Cuando Ofelia y Amoke se conocen, sus mundos parecen completamente contradictorios. Ofelia es el caos, la apasionada por la astronomía que ha suspendido la Selectividad y que pasa su año sabático en Gales con su padre, vendiendo mermelada orgánica, cazando liebres con su amigo Harlon y tratando de encontrar su propósito en la vida.
Amoke es el orden, una solitaria y responsable estudiante de Biología que pasa todo el tiempo que no está en la universidad cuidando de su hermano Tayo y leyendo libros de Charles Darwin. Lo único que Ofelia y Amoke tienen en común son Virginia Wonnacott (una excéntrica y ermitaña novelista de noventa y dos años), la Asociación Hiraeth (una peculiar ONG) y la sensación de no tener una vida completa.
Cuando Virginia Wonnacott le ofrece trabajo a Ofelia como su asistente personal, los mundos de estas dos chicas se juntan. Mediante discusiones, libros de segunda mano, cartas y WhatsApps de madrugada, Ofelia y Amoke se entrelazan en un viaje para encontrar un futuro que no sabían que existía y descubrir los sentimientos de la una hacia la otra.
Quise leer esta novela desde que fue anunciada; mentira, quizás desde un poco antes, cuando solo sabía el título y ya me gustaba porque decía «Júpiter» y yo con esas cosas soy medio obsesiva. Cuando la sinopsis estuvo disponible, me pasó como ya me había pasado con otros libros: que parecía escrita para mí; encajaba a la perfección con todas las cosas que me gustan. Entonces, obvio, lo quise. Muchas gracias a Stephanie por regalármelo en mi cumpleaños.
El año pasado leí las dos anteriores novelas de Andrea. Corazón de mariposa me gustó y ta, pero pude apreciar ciertas cosas del estilo narrativo. Entre dos universos me pareció superior, aunque ciertas partes se me hicieron algo pesadas. Ahora, Desayuno en Júpiter, es claramente mi favorita de las tres, y de mis mejores lecturas del año. Muchas gracias, Andrea, por escribir una historia tan mágica. Realmente imaginaba que iba a seguir creciendo como escritora, se notaba, pero superó mis expectativas (que eran bastante altas).
Parte de la playlist de la novela, que me parece perfecta.
Como bien dice la sinopsis, se podría decir que la trama gira en torno a dos cosas: la relación entre Ofelia y Amoke, las dos protagonistas (y narradoras en primera persona, de forma alternada), y su trabajo con Miss Wonnacott, una escritora nonagenaria bastante difícil. Pero hay más, mucho más, y son estos matices lo que hacen que la historia se vuelva tan cálida y tan inmersiva.
Desde que estas dos se conocen, la historia se va desenvolviendo despacio. Eso es algo fundamental: no es una historia de las que se leen en una noche (aunque pueden, si quieren), sino de esas que fueron escritas para disfrutarse despacio, como el chocolate que te guardás en la mesita de luz y comés cuadradito a cuadradito. De esta manera, la trama y los personajes se vuelven parte de tu vida, y la familiaridad al volver es casi un cosquilleo. Según van pasando los días y Ofelia y Amoke van conociéndose, también somos testigos de lo que le cuenta Miss Wonnacott a Ofelia, su biografía, digamos, y tenemos ese relato del pasado, que es tremendamente triste y poderoso. Y no solo esto, sino que las historias personales y familiares de ambas protagonistas tienen un papel fundamental, más allá de la relación entre estas. Todo influye, como los hilos de un tejido en continua creación. Como la vida misma, supongo.
Porque, a pesar de que las voces narrativas son las de Ofelia y Amoke, no son los únicos personajes con peso. Los secundarios tienen vida, no son figuras de papel para sostener a los principales. Incluso los más pequeñitos tienen razón de ser. Como dije, las familias de ambas tienen un papel importante, sobre todo por lo que representan para ellas (como apoyo y como punto de partida) y por la figura del hermano, que se repite en ambas, y que han sufrido y sufren también por su parte. Quizás los más importantes, en este sentido, sean Harlon, un amigo de Ofelia muy especial, y Miss Wonnacott, a la que conocemos bien gracias al relato de su pasado.
De cualquier manera, hablemos un poco de las protagonistas. De la fragilidad y de la fuerza que tienen, sí, al mismo tiempo. De cómo Ofelia se viste con ropa vintage y gusta de la música indie y descubre cosas sobre sí misma que no esperaba. De cómo Amoke parece calma y en realidad lleva tormentas por dentro. De la forma en que la vida (¿o la muerte?) las une, y de cómo, muy despacio, se van haciendo amigas, y supongo que no es spoiler decir que más, y de cómo sus miedos y sus vidas les juegan en contra a veces. De la forma maravillosa en que esta novela nos transmite tanto sobre el amor y sobre la amistad, sobre el descubrirse y quererse a uno mismo. También habla de la importancia de la familia, pero no en el sentido tradicional sino en la fuerza que a veces transmite y que a veces no hay feeling y que está bien, no sé. Y en medio de todo eso están Ofelia y Amoke y el cariño inmenso que se tienen, una cosa mágica y preciosa.
Creo que la ambientación y otros ciertos detalles hacen de esta una historia aún más memorable. Todo tiene lugar en una pequeña localidad en Gales, que de por sí no tiene nada fuera de lo común, pero que Andrea llena de un realismo mágico bastante particular. Diría que me recordó a la película Restless en ciertos detalles, pero también vi por ahí que es de las favoritas de la autora, así que asumo que es algo que le gusta ver y hacer. No sé, hay pequeños detalles que hacen que un lugar en teoría realista se vuelva... más. Creo que ese aspecto está muy bien manejado.
Además, me hizo muy feliz la cantidad de tabúes y prejuicios que se rompen. Ya sean raciales, sexuales u otras cuestiones, como lo que pasa con las mentes y los cuerpos de la gente después de la guerra o durante enfermedades jodidas, estas cosas se hablan y se sienten. Son parte de las vidas de los personajes, a veces cotidianas, y la forma en que luchan con lo malo y descubren o se enorgullecen de lo bueno es terriblemente emotivo. También me hizo feliz la naturalidad con la que se dan las cosas entre Ofelia y Amoke, a pesar de que ambas tienen sus dudas, por motivos bien diferentes. Me encanta cómo lo ven sus respectivas familias, el contraste que muestran. Me encanta Harlon, con todo lo que eso implica, aunque hablar de Harlon y sus peculiaridades es quizás decir demasiado, pero la caza de liebres y todo lo que vamos sabiendo, también despacio, lo volvieron entrañable y una figura clave de esta novela.
La prosa es otro elemento que suma es la bellísima prosa. Si ya en sus otros libros se dejaba ver una evolución, en esta novela se nos confirma. Lo que en Entre dos universos se me hacía recargado, acá encuentra la forma de expresar belleza e imágenes con sus palabras. Es una novela extremadamente sensorial, y esto se logra a través del lenguaje. Casi sinestésica. Transmite muchísimo a nivel emocional también, y las voces de las dos protagonistas, aunque comparten el tono algo lírico y los detalles quirky de la novela, expresan muy bien sus formas de ser.
¿Qué tengo para criticar, entonces? No sé, ¿que se terminó? No, en serio, quizás que un par de cosas las pude predecir con tiempo, pero fueron pequeñas y no estoy tan segura de que la autora no haya querido que nos diéramos cuenta en esos instantes.
Así que eso, supongo que es redundante decirlo a esta altura, pero es una novela que me encantó, que me hizo feliz y que releería encantada, con más tiempo. La recomiendo a todos, por los temas que toca y porque es realmente preciosa. Y me muero de ganas de leer la siguiente novela de Andrea, que sale en unos días y que tiene lugar en uno de mis países favoritos: Japón.
No sé, vayan a leer, por favor. Y después me cuentan.
Fuente |
Porque, a pesar de que las voces narrativas son las de Ofelia y Amoke, no son los únicos personajes con peso. Los secundarios tienen vida, no son figuras de papel para sostener a los principales. Incluso los más pequeñitos tienen razón de ser. Como dije, las familias de ambas tienen un papel importante, sobre todo por lo que representan para ellas (como apoyo y como punto de partida) y por la figura del hermano, que se repite en ambas, y que han sufrido y sufren también por su parte. Quizás los más importantes, en este sentido, sean Harlon, un amigo de Ofelia muy especial, y Miss Wonnacott, a la que conocemos bien gracias al relato de su pasado.
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Creo que la ambientación y otros ciertos detalles hacen de esta una historia aún más memorable. Todo tiene lugar en una pequeña localidad en Gales, que de por sí no tiene nada fuera de lo común, pero que Andrea llena de un realismo mágico bastante particular. Diría que me recordó a la película Restless en ciertos detalles, pero también vi por ahí que es de las favoritas de la autora, así que asumo que es algo que le gusta ver y hacer. No sé, hay pequeños detalles que hacen que un lugar en teoría realista se vuelva... más. Creo que ese aspecto está muy bien manejado.
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La prosa es otro elemento que suma es la bellísima prosa. Si ya en sus otros libros se dejaba ver una evolución, en esta novela se nos confirma. Lo que en Entre dos universos se me hacía recargado, acá encuentra la forma de expresar belleza e imágenes con sus palabras. Es una novela extremadamente sensorial, y esto se logra a través del lenguaje. Casi sinestésica. Transmite muchísimo a nivel emocional también, y las voces de las dos protagonistas, aunque comparten el tono algo lírico y los detalles quirky de la novela, expresan muy bien sus formas de ser.
¿Qué tengo para criticar, entonces? No sé, ¿que se terminó? No, en serio, quizás que un par de cosas las pude predecir con tiempo, pero fueron pequeñas y no estoy tan segura de que la autora no haya querido que nos diéramos cuenta en esos instantes.
Así que eso, supongo que es redundante decirlo a esta altura, pero es una novela que me encantó, que me hizo feliz y que releería encantada, con más tiempo. La recomiendo a todos, por los temas que toca y porque es realmente preciosa. Y me muero de ganas de leer la siguiente novela de Andrea, que sale en unos días y que tiene lugar en uno de mis países favoritos: Japón.
No sé, vayan a leer, por favor. Y después me cuentan.
Lo que siento por ti es tan difícil.
No es de rosas abriéndose en el aire,
es de rosas abriéndose en el agua.
Lo que siento por ti. Esto que rueda
o se quiebra con tantos gestos tuyos
o que con tus palabras despedazas
y que luego incorporas en un gesto
y me invade en las horas amarillas
y me deja una dulce sed doblada.
Lo que siento por ti, tan doloroso
como pobre luz de las estrellas
que llega dolorida y fatigada.
Lo que siento por ti, y que sin embargo
anda tanto que a veces no te llega.
Lo que siento por ti, Idea Vilariño
Los aesthetics de la reseña fueron hechos por la misma autora, sacados de su cuenta de Twitter.
Holaaa
ResponderEliminartengo este libro en mi lista de pendientes, no se si lo alcanzare a leerlo este año, pero si espero hacerlo pronto. Gracias por la reseña
besos
Hola! Lo tengo pendiente desde hace bastante tiempo pero parece que nunca llega su momento. Tu reseña me ha animado para que le dé pronto una oportunidad, así que a ver si lo hago. Ya te contaré :)
ResponderEliminarBesos!
Holis preciosa!!! me encantó tu reseña! hace pila que se despertó el bichito de la curiosidad por este libro y con las reseñas que he visto en la vuelta me animan más y más a leerlo, tiene una pinta preciosa!
ResponderEliminarPD: El Valle Oscuro desde que vi la tapa me dije "TENGO QUE LEERLO" XD no sé si estará bueno o no, pero... por favor, Japón, y esa tapa bellísima me entró por los ojos xD
Besotes!
¡Hola corazón! Sólo he leído Corazón de mariposa, que por el tema, me gustó mucho por cómo está tratado (desde la experiencia personal) y aunque este me llama mucho, no me atrae tanto el tema y aún así, es que tengo pendiente el anterior de Andrea Tomé (a veces me gusta seguir el orden de publicación para ver la evolución de una autora o autor y por lo que cuentas esta escritora va en aumento) y como en mi biblioteca tiene la colección Neo porque los adquieren según van saliendo, no tendré problema en encontrarlos ambos y leerlos ;)
ResponderEliminar¡Besotes cielo, buen finde!
Hola.
ResponderEliminarLe tengo muchas ganas a esta novela y es que desde hace mucho que la tengo apuntada, pero no he podido hacerme todavía con ella, quiero leer algo de esta autora, pero ya veo que de todos los que has leído de ella este te ha parecido el mejor, y es así como prefiero leer este y si eso ya veré el resto. Puede que llegue a caer por navidad porque me has convencido por completo a querer tenerlo en mis manos.
Muchos besos.
Lo tengo pendiente pero iré cauta con su lectura, porque otros libros que leí de la autora se me quedaron flojos -.-
ResponderEliminarUn abrazito ^^
Holaa, qué bonito que hayas disfrutado tanto del libro, la verdad es que es una historia que me llama un montón así que espero que pronto llegue a mis manitas *-* ahh, me encantan los aesthetics :D espero que pronto tengas en tus manos el siguiente ;) y lo disfrutes igual :D
ResponderEliminar¡Beesitos! :3
¡Hola, Sofí! ¡Hace tiempo que vengo con ganas de leerlo! Me gusto ver todo eso que comentaste del libro, ya con eso me lo marco para mecharlo con alguna otra lectura. Y AMÉ que pusieras ese poema de Idea.❤
ResponderEliminar¡Beso!
¡Hola!
ResponderEliminarCon cada nuevo libro que leo de esta autora, me enamoro más de sus personajes y de su prosa. Estoy deseando leer el que se publica este mes <3
¡Un abrazo!
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que me has dado muchas ganas de leerlo, le daré una oportunidad si lo encuentro pronto. No he leído ningún libro con una pareja de mujeres.
Un beso enorme :D
¡Hola bonita!
ResponderEliminarSé que esta entrada tiene tiempo pero la publicaste en mi parón del blog y no podía no leerla <3 Tengo el libro en la estantería y tuve la grandísima suerte de que Andrea Tomé me lo firmase este verano, por lo que le tengo unas ganas tremendas. Todo el mundo dice que es buenísimo pero es que tu reseña me lo ha confirmado con creces: se trata de una lectura preciosa. Estoy deseando poder adentrarme en ella.
¡Besitos sonámbulos! ★🌙