jueves, 29 de octubre de 2015

Los Fragmentos del Destino. Hermandad de la Nueva Era - Mini reseña


Hoy es un día muy especial, porque se publica una novela a la que le tengo muchísimo cariño. María Viqueira es una amiga muy querida, con la que hemos compartido años y años de leernos mutuamente. Recuerdo cuando me mostró Los Fragmentos del Destino por primera vez, aún con dudas, y le rogué que no dejara de escribirla. Había leído otras historias suyas, pero el mundo de Nalia me atrapó en seguida. Hay algo en Thánator que se vuelve muy real; asumo que así es como nos damos cuenta de que un mundo está bien construido. 

Nalia Nemerston no es una hechicera normal. No vive en la Torre de Cristal, no ha desarrollado ningún poder y, lo más preocupante, tiene un tatuaje en la muñeca que la ha acompañado siempre y cuyo significado desconoce.
Decidida a descubrir su verdadera identidad, se embarcará en un arriesgado viaje para cruzar un país enfrentado por la guerra. Nalia no tendrá más remedio que formar una desagradable alianza con un atractivo cazador si quiere evitar lo que ansían todos sus enemigos: acabar con la portadora de la marca.

Me emociona más la publicación de Los Fragmentos del Destino que la de mi propio libro. Lo he dicho ya y lo sostengo. Ya sea por lo mucho que quiero a esta historia o a su autora, me llena de entusiasmo pensar en tener esta novela en papel. No puedo más que insistir en que le den una oportunidad, porque realmente lo vale. 



Les dejo el fantráiler que le hizo Lorena Pacheco, que está precioso, por si todavía no los convencí:


lunes, 19 de octubre de 2015

Festival de Japón

¡Sí, tuvimos que usar yukata!
Esta entrada no tiene nada que ver con literatura, pero es importantísima para mí, así que quiero dejar registro de este día en mi blog. 

El sábado se hizo el 5to Festival de Japón en el Jardín Japonés, en el Prado. Con el grupo de danza de la AJU fuimos a bailar Bon Odori, danzas típicas de los festivales de verano de Japón. 

El festival estuvo precioso. Además de los stands de origami, bonsái, plantas y otros, hubo un coro de niños, una ceremonia del té, una demostración de ikebana, una exhibición de cosplay, una presentación de artes marciales y taiko. 

Tuvimos suerte de que el día estuviera de nuestro lado y no lloviera, pero de a ratos hacía mucho frío y de a otros mucho calor. Esto fue crucial: con los yukata o nos cagábamos de frío, o nos cagábamos de calor. 

Me parece relevante contar también que el obi (eso amarillo) es tan apretado como un corsé. Cuando me lo pusieron, sentía que respiraba y los pulmones no se me hinchaban del todo. Al sacármelo fue como QUÉ PLACER RESPIRAR. 

Bailamos tres canciones: Tanko Bushi, Kosai Ondo y Hanagasa Ondo. Todo iba bien hasta que, en la última, la música empezó a saltar y todo se volvió caótico. Jusssto en el único baile en el que nos guiábamos por la música. En fin, se escapaba a nuestras manos y nos manejamos. Al final, repetimos la primera canción e invitamos al público a unirse. Sigo sorprendida por la cantidad de gente que se copó, ¡armamos dos rondas!

El festival cerró con una presentación de taiko, impresionante como siempre. 

¡Hay un yukata con hibiscos! ¡Yukata Escarlata!
 








Este video tiene todo, excepto la repetición de la primera canción:




jueves, 15 de octubre de 2015

¡«Las lunas de marzo» a la venta en papel!

Sí, eso, ya está en papel \o/. Puede adquirirse en la página de Escarlata Ediciones.



Gastos de envío
Para compras de material físico:
  • Nacional (Península, baleares, canarias, Ceuta, Melilla y Andorra) GRATUITOS.
  • Internacional (Todos los países excepto Serbia y Montenegro): 5 euros por libro.
Ten en cuenta que las Islas Canarias, Ceuta y Melilla no forman parte del territorio aduanero de la UE, de modo que los envíos pueden estar sujetos a impuestos y/o aranceles aduaneros. En la mayoría de los casos junto al ámbito internacional, las tasas se cobran en el momento de la entrega del paquete, aunque es posible que recibas una notificación por correo solicitándote que te dirijas personalmente a abonar dichas tasas para poder recibir tu paquete. El importe de las tasas puede variar según el peso/importe del paquete.
Más información en la misma página.

Además, ¡la editorial hace un sorteo!
Sí, de un ejemplar, aquí.

domingo, 4 de octubre de 2015

Novela sí, novela no

En la bio de Las lunas de marzo dice que esta es mi primera novela. Sin embargo, no es ningún secreto en este blog que no es la primera cosa larga que escribo. De hecho, es la séptima (qué numerito, ¿eh?). Entonces, ¿por qué decir que es la primera?

No es porque sea la primera publicada. Es porque es la primera historia larga a la que puedo llamar novela sin sentirme rara o un fraude. Sin sentir que la estoy convirtiendo en más de lo que es. Las lunas de marzo es la primera historia que escribo que tiene una cierta unidad y continuidad que la hacen ser un todo y no algo flojo que se balancea por todos lados. Es redonda y la siento completa.

La primera de estas historias largas se llama Los cinco elegidos y la terminé con trece años, en 2006. Obviamente, ya en el título se nota qué tipo de historia es. Se trata de varios hermanos, varios reinos, mucha fantasía y muchas pretensiones. No le puedo decir novela.

La segunda se llama La octava profecía (por supuesto que es de fantasía) y la escribí con catorce años. Aunque la narración y la construcción mejoran mucho, hay demasiadas inconsistencias, es muy abierta y demasiado cliché como para reescribirla y darle un lavado de cara. No le puedo decir novela.

La tercera se llama Las llaves del silencio y es mi historia preferida (tampoco es ningún secreto que Lunas no lo es). Tenía entre quince y dieciséis años y mucho tiempo libre. Aunque amo a los personajes y toda la relación con la astronomía, hay muchas inconsistencias y algunas partes hasta carecen de sentido. Sin una buena reescritura, no le puedo decir novela.

La cuarta se llama Páginas en blanco, también de esa época. Es de mis preferidas porque con ella pude demostrarme a mí misma que podía escribir una historia entera en segunda persona. Es bastante simple, pero peca de ingenua y la resolución de los acontecimientos no es creíble. No le puedo decir novela.

La quinta y la sexta son Proyecto Pandora y Proyecto Epimeteo, las dos primeras partes de una trilogía distópica, que escribí con entre dieciséis y diecisiete años. Amo mucho esta historia y a sus personajes, aunque según algunos no se note (la pasan mal), pero tiene los mismos errores que Las llaves del silencio. Actualmente, mis planes son reescribir ambas partes y terminar la tercera, pero no es un proyecto prioritario. No les puedo decir novelas, por ahora.


Por eso, a pesar de todos los altibajos que tuve al escribir Las lunas de marzo, es la más redonda y completa. Mucho tiene que ver en esto la ayuda de Scarlett, mi editora, pero incluso antes ya la sentía de esta forma (aunque, por suerte, luego de la edición mejoró muchísimo). A Lunas sí que le puedo decir novela y eso me llena de felicidad. 



Más información en la sección Proyectos.