Mostrando entradas con la etiqueta ¡Entrevista!. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ¡Entrevista!. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de septiembre de 2018

Jueves de entrevistas: Mariela Peña

¡Hola! En este jueves de entrevistas vamos a conocer a una autora argentina ya he mencionado en este blog porque vino a nuestro país en junio, durante la Feria del Libro Infantil y Juvenil. Vamos a tenerla dentro de poco en la Feria del Libro, así que no viene mal conocerla un poquito más. 

Mariela Peña es correctora especializada en textos jurídicos, redactora y escritora. Publicó su novela ¡No creas todo lo que te digo! con la editorial Quipu en 2017 y su secuela, ¡No creas todo lo que ves!, está por salir. Es más, hace poquito pudo votarse la portada en las redes sociales de Mariela. Esta autora tiene un estrecho vínculo con sus lectores, jóvenes y adolescentes, en persona y a través de las redes sociales, en las que comparten creaciones literarias. Podés leer el primer capítulo de ¡No creas todo lo que te digo! acá.

¿Empezamos?



¿Qué cosas te inspiran a escribir?

Las historias que me cuentan otras personas, las que me invento, hurgar en mi propio pasado. Pero, la inspiración puede sorprenderme en cualquier lugar y en cualquier momento.


¿Qué te atrae de la poesía?

La poesía transforma la realidad en algo mejor. Es una visión del mundo, una salida de emergencia cuando el mundo se pone hostil.


¿Cómo empezaste a escribir para jóvenes?

Fue una idea que surgió hace dos años, mientras trabajaba en la Feria del Libro de Buenos Aires. Una situación, que tenía de protagonista a una adolescente que había ido a ver a su ídolo (un Youtuber internacional muy popular) me conmovió, me hizo replantearme que había un universo absolutamente desconocido para mí. Me puse a investigar, me propuse contar una historia, y salió ¡No creas…!, casi de un día para el otro. Por supuesto, el rol de mi generosa editora que me brindó la oportunidad, fue indispensable.


¿Cuál es tu proceso a la hora de escribir narrativa?

Sentarme frente a mi computadora, en mi escritorio, entregarme a mi ritual de café, sahumerio de vainilla, ventana abierta, para tener la luna a mano, y dejarme llevar.


¿En qué estás trabajando ahora mismo?

Ahora mismo estoy trabajando en una historia de amor y misterio que me tiene muy atrapada. También tiene que ver con el universo de los adolescentes y la virtualidad, pero es una historia más cruda y dramática que la anterior. Toca temas y problemáticas más complejas, es una historia de mucha actualidad. La empecé en cuanto terminé de escribir ¡No creas todo lo que ves! (la segunda parte de ¡No creas todo lo que te digo!), que está a punto de salir.



¿Qué podés contarnos de ¡No creas todo lo que te digo! 2?

En principio, que se llamará ¡No creas todo lo que ves!. Es la continuación de las historias irresueltas de la primera parte, se suman personajes nuevos entrañables, y que estoy muy conforme con el resultado. Hay muchas hermosas horas de trabajo invertidas y creo que mis lectoras y lectores van a estar muy conformes con el resultado.


¿Cuál ha sido la respuesta de los lectores al primer libro?

Soñada. Jamás imaginé que iba a recibir tanto amor. Quedaron muy enganchados con la historia y no hay un día en el que no me pregunten «¿para cuándo la segunda parte, Mari?». Son el mejor público lector que podría tener.


¿En qué consisten las tertulias que tienen a través de Instagram?

Siempre supe que quería tener contacto directo con mis lectoras y lectores, porque me interesa saber qué tienen para decir, escuchar sus inquietudes, sugerencias, consultas. Creo que eso es clave para poder seguir creando historias. Me mandan sus textos a un mail que armé exclusivamente para esto y, cada martes a la noche, hago un vivo en Instagram y leo lo que me mandaron durante la semana. Se armó un grupo precioso, un espacio de intercambio que me enorgullece. Adolescentes compartiendo poesía un martes a las diez de la noche es conmovedor.


¿Cuál ha sido la experiencia más emocionante que te ha traído la publicación de tu novela?

Cada firma y encuentro con mis lectores en las distintas ferias y eventos es una experiencia única y emocionante. No tiene comparación con ninguna otra experiencia que haya vivido.

¿Cómo fue tu experiencia participando en ferias del libro?

Hasta ahora siempre fueron hermosas. Tanto las que se vienen dando en las distintas partes de mi país como las que se dieron en Uruguay (lugar del que quedé profundamente enamorada). Me hago nuevas amigas y amigos, me enriquezco, crezco, me expando.


¿Qué opinás de la literatura juvenil? ¿Creés que existen prejuicios hacia ella?

Que hay cosas muy buenas y otras más oportunistas, que repiten recetas. Las primeras son las historias sinceras y de calidad que tienen inmediata aceptación por parte de los chicos; las segundas son modas que pasan y se diluyen.


¿Qué podés contarnos sobre la literatura juvenil en Argentina?

Hay autoras y autores jóvenes excelentes que proponen cosas muy interesantes y que le hacen muy bien al género infantil-juvenil. Y, por supuesto, autoras y autores clásicos que se mantienen actualizados y siempre ofrecen trabajos de calidad. La literatura juvenil está atravesando un buen momento en Argentina.


¿Qué autores te influenciaron más como escritora?

Yo soy de la poesía. Arranqué con Neruda a los 11, 12 años y no paré. Pessoa es uno de mis clásicos preferidos, pero podría hacerte una lista interminable de autores que fueron orientando mi camino.

Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

Qué linda pregunta. Sin pensarlo demasiado, te respondo que en la historia de Ámbar, en ¡No creas todo lo que ves!. Le pasa de todo y de todo aprende un montón.


¿Qué consejo le darías a quienes recién se están animando a escribir o publicar?

Que se animen, que estén en movimiento, que no se detengan. El camino se va a poner denso y hostil por momentos, y es en esos momentos juntamente cuanto más convencido y seguro hay que estar. Que la oportunidad te encuentre haciendo.




Muchas gracias a Mariela por la buena onda de siempre. No se olviden de que vamos a tenerla pronto por acá, así que aprovechen a leerla para poder disfrutar más de su presencia en la feria ♥. 

jueves, 30 de agosto de 2018

Jueves de entrevistas: Andrea Tomé

¡Hola! El último jueves de entrevistas del mes de agosto le corresponde a una autora a la que admiro mucho, tanto por su narrativa como por sus opiniones, su trabajo y su amabilidad: Andrea Tomé.

Andrea es de Ferrol y, además de escribir, estudia un máster en Edición en la Universidad de Kingston. Trabaja en diversos ámbitos del mundo editorial y ha publicado artículos de salud mental en varios medios. Publicó su primera novela, Corazón de mariposa, a través del Premio Literario ”la Caixa” / Plataforma de novela juvenil en 2014. Publicó con esta editorial sus novelas Entre dos universos (2015), Desayuno en Júpiter (2017) y El valle oscuro (2017).




Has contado ya que sos escritora mapa, ¿podrías contarnos más detalladamente tu proceso creativo?

Normalmente empiezo reuniendo todas mis ideas en tableros de Pinterest y en cuadernos. Una vez tengo una visión más o menos clara de por dónde quiero ir con esta novela preparo las escaletas y las hojas de personaje. 


¿Qué es lo que más te interesa lograr con tu prosa?

Conectar con el lector. Creo que la literatura tiene un poder inestimable para hacernos sentir comprendidos, y esa es mi mayor ambición: que mis lectores se sientan representados en mis historias.


¿Qué realidades te interesa que muestren tus historias?

Cualquier realidad social que se invisibilice deliberadamente por parte de la sociedad.


¿Qué significó para vos haber ganado el Premio Literario ”la Caixa” / Plataforma de novela juvenil?

Fue una magnífica bienvenida en el mundo de la literatura. Hoy estoy donde estoy gracias a este premio.


¿Qué aprendizaje te ha dejado publicar con una editorial?

Me ha ayudado mucho a perfilar esa zona gris entre lo que quieres contar y lo que tus lectores quieren leer.


¿Qué relación tenés con tus lectores?

Quiero pensar que cercana. Intento contestar siempre a todos los mensajes y todas las menciones en mis RRSS. Creo que uno de los aspectos más positivos de las comunidades online es esa retroalimentación entre lector y escritor que antes no existía.


¿Qué ciudades te han inspirado a escribir? ¿Cuáles te gustaría que fueran la ambientación de tus próximas novelas y por qué?

Las ciudades en las que he estado y que más me han inspirado son Toronto, Budapest y Praga, y me gustaría ambientar novelas en todas ellas. Toronto por los contrastes entre la naturaleza de los lagos y las islas y el caos urbano del centro, Praga por su historia y su magia y Budapest por esa personalidad suya tan única.


¿Te parece que haber viajado y vivido en otros lugares ha influido en tu escritura?

Totalmente. He tenido la fortuna de haber visitado países muy distintos al mío y de haber estudiado en el extranjero, y esta independencia y estas experiencias me han abierto la mente y me han permitido explorar puntos de vista distintos al mío.


Si pudieras vivir en una de tus historias, ¿cuál sería?

Creo que en Desayuno en Júpiter. Me gusta su aura de magia.


¿Podrías contarnos algo sobre tus proyectos actuales o futuros?

Puedo adelantar que publico nueva novela en febrero, que es juvenil y que es un proyecto distinto que me hace mucha ilusión compartir, ¡pero me temo que el resto es secreto!


Lo que estás estudiando ahora mismo tiene que ver con el mundo editorial, ¿en qué ha afectado eso tu forma de escribir o de ver la literatura?

Trabajar en la parte más comercial y económica de la literatura me ha permitido ver lo importante que es perfilar nuestras historias al máximo y ser honestos con lo que tenemos que contar para así llegar a los lectores.


¿Qué autores te han influenciado más como escritora? ¿Cuáles te parecen imprescindibles para cualquiera que quiera escribir?

Para mí, J.D. Salinger, Imre Kertész, Donna Tartt, Yoko Ogawa, Lucy Grealy y Haruki Murakami.


¿Cómo te llevás con tu generación de escritores? ¿A quiénes recomendás?

¡Muy bien! En España se está publicando a muchos autores muy jóvenes y muy activos en las redes sociales, y ojalá otros países tomasen ejemplo. Os recomiendo muchísimo a Clara Cortés, Chris Pueyo, Beatriz Esteban, Daniel Ojeda, Victoria Álvarez, Alba Quintas, Paula Peralta, Laia Soler e Iria G. Parente y Selene M. Pascual. A Laura Tárraga y a Rolly Haacht aún las tengo pendientes, pero sus canales de YouTube me han ayudado muchísimo como escritora y estoy segura de que sus novelas son magníficas.


Escribís para tu blog y para distintos medios, ¿qué cosas lindas te ha traído poder expresarte a través de la no ficción también?

Ayudar a muchos jóvenes que también quieren ser escritores, definitivamente, y también conectar con lectores que normalmente no estarían interesados en los géneros y en los tipos de historias que escribo.


¿Qué consejo le darías a quienes se están animando a escribir o buscan publicar lo que escriben?

Que lean y que escriban mucho y que no se rindan jamás. Yo no creo en el talento natural; creo que los escritores se forman a base de trabajo y de perseverancia.






Muchísmas, muchísimas gracias a Andrea por su tiempo y buena disposición. Espero que les encante tanto como a mí conocer un poco mejor a esta escritora. ¿Ya conocían sus libros? 

jueves, 23 de agosto de 2018

Jueves de entrevistas: Federico Ivanier

¡Hola a todos! Este jueves de entrevistas es muy especial, ya que le toca a uno de mis autores preferidos de la infancia y de la vida, Federico Ivanier. Este escritor uruguayo casi no precisa presentación en el blog, pero les cuento que es autor de numerosas novelas infantiles y juveniles, entre las que están la trilogía de Martina Valiente, Música de vampyros, Tatuajes rojos, El bosque, Lo que aprendí acerca de novias y fútbol y más. Ya les conté lo importante que fue y es para mí y para varias personas más, pero quería entrevistarlo para que pudieran conocerlo un poquito más. Además, ayer fue mi cumpleaños , así que puedo hacer lo que quiera (?). Pasemos a la entrevista, pues.



¿Cuáles fueron tus primeras experiencias escribiendo?

Mis primeras experiencias como escritor ocurrieron a los trece años, cuando decidí ponerme a escribir sin que nadie me lo pidiera. Supongo que eso es lo primero que caracteriza a un escritor: su decisión de escribir sin que nada en el mundo se lo pida, salvo él mismo. Primero escribí un cuento llamado «Tíndalos», que seguía a un personaje atrapado en un mundo de sueños. De hecho, iba de un sueño a otro, cambiando de lugar y de circunstancia de manera antojadiza y caleidoscópica. Todo  eso le daba un cierto aire de videoclip. En cierto modo, escribirlo fue eso: seguir una serie de imágenes que desfilaban por mi cabeza y ver adónde me llevaban, sin preguntarme mucho por qué o qué significaban. Desde ahí, no paré de escribir. Nunca pasaba demasiado tiempo antes de que me pusiera a escribir algo.   


¿Qué te hizo escribir fantasía, como por ejemplo la de Martina Valiente, en Uruguay?

Martina es un personaje que viaja a un mundo de fantasía, pero lo que a mí siempre me atrajo más de Martina es su costado de personaje real en un mundo real. No solo en el sentido de que para ella todo lo que ocurre es completamente real, sino que ella es una chica montevideana, con problemas muy anclados en una realidad cotidiana y actual. O sea, Martina… es una novela que transcurre mucho en Novrogod, pero también el anclaje en el mundo «real» de Montevideo es clave. Luego, para mí, la idea de escribir fantasía no tiene mucho de incomodidad o de lugar novedoso porque siempre fui lector de Bradbury o Stephen King y de ciencia ficción en general. Nunca fui de leer mucha fantasía épica, es verdad, pero igual me sentía cómodo en esas circunstancias, porque cuando escribís fantasía, de algún modo, podés adaptar mucho el mundo circundante a tus necesidades y la de tu historia. Tenés mucha libertad de hacer lo que se te antoje y yo necesito esa sensación en lo que escribo (por eso me complica escribir novela histórica, por ejemplo: porque mal que bien estoy un poco atado). El tema es que en Uruguay, sobre todo en el momento en que se publicó Martina…, no había muchos autores uruguayos que hubieran jugado desde ese lugar. Yo lo hice porque para mí tenía sentido y yo me sentía en mi lugar haciéndolo. La fantasía es un lugar increíble desde la escritura, porque te permite no solo manejar lo que estás contando, sino tener muchas capas, o sea, contar mucho más allá de lo que está escrito, porque el lector tiene mucho más claro que el juego es juego cuando él (o ella) resignifica lo escrito. 

Fuente

¿Qué impacto te parece que tuvo sobre tus lectores?

Eso para mí es difícil de saber. La sensación final que yo recibo es que para los lectores se trata de un libro especial. Eso es lo que más me transmiten. En Goodreads leí una reseña que refería al libro como uno que «marcó» a una generación. No tengo ni idea si eso es verdad o no, pero me pone feliz que alguien pueda pensarlo. Para mí lo mejor de Martina es sentir que compartí con muchos lectores y lectoras algo que era importante para mí, especial para mí, memorable para mí. Y, de ese modo, creo que se hizo especial para otras personas. Esto no es más que una impresión, claro, pero es la que tengo. Por supuesto, también puede ser una idea falsa. Lo más peculiar de la repercusión de Martina es que muchos lectores se refieren a la novela como una especie de refugio o un algo que los acompañó en momentos fuertes o que les dio energía, de algún modo. O es eso o una fuerte identificación con los personajes. O las dos cosas. De vez en cuando se contactan lectores que la leyeron hace más de diez años y que la releyeron o volvieron a leer y la sienten importante o, como dije antes, especial. Un estudiante de letras se acercó a mí para hacer un trabajo académico sobre la novela pensando en que mucha gente, compañeros y amigos de él, le hablaban de la novela. Ahí estás hablando de gente de veinte años refiriéndose a algo leído en la pubertad o temprana adolescencia. Esa sensación de que los lectores recuerdan a la novela (o a la trilogía) como algo que los hace sentir bien es increíble para mí. También, cuando me encuentro con lectores nuevos que se enroscan siento que algo se conecta y, en definitiva, eso siempre queremos los escritores: conectar.


¿Qué es lo que más te gusta de escribir para niños y jóvenes?

Supongo que escribo para niños y jóvenes porque me permite conectar con quien yo fui. La adolescencia fue, por lejos, la etapa que más me marcó en mi vida. No fue una adolescencia fácil y entonces siempre miro hacia allí y pienso que ese Federico que fui necesita compañía y escribo para él, de algún modo, sobre todo porque imagino que muchos otros serán más o menos como yo y se habrán sentido (o se sienten) más o menos como yo. Los que leemos sabemos el impacto que puede tener un buen libro en la vida de alguien, no en el sentido de dar un mensaje o de enseñar algo, sino simplemente en el hecho básico y fundamental de acompañar y contribuir a la felicidad del otro. Un libro es una larga charla con alguien. Está bueno sentir que alguien te habla a vos y que, de alguna manera, también te escucha, porque, aunque sea mentalmente, vos también respondés. 


¿Cómo es tu proceso a la hora de escribir?

No tengo un mecanismo o una fórmula. Todo es muy caótico. A medida que voy teniendo más experiencia, tengo más y más dudas. Sé que el proceso de un libro lleva mucho tiempo, no me apuro, muchas veces me siento muy poco confiado de mis fuerzas y de lo que escribo. Cada vez me importan más los personajes y lo que les pasa. Necesito sentir que lo que escribo vale la pena ser leído. Y para eso, primero, tiene que valer la pena ser leído por mí. Y cada vez soy un lector más difícil de complacer. 
Por lo general, arranco de algo muy concreto, algo que puede ser un personaje o una situación puntual. Puede ser algo que leí, algo que me pasa, una noticia, alguien que conozco que tiene determinada experiencia. Siempre es algo sumamente puntual. Y escribo desde ahí, siguiendo una determinada dirección, pero, más que nada, lo que estoy haciendo en ese momento no es seguir una dirección, sino buscarla. Todavía no sé de qué va a tratar posta lo que estoy escribiendo. 


Escribir es descubrir y tiene que venir esa escena clave que me va a decir, ah, sí, esto es lo que quería encontrar, de esto quería escribir. Y a partir de ahí, tengo que confiar mucho en mi instinto, en ver hacia dónde vamos con eso que encontré. Y pienso mucho en la forma en que deseo escribir eso que encontré. Todo ese proceso me lleva mucho tiempo y entrevero. Contado así parece una cosa genial y divina, pero muchas veces es algo sumamente frustrante. Lo más importante siempre es tratar de llegar a un primer borrador, de llegar a un final. Muchas veces, trato de armarme sinopsis de lo que va a pasar o cómo va a ser, pero no siempre termino agarrando esa dirección. En el camino, todo se modifica. La única verdad es que hay un momento en el que, cuando estoy escribiendo, entro en una cierta zona en que el libro y yo fluimos juntos. Como que finalmente nos terminamos de encontrar y conectamos. Eso me permite avanzar, pero estamos todavía lejos del fin del proceso. Queda mucha reescritura y muchas veces cambios drásticos. Trabajar y trabajar y reescribir y reescribir y seguir buscando y escribir escenas nuevas y cortar, cortar, cortar, cortar: el trabajo parece interminable. Ahora hace dos años que no saco nada nuevo. Y he escrito mucho, pero qué sé yo, me cuesta decidir que ya es hora de compartirlo con los demás. En todo caso, para asumir ese momento, necesito sentir que, por más simple que sea la historia, si sigo trabajándola, lo único que voy a hacer es arruinarla. No es que esté perfecta, es que hice con ella lo mejor que podía hacer. Y ta, ahí sí, ahí paro.  


Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

Uf, no sé. Es una muy buena pregunta. Creo yo que en algún lugar escribir las historias ha sido vivirlas también. Martina Valiente es una preciosa historia, pero también agotadora de vivir. Y no quisiera vivir una noche como en El bosque. Creo que disfrutaría mucho de ser Lucas en Alas en los pies, o Dani en Papá no es punk. Me gusta crear historias y compartirlas con los demás. Pero no sé si querría vivir lo que escribo, je. 


¿Cómo han sido tus experiencias publicando?

Publicar siempre es un momento hermoso. También, el hecho de depender de la venta de los libros hace que a ese momento hermoso se asocien muchas otras cosas. Cuando todo sale bien, es genial. Cuando al libro le cuesta encontrar sus lectores, puede ser doloroso. Sobre todo, porque muchas veces eso tiene que ver con detalles: que no esté visible en una librería o que tengamos un error en la tapa o en el título. Por supuesto, también es posible que el texto simplemente no genere mucho interés. Con eso no tengo problema. Pero cuando estuviste mucho tiempo laburando y sentís que ese laburo no es cuidado por terceros, no está bueno.   


¿De qué obras te sentís más orgulloso y cuáles te gustaría poder modificar?

En parte, siempre las modificaría a todas. A todas las reescribiría, aunque sea un poquito. Pero, en general, me siento muy tranquilo de todas las obras que publiqué. Con todas ellas hice algo que tenía ganas de hacer, con todas ellas trabajé al máximo de mis posibilidades. Si me preguntás qué obras son aquellas con las que me siento más representado, te diría que  Martina, Alas en los pies, Papá no es punk, Tatuajes rojos, El bosque y Lo que aprendí acerca de novias y fútbol, ponele. Pero también me siento muy vinculado a El colegio de los chicos perfectos y a Los viajes del capitán Tortilla y a El secuestro de Lucía Star y a Música de Vampyros… Como ves, tarde o temprano, termino mencionando casi que a todos mis libros. 


¿Cómo te llevás con tus lectores? 

Bien. Obviamente, adoro a mis lectores. Quisiera darles todo lo que tengo. Me encanta visitarlos en liceos o escuelas, también encontrarme con ellos en presentaciones de libros. No es una frase hecha decirles «gracias totales». Es una frase sentida y sincera. 


¿Cómo fue tu experiencia como autor en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires de este año?

Charla con bloggers y booktubers
en la Feria Internacional del Libro
de Buenos Aires de este año en el
stand de Montevideo.
Estuve en un congreso, en una especie de entrevista en vivo acerca de mi obra, en el stand de una editorial y en el stand de Montevideo, ciudad invitada. Fue todo sumamente gratificante. Nunca había venido una experta como Silvina Marismian y se había puesto a hablarme de mi obra en conjunto. Me sentí muy honrado por todo eso. En el stand de Norma firmé algunos ejemplares y en el stand de Montevideo compartí una mesa de discusión acerca de la influencia y el rol de los bloggers y los booktubers hoy día. La mesa estuvo buenísima porque me hizo pensar y de eso siempre se trata la cuestión.  También me dijeron que fui un poco difícil planteando preguntas. Pero plantear preguntas complejas significa que confiás en el intelecto de los demás. Por eso, siempre hay que plantear las preguntas más difíciles que tengas, sea a vos mismo o a personas en cuya capacidad confiás. 


¿Qué te parecen los bloggers y los booktubers como difusores de la literatura?

Creo que, como todo en este mundo, vas a encontrar cosas que valen la pena y de las otras, pero a mí me encanta el proceso en general. Creo que debería haber lugar para todo: para quienes den una visión muy pegada e inmediata a la de un simple lector, sin más intención que la de establecer su opinión sobre un texto, y la de aquellos que son más ambiciosos y tratan de desarrollar una forma de pensamiento a partir de lo que leen. Para mí, tanto los bloggers como los booktubers vienen a llenar un lugar que estaba vacío y que hace falta llenar, que es el del igual: la opinión de alguien que primero que nada es un ávido lector pero con la peculiaridad de que que a su natural interés le suma una intención de pensar más y analizar más y compartir eso, para generar, de ese modo, una comunidad. Eso a mí me encanta: sentir que los lectores tomaron por su cuenta y bajo su poder la lectura, los libros y la decisión de qué quieren conservar y qué no, y que forman una comunidad con eso. Me habría encantado hacerlo en mi adolescencia. Por otro lado, nos falta un poco la voz del otro, del que no es necesariamente un lector ni un escritor, alguien que se plantea un enfoque más sistematizado y académico. Supongo que muchos booktubers y bloggers irán convirtiéndose en quienes hagan ese aporte. O que también se convertirán en escritores. O que seguirán haciendo lo que hacen ahora, que está bárbaro. 


¿Qué te parece que podría mejorarse en el ambiente literario uruguayo, sobre todo en cuanto a la literatura infantil y juvenil?

Acá faltan políticas para el libro en general, de apoyo tanto a autores como editoriales. No hay políticas. En otros países, las hay. Y no hace falta ir muy lejos, alcanza con mirar al lado, en el continente: políticas que refuerzan las bibliotecas, revalorizando el lugar y el trabajo del bibliotecario, llevando libros a las instituciones educativas, favoreciendo el acceso de todos a libros, no solo poniéndolos a disposición, sino favoreciendo que funcione una industria, porque es evidente que así vas a tener mejores productos finales y mejores productos finales van a favorecer a la población. ¿O acaso no estamos todos preocupados por la educación? Bueno, entonces, ¿cuántos libros leyeron y trabajaron en clase los escolares y liceales en el año? ¿Cuánto acceso a bibliotecas tuvieron? Y repito: acá es fundamental defender a la industria editorial, porque está muy expuesta ante un mercado que responde mucho a lo internacional porque viene acá a ser saldado (por tanto, a precios con lo que puede ser imposible competir) o con un aparato de mercadeo (con el que también es imposible competir). Si, por decir algo, Martina Valiente hubiera tenido una película atrás, que hubiera sido planificada casi que en paralelo al texto, habría vendido diez veces más, eso seguro. Pasó con Twilight, por dar un ejemplo. Y con un montón de sagas. Y con libros que, como andan bien en mercados más grandes, después arrastran la venta a los más chicos, como el nuestro, con ese clásico de «el éxito de ventas en EEUU». ¿Por qué es relevante que sea un éxito de ventas en EEUU? Ahí también las armas son un éxito de ventas también. Pero todo eso termina imponiéndose y la industria editorial uruguaya termina siendo sumamente vulnerable. 


Encuentro con el autor en
Penguin Random House
¿Te interesa escribir literatura «para adultos» también?

No lo descarto, pero nunca termino de arrancar. Tengo una novela para adultos terminada hace años, pero no está pronta todavía. 


¿En qué géneros te gustaría incursionar?

Todavía me debo alguna novela apocalíptica, alguna novela distópica, alguna novela de ciencia ficción, alguna novela de horror. Pero eso en un plano muy teórico. Mi idea es escribir lo que me viene a la cabeza en un determinado momento y punto. 



¿Qué le aconsejarías a los que recién empiezan a escribir o están buscando publicar?

Que escriban. Que se sienten frente a la computadora y escriban y escriban. No hay otro secreto. Porque si escribís algo que está bueno, que es de calidad, las opciones van a aparecer, eso es seguro. Obvio, si además estudiás, hacés algún taller y compartís e intercambiás opiniones con otros, todavía mucho mejor. Espectacular. Pero lo clave es escribir. Y cuando tenés algo bueno, siempre hay que presentarlo a editoriales, a premios. Ese es el camino, es el que hemos hecho todos y es el que van a hacer los que vengan atrás. 





Muchísimas pero muchísimas gracias a Federico por su tiempo y por ser tan buena onda siempre. Espero que les haya gustado, que se acuerden de saludarme por mi cumpleaños y que no se olviden de que está activo el sorteo de Máquinas mortales en mi cuenta de Twitter. ¡Hasta el lunes!

jueves, 9 de agosto de 2018

Jueves de entrevistas: Leara Martell

¡Hola a todos! Bienvenidos a un nuevo jueves de entrevistas. Hoy le toca a una escritora que además es traductora y que tiene estudios de periodismo. También es administradora del blog literario Be Literature: Leara Martell. Leara es malagueña y autopublicó las novelas La canción del silencio (primero publicada con Editorial Aladena) y Mutados 1: El despertar de Tessa. Este año empezó a publicar Inferno (Ángeles caídos) en Wattpad.


¡Pasemos a la entrevista!









¿Cómo se te ocurren las ideas que finalmente convertís en historias?

Pues la verdad es que no tengo una fórmula para que se me ocurran las ideas. Depende bastante de la historia. A veces es viendo la tele, leyendo un libro o simplemente navegando por Internet… veo alguna imagen que me gusta e intento imaginar qué puede haber detrás. 


¿Qué te motivó a escribir una novela tan emocionalmente impactante como La canción del silencio?

Si quieres que te diga la verdad, un día y sin esperármelo, la historia estaba en mi cabeza. De principio a fin. Cada mínimo detalle… todo bien definido. Me encanta pensar que Aída me eligió a mí para contar su historia y no al revés. Fue… amor a primer pensamiento, supongo. 



¿Y la elección del tema central de Mutados?

Mutados es la historia que a mi yo de dieciséis años le hubiera gustado leer. Aventuras, poderes y adolescentes hormonados… Tiene todos los ingredientes que me vuelven loca. Escribir Mutados es divertido y fluido. Una delicia para cualquier escritor. 


¿Cómo es tu proceso creativo?

Me parece que soy un poco caótica. Me gusta ponerme música que me inspire a todo volumen y sumergirme en la historia mientras defino el esqueleto. Luego me lanzo al vacío de la hoja en blanco y empiezo a rellenar los huecos. 


¿Qué tanto trabajo le dedicás al desarrollo de los personajes?

Para mí es casi la parte más importante del libro. Soy una fiel creyente de que toda buena historia en gran parte lo es por la fuerza de sus protagonistas. Así que le dedico bastante tiempo hasta que al fin perfilo a cada una de mis criaturas. Muajaja. 


¿Qué es lo que más te importa lograr con tu narración?


Fluidez y sentimiento. Necesito poder transmitir al lector todo lo que siento, lo que mis personajes sienten… Cada vez que algún lector me dice que se ha emocionado leyéndome… es el halago más grande que pueden hacerme. 


Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

Mutados, sin duda. ¿Poderes y coreanos sexys? ¿Qué más se puede pedir? 


¿Qué podés contarnos de tu experiencia con la publicación?

Es duro y más si no estás respaldado por una gran editorial. Tienes que ser escritor, editor, publicista y marketero. Pero a la vez es un proceso precioso… dejar salir a tu criatura al mundo y empezar a recibir opiniones de tus lectores es maravilloso. 


¿Podrías contarnos en qué andás trabajando ahora mismo o cuáles son tus proyectos futuros? 

Pues ahora mismo la verdad es que tengo poco tiempo para escribir, pero tengo entre manos #Muta2 (la segunda parte de Mutados, claro) e Inferno, una historia de ángeles y demonios que quiero ir subiendo a Wattpad. 


¿Cómo se relaciona tu trabajo como traductora con tu profesión de escritora?

Ahora mismo no traduzco nada, me dedico al Paid Social es una gran empresa de marketing digital. Pero cuando traducía, la verdad es que leer a otros escritores siempre enriquece.


¿Qué aprendizaje te ha dejado trabajar como traductora?

Soy del pensamiento de que «para escribir una buena página, primero has de haber leído cien», por lo que traducir a otros escritores, en cierta manera, me ha ayudado a mejorar como escritora. 





¿Y como periodista?

Si te soy sincera, jamás he ejercido como periodista… Tengo el título, sí, pero nada más. 


¿Qué ventajas te parece que tiene, a la hora de escribir, tener un blog literario?

Me ha ayudado mucho a la hora de la difusión y ayuda a conseguir reseñas que, quieras que no, se traducían en más lectores leyendo mi novela.


¿Qué libro fue imprescindible en tu vida para convertirte en la escritora que sos ahora?

La historia interminable y los cómics de X-Men. 


¿Qué consejo le darías a quienes están empezando a escribir o están buscando publicar algo?

No os rindáis. Escribid, escribid, escribid… y cuando creáis que lo hacéis bien, escribir y corregid aún más, porque seguramente aún se pueda mejorar. Y nunca, jamás, os desaniméis. Este mundillo es duro y hay mucha competencia, pero la recompensa merece y mucho la pena ♥.



Muchísimas gracias a Leara por su tiempo y la buena onda ♥. Ustedes, ¡a leer, que lo tienen todo a la mano!

jueves, 2 de agosto de 2018

Jueves de entrevistas: Marcos Vázquez

¡Hola a todos! Hoy tenemos un nuevo jueves de entrevistas. Esta vez le toca a un autor nacional que tuve la suerte de poder conocer en persona, gracias al #Clubdelectura.uy, y charlar alguna que otra vez: Marcos Vázquez. Nacido en Montevideo en 1965, es autor de varios libros para jóvenes, como Imaginarius (2010), La leyenda de Laridia (2012), Imaginarius: la invasión de los agontes (2013) y Emma al borde del abismo (2014), con la editorial Trilce. Imaginarius se reeditó con Santillana (Loqueleo) este año, editorial con la que también publicó Te ama, León (2017). La leyenda de Laridia y Emma al borde del abismo fueron reeditados por Quipu. 

¡Pasemos a la entrevista!


¿Por qué escribir para jóvenes?

Creo que es algo que se fue dando de manera natural, casi sin proponérmelo. 
Lo primero que surgió fue el gusto por contar historias, más allá de la edad del lector. Empecé escribiendo obras de teatro para niños, lo cual, sin quererlo, ya marcó el camino. 
Después vino Imaginarius. Y los primeros lectores fueron mis hijos, que en ese entonces tenían ocho, once y catorce años. Eso me llevó a que los personajes principales de la novela rondaran los trece años. 
Con el paso de los libros, las historias fueron «creciendo» con mis hijos. Los protagonistas pasaron de trece a diecisiete años, para luego terminar en el entorno de los diecinueve años, la edad de que tiene hoy en día el más «pequeño» de mis hijos. 
Por otro lado, como narrador, el intercambio con el lector juvenil creo que no se compara con ningún otro. Es un público muy espontáneo que no escatima en elogios en la misma medida que tampoco lo hace con las críticas. Como autor, resulta indescriptible la emoción que se siente al recibir un email de un joven en el que te cuenta lo que le pareció tu novela, lo que sintió al leerla, qué le gustó y qué no. Supongo que es difícil que eso suceda del mismo modo, con la misma frescura, con los lectores adultos. 


¿Cómo han sido tus diferentes experiencias de publicación?

Hasta el momento he publicado en tres editoriales: Trilce, Santillana (Loqueleo) y Quipu. En todas me he encontrado con personas que aman lo que hacen y que están preparadas para ayudarte a que la historia que van a publicar crezca en todo sentido. 
Lo más difícil fue conseguir que se publicara la primera historia. Fue un recorrido largo y a veces desalentador, pero afortunadamente llegó a un buen fin y terminó siendo el punto de partida de este camino maravilloso que he recorrido hasta ahora.


La reedición de Imaginarius trajo consigo un formato especial, que interactúa con el lector. ¿Podrías contarnos sobre esto?

Con esta nueva edición de Imaginarius se puede descargar una aplicación de Realidad Aumentada desarrollada especialmente para teléfonos móviles (desde Google Play o Apple Store). Una vez que se abre la app y se le da permiso para acceder a la cámara, si se apunta a la portada del libro, van a aparecer una serie de criaturas y personajes en 3D sobre la tapa del libro.
Esto permite que el usuario interactúe con algunos personajes como si cobraran vida. En algunos casos los va a ver respirar, saltar, caminar y hasta podrá hacerlos «atacar». En otros, tendrá la oportunidad de leer capítulos adicionales de la novela que fueron escritos exclusivamente para la aplicación móvil. La idea es que el desarrollo vaya creciendo con el paso de los meses para ir incorporando nuevos personajes, así como también nuevas funciones.


¿Cuáles fueron los retos al escribir una novela de misterio como Te ama, León?

Sin lugar a dudas, el más difícil de todos fue que el lector llegara al final de la novela sin certezas. Más allá de que tuviera sospechas sobre quién era el culpable o que al descubrirlo pensara «¡lo sabía!», mi intención fue que no pudiera confirmarlo hasta las últimas páginas. El reto era escribir una historia que resultara difícil de abandonar después de leer primer capítulo.


¿Qué nuevos desafíos te estás planteando como escritor?

Tengo la intención de continuar por el camino de las historias policiales o de suspenso. Mi encantaría desarrollar una saga en la que haya personajes jóvenes que se encarguen de la resolución de varios crímenes. 
Si los protagonistas rondaran los veinticinco años o más, no sería complicado ubicarlos en alguna tarea relacionada a la investigación policial, psicológica o forense. Sin embargo, si hablamos de jóvenes de unos dieciocho años o hasta veinte como máximo, la situación cambia. Podría ser comprensible que alguna vez en su vida se vean involucrados en una situación de índole criminal, pero que se repita con cierta frecuencia, es algo difícil de justificar. Creo que en resolver ese punto está el principal desafío.


¿Podrías contarnos sobre tu proceso creativo?

Para empezar a escrirbir me alcanza con tener una idea de cómo comenzaría la historia. No necesito conocer qué va a suceder después (aunque tengo una leve noción de hacia dónde quiero ir).
Por lo general escribo durante la noche, después de que todos se van a dormir y la casa queda en silencio. No es algo que pueda hacer todos los días, como mucho dos o tres veces en la semana, así que intento aprovechar ese rato para avanzar tanto como me sea posible. Difícilmente escriba más de un capítulo en una noche, a veces no llego a completar ni siquiera la mitad. Al otro día lo leo y lo corrijo para que esté pronto para no volver atrás la próxima vez que lo retome. 
Me lleva alrededor de un año terminar novelas como Te ama, León o Emma al borde del abismo. No es sencillo, pero lo disfruto al máximo.


¿Qué es lo que más disfrutás a la hora de escribir?

Ver cómo va tomando forma la historia. Es una sensación indescriptible y adictiva. Hay veces que son las tres o cuatro de la madrugada y no puedo parar. Sé que al otro día tengo que levantarme temprano, pero no quiero dejar de escribir. 


¿Cómo ha sido la recepción de tus libros entre los lectores?

En los casi diez años que llevo en esta actividad he recibido muchas alegrías. Más allá de que obviamente hay lectores a los que puede no gustarles las historias, lo cual es totalmente comprensible dado que somos todos diferentes y es imposible complacer a todo el mundo, la gran mayoría las han recibido con agrado. A diario recibo mails de niños y jóvenes que disfrutaron de alguno de los libros y que quieren transmitírmelo. Es algo increíble y fantástico. Solo tengo palabras de agradecimiento.


¿Cómo han sido tus experiencias al encontrarte en persona con tus lectores?

Al igual que lo que comentaba en la respuesta anterior, encontrarme en persona con los lectores ha sido una experiencia muy gratificante. Cuando se publicó mi primer libro no tenía idea de que iba a recibir tanto cariño. A lo largo del año realizo como mínimo cuarenta presentaciones entre escuelas, liceos, ferias del libro, clubes de lectura, etc. Sin importar la cantidad de lugares que visite, no deja de sorprenderme la cantidad de niños y jóvenes que leen y que lo hacen gran avidez. Además, les encanta contarte lo que sintieron, lo que les gustó, lo que no tanto. 
Es muy disfrutable. 
No me canso de decir una y otra vez que la escritura solo ha contribuido a hacerme más feliz. 


¿Cómo ves la literatura juvenil en Uruguay?

Creo que no me siento capacitado como para responder esta pregunta con certeza. No dispongo de información suficiente como para realizar un análisis que me permita sacar conclusiones correctas.
Sí puedo decir, en base a lo que veo y a sensaciones, que hay una gran producción de obras para jóvenes por parte de las editoriales. Hay muchos escritores uruguayos de gran talento que están haciendo un excelente trabajo y sus obras son muy solicitadas por los jóvenes. Lo noto sobre todo cuando visito las bibliotecas de los liceos donde hay varios autores cuyos libros siempre están prestados o reservados, a veces con semanas de antelación.
Me da la sensación de que la literatura juvenil en Uruguay está en un gran momento.


¿Estás trabajando en algo ahora mismo? ¿Podrías contarnos sobre tus proyectos futuros?

Estoy trabajando sobre un cuento que escribí hace varios años y que se publicó en Cuento Contigo, un libro de cuentos de varios autores editado por la Cámara Uruguaya del Libro. La historia se titula «La llamada» y tiene un final abierto, por lo que, gracias a al entusiasmo de la gente del #Clubdelectura.UY, me propuse convertirla en una novela. Veremos en qué termina el intento…


¿Te interesaría escribir para adultos en un futuro?

En principio no, pero… No me queda muy clara cuál es la diferencia entre escribir para adultos o para jóvenes. No sé cómo trabajarán otros escritores, pero en lo personal, cuando escribo, no estoy pensando en la edad del posible lector. ¿Qué es lo que hace que una novela como Te ama, León sea para jóvenes y no para adultos? ¿La edad de los protagonistas? ¿La extensión? ¿Un adulto no puede pasar un buen rato si la lee? Después de todo, la novela habla de un asesino serial que se ensaña con la Navidad y empieza diciendo que va a asesinar a un niño… 
Más allá de lo anterior, que no sé qué tan válido sea como razonamiento, por el momento creo que voy a continuar por el mismo camino. Después, siempre habrá tiempo para que alguien decida cuál es la edad apropiada para leer una determinada novela. 


Si tuvieras que elegir una de tus historias para vivir en ella, ¿cuál sería?

¡Ninguna! Jajaja. No me imagino viviendo en Karim y luchando contra manykatz o zumbadores reales… 


¿Cuáles han sido los libros que más te han influenciado como escritor?

Confieso que desde que escribo me he convertido en un lector insoportable… Más allá de disfrutar de las historias, analizo todo lo que leo; me fijo en las estructuras que utiliza el autor, cómo narra determinados sucesos, etc. En ese sentido todos los libros han ejercido cierta influencia en mi profesión de escritor. En cuanto a las historias, me gustan mucho las novelas de autores como John Katzenbach o Sebastián Fitzek, que tienen la virtud de atrapar al lector desde el principio de la novela. A decir verdad, cualquier autor que me atrape con un libro me genera las ganas de poder escribir algo así.


¿Qué consejo le darías a quienes recién empiezan escribir o buscan publicar lo que hacen?

Que disfruten del proceso de escritura. Para mí eso es lo más importante, más allá de si una editorial lo publica o si le gusta a quien lo lee. Escribir da placer; no importa lo que venga después. Y que no dejen de escribir si no logran publicar una historia. La escritura es como un músculo, cuanto más se ejercita, mejor es el resultado. Y que lean. Mucho. Como decía en la respuesta anterior, eso ayuda a descubrir recursos que son imprescindibles a la hora de narrar.




Muchísimas gracias a Marcos por su tiempo y por la completa entrevista ♥. ¿Lo conocían? ¿Lo van a leer? ¡No dejen de contarme!

jueves, 26 de julio de 2018

Jueves de entrevistas: Violeta Otín

¡Hola! Bienvenidos a un nuevo jueves de entrevistas. Hoy le toca a una autora de romántica histórica a la que he tenido el enorme placer de corregir, pero sobre todo, el gusto de leer. Violeta Otín nació en Zaragoza y se licenció en la carrera de Filología Inglesa. Publicó Hierro y seda y Amar a la bestia con Escarlata ediciones, Dos corazones en Waterloo con RNR y varios relatos en antologías. Destaca sobre todo por su romántica histórica de calidad, que nos enamoró a mí y a unos cuantos.

¿Pasamos a la entrevista?




¿Hace cúanto que escribís ficción? ¿Cómo empezaste?

Por primera vez, ni lo recuerdo: solo puedo decirte que fue después de leer Mujercitas. Sí sé cuándo terminé por primera vez un relato, y fue hace unos cinco años. Lo envié a un concurso y, aunque pasó sin pena ni gloria, me picó el gusanillo de la escritura. Seguí con los relatos hasta que me decidí a saltar a la novela, y desde entonces, no consigo desengancharme. Creo que se ha convertido algo así como en una necesidad.

¿Qué es lo que te atrae de escribir romántica histórica?

La novela histórica es uno de mis géneros favoritos, pero me siento todavía más cómoda cuando es el romance lo que vertebra mis historias. Como lectora, prefiero las novelas que hablan de personajes, y de lo que les ocurre tanto por dentro como por fuera, y en ese sentido, tal vez el romance histórico resulte más versátil. Además, me prefiero los finales felices: que los personajes sufran y luchen por mejorar, pero, que al final, obtengan su recompensa.


¿Cómo llegás a un evento histórico que te inspire a escribir una novela?

Con la documentación. Cuando tengo un esbozo del personaje (o personajes) que va a protagonizar una novela y empiezo la labor de documentarme suele ocurrir que, casi como por arte de magia, encuentro algún episodio histórico que es el episodio histórico. Me sucedió con Hierro y seda mientras investigaba para un relato: la costumbre que existía en la Antigua China de ofrecer princesas a los jefes nómadas como garantes de la paz me ofrecía un marco difícil de resistir. Con Amar a la bestia me sucedió algo parecido. Tenía claro el escenario pre-artúrico, pero fue la documentación más exhaustiva la que terminó de construir el disparador.


¿Cuánto te lleva la documentación al inspirarte en hechos históricos tan puntuales?

Sinceramente, siempre bastante más de lo esperado. Más que por tratarse de hechos puntuales, creo que es por las épocas que elijo: son edades oscuras, de las que existen muy pocos datos, y me lleva mucho tiempo encontrar información. Ahora mismo, no recuerdo si me llevo más documentarme para Hierro y seda, o para Amar a la bestia. De todas formas, aunque siempre me quejo, es una parte apasionante, la de la documentación, y en ocasiones me sirve para introducir golpes de guion que no se me habían ocurrido, o ciertos personajes que le dan sabor al guiso. 


¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Seguís algún método para escribir una novela?

Un método en concreto, no, pero es cierto que la trama suele partir de un personaje. Cuando me viene la inspiración para uno (suelen ser siempre los protagonistas femeninos, excepto en el caso de Amar a la bestia, que primero surgió él) voy construyendo la historia alrededor, y una vez que por fin tengo la línea principal (digo «por fin» porque siempre es lo que más me cuesta), me pongo con la escaleta. Aunque, de todas formas, soy más de brújula que de mapa. 


¿Qué te parece fundamental a la hora de crear personajes?

Que se vean como personas de verdad, con alma, con matices, con contradicciones. Que los buenos tengan una porción de oscuridad y los malos tengan su parte de luz. Así que, a la hora de construir a los primeros empiezo partiendo de algún defecto principal, y voy añadiendo capas, algunas mejores, otras peores, para intentar darle esos matices. Con los malos hago lo mismo pero partiendo de alguna virtud. No hay nada más insoportable que un villano malísimo y un prota perfecto. Tampoco me interesan los personajes extraordinarios. Prefiero los personajes corrientes que se ven expuestos a situaciones extraordinarias y tratan de salir adelante lo mejor que pueden. Por eso me encantan las debilidades de mis héroes y de mis heroínas: porque un forzudo valiente envuelto en una batalla no es tan impresionante como un tipo corriente que se ve rodeado de enemigos sin querer; o un tipo horroroso que se enamora de una mujer hermosa es mucho más interesante que un galán guapetón enamorado de otra bella.


¿Qué es lo que más te importa transmitir con la narración?

Los sentimientos de los personajes, sus emociones. Obviamente, me gusta que se vea el armazón histórico (¡con la de trabajo que lleva la documentación!), pero que no robe el protagonismo a los personajes. También me ocurre como lectora. Al final, los libros hablan de alguien a quien le sucede algo, y lo que me interesa es descubrir cómo ese alguien afronta lo que le va surgiendo por el camino. Me gusta que se perciban los miedos, las dudas, las certidumbres… Que el lector tema, dude, se convenza de las cosas al tiempo que el personaje, que intente meterse en su piel y pensar qué haría de encontrarse en su lugar. 


¿Cómo ha sido tu experiencia con editoriales? ¿En qué benefició a tu escritura?

Pues no puedo quejarme de ninguna. Tanto RNR como Evohé me dejaron total libertad para conducir las historias como prefiriera; Escarlata, sin embargo, es de trabajar más encima de sus escritoras. Todas sugieren, aconsejan, y orientan, y evidentemente de todas se sacan cosas positivas. Con Evohé, por ejemplo, aprendí muchísimo sobre la construcción de personajes; Escarlata me ayudó a la hora de tratar los puntos de vista… He tenido suerte con las tres.


¿Estás trabajando en algo ahora? ¿Podés contarnos algo sobre proyectos futuros?

Ahora mismo no tengo nada en mente. Pero nada de nada: ni proyectos, ni ideas, ni un triste personaje con ganas de asomar más de la cuenta. 


¿Cómo compaginás tu vida cotidiana con la escritura?

Suelo escribir por las mañanas, que es cuando tengo más tiempo y más tranquilidad alrededor. Cuando estoy inspirada, intento escribir todos los días, aunque sea solo un ratito, para que no se me descuelgue la historia. Y cuando tengo un bloqueo, lo tomo con calma: no pasa nada por hacer un paréntesis. Así que, básicamente, escribo cuando tengo tiempo y ganas, pero no organizo mi vida alrededor de la escritura. Prefiero adaptarme.


¿Cómo influye la carrera que estudiaste en tu forma de escribir?

Estudié filología inglesa, y me centré más en la línea de literatura que en la lingüística, así que, desde luego, la carrera me proporcionó un buen colchón de lecturas a las que quizá no habría llegado por mi cuenta. Sin embargo, atreverme a pensar que mi forma de escribir está influida por Jane Austen o Fanny Burney… ¡me da vergüenza solo de pensarlo! Con todo, sí que creo que todas las lecturas que hacemos, al igual que todo lo que vivimos o todas las personas que conocemos a lo largo de nuestra vida tienen una influencia en nosotros, y en las cosas que hacemos, aunque sea mínima.   


¿Qué lecturas te parecen imprescindibles?

Anna Karénina. Y Orgullo y prejuicio, pero mejor si es después de haber leído Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft. Sea cual sea tu opinión de Jane Austen, vas a tener un concepto muy distinto de su obra después de leer la Vindicación. Y, bueno, ya que he cogido carrerilla, también voy a acordarme de Un caso acabado, de Graham Greene. 


Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

¡Me lo pones difícil! Porque todas mis protagonistas viven en mundos duros y yo no sería capaz de soportar ninguno de ellos, me parece. Quizá eligiría mi relato «Nieve sobre el cerezo», que está ambientado en el Japón feudal. Desde luego, me quedaría en alguna que evoque el Lejano Oriente, eso seguro.


¿Te parece que hay muchos prejuicios sobre el valor literario de la romántica?

Buena pregunta. Que hay mucho prejuicio es un hecho; nadie se ofende cuando le preguntas si lee novela negra o ci-fi, pero muchas personas (incluso lectoras en la sombra) arrugan la nariz si les preguntas lo mismo sobre la romántica: «¿yoooo?». 
Ahora, ¿tienen algún sentido? Siempre he pensado que gran parte de esos prejuicios se deben a que estamos ante un género escrito (en su inmensa mayoría) por y para mujeres. La novela a secas era, en época de Jane Austen, más propia de mujeres que de hombres, que leían más poesía y ensayos: ¿no era entonces la novela la hermanita pequeña de otros géneros más serios? Ahora, el calificativo permanece en la romántica especialmente. Qué casualidad, ¿no?
Por otra parte, sobre el valor literario podríamos tirarnos horas hablando y discutiendo. Es verdad que hay autoras y títulos muy destacables, que trabajan personajes complejos y tramas muy buenas, pero no es menos cierto que se publican muchas obras mediocres. O yo tengo muy mala suerte eligiendo libros, o la gran mayoría pecan de lo mismo: personajes maniqueos con una evolución nula o totalmente predecible, argumentos calcados, escenarios inverosímiles (esto sobre todo en histórica)… Y con un estilo narrativo que muchas veces parece dirigido a niñas más que a lectoras adultas. Si se quiere dar prestigio a la romántica pero se sigue publicando tanto libro malo, al final tendremos que creernos eso de que es un género menor.


¿Qué le recomendarías a quienes empiezan a escribir o buscan publicar?

Primero, que lean: mucho y variado. Puede parecer una obviedad, pero me espanta que haya «escritores» que confiesen que no les gusta nada leer, y que, como mucho, se lean a sí mismos. Así, poco van a aprender. Por otro lado, que tengan paciencia, y no se precipiten. Terminar una novela no es solo terminar el borrador: una vez que pones el punto final, es una buena idea dejarlo reposar unas cuantas semanas antes de retomarlo para revisarlo enterito y corregirlo. Si tienes la suerte de contar con un buen lector cero, adelante, y si no tienes ninguno, es hora de buscarlo. Mejor evitar a la familia, y conviene no enfadarse con él: un ego demasiado sensible es mal consejero para un aspirante a escritor. Y si has llegado hasta aquí, es el momento de localizar una editorial a la que pueda encajar tu propuesta, y confiar en tu trabajo.



Muchísimas gracias a la autora por su tiempo y por las respuestas tan completas ♥. A ustedes, gracias y ¡nos vemos en la próxima!