destino, en una época y lugar en la que aquello no era compatible con ser mujer. Además, en su interior hay una furia, un fuego que le hace enfrentarse a todo lo que le da miedo. Que la mueve a hacer lo que cree que es correcto. A pesar de esto, no deja de ser una persona muy compasiva, que en realidad lo que quiere es que la dejen en paz y ser feliz con quienes ama. Me atrevo a decir que, en su situación, amar es quizás el acto más revolucionario que va a llevar a cabo. Decidir a quién amar, en cierta forma. Ya lo van a entender.


Iaran parece ser todo lo opuesto. Apodado la Bestia por su brutalidad y fiereza, le juró lealtad al rey Pasgen de Buellt, a quien sirve como capitán de la guardia. Con un pasado turbio del que casi no quiere hablar, lidia con el asco que siente de parte de todos, sobre todo por su rostro desfigurado en batalla; una cicatriz que lo corta y un parche sobre el ojo que le falta. Este personaje es muchísimo más profundo de lo que nos podemos imaginar en un principio; su sentido del honor —el que le queda—, la responsabilidad para con los suyos, la lealtad a Pasgen que cada día pesa más, lo que siente por Gweldyr y que amenaza con cambiarlo todo... Además, la edad y las heridas le pasan factura, lo que lo vuelve imperfecto, más humano. Su pasado también esconde más de una sorpresa, aunque algo podemos suponer por las pistas que se nos dan, pero la verdad cae en el momento correcto.

Si bien estos son los protagonistas y quienes tienen mayor importancia, hay un montón de personajes secundarios que también son cruciales para la trama. No hablo solamente de Pasgen, que sería el mayor antagonista, sino el rey Ednyfed, padre de Gweldyr, y Maelgwn, hermano de esta. Son, en verdad, quienes ponen en marcha la acción. También entran en juego Ygerna, hija del Imperator, otro de los reyes de Albión, una misteriosa mujer que le abre los ojos a Gweldyr en más de un sentido. Los guerreros que acompañan a Iaran desde Éirinn también se ganan su lugar en la historia, Carrick y Alroy en particular, hasta el punto de tornarse entrañables. Y es crucial una figura que toma importancia en la segunda mitad de la novela, que nos da una información interesante sobre dónde estamos parados y a dónde se dirige la historia: Uther Pendragón.

Porque, claro, la ambientación es una maravilla. Yo no sé tanto de historia como para decir si es correcta o no, así que voy a confiar en Violeta. Sin embargo, sí puedo decir dos cosas: una, que me resultó totalmente inmersiva, sobre todo porque corregía con una playlist de música celta —que les dejo abajo del todo— que me hizo sentir ahí mismo, en la Britania del siglo V. Dos, que cada tanto iba googleando nombres y lugares, y no son tan conocidos ni tan fáciles de investigar, por lo que la documentación debe de haber sido todo un desafío. Y esto, además, evita que nos spoileemos por ansiosos, como me pasa a veces. Eso sí, no esperen una corte glamorosa ni idealizada, como nos vienen acostumbrando; acá es todo bastante tosco, sin brillitos. Y las batallas son crudas, brutales, sangrientas. Será una novela romántica, pero eso no quiere decir por ningún motivo que la muerte y la guerra se hallen embellecidas.

Otro punto muy fuerte es la belleza de la narración. Es una prosa cuidadísima, con el léxico elegido con mimo y los diálogos muy conscientes de la época en la que se mueven los personajes. Hablando de los personajes, que la historia esté en tercera persona no quita que, cuando la narración corresponde al punto de vista de cada uno, esta cambie un poquito. La de Gweldyr es apenas más íntima, más delicada y más emocional. La de Iaran es más bruta, un poco más grosera. Se ajusta a sus personalidades, algo que se agradece. Jamás me confundí de punto de vista mientras leía, por ejemplo. Ahora, si bien no considero que sea una historia vertiginosa, engancha muchísimo. Aunque estaba trabajando, me costaba montones dejar de leer para ir a dormir, y cuando no estaba en casa, mi mente volvía a la historia y a los personajes, preocupada por su destino o maravillada con su ambientación. Así que ya ven qué tipo de libro es.

No tengo mucho más que decirles; me considero afortunada por haber podido leer una historia tan trabajada y atrapante. Me encantó la ambientación —ahora quiero saber más de la época— y disfruté montones de la prosa. Los personajes están trabajadísimos y la historia de amor entre ellos es adorable e intensa. Este va para los mejores de mi año, ya les digo.

Les dejo, como dije, la playlist que usé mientras leía. Realmente ayuda a que la ambientación sea todavía más inmersiva, así que la recomiendo muchísimo.