miércoles, 30 de septiembre de 2020

Recomendaciones de primavera



La primavera nunca fue santo de mi devoción por un motivo muy sencillo: las alergias. Por todo lo demás, me gusta bastante esta época del año. En 2020 la esperaba con muchas ganas. Este invierno se hizo especialmente largo y frío, y la verdad que necesito un poco de solcito, calor, flores. Por eso, en esta entrada primaveral les traigo varias opciones para leer al aire libre, con una luz nueva y con ganas de que el año finalmente empiece a remontar.


Todo lo que sé sobre un corazón roto

Con las emociones a flor de piel en esta estación que recién llega, tal vez estemos de ánimos para leer una novela que rebosa emociones, intensidad, arte y nastante melancolía. Daniel Ojeda Checa tiene una prosa bellísima, pero además juega con la ambientación y con los diálogos de manera que vuelve la cotidianidad algo irreal, que parece ser nuestro mundo pero no lo es del todo. ¿De qué trata? Hay desamor, por supuesto, pero también amor. Personajes que necesitan sanar, que lo intentan. Incertidumbre, miedos. Si quieren aprovechar estos meses para embarcarse en una historia sensorial y emotiva, lean este libro.


La Isla de los Vientos Prohibidos

Por otro lado, si están de humor para algo más entrañable y sencillo, sin perder la poesía, esta novela de Helen Velando, una autora uruguaya que muchos hemos leído desde nuestra infancia, puede ser la opción correcta. Una isla en la que suceden acontecimientos extraños, imposibles de explicar. Desapariciones, mariposas... Esta historia coral tiene un toque de realismo mágico muy disfrutable. Además, es parte del mismo universo narrativo que otras de sus obras, aunque pueda leerse de forma independiente, lo que enriquece bastante la ambientación. Y los capítulos están acompañados por pequeñas ilustraciones de Lucía Franco ♥.


Moriré besando a Simon Snow

Esta novela de Rainbow Rowell tal vez sea la más conocida de las recomendaciones que traigo. Aunque es recomendable, no es obligatorio leer Fangirl antes de adentrarnos en la historia de Simon y Baz, de este mundo mágico que se inspira y a la vez no en el de Harry Potter, que tiene unos personajes maravillosos y un romance súper intenso y shippeable. Es un libro para shippear a los protagonistas, aclaro. Para leer desenfrenadamente, emocionarse y morirse de ganas de saber cómo va a terminar. Esta autora es una apuesta segura en cuanto a lectura ligera, emotiva y wholesome.


Brillarás

Esta novela de la argentina Anna K. Franco fue una sorpresa para mí. Resultó ser una historia mucho más profunda de lo que la portada y la sinopsis me hacían imaginar, y disfruté del enorme crecimiento de la protagonista y de lo dulce del romance. Dulce, no empalagoso. Y cuando digo crecimiento, hablo de duelo y de todo lo que acarrea consigo la pérdida de un ser querido. Encima, en un momento como la adolescencia. Puede que sea un libro triste en muchos sentidos, pero puede ser una buena opción para quienes busquen encarar la primavera con un libro que se les quede metido en el pechito.


Por último, quería comentarles que desde hoy y hasta el 30 de octubre van a tener disponible el poemario de Andrea Tomé, twenty-six, en Lektu. Si lo compran hoy —hora española, así que creo que les queda una hora o algo así—, participan de un sorteo de seis lockscreens coleccionables. No sé si es un libro primaveral, más bien me suena a algo para leer en otoño con una bebida calentita, pero no quiero dejar de hacerles saber de su publicación porque Andrea es una autora muy querida en este blog ♥.

Recuerden que pueden leer las reseñas completas de estos libros en los links de sus títulos, pero también pueden encontrarlas —y muchos libros más— en el índice del blog. ¡Buena lectura!

miércoles, 23 de septiembre de 2020

El alma de la espada - Reseña

«Kagawa utiliza elementos de la mitología japonesa y su folklore para desplegar una historia épica… Una aventura repleta de acción.» Kirkus Reviews

«Este primer volumen de la nueva serie de Kagawa no decepciona. Es una experta en colocar personajes realistas dentro de mundos mágicos verosímiles. Los lectores no saldrán de casa hasta devorar el capítulo siguiente.» Booklist

Hace mil años se concedió un deseo, y con él se forjó una espada de ira y relámpago: Kamigoroshi, la Asesina de Dioses. Un arma lo suficientemente poderosa para confinar eternamente al temible ogro Hakaimono.
Pero ahora el demonio se ha liberado.
Yumeko, una chica mitad zorro kitsune con capacidad de urdir ilusiones, tiene una misión que cumplir: llevar su fragmento del antiguo y poderoso Pergamino de las Mil Oraciones al Templo de la Pluma de Acero, y así evitar la venida del Heraldo del Cambio, el Gran Dragón, que concederá un deseo al portador del pergamino. Pero ahora ella tiene un nuevo enemigo, más peligroso que cualquiera con quien se haya enfrentado. El demonio Hakaimono es libre por fin, y ha poseído a la persona en la que Yumeko confiaba su protección, Kage Tatsumi, el valeroso guerrero del Clan de la Sombra.
Hakaimono tiene un solo objetivo: romper la maldición de la espada, liberarse, y sumir al mundo en el caos y la destrucción. Pero para hacerlo necesitará el pergamino, y Yumeko es la única que se interpone en su camino.


El alma de la espada es la secuela de La sombra del zorro, y es imposible hacer una reseña sin spoilear el final de la primera parte. Están todos avisados. Los que quieran evitarlos, pueden leer la síntesis en el último párrafo.

Dicho esto, sigamos el ejemplo del libro y vayamos directo a los bifes. Atrás quedó el paseo por las praderas de Iwagoto; los espíritus malignos se congregan para formar un ejército, se escapó uno de los demonios mas fuertes de la historia que además anda con muchas ganas de cortar a nuestros protagonistas en pedazos, y el descenso del dios dragón está cada vez más cerca. Claramente, el curso de acción inmediato tiene que ser sentarse a tomar el té y dedicarle unos cuantos capítulos a intrigas de la corte.

Les prometo que dentro de la narrativa tiene más sentido.

Cada capítulo está narrado por un personaje, siendo los principales Yumeko y Hakaimono. Yumeko tuvo que madurar tras los sucesos del primer libro, ahora tiene una misión clara y tendrá que usar toda su astucia y su magia para cumplirla. La urgencia de la trama no impide que haya momentos en donde la relación con sus compañeros de viaje se desarrolle o se deje llevar por su naturaleza bromista. Todavía se puede ver inocencia en su forma de ser y aprenderá por las malas las consecuencias que traen sus poderes.




Hakaimono es MALO. Sus hobbies son pasear por las montañas, burlarse de Tatsumi y separar extremidades de los cuerpos de aquellos que le falten el respeto; y faltan varios capítulos para llegar a las montañas. Teme que pasar tanto tiempo obligado a convivir con humanos lo haya ablandado, porque a veces no le apetece arrancar las cabezas de sus enemigos y se conforma con cortarles un brazo. Está narrado tal cual como un villano de anime, pero debo admitir que me gusta su simplicidad. Carga con la mayoría de la acción de la novela y pude imaginarme sus peleas cuadro por cuadro mientras las relata.

La narración se va intercalando entre ambos de tal manera que uno no se satura con sus personalidades. Cabe destacar tambien los interludios del ronin y el principe samurai, en donde van forjando una sólida amistad... ¿o tal vez algo más? Debo admitir que dentro de un libro tan directo, la discreción con la que crece su relación es refrescante.

La construcción del mundo ya no toma un plano tan destacado como en la primera parte, pero seguimos encontrando nuevas criaturas y leyendas del folklore japonés que están muy bien integradas a la fantasía. No solo aparecen los distintos seres que descuartiza Hakaimono, también tenemos tengus, gatos con dos colas y guerreros históricos como Benkei y Yoshitsune entre otros.

El alma de la espada es un libro de transición. Se enfoca hacia el objetivo de salvar el mundo de la destrucción, pero sin soltar los momentos que dejan el corazón calentito. Es el segundo libro de una trilogía, así que termina con final abierto y más preguntas que respuestas. Muy recomendado para aquellos que gusten de la cultura japonesa o que quieran meterse de a poco con algo mas amigable a la mentalidad occidental. Para los que no, les puede llegar a parecer un poco intenso, pero no deja de ser un buen libro de fantasía con un mundo sólido.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Infernales. La hermandad Brontë - Reseña

En un inhóspito y alejado pueblo de Inglaterra, a mediados del siglo diecinueve, tiene lugar un suceso extraordinario: tres muchachas pobre y poco saludables se convierten en novelistas de fama internacional. Escribiendo desde las infancia, las Brontë -Charlotte, Emily, Anne- junto con Branwell, único varón de la cofradía de hermanos, componen poemas, cuentos, y obras de teatro por los que desfilan reinos y batallas, crímenes y ardides, parentescos dudosos y amores prohibidos. Con el tiempo, Charlotte llegará a ser una celebrada autora; Emily mantendrá el anonimato mientras su Cumbres Borrascosas escandaliza Gran Bretaña; Anne publicará La inquilina de Wildfell Hall, una de las primeras novelas feministas; Branwell, poeta maldito, llevará el ideal romántico hasta los limites de la autodestrucción y será increíblemente proscripto de la historia.

Infernales es la biografía más completa sobre la familia Brontë escruta en castellano y, al mismo tiempo, la apasionante historia de una hermandad marcada con sangre y literatura.

Mi primer encuentro con los Brontë fue hace muchos, muchos años, cuando de casualidad llegué a su biografía mientras exploraba la Encarta 2003. Su historia me resultó tan apasionante que la pasé a mano a uno de mis cuadernos —era algo que solía hacer con todo lo que me interesaba. A pesar de esto, no leí ninguna de sus obras hasta que a eso de los quince años encaré Cumbres Borrascosas, que no me gustó, aunque sí disfruté de las adaptaciones cinematográficas que vi. Si bien en ese entonces y en los años posteriores no hice un esfuerzo por leer a las demás hermanas, siempre me paraecieron de lo más interesantes.

Este 2020, las hermanas Brontë fueron las elegidas para protagonizar #UnAñoCon, la tercera edición de nuestra lectura conjunta anual —originada en el #Clubdelectura.uy, con apoyo de Escaramuza—, en la que leemos y comentamos libros del autor elegido cada dos meses. De esta manera, pudimos leer Jane Eyre, Agnes Grey, Shirley y Cumbres Borrascosas. ¡Aún están a tiempo de unirse para leer juntos Villette y La inquilina de Wildfell Hall!

Si bien Jane Eyre me encantó, no pude terminar Agnes Grey ni empezar Shirley por cuestiones de tiempo y organización, muy 2020 todo. Respecto a Cumbres Borrascosas, sigue sin terminar de gustarme, así que tal vez esa historia no sea para mí. Pero no estamos acá para hablar de las obras de estas hermanas, sino para comentar el libro de Laura Ramos.




Hay biografías escritas con un tono frío e impersonal, que se limitan a soltar datos y contarnos los hechos clave en la vida de quienes las protagonizan. Otras, como esta, juegan con una narración más literaria, que involucra al lector y que lo hace sentir espectador de algo más que información. Como si se tratara de una novela, no una biografía. Una historia.

Si bien lo que le sucedió a la familia Brontë no es ficción, la ficción fue uno de los grandes pilares de su vida. A través de este libro, somos testigos de la importancia que tuvo para los cuatro hermanos la creación de mundos inventados, personajes, relatos que se volvieron tan parte de su cotidianidad como las tareas escolares o la vida en el páramo. Puedo decir que los avances en su literatura temprana —la Ciudad de Cristal, los mundos de Angria y Gondal— son lo que más disfruté leer. Me pareció maravillosa la forma en que la autora une la evolución de la cronología de estos mundos con los eventos de la vida de los Brontë.

¿Y la vida de los Brontë? Tremenda. La biografía realiza un muy buen retrato de la época y de la situación social de la familia, así como de sus sueños, pretenciones y desilusiones. Bastantes fracasos. Mucha muerte. Con un tono sensible o sarcástico según toca, llegamos a conocer a actores normalmente invisibilizados en la cultura general, como Patrick y Maria Brontë, los padres de la familia, y Maria y Elizabeth, las dos hermanas mayores, que fallecieron durante la niñez. Sobre todo, Branwell. El hermano de la discordia, que tiene un papel central en este libro y cuya figura se analiza con muchísima atención. 

Conocer la vida de las Brontë es una forma de entender mejor su literatura. Si bien podemos separar la obra de la vida de los autores a la hora de analizarla, basta con leer sobre Cowan Bridge, el colegio para hijas de clérigos en el que Maria y Elizabeth se enfermaron para entender más el internado de Jane Eyre. O saber sobre los inicios de la vida de Anne como institutriz para que nos quede clara la inspiración de Agnes Grey. O los paisajes de Haworth, en los páramos de Yorkshire, para recordar la ambientación de Cumbres Borrascosas. Creo que se entiende mi punto.

También me encantó saber más sobre la forma en la que veían y encaraban el mundo. Cada uno de los hermanos tiene una personalidad bien definida, súper especial y distinta a lo que se acostumbraba en la época. La inteligente y sensata Charlotte, la salvaje Emily, la dulce Anne. Y Branwell, con sus ínfulas de poeta maldito. Aunque a veces tienen comportamientos cuestionables —vistos desde una óptica actual, tal vez—, es imposible no tomarles cariño a través de las palabras de la biógrafa, de citas, testimonios, cartas y diarios. Se vuelven más cercanos de lo que uno esperaría.

La edición, además, es excelente. Incluye mapas, árbol genealógico, guía de personajes y locaciones de las novelas, fotos y una extensa bibliografía. Así, con el mismo amor y entusiasmo que leí aquella entrada de la Encarta hace ya tantos años, leí este libro. Llena de curiosidad, de ganas. Se convirtió fácilmente en uno de mis libros de no ficción favoritos

De más está decir que lo recomiendo, ¿verdad?




miércoles, 2 de septiembre de 2020

Silber. El primer libro de los sueños - Reseña

Misteriosas puertas con tiradores en forma de lagartija, figuras de piedra parlantes y una niñera enloquecida con un hacha en la mano... Últimamente, los sueños de Liv Silber son bastante inquietantes. Sobre todo uno de ellos le preocupa muchísimo. En ese sueño se encuentra en un cementerio, de noche, observando a cuatro chicos que llevan a cabo un sombrío ritual. Los chicos guardan una relación muy real con la vida de Liv, puesto que Grayson y sus tres mejores amigos existen de verdad. Hace poco que Liv asiste al mismo instituto que los cuatro, quienes en realidad parecen bastante simpáticos. Sin embargo, lo que resulta realmente inquietante —mucho más inquietante que el cementerio por la noche— es que los chicos saben cosas sobre ella que durante el día jamás manifiestan... hasta que llega la noche y, con ella, el sueño. Liv ignora cómo lo saben, es un misterio absoluto, y ¿quién se resiste a investigar un buen misterio?





Debo empezar esta reseña con una confesión: creí que este libro era middle-grade, así que me llevé una buena sorpresa al descubrir que era juvenil. ¿Me molestó? No, solamente me desconcertó por un par de páginas. Después, seguí con mi vida. Más o menos. En verdad, me desconcertó por una gran cantidad de motivos, a veces para bien y otras no tanto, pero sin duda este libro no fue para nada lo que esperaba. Lo disfruté, eso sí, y ahora les voy a contar bien por qué.

Este no viene siendo un buen año de lectura; no porque no pueda leer o porque no me haya encontrado libros increíbles, sino porque he vivido muchos cambios a lo largo de los meses, y varios son de horarios y rutinas. Mientras me adapto a ellos y a distribuir mi energía de forma diferente, la lectura y el blog van retomando de a poco un lugar más prioritario en mi vida. No me gusta verlo como una tarea, así que también me costó un poco más por ese motivo. Está claro que eso repercute en los seguidores, los comentarios y las visitas, pero soy humana y adulta, y tengo que hacer lo que puedo con el tiempo que tengo. ¿Y qué tiene que ver todo esto con el libro? Que hacía meses que no leía algo con tanta facilidad. No me refiero a rapidez, que eso lo tengo entrenado, sino a leer sin esfuerzo y con ganas. Cuando me paraba a mirar, ya había leído ciento y algo de páginas, cosa que no me pasó mucho este año.

Es por eso que voy a empezar hablando de la prosa desenfadada de la autora, de lo bien que canaliza la voz de una adolescente escéptica, sarcástica y curiosa como Liv a través de la narración en primera persona. La historia fluye gracias a que la prosa y la voz son amenas, son interesantes y divertidas, con mucha personalidad y algunas referencias que no se hacen pesadas. Creo que, más allá de que pueda caer bien o mal Liv —es una adolecente, cosa que noto que muchos olvidan cuando leemos juvenill—, está muy bien trabajada y nos lleva por la historia con mucha energía y un fuerte carácter. Aprovecho a seguir hablando un poco más de Liv en este párrafo, ya que estoy. Una chica inquieta, cuyos padres tienen trabajos que los obligan a mudarse de país constantemente. Ella y su hermanita Mia —un personaje con aun más carácter, que personalmente adoré— no han tenido un hogar real o amigos veraderos, tan solo a Lottie, su niñera. Sin embargo, no por eso son tímidas. Más bien, lo opuesto.

Así como Liv me parece un personaje tridimensional y bien logrado, la mayoría de los secundarios también tienen este nivel de trabajo. Su familia, sus nuevos amigos, los nuevos vínculos familiares que llegan como sorpresa. Todo esto funciona muy bien. Ahora, tal vez algunos de ellos tienen menor desarrollo más allá de unos simples rasgos caracterizadores, como Jasper, pero supongo que se ampliará en este tipo de personajes en las próximas entregas. A pesar de eso, me parece que todo esto se da de forma natural y que los secundarios tienen vida, objetivos y una influencia en Liv y en su historia. No quiero decir demasiado: es un libro fácil de spoiler y, así de raro como es, mejor no saber mucho.

Y es que sí, acá hay de todo: sueños extraños, ritos satánicos —no esperaba ese nivel de oscuridad—, un secundario inglés —estamos en Londres, aunque la autora sea alemana— con un baile de otoño con temática victoriana, un blog con chismes por una persona anónima que parece saberlo todo... Yo qué sé, a veces me dejaba con un signo de interrogación en la cara, pero admito que me intrigó en todo momento. Tal vez el contenido liceal adolescente no me entusiasmó tanto, pero no podemos olvidar que es una novela juvenil y que claramente no soy el público objetivo, aunque pueda disfrutar del libro. Encaja perfecto en la novela y seguro que era lo que habría querido encontrar cuando era más chica. Estoy segura de que habría disfrutado muchísimo más de este libro a los quince años, porque este era el tipo de contenido que buscaba y disfrutaba. Ahora, a los veintisiete, es un poco distinto, pero no por eso lo veo como algo negativo. Creo que no está de más la aclaración.

Como negativo, en verdad, encuentro algunos detalles. Cierto comentarios no del todo atinados —de todas maneras, es un libro de 2013 y se lo tengo en cuenta—, un par de situaciones que no me convencieron, pero fuera de eso no me disgustó. Me parece que, además, el final es perfecto porque da a entender que lo verdaderamente bueno recién empieza, y que para eso tenemos que leer el siguiente. Aun así, si ignoramos esa última página y que cierta trama no se resuelve en este primer libro, podemos quedarnos perfectamente con una novela autoconclusiva si es lo que deseamos. Por el momento, es lo que voy a hacer yo, más que nada porque tengo muchísimos pendientes. En un futuro, tal vez siga con esta saga.

Así que, como conclusión, puedo decir que lo disfruté, y que también disfruté mucho leer de esta manera tan suelta y ligera, como hacía tiempo no lo conseguía. Es algo que agradezco mucho, así que ténganlo en cuenta si están con bloqueo lector o con ganas de algo ágil. Luego me cuentan, ya saben.