jueves, 23 de agosto de 2018

Jueves de entrevistas: Federico Ivanier

¡Hola a todos! Este jueves de entrevistas es muy especial, ya que le toca a uno de mis autores preferidos de la infancia y de la vida, Federico Ivanier. Este escritor uruguayo casi no precisa presentación en el blog, pero les cuento que es autor de numerosas novelas infantiles y juveniles, entre las que están la trilogía de Martina Valiente, Música de vampyros, Tatuajes rojos, El bosque, Lo que aprendí acerca de novias y fútbol y más. Ya les conté lo importante que fue y es para mí y para varias personas más, pero quería entrevistarlo para que pudieran conocerlo un poquito más. Además, ayer fue mi cumpleaños , así que puedo hacer lo que quiera (?). Pasemos a la entrevista, pues.



¿Cuáles fueron tus primeras experiencias escribiendo?

Mis primeras experiencias como escritor ocurrieron a los trece años, cuando decidí ponerme a escribir sin que nadie me lo pidiera. Supongo que eso es lo primero que caracteriza a un escritor: su decisión de escribir sin que nada en el mundo se lo pida, salvo él mismo. Primero escribí un cuento llamado «Tíndalos», que seguía a un personaje atrapado en un mundo de sueños. De hecho, iba de un sueño a otro, cambiando de lugar y de circunstancia de manera antojadiza y caleidoscópica. Todo  eso le daba un cierto aire de videoclip. En cierto modo, escribirlo fue eso: seguir una serie de imágenes que desfilaban por mi cabeza y ver adónde me llevaban, sin preguntarme mucho por qué o qué significaban. Desde ahí, no paré de escribir. Nunca pasaba demasiado tiempo antes de que me pusiera a escribir algo.   


¿Qué te hizo escribir fantasía, como por ejemplo la de Martina Valiente, en Uruguay?

Martina es un personaje que viaja a un mundo de fantasía, pero lo que a mí siempre me atrajo más de Martina es su costado de personaje real en un mundo real. No solo en el sentido de que para ella todo lo que ocurre es completamente real, sino que ella es una chica montevideana, con problemas muy anclados en una realidad cotidiana y actual. O sea, Martina… es una novela que transcurre mucho en Novrogod, pero también el anclaje en el mundo «real» de Montevideo es clave. Luego, para mí, la idea de escribir fantasía no tiene mucho de incomodidad o de lugar novedoso porque siempre fui lector de Bradbury o Stephen King y de ciencia ficción en general. Nunca fui de leer mucha fantasía épica, es verdad, pero igual me sentía cómodo en esas circunstancias, porque cuando escribís fantasía, de algún modo, podés adaptar mucho el mundo circundante a tus necesidades y la de tu historia. Tenés mucha libertad de hacer lo que se te antoje y yo necesito esa sensación en lo que escribo (por eso me complica escribir novela histórica, por ejemplo: porque mal que bien estoy un poco atado). El tema es que en Uruguay, sobre todo en el momento en que se publicó Martina…, no había muchos autores uruguayos que hubieran jugado desde ese lugar. Yo lo hice porque para mí tenía sentido y yo me sentía en mi lugar haciéndolo. La fantasía es un lugar increíble desde la escritura, porque te permite no solo manejar lo que estás contando, sino tener muchas capas, o sea, contar mucho más allá de lo que está escrito, porque el lector tiene mucho más claro que el juego es juego cuando él (o ella) resignifica lo escrito. 

Fuente

¿Qué impacto te parece que tuvo sobre tus lectores?

Eso para mí es difícil de saber. La sensación final que yo recibo es que para los lectores se trata de un libro especial. Eso es lo que más me transmiten. En Goodreads leí una reseña que refería al libro como uno que «marcó» a una generación. No tengo ni idea si eso es verdad o no, pero me pone feliz que alguien pueda pensarlo. Para mí lo mejor de Martina es sentir que compartí con muchos lectores y lectoras algo que era importante para mí, especial para mí, memorable para mí. Y, de ese modo, creo que se hizo especial para otras personas. Esto no es más que una impresión, claro, pero es la que tengo. Por supuesto, también puede ser una idea falsa. Lo más peculiar de la repercusión de Martina es que muchos lectores se refieren a la novela como una especie de refugio o un algo que los acompañó en momentos fuertes o que les dio energía, de algún modo. O es eso o una fuerte identificación con los personajes. O las dos cosas. De vez en cuando se contactan lectores que la leyeron hace más de diez años y que la releyeron o volvieron a leer y la sienten importante o, como dije antes, especial. Un estudiante de letras se acercó a mí para hacer un trabajo académico sobre la novela pensando en que mucha gente, compañeros y amigos de él, le hablaban de la novela. Ahí estás hablando de gente de veinte años refiriéndose a algo leído en la pubertad o temprana adolescencia. Esa sensación de que los lectores recuerdan a la novela (o a la trilogía) como algo que los hace sentir bien es increíble para mí. También, cuando me encuentro con lectores nuevos que se enroscan siento que algo se conecta y, en definitiva, eso siempre queremos los escritores: conectar.


¿Qué es lo que más te gusta de escribir para niños y jóvenes?

Supongo que escribo para niños y jóvenes porque me permite conectar con quien yo fui. La adolescencia fue, por lejos, la etapa que más me marcó en mi vida. No fue una adolescencia fácil y entonces siempre miro hacia allí y pienso que ese Federico que fui necesita compañía y escribo para él, de algún modo, sobre todo porque imagino que muchos otros serán más o menos como yo y se habrán sentido (o se sienten) más o menos como yo. Los que leemos sabemos el impacto que puede tener un buen libro en la vida de alguien, no en el sentido de dar un mensaje o de enseñar algo, sino simplemente en el hecho básico y fundamental de acompañar y contribuir a la felicidad del otro. Un libro es una larga charla con alguien. Está bueno sentir que alguien te habla a vos y que, de alguna manera, también te escucha, porque, aunque sea mentalmente, vos también respondés. 


¿Cómo es tu proceso a la hora de escribir?

No tengo un mecanismo o una fórmula. Todo es muy caótico. A medida que voy teniendo más experiencia, tengo más y más dudas. Sé que el proceso de un libro lleva mucho tiempo, no me apuro, muchas veces me siento muy poco confiado de mis fuerzas y de lo que escribo. Cada vez me importan más los personajes y lo que les pasa. Necesito sentir que lo que escribo vale la pena ser leído. Y para eso, primero, tiene que valer la pena ser leído por mí. Y cada vez soy un lector más difícil de complacer. 
Por lo general, arranco de algo muy concreto, algo que puede ser un personaje o una situación puntual. Puede ser algo que leí, algo que me pasa, una noticia, alguien que conozco que tiene determinada experiencia. Siempre es algo sumamente puntual. Y escribo desde ahí, siguiendo una determinada dirección, pero, más que nada, lo que estoy haciendo en ese momento no es seguir una dirección, sino buscarla. Todavía no sé de qué va a tratar posta lo que estoy escribiendo. 


Escribir es descubrir y tiene que venir esa escena clave que me va a decir, ah, sí, esto es lo que quería encontrar, de esto quería escribir. Y a partir de ahí, tengo que confiar mucho en mi instinto, en ver hacia dónde vamos con eso que encontré. Y pienso mucho en la forma en que deseo escribir eso que encontré. Todo ese proceso me lleva mucho tiempo y entrevero. Contado así parece una cosa genial y divina, pero muchas veces es algo sumamente frustrante. Lo más importante siempre es tratar de llegar a un primer borrador, de llegar a un final. Muchas veces, trato de armarme sinopsis de lo que va a pasar o cómo va a ser, pero no siempre termino agarrando esa dirección. En el camino, todo se modifica. La única verdad es que hay un momento en el que, cuando estoy escribiendo, entro en una cierta zona en que el libro y yo fluimos juntos. Como que finalmente nos terminamos de encontrar y conectamos. Eso me permite avanzar, pero estamos todavía lejos del fin del proceso. Queda mucha reescritura y muchas veces cambios drásticos. Trabajar y trabajar y reescribir y reescribir y seguir buscando y escribir escenas nuevas y cortar, cortar, cortar, cortar: el trabajo parece interminable. Ahora hace dos años que no saco nada nuevo. Y he escrito mucho, pero qué sé yo, me cuesta decidir que ya es hora de compartirlo con los demás. En todo caso, para asumir ese momento, necesito sentir que, por más simple que sea la historia, si sigo trabajándola, lo único que voy a hacer es arruinarla. No es que esté perfecta, es que hice con ella lo mejor que podía hacer. Y ta, ahí sí, ahí paro.  


Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

Uf, no sé. Es una muy buena pregunta. Creo yo que en algún lugar escribir las historias ha sido vivirlas también. Martina Valiente es una preciosa historia, pero también agotadora de vivir. Y no quisiera vivir una noche como en El bosque. Creo que disfrutaría mucho de ser Lucas en Alas en los pies, o Dani en Papá no es punk. Me gusta crear historias y compartirlas con los demás. Pero no sé si querría vivir lo que escribo, je. 


¿Cómo han sido tus experiencias publicando?

Publicar siempre es un momento hermoso. También, el hecho de depender de la venta de los libros hace que a ese momento hermoso se asocien muchas otras cosas. Cuando todo sale bien, es genial. Cuando al libro le cuesta encontrar sus lectores, puede ser doloroso. Sobre todo, porque muchas veces eso tiene que ver con detalles: que no esté visible en una librería o que tengamos un error en la tapa o en el título. Por supuesto, también es posible que el texto simplemente no genere mucho interés. Con eso no tengo problema. Pero cuando estuviste mucho tiempo laburando y sentís que ese laburo no es cuidado por terceros, no está bueno.   


¿De qué obras te sentís más orgulloso y cuáles te gustaría poder modificar?

En parte, siempre las modificaría a todas. A todas las reescribiría, aunque sea un poquito. Pero, en general, me siento muy tranquilo de todas las obras que publiqué. Con todas ellas hice algo que tenía ganas de hacer, con todas ellas trabajé al máximo de mis posibilidades. Si me preguntás qué obras son aquellas con las que me siento más representado, te diría que  Martina, Alas en los pies, Papá no es punk, Tatuajes rojos, El bosque y Lo que aprendí acerca de novias y fútbol, ponele. Pero también me siento muy vinculado a El colegio de los chicos perfectos y a Los viajes del capitán Tortilla y a El secuestro de Lucía Star y a Música de Vampyros… Como ves, tarde o temprano, termino mencionando casi que a todos mis libros. 


¿Cómo te llevás con tus lectores? 

Bien. Obviamente, adoro a mis lectores. Quisiera darles todo lo que tengo. Me encanta visitarlos en liceos o escuelas, también encontrarme con ellos en presentaciones de libros. No es una frase hecha decirles «gracias totales». Es una frase sentida y sincera. 


¿Cómo fue tu experiencia como autor en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires de este año?

Charla con bloggers y booktubers
en la Feria Internacional del Libro
de Buenos Aires de este año en el
stand de Montevideo.
Estuve en un congreso, en una especie de entrevista en vivo acerca de mi obra, en el stand de una editorial y en el stand de Montevideo, ciudad invitada. Fue todo sumamente gratificante. Nunca había venido una experta como Silvina Marismian y se había puesto a hablarme de mi obra en conjunto. Me sentí muy honrado por todo eso. En el stand de Norma firmé algunos ejemplares y en el stand de Montevideo compartí una mesa de discusión acerca de la influencia y el rol de los bloggers y los booktubers hoy día. La mesa estuvo buenísima porque me hizo pensar y de eso siempre se trata la cuestión.  También me dijeron que fui un poco difícil planteando preguntas. Pero plantear preguntas complejas significa que confiás en el intelecto de los demás. Por eso, siempre hay que plantear las preguntas más difíciles que tengas, sea a vos mismo o a personas en cuya capacidad confiás. 


¿Qué te parecen los bloggers y los booktubers como difusores de la literatura?

Creo que, como todo en este mundo, vas a encontrar cosas que valen la pena y de las otras, pero a mí me encanta el proceso en general. Creo que debería haber lugar para todo: para quienes den una visión muy pegada e inmediata a la de un simple lector, sin más intención que la de establecer su opinión sobre un texto, y la de aquellos que son más ambiciosos y tratan de desarrollar una forma de pensamiento a partir de lo que leen. Para mí, tanto los bloggers como los booktubers vienen a llenar un lugar que estaba vacío y que hace falta llenar, que es el del igual: la opinión de alguien que primero que nada es un ávido lector pero con la peculiaridad de que que a su natural interés le suma una intención de pensar más y analizar más y compartir eso, para generar, de ese modo, una comunidad. Eso a mí me encanta: sentir que los lectores tomaron por su cuenta y bajo su poder la lectura, los libros y la decisión de qué quieren conservar y qué no, y que forman una comunidad con eso. Me habría encantado hacerlo en mi adolescencia. Por otro lado, nos falta un poco la voz del otro, del que no es necesariamente un lector ni un escritor, alguien que se plantea un enfoque más sistematizado y académico. Supongo que muchos booktubers y bloggers irán convirtiéndose en quienes hagan ese aporte. O que también se convertirán en escritores. O que seguirán haciendo lo que hacen ahora, que está bárbaro. 


¿Qué te parece que podría mejorarse en el ambiente literario uruguayo, sobre todo en cuanto a la literatura infantil y juvenil?

Acá faltan políticas para el libro en general, de apoyo tanto a autores como editoriales. No hay políticas. En otros países, las hay. Y no hace falta ir muy lejos, alcanza con mirar al lado, en el continente: políticas que refuerzan las bibliotecas, revalorizando el lugar y el trabajo del bibliotecario, llevando libros a las instituciones educativas, favoreciendo el acceso de todos a libros, no solo poniéndolos a disposición, sino favoreciendo que funcione una industria, porque es evidente que así vas a tener mejores productos finales y mejores productos finales van a favorecer a la población. ¿O acaso no estamos todos preocupados por la educación? Bueno, entonces, ¿cuántos libros leyeron y trabajaron en clase los escolares y liceales en el año? ¿Cuánto acceso a bibliotecas tuvieron? Y repito: acá es fundamental defender a la industria editorial, porque está muy expuesta ante un mercado que responde mucho a lo internacional porque viene acá a ser saldado (por tanto, a precios con lo que puede ser imposible competir) o con un aparato de mercadeo (con el que también es imposible competir). Si, por decir algo, Martina Valiente hubiera tenido una película atrás, que hubiera sido planificada casi que en paralelo al texto, habría vendido diez veces más, eso seguro. Pasó con Twilight, por dar un ejemplo. Y con un montón de sagas. Y con libros que, como andan bien en mercados más grandes, después arrastran la venta a los más chicos, como el nuestro, con ese clásico de «el éxito de ventas en EEUU». ¿Por qué es relevante que sea un éxito de ventas en EEUU? Ahí también las armas son un éxito de ventas también. Pero todo eso termina imponiéndose y la industria editorial uruguaya termina siendo sumamente vulnerable. 


Encuentro con el autor en
Penguin Random House
¿Te interesa escribir literatura «para adultos» también?

No lo descarto, pero nunca termino de arrancar. Tengo una novela para adultos terminada hace años, pero no está pronta todavía. 


¿En qué géneros te gustaría incursionar?

Todavía me debo alguna novela apocalíptica, alguna novela distópica, alguna novela de ciencia ficción, alguna novela de horror. Pero eso en un plano muy teórico. Mi idea es escribir lo que me viene a la cabeza en un determinado momento y punto. 



¿Qué le aconsejarías a los que recién empiezan a escribir o están buscando publicar?

Que escriban. Que se sienten frente a la computadora y escriban y escriban. No hay otro secreto. Porque si escribís algo que está bueno, que es de calidad, las opciones van a aparecer, eso es seguro. Obvio, si además estudiás, hacés algún taller y compartís e intercambiás opiniones con otros, todavía mucho mejor. Espectacular. Pero lo clave es escribir. Y cuando tenés algo bueno, siempre hay que presentarlo a editoriales, a premios. Ese es el camino, es el que hemos hecho todos y es el que van a hacer los que vengan atrás. 





Muchísimas pero muchísimas gracias a Federico por su tiempo y por ser tan buena onda siempre. Espero que les haya gustado, que se acuerden de saludarme por mi cumpleaños y que no se olviden de que está activo el sorteo de Máquinas mortales en mi cuenta de Twitter. ¡Hasta el lunes!

15 comentarios:

  1. Feliz cumpleeee de nuevo xD
    Ay me encanta ver algunas de mis dudas respondidas en esta entrevista <3 especialmente la de su opinión sobre nosotros, los bloggers y el tema de la situación de la lectura en el Uruguay, que sin dudas sería bueno reforzar.
    Es tremenda la entrevista, me alegro mucho que Federico se explayara y nos diera el gusto de leerlo, ya de por si en las charlas es un genio.
    Besotes linda, super informativa esta entrevista, así da gusto leerlas.

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    1. Muchas gracias a vos por ayudarme con la entrevista ♥. La verdad, hípercompleta y como siempre un gusto leerlo, tremendo honor entrevistarlo. Este blog lo banca!
      Besos, bella!

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  2. "no en el sentido de dar un mensaje o de enseñar algo, sino simplemente en el hecho básico y fundamental de acompañar y contribuir a la felicidad del otro" necesito un post it jaja
    Me reí mucho con la parte de la feria "me dijeron que fui un poco difícil" jajaj
    Un genio Federico y excelente entrevista, Sofi! Abrazo

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    1. Jajajaja un genio sí ♥. Muchas gracias, Zesu linda!

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  3. Sofi,muy buena entrevista. Me encanta escuchar, o en este caso leer, a Ivanier. En la charla de la Feria del Libro Infantil y Juvenil en la que participaron juntos la verdad que quedé asombrada para bien con sus ideas y palabras. En tu entrevista solo lo confirmo. Martina Valiente fue una de las primeras sagas de las que me enamoré. Muchas gracias Sofi, besos!

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  4. ¡Hola!

    Antes de nada, gracias por traernos esta entrevista porque no conocía al autor y creo que me gustaría leer, al menos, un par de novelas suyas que me han llamado la atención ^^ Me encantó la respuesta que dio a la pregunta de qué es lo que más le gusta de escribir para niños y jóvenes y coincido con él en lo que a ambiente literario se refiere :)

    ¡Besos!

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    1. Ojalá puedas llegar a leerlo algún día! Es realmente un autor que vale la pena. Besotes y gracias! ♥

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  5. ¡Hola Sofi!
    Me encantó la entrevista, sin dudas me trajo muchísima nostalgia, sobre todo porque leí Martina Valiente en la biblioteca de mi cuidad y me trajo muy lindos recuerdos.
    ¡Gracias por tanto Sofi!

    ¡Un beso y un abrazo!

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    1. Hola! Ay, Martina ♥ Qué bueno que te gustara, muchas gracias!
      Un besote :)

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  6. Feliz cumpleaños suuuuper atrasado xD Me ha encantado la entrevista, y sobretodo, apoyo lo que dice sobre las bibliotecas

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    1. Gracias, bella! Qué bueno que te gustara la entrevista. Sí, ojalá tuviéramos un mejor sistema respecto a las bibliotecas. Esperemos que vaya cambiando con el tiempo...
      Besos!

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  7. Holitaaaa :) Pues no, yo creo que este autor no está por aquí o no me suenan de nada ni su nombre ni sus novelas, a´si que gracias por ser tan variada de nuevo y por traernos autor@s nuevos <3
    ¡Un besazo!

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    1. Hola, linda. No me parece raro que no lo hayas visto por allá, pero acá es bastante conocido y ya ves que varios crecimos con sus libros. Ojalá tengas la oportunidad de leerlo algún día. Y gracias por eso último ♥
      Besitos!

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  8. Marco presencia, muy buena la entrevista.

    PD: Entre al enlace de Kalafina, una tarde bien aprovechada.

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Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: