miércoles, 30 de diciembre de 2020

Despedida 🍒

No, no es una broma. Tampoco es una decisión impulsiva: hace varios meses que tomé la decisión y mantuve el blog más o menos como siempre —habrán notado mi baja actividad a la hora de responder comentarios o pasar por otros blogs— para poder terminar el año. Sí, es un poco triste. Sí, les voy a contar por qué.

Primero que nada, esto no quiere decir que voy a dejar de reseñar libros. Lo que sucede es que ya no me entusiasma hacer este tipo de reseñas en este medio, por varios motivos que les voy a contar más adelante. Si quieren seguir leyéndome, pueden encontrarme en mi cuenta de Instagram, que es la de siempre. Pienso darle un poquito más de atención y cuidados, así que tengo mucho que aprender.

Ahora, ¿qué es lo que pasó? Nada en particular, sino la suma de muchas cosas. La principal es que ya no disfruto de hacer esto de la misma manera. Siempre manejé este blog de forma metódica y organizada, pero desde hace un cierto tiempo eso, más que ayudarme a estar tranquila, me tiene agotada y estresada. Además, vi afectada mi capacidad de escribir reseñas detallistas y sentidas, algo que antes me entretenía un montón.

De más está decir que el año que termina es ni más ni menos que 2020, que se llevó puestas un montón de cosas que parecían muy estables. En lo personal, salvo algunos casos bastante complejos y sin hablar de la situación global, no tuve un mal año, todo lo contrario: me recibí, encontré un trabajo precioso, escribí mucho, empecé a cuidar más mi salud física y mental. Todas estas cosas redujeron, en parte, el tiempo que puedo dedicarle a leer y a mantener el blog. Y sentirlo siempre ahí como una obligación, una carga, fue la señal de que algo tenía que cambiar.



Por supuesto, hay otros motivos que me impulsaron a tomar esta decisión, más allá del no disfrute y tener poco tiempo. Una de ellas fue lo lejana que me siento del resto de la comunidad, aunque haya encontrado vínculos preciosos y hasta amistades. Estoy un poco cansada de sentir que hablo sola o para las mismas tres personas, cuando podría estar utilizando una plataforma que de verdad me permita compartir mis opiniones y recibir las de los demás. Estoy bastante cansada de los comentarios vacíos, de saber que hay gente que comenta para recibir un comentario a cambio, que a veces ni siquiera leen las entradas que tanto esfuerzo lleva escribir. De hecho, estoy segura de que algunas personas van a comentar sin leer esto. Estoy cansada también de lo que conlleva mantener el blog en funcionamiento, de la búsqueda de imágenes —que tuve que sacar de casi todas las entradas por temas de copyright, por las dudas— y de comentar a otros en una plataforma que lo hace tedioso más que un momento para leer reseñas que me interesan.

Dicho así, parece que estoy harta de todo, pero no es así. Agradezco con todo mi ser la experiencia preciosa que fue tener un blog literario. La gente hermosa que pude conocer, lo mucho que aprendí. Las oportunidades que tuve, como trabajar con el Plan Nacional de Lectura e incluso viajar a la Feria del Libro de Buenos Aires o dar talleres en liceos. Los eventos hermosos en los que pude participar, los autores que conocí y hasta entrevisté. Las colaboraciones con editoriales, las que mantengo hoy en día y las que no, que hicieron posible que siguiera con el proyecto. Lo lindo que fue poner tanto de mí en un proyecto y verlo dar sus frutos. Hasta fue lindo compartir, aunque fuera por poquito tiempo, parte de las entradas del año con Juan, mi novio, y encarar aún otro proyecto juntos. Fui muy feliz con el blog.

Las etapas son eso, etapas. Eventualmente, terminan. Este blog fue una etapa hermosa que me permitió crecer muchísimo, pero llegó a su cierre. Dejo atrás cientos de entradas que contienen reseñas, entrevistas a autores, experiencias en eventos y especiales temáticos. También, anécdotas como escritora, una parte de mi vida a la que quiero y necesito dedicarle más tiempo. Lo que no tuve este año, por ejemplo, desde que empecé en este trabajo. 

Pueden encontrar todas estas entradas en el índice, que incluye también las que se publicaron en Escaramuza, Harta o el Astillero de las Letras. Las tienen también en mi perfil de Goodreads, donde me gustaría ser más activa. Y, como dije antes, siguen pudiendo encontrarme en mi cuenta de Instagram y, si tenemos suerte, tal vez en las páginas de algún libro. Crucen los dedos para que 2021 sea un buen año para eso.

Muchas gracias, de verdad, a todos los que me acompañaron desde el inicio hasta este momento. Gracias también a quienes apoyaron el blog con colaboraciones o entrevistas. Los proyectos personales parecen solitarios, pero no lo son tanto. Y gracias a ustedes, los que están leyendo esto. 


Nos vemos pronto ♥.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Sangre de dioses - Reseña

 

DECIDE POR QUIÉN VIVIRÁS.
POR QUIÉN LUCHARÁS.
Y POR QUIÉN MORIRÁS.

Anna no es más que una simple criada y tiene una regla muy clara: no debe acercarse al fuego.
Bastien Doyle es el joven aristócrata que estuvo a punto de morir en un incendio y cuya cara quedó marcada para siempre.
Lya Altair es una noble; una muchacha soñadora que lo único que hace es esperar a su príncipe azul.
Las vidas de Anna, Bastien y Lya están unidas por un frágil lazo que está a punto de cortarse. Y ya no importará quiénes fueron, sino quiénes son y en quiénes se convertirán.

En el reino de Valerya no hay príncipes ni un «vivieron felices por siempre». Aquí, un solo paso en falso puede acabar con tu vida para siempre. En Valerya, la sangre de los dioses corre por las venas de su gente.


«Destruiremos cada piedra que forme parte de un castillo. Asesinaremos a
las familias que lo pueblen, a quienes los apoyen. No quedará nadie con
vida. Ni hombres, ni mujeres, ni ancianos, ni niños, ni recién nacidos.
Los reduciremos a polvo. Sus huesos se convertirán en astillas, y le juro
que nos beberemos su sangre para que no quede nada de sus asquerosos
cuerpos. Los convertiré en aquello a los que nos han condenado durante
cientos de años. Va a llover sangre, carne y huesos sobre el reino de Valerya».


¡Felices fiestas! 🥂. Sé que es un año complicado para todos, que son fiestas muy particulares y que no vamos a poder pasarla como nos gustaría, pero si estamos acá ahora es porque sobrevivimos, y ese ya es tremendo logro en 2020. Les mando un abrazo enorme a todos.

Desde que descubrí a Belén Martínez con Cuando reescribamos la historia, me quedé con montones de ganas de leer otro libro suyo. Por lo tanto, fue una alegría cuando este llegó a mis manos, sobre todo porque tenía mucha curiosidad por el desempeño de la autora en un género diferente. He de decir, sin embargo, que creo que este libro no era para mí. Por lo tanto, voy a contarles qué me pareció, pero no quiero dejar de recordarles que es altamente probable que ustedes lo disfruten mucho más, y que no deberían dejar de darle una oportunidad por esta reseña.

He de decir que puede que haya leído demasiados libros de fantasía con temáticas similares en los últimos años, y por eso la trama no me fascinó ni me sorprendió. De todas maneras, sí logra ser amena y enganchar, por lo que no fue para nada un esfuerzo pasar las páginas ni llegar al final. Es de esos libros con varios puntos de vista que están súper entrelazados y que sabemos que, inexorablemente, van a converger. Es un estilo similar al de Juego de tronos, en eso y en la violencia más bien gráfica y constante, pero la historia no es tan amplia y no tenemos un casting tan grande, por lo que difícilmente nos confundamos o nos toque leer sobre personajes que no nos interesan. No quiero explicar bien cómo se desarrolla cada una de estas tramas porque tendría que hablar sobre un evento importante que actúa como catalizador, pero sí diré que hay cazarrecompensas, esclavos que buscan la rebelión y conspiraciones de nobles, intrigas de la corte... Lo que se imaginan.

Respecto a estos personajes, nuestras tres perspectivas son las de Anna, Bastien y Lya, como pueden deducir de la sinopsis. He de admitir que este fue uno de los puntos que no me convencieron demasiado; en ningún momento conecté con Anna o Bastien. De la primera no entendí sus motivaciones, más que la inercia, y el segundo me cayó mal. Este último motivo es personal, así que no creo que les pase, pero me decepcionó un poco que un personaje como Anna no me importara nada. A la que sí quiero mucho es a Lya. Ese tipo de personajes delicados, cobardes, inocentes, que terminan siendo mucho más de lo que todos, ellos mismos incluidos, esperan. De hecho, su trama es la que más me gustó. Tiene un montón de potencial como personaje y seguiría leyendo estos libros solo por ella.

Bueno, por ella y un par de secundarios que se ganaron mi corazón, como Lucrezia y Etienne. Los demás secundarios, debo admitir, no me llegaron tanto. Creo que el desarrollo de personajes es uno de los debes de esta novela, algo que me sorprende porque en el otro libro que había leído era justamente uno de los fuertes. No sé si se trata del género, la narración o alguna otra cosa, pero me extrañó bastante.

Ya que hablamos de la narración, en este libro nos alejamos de la primera persona intimista y profunda y nos quedamos con una tercera que, en mi opinión, no logra generar la misma empatía. Sigue siendo la prosa de una buena escritora que puede y sabe generar tensión e intriga, y algunas frases lapidarias caen en el momento indicado, pero no sé si es una prosa que llega de verdad a los personajes. Me gustaría saber cómo habría sido leer este libro con narradores en primera persona. Fuera de eso, lo que ya dije: es ameno, se lee rápido, engancha. Hay algunas reiteraciones de conceptos que no me convencieron, pero nada grave.

La ambientación está bien construida. Es coherente en sí misma y se nota un trabajo detrás, aunque haya algunos elementos que, debido a mis propias lecturas, me saturaron un poco, como la gente con poderes o que algunos poderes sean elementales y eso. No es un problema del libro en sí, sino mío como lectora. Después, no quiero dejar de comentar que la autora hace algo que aprecio muchísimo en un libro de fantasía y que me gustaría ver más: personajes LGBT naturalizados, una sociedad en la que no noto que haya un sexismo marcado y problemáticas sociales que se denuncian. Que un libro sea de fantasía medieval no quiere decir que no se pueda hacer esto, y por ello aplaudo a la autora. 

En definitva, no podría decir que es un libro que me haya gustado, lo que me da mucha pena porque de verdad disfruté Cuando reescribamos la historia y tenía ciertas expectativas. Ahora, creo que depende mucho del lector acá, así que los insto a probar y luego contarme qué tal. Siempre estoy abierta a charlar sobre libros ♥.

Eso es todo por hoy, por esta última reseña del año (la entrada del miércoles que viene es un poco diferente). Muchas gracias por compartir este año; les deseo una muy feliz Navidad y que pasen precioso. ¡Hasta la próxima!

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Un mar sin estrellas - Reseña


Muy por debajo de la superficie de la tierra, sobre la orilla del Mar sin Estrellas, hay una gran cantidad de túneles y recintos llenos de historias. Las entradas que conducen a este santuario suelen estar ocultas, a veces en el suelo de los bosques; en ocasiones, en hogares privados e, incluso, pueden estar a simple vista. Pero quienes las buscan las encontrarán. Sus puertas han estado aguardándolos.

Zachary busca su puerta, aunque no lo sabe. Sigue un canto de sirenas silencioso, una certeza inexplicable de que está destinado a encontrar otro sitio. Cuando descubre un libro misterioso en las estanterías de la biblioteca del campus, empieza a leer y queda cautivado por los relatos de prisioneros que buscan amor, ciudades perdidas y acólitos sin nombre. De repente, una vuelta de página trae a Zachary a una historia de su propia niñez, increíblemente escrita en ese antiguo libro.

Una abeja, una llave y una espada impresas en el libro conducen a Zachary a dos personas que cambiarán el rumbo de su vida: Mirabel y Dorian. Estos desconocidos lo guían a través de bailes de máscaras y relatos susurrados en salones clandestinos hasta la sede de una sociedad secreta, donde los picaportes cuelgan de cintas y, fi nalmente, a través de una puerta pintada que se abre mágicamente para entrar en un lugar que siempre había anhelado.

Entre túneles serpenteantes atestados de libros, salones de baile y orillas oscuras como el vino, Zachary cae en un mundo embriagador, impregnado de romanticismo y misterio. Pero una batalla se libra por el destino de ese lugar y, aunque hay quienes lo sacrificarían todo para protegerlo, otros están decididos a destruirlo.


Hay libros fáciles de reseñar y después está este, que se resiste con ganas a ser explicado, porque la realidad es que debe ser experimentado. Porque es eso, más que una historia: una experiencia, una inmersión en ese mar remoto y lleno de historias. Me moría por leer este libro desde que supe de su existencia —aún tengo pendiente el primer libro de la autora—, pero no fue lo que esperaba, aunque no sé bien qué es lo que esperaba. Fue mejor, creo yo. Fue... Es difícil de explicar. 

No tenemos una historia, sino historias dentro de historias dentro de historias. Una historia es una historia es una historia. Si quieren que lo explique de manera menos confusa, podemos decir que tenemos una trama principal, la de Zachary, y pedacitos de historias intercaladas con sus capítulos, que a veces son de otros libros y a veces son simples notas tiradas en el suelo o el diario de alguien más. Podríamos decir que estos elementos complementan la historia principal, pero no es así, sino que están profundamente entrelazados y no son opcionales. Todo es parte de la misma historia, o de las muchas pequeñas historias que forman este universo. Es complejo, les dije.

Y también es complejo ir más allá de lo que nos dice la sinopsis: Zachary, un estudiante universitario que se enfoca sobre todo en la literatura y los videojuegos, descubre Dulces penas, un libro que le resulta fascinante hasta que se horroriza con lo que encuentra allí: un relato del que, de alguna manera imposible, es parte. Así, obsesionado por descubrir la verdad, es que termina en medio de un relato fantástico y algo decadente. El pasado que fue y ya no será es un tema recurrente en la novela, así como una perspectiva muy interesante del futuro, como un final abierto. Muchas cosas por acá.

La trama avanza con cierta lentitud que no será del gusto de todos los lectores, así que no me extrañaría que desanimara a aquellos que buscan historias rápidas que devorar con voracidad. No es el caso de Un mar sin estrellas, que exige ser disfrutado con lentitud y cierta atención. Si no, corremos el riesgo de que se vuelva todavía más confuso. Acá hay que prestar atención a los detalles, saborear la prosa, hundirnos de a poquito y estar atentos a los símbolos. Se nos recompensará con bibliotecas legendarias, sociedades secretas, cuentos de hadas y un homenaje al storytelling que es imposible de ignorar.

Conforme avanzamos en el libro, más vamos entendiendo y no entendiendo a la vez. Y se va pareciendo cada vez más a un sueño, a la clase de lógica onírica que no tiene sentido pero a la vez sí. Es, sin embargo, lo que uno espera del mar sin estrellas, esa fuerza omnipresente que vamos descubriendo de a poco. No sabría decir si el final me dejó satisfecha; cierra bien, pero me quedo, como siempre me pasa con los buenos libros, con ganas de saber más. De no dejar ir este mundo o estos personajes.

Los personajes son, como el pirata del principio del libro, una metáfora de algo más. Y tanto es así que no sé si se sienten reales del todo. Puede que, así como cada vez nos metemos más en esa ambientación de sueño, ellos vayan perdiendo el tipo de humanidad cotidana que los hace más cercanos. No quiere decir que no sean creíbles, o que sus vínculos no sean creíbles, sino que la distancia entre quienes eran al principio y quienes son al final es bastante grande.

Sigue siendo muy difícil escribir esta reseña.

Los dos elementos que más podría resaltar de la novela son, además de esa estructura tan rara, la prosa y la ambientación. La forma en la que está narrado este libro es bellísima; con un aire poético que me recordó mucho a El soñador desconocido, encuentra la manera de hechizar a los lectores y de sonar a cuento de hadas, a misterio, sin tener un vínculo con la actualidad y las referencias culturales contemporáneas.

Y respecto a la ambientación... Qué puede decirse. Es maravillosa. Es un universo que me gustaría  no haber dejado. Me llevó bastante terminar el libro —que además es largo y tiene letra chiquitita— en parte porque lo estiré todo lo posible para poder disfrutarlo, pero aun así se me hizo corto. Siento que lo leí demasiado rápido. Qué más quisiera yo que volver a perderme en los salones una vez majestuosos del Puerto, entre los libros antiguos y llenos de secretos. En esos mundos, esos símbolos y las historias que encierran. En las costas oscuras del mar sin estrellas. Nada que pueda decirles ahora se compara con vivir esto ustedes mismos.

Sé que no es un libro para todo el mundo, más que nada por una cuestión de gustos, pero de verdad los animo a leer. Es uno de esos libros diferentes, especiales, que uno sabe que va a llevar en la cabeza por mucho, mucho tiempo.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Nunca digas tu nombre - Reseña

Estás en una ciudad desconocida, esperando tu tren. Tenés varias horas, así que salís a caminar por las calles. Solo llevás un bolso pequeño y tu cámara de fotos. Hace frío. Te encontrás con alguien y te ponés a conversar. El aire está raro, pero te dejás llevar. Se hace de noche. Hay algo a punto de ocurrir, no hace falta ninguna capacidad extrasensorial para saberlo. Los dados están echados. Llegues adonde llegues, siempre terminás conociendo tu futuro.

«Te dijeron que no confiaras en extraños, que no anduvieras con ellos, que no los siguieras, y acá estás, desobedeciendo todas las advertencias».









No sé si todos los lectores del blog lo tendrán claro, pero Federico Ivanier es de mis escritores favoritos desde la preadolescencia. Ha aparecido más de una vez en este blog, y también aparece mucho en mis estantes. Seguir leyéndolo ahora de adulta es un privilegio y un placer enorme. Hacía tiempo que tenía puestos los ojitos sobre su último libro, pero recién ahora pude leerlo. Tenía mucha curiosidad porque sabía que era distinto a los demás, así que paso a contarles qué me pareció.

En este caso, corresponde que empecemos por la prosa. Es lo que llama la atención de inmediato: la narración está en segunda persona, presente, un recurso que en lo personal me resulta fascinante y que siempre me gusta encontrar en la ficción. La elección es muy adecuada porque le aporta dinamismo a la historia, a la vez que interpela al lector. Se combina a la perfección con el tono poético y lleno de incertidumbre, con las imágenes invernales y las emociones veladas del protagonista, que nunca dice su nombre, como bien indica el título. Resulta envolvente, fluida, y así es como se lee rapidísimo, en constante tensión.

Es una historia cortita, diría yo que entra en la categoría de nouvelle. Por lo tanto, la trama no es compleja ni nos encontramos con subtramas, lo que podría resultar confuso en historias de esta longitud. Nuestra trama es bastante directa, si bien no lineal, porque también hay algunas escenas del pasado que son clave para entender la historia completa. El protagonista confunde la hora de los pasajes, tiene que hacer tiempo en un pueblito de la frontera entre Francia y España, Irún. Pasea, se encuentra con una chica muy rara... En fin, podría ir por muchos lados, algunos más cliché que otros. Sin embargo, es una novela de Federico Ivanier. Sabemos que va a ir por el lado raro.

Hay muchos indicios de este quiebre entre lo melancólico-normal del inicio y el quiebre que se da hacia el final. El primero ocurre casi al principio, en una escena bástante gráfica que rompe con la cotidianidad de la plaza. Luego, pequeños detalles en su conversación con esta chica. Hasta el paisaje acompaña. Respecto al quiebre que menciono —en cierto modo esperable, aunque no diría que predecible—, prefiero no decir demasiado, pero está bastante unido a otra de sus novelas anteriores, diría que podrían pertenecer al mismo universo. Pueden teorizar a gusto.

¿Es una novela contemporánea? ¿Juvenil? ¿De fantasía? ¿Thriller? ¿Horror? No sé muy bien cómo la catalogaría, si es que es necesario. Tiene un poquito de todas esas cosas, pero también se apoya muchísimo en una prosa bastante lírica y en la cultura popular, especialmente en la música y el cine. Tampoco pasan desapercibidas ciertas referencias literarias.

Como siempre, Federico Ivanier no decepciona. Me encanta todo lo que hace, pero me alegra leer cosas suyas un poquito más experimentales, más oscurillas y con esa voz tan suya. Creo que es un libro ideal para leer de un saque, en un rato libre. De hecho, ¿por qué no leerlo mientras hacen tiempo? No digo de viaje, pero... Pero tal vez la sensación sea diferente si partimos de ese punto en común con el protagonista. Tal vez se vuelva un poquito más inquietante.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Una magia más oscura - Mini reseña




A principios de año, mi intención era leer los libros de esta trilogía de Victoria Schwab, conocida como V. E. Schwab en sus novelas para adultos, así que había decidido reseñar la trilogía en una sola entrada para poder comentarles mejor que me pareció esta historia en su totalidad. Una de las cosas que me hacen feliz es que compré esta trilogía en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el año pasado, donde volví a ver a la autora, por lo que tengo los dos primeros volúmenes firmados y sonrío cada vez que lo veo ♥. No obstante, fracasé —muy al estilo 2020— y solo leí el primero, en verano.

Así que acá tienen una especie de mini reseña, que en realidad iba a ser parte de una reseña más grande de la trilogía, porque no puedo prometer que la siga leyendo en el futuro inmediato. 2020, ya les dije.

Acá va:

Muchos ya han leído a esta autora, sobre todo después de que anduvo por Montevideo. Tampoco es mi primera lectura, así que si les interesa saber lo que me parecieron Una obsesión perversa o La ciudad de los fantasmas, ahí les dejo los links.

En líneas generales y para contarles qué es lo particular de esta saga, se nos plantea una historia en la que hay varios Londres paralelos. Uno de ellos es nuestro Londres —el llamado Londres gris—, en el que prácticamente no hay magia, que está conectado con los Londres de otros mundos. Este nombre es el único rasgo en común, además de la geografía, dado que son mundos distintos, con países distintos y formas de vida muy diferentes. Y también es distinta la relación con la magia: en el rojo, la magia florece y la vida es buena. En el blanco, la gente se desvive por el poder y la sociedad es violenta, marchita. En el negro... Bueno, allí pasaron cosas terribles y fue bloqueado, por lo que nadie puede entrar o salir de allí.

Aunque la gente puede dominar la magia en distintos niveles, existen personas denominadas antari, que pueden controlar la magia de la sangre y, por lo tanto, moverse entre los distintos Londres. Su papel suele ser diplomático, pero para nuestro protagonista, Kell, también es una oportunidad de contrabando. Y, para otros, de conseguir más poder.


Kell es uno de los últimos magos viajeros con una extraña habilidad para viajar entre universos paralelos conectados por una ciudad mágica.
Existe un Londres Gris, sin magia y con un rey loco: el rey George III. Un Londres Rojo, donde se honra la vida y la magia y donde Kell creció junto a Rhy Maresh, heredera de un imperio esplendoroso. Un Londres Blanco, donde la lucha por controlar la magia dejó una ciudad en ruinas. Y mucho tiempo atrás, había un Londres Negro. Pero ya nadie habla de eso.
Oficialmente, Kell es el viajero Rojo, embajador del imperio de Maresh y responsable de circular la correspondencia entre los nobles de cada Londres. Extraoficialmente, es un contrabandista, al servicio de quienes estén dispuestos a pagar por objetos de mundos que jamás verán. Se trata de un hobby con consecuencias mortales, que ahora sufre en primera persona.
En viaje, Kell se topa con Delilah Bard, una ladrona con aspiraciones idealistas. Ella le roba, lo salva de un enemigo letal y finalmente lo obliga a llevarla a otro mundo en busca de aventuras.
Una magia peligrosa emerge y la traición acecha en cada rincón. Para mantener a todos los mundos a salvo, tendrán primero que pelear por seguir con vida.

Como les contaba arriba, no es mi primera lectura de la autora. Sin embargo, es su primera historia de estas características, así que tenía bastantes expecativas al empezar. Había escuchado que el primero estaba bien, pero que los dos siguientes son mucho mejores, así que eran expectativas controladas, tranquilos. Este lo agarré en Playa Hermosa, en enero, así que lo leí muy tranquila rodeada de sol y mar, lo que parece ser el opuesto absoluto de la ambientación de la novela —recomendación: es un libro más de invierno.

Haberlo empezado con expectativas controladas dio sus frutos, como suele pasar. Me gustó más de lo que esperaba y quedé encantadísima con la ambientación y con la magia Trigger Warning: funciona con la sangre, de forma literal— de esta novela. Es tan deliciosamente oscura, pero de una forma que no se vuelve pesada ni opresiva, sino que genera interés constante. Cada Londres tiene lo suyo y me fascinó por distintos motivos —incluso el nuestro, ya que lo victoriano me puede—, pero el negro me generó muchísima intriga y una sensación de inquietud constante.

Además, es una novela que se lee rapidísimo. La acción es perpetua, aunque no satura y se mezcla muy bien con la intriga y con los monólogos internos de los personajes, que nos sirven para conocerlos mejor. Los personajes, no obstante, tal vez sean el punto flaco de este primer volumen. Aunque son muy carismáticos y se les agarra cariño enseguida —adoré a Lila Bard, sobre todo, una chica independiente y aventurera, la otra protagonista—, tienen un desarrollo pequeño. Esto se explica con el corto tiempo en el que transcurre la novela, sí, pero me pareció que tenían poco tiempo tanto para pensar en las decisiones que tomaban como para procesar las consecuencias después.

Me pareció un muy buen inicio de trilogía, que sin duda deja las puertas abiertas a más desarrollo, tanto de los personajes como de este universo tan rico y macabro.


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Lamento muchísimo no poder traerles la entrada que había imaginado allá por enero, pero espero que igual se queden con ganas de leer y me comenten qué les pareció si ya lo hicieron. Más adelante, cuando me ordene mejor con las lecturas y los pendientes, terminaré de leer esta saga y les diré si me equivoqué o no al creer que tenía mucho potencial. Yo le tengo fe.