lunes, 30 de octubre de 2017

Género oriental - Reseña + #LCACOTARSAGA

Inglaterra tiene su tradición de ghost stories. Francia, su grand guignol. Estados Unidos, su Weird Fiction. Japón, sus kwaidan. En Uruguay tenemos un puñado de “raros”, que según Ángel Rama no escriben fantasía, sino que “interpelan a la Naturaleza”.
Aquí van, entonces, más raros. Gente sin prejuicios y hasta con orgullo de serlo. Gente sin respeto por el Realismo, que escribe cuentos de ciencia ficción, terror, fantasía, policial o, por no haber mejor forma de definirlo, cosas raras. 









Creo que con la sinopsis queda clarísimo qué contiene este libro, pero de todas formas aclaro que se trata de una antología de relatos de... todo eso que dice ahí. Sobre todo eso de cosas raras, que es muy cierto y muy honesto. Lo compré en la Feria del Libro de Montevideo hace relativamente poco, y mi motivación era que contenía un cuento de una gran escritora y amiga, Carolina Cynovich. Sin embargo, también me atraía mucho la temática y la lista de autores, de los que conocía pocos y me intrigaba conocer más. Dado que es una lista larga, los remito a la página del libro en Goodreads para ver eso. Y también a la página de Facebook de la editorial, donde van a poder ver fotos de la presentación, a la que tuve la suerte de poder asistir aunque haya tenido que escaparme de clase para ello. También tengo la suerte de tener el libro firmado por unos cuantos de sus autores, aunque ahora me da vergüenza haberles hinchado demasiado las bolas.

Terminado este párrafo largo y explicativo, hablemos un poco más del libro en sí. Fue un gran compañero de viajes cotidianos. Es posible que haya leído la mitad encima de un ómnibus. Más específicamente, un 329 Saint Bois que en una mañana de cielo azul brillante y pajaritos se volvió muy, muy oscuro, y volver a la realidad luminosa al levantar la cabeza de las páginas fue más difícil de lo que uno pensaría. Ya he dicho que en general no soy buena lectora de relatos, pero con este se sintió de lo más natural, tanto los que leí tirada en la cama, en ratos libres de la facultad o arriba del ómnibus.

El libro abre con un relato muy macabro de Andrea Arismendi, «La novia de Lugosi». Acá ya empecé a hacerme una idea de qué me iba a encontrar, así que me acomodé en el hall de la facultad y me metí de lleno en la antología. Creo que justo de este le hablé a mi mejor amiga, que trabaja en una morgue como asistente de forense. Por si les dice algo del tono. Hay una chica obsesionada con animales muertos. A mí me gustó mucho.

«Aguas negras», de Eduardo Cuadrado, me hizo pensar en una especie de «Rodríguez» urbano, aunque fuera por otros caminos. Sin ser de mis favoritos, disfruté mucho de los diálogos. «Más que un juego», de Darío Iglesias, recrea una escena que más de alguno seguro vivió: un grupo de amigos frente al juego de la copa, pero se les va de las manos. «Género», de L. F. Phipps, es de esos raros, pero va construyendo una atmósfera siniestra in crescendo hasta que nos chocamos con el final. «El cajón cerrado», de Rodolfo Santullo, fue sin duda uno de mis favoritos, responsable de que ese 329 se me llenara de penumbras. No sé si entendí bien «Alguien sabe», de Brunella Tedesco, por lo que tendré que releerlo; lo que sí sé es que me dejó muy inquieta mientras leía. «El hormiguero», de Henry Trujillo, tiene algo muy cercano, muy real, que lo vuelve aún más siniestro

No todos tiran para lo macabro. «El regreso del Capitán Rayo», de Pablo Dobrinin» cuenta la historia de un inspector de policía en un Montevideo futurista, casi sumergido en el agua. También es otro de los que más disfruté. «Los que no hemos vivido de verdad», de Pedro Peña, tiene el mejor subtítulo del universo: «Una historia punk retro rural», y está más cargado de venganza y acción que de otra cosa.

Por supuesto, hay otros con toques más fantásticos, sobrenaturales. «La niña que convocaba a las gaviotas», de Horacio Cavallo, tiene un toque inquietante, pero me llenó de ternura y fascinación, así como también lo hicieron «Cactus o la historia de un coro», de Carolina Cynovich (no esperaba menos) y «Abuela Nicasia» de Luis Edilio Gómez. No sabría explicar sino con la palabra raro lo que hay en «Partes del cuerpo», de Juan Andrés Ferreira, y la extraña criatura; «Estilo pecho», de Matías Larramendi, y su asfixiante descripción de un ómnibus (rara, sí, pero no desacertada); «Una noche más», de Melina Regalini, y el tedio que derrite a la protagonista; el fascinante camión de «Enkidu», de Renzo Rosello, que leí en la parada y me estremecí cuando los ruidos de la calle coincidían con los truenos de la tormenta del cuento; «Problemas a la hora de ir a comprar bizcochos», de Bolivar Viana, y el curioso desdoblamiento que presenta; «Naturaleza muerta», de Guzmán Vila, un cierre perfecto, como la presencia de la anciana.

Dejo para el final mis favoritos (sin contar los de Santullo y Dobrinin), y que no logro hacer entrar en los párrafos anteriores. «El Gran y Más Enorme Cuento», de Lucía Rehermann, del que quiero decir más bien poco, pero incluye una visita alienígena, drogas y una historia de lo más disparatada. Lo disfruté muchísimo y hasta me reí en voz alta —por suerte es de los que leí en mi casa—. También «Entre dos luces», de Mercedes Rosende, y «Trampa de osos», de Nina Blau, con un lado más bien sensual y hasta onírico, que fueron bellísimos.

El balance es más que positivo. Descubrí un montón de voces que voy a estar siguiendo de cerca, además de que disfruté de las que ya conocía. Me encantó ver que unos cuantos de los cuentos habían sido escritos por mujeres y que además estaban buenísimos. Me divirtió que la ilustración de la tapa fuera de Maco, que me la vengo encontrando en ya varios libros (no es una queja, me gusta mucho). En fin, que la compra valió la pena y que lo recomiendo, por supuesto.


Sí, esta canción iba a estar acá a como diera lugar, como siempre por estas fechas.

En fin, dado que mañana es Halloween y a muchos les gusta leer cosas macabras en estas fechas, ¿por qué no aprovechar a ir a buscar este libro para terminar el mes? Más que adecuado, sin duda, y una buena forma de leer más literatura nacional —o conocer más uruguayos, para los que no sean de acá—. ¿Me van a decir que no les entró curiosidad desde que vieron lo de «cosas raras»?



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En otro orden de cosas, como habrán visto algunos en otras redes sociales, con Day de Yo Leo estamos organizando una lectura conjunta de la saga «Una corte de rosas y espinas»🌹, de Sarah J. Maas. Obviamente, ¡están todos invitados a participar!




Tengan en cuenta:

  • La lectura será desde el 1 de noviembre al 15 de diciembre. Dentro de esa fecha, se pueden unir en cualquier momento a la lectura
  • Los libros que leeremos serán:
    1 - Una corte de rosas y espinas.
    2 - Una corte de niebla y furia.
    3 - Una corte de alas y ruina.
    No es necesario que este último haya llegado a Uruguay para leerlo, aunque algunos vamos a estar limitados por este factor. 
  • Vamos a seguir la lectura con el hashtag #LCACOTARSAGA en mis redes sociales (en Twitter, @ennemidusommeil) y tanto en el Facebook de YO LEO como en Twitter (@yoleouru). También en Instagram, si tienen ganas. ¡La idea es difundir! 
  • Al finalizar la lectura, vamos a estar haciendo un sorteo cortesía de Planeta.
¿Qué les parece? ¿Se van a sumar? La lectura es internacional, así que no teman compartirla y seguirla desde cualquier lugar del mundo 👨‍💻🌎👩‍💻📚

jueves, 26 de octubre de 2017

Atados a la luz - Reseña

Sofia Quinn es una ladrona de guante blanco en busca de venganza.
Gideon Marchant es el hacker informático más infame de los rebeldes.
No pueden fiarse el uno del otro.
Pero ambos ansían destruir Industrias LaRoux.
Cueste lo que cueste.
La trepidante conclusión de la Saga Atados, donde la historia llega a su fin y el destino de seis personas se decide para siempre.









Me deja un poco triste haber llegado al final de esta saga. Incluso habiendo leído este último libro en algunas clases en las que me aburría, por lo que logré espaciarlo bastante, y hasta demoré el final y el momento de escribir la reseña, no puedo sacarme de encima la sensación de añoranza y de querer volver al mundo que conocí entre sus páginas. Qué bueno, ¿no? 

Tengo varias cosas que decir sobre este libro, pero me cuesta un poco hilarlas. Tiene que ver con el hecho de que lo leí de forma fragmentada, supongo. Probablemente haya spoilers de los dos libros anteriores, aunque los de este los voy a marcar, como siempre. Eso ya lo saben.

Lo primero es hablar de las perspectivas; nuevamente tenemos la narración a dos voces. A Sofía ya la conocemos de Atados al mundo, el segundo libro. Recordarán la muerte de su padre y que le dio refugio a Flynn antes de escapar de Avon. Gideon es un poco más difícil de identificar, pero no es ninguna sorpresa cuando spoiler se nos revela que es el hermano del ex de Lilac, al que el padre manda a matar spoiler.

Una vez más, este tipo de narración nos permite profundizar en la perspectiva y en las emociones de cada uno, además de en sus habilidades y roles, que son bien diferentes. Sofia es una con-artist (¿estafadora?), mientras que Gideon es un hacker. Si bien las circunstancias que los llevan a conocerse son más bien una cosa del momento, al final parece ser un poco más complicado que eso. Y todo se da como si no hubiera sido posible de otra forma. Supongo que me entenderán al leer.

Me gustó la dinámica entre ellos; esta vez no es la diferencia de clases o los bandos en una guerra lo que los separa, sino su propia desconfianza. Está en ellos superar esta barrera autoimpuesta, algo que es más difícil de lo que parece y que tiene sus consecuencias durante la novela. Aunque no es mi relación favorita de los tres libros, la disfruté mucho y me encantó esa cosa desesperada y fugaz que tiene, que la hace tan acorde al aire que se respira en toda la novela.

La ambientación —¡al fin!— tiene lugar en Corinth, la capital de este conjunto de planetas y cosas que apenas vislumbramos en los dos primeros libros. Moría de ganas por ver un poco más de esto, y fue un placer. Me recordó a Coruscant, de Star Wars, ese planeta todo ciudad que conocemos tan bien, pero menos avanzado y más pobre y sucio. A mí ese tipo de entorno me encanta, así que se imaginarán mi alegría. 

También se nos da un poco más información sobre los whispers —sigo sin saber cómo se tradujeron al español, ¿fue susurros? ¿Me cuentan?—, e incluso son quienes narran los fragmentos antes de cada capítulo. Todo esto se va volviendo mucho más turbio, y conforme nos acercamos a la resolución de la historia, el peso de la existencia de estas criaturas se vuelve inmenso. Personalmente, estoy conforme con el final y con el mensaje del libro. No quiero hablar mucho de esto por motivos obvios, pero quería decirlo.

Me gustó también cómo se manejó spoiler la aparición de los otros cuatro protagonistas, siendo solo Sofia y Gideon los narradores spoiler. No perdieron protagonismo, yo fangirleé como loca, se cumplió mi deseo de spoiler verlos a todos juntos spoiler y la historia se volvió mucho más emocionante. Me alegra mucho que haya sido de esta manera.

Poco más que agregar. Me parece una conclusión perfecta para una saga que ya se volvió parte de mis favoritas. Con toda la tristeza del mundo, le digo adiós a los personajes, aunque me encantaría poder permanecer más tiempo en su mundo. Es probable que la relea, y desde ya les recomiendo que vayan a buscar la primera parte y se dejen envolver por esta historia increíble.

lunes, 23 de octubre de 2017

El túnel de los pájaros muertos - Reseña

La siniestra historia de Atilio Dentolini comienza con un grupo de amigos en una casa abandonada, una venganza y varias desapariciones. Luego, el destino lo llevará al sitio de sus peores pesadillas: el Instituto Baldesarre. Allí habitan extraños personajes, un cementerio de pájaros suicidas y el olvidado parque de diversiones que alberga una maldición asesina. ¿Se atreverán Atilio y sus amigos a desafiar el terror y atravesar el túnel macabro? ¿Podrán salvarse de la locura y develar el misterio que se esconde detrás de las muertes?









Traigo hoy una novela muy adecuada para este mes, si es que andan buscando cosas siniestras y oscuras. En realidad, mientras leía este libro, no podía parar de pensar en que, en cierta forma, parecía ser la versión  dark de El inventor de juegos, y les voy a explicar por qué durante la reseña. Más bien, si leen ambas, se van a dar cuenta solitos. ¿Dato gracioso al respecto? Ambos autores son argentinos y, si no recuerdo mal, se conocen y todo.

A diferencia del otro libro que nombré, acá si se deja claro que la acción tiene lugar en Argentina, pero el lugar exacto es, hasta donde sé, ficticio. Después de una primera parte que nos deja claro que Atilio Dentolini no está para chiquitas, la novela empieza de verdad. Ahora tenemos a Dentolini en el Baldesarre, un colegio bastante particular en la localidad de Garro. Este instituto está frente a un parque de diversiones abandonado, que tiene un lugar central en esta historia. Y no parece haber más nada por esos lares, es casi un pueblo fantasma.

La ambientación es crucial para esta historia. Los escenarios oscuros, decadentes y absurdos son, en parte, lo que vuelven a esta historia lo que es. El Baldesarre es un ambiente propicio para la locura, sobre todo después de que Lucas Baden muriera al soltarse una de las sillitas de una atracción del parque. Es en cierta forma el punto de partida de esta historia tan rara. El parque, abandonado desde entonces, es una figura que seguro varios tenemos grabada como un escenario que puede llegar a ser terrorífico. Y lo es, pero también es una meta, pues varios alumnos del Baldesarre han sabido anhelarlo, antes y después del accidente.

Igual, si me preguntan si esta historia trata de un grupo de estudiantes que busca entrar al parque abandonado, yo no sé si les diría que sí. Creo que hay más detrás de esa línea argumental en apariencia tan sencilla. Si bien Dentolini va a ayudar a Macciole a llegar hasta el parque, las vueltas que van a dar para lograrlo llegan a ser más importantes a nivel de trama que esta meta en sí. Para salir del Baldesarre e ir a buscar a un profesor loco al psiquiátrico, van a tener que atravesar un túnel hecho de pájaros muertos, y poblado por otros todavía vivos y muy violentos. Esta es quizás una de las partes más asquerosas del libro, que es de por sí muy gráfico. Ojalá alguien hubiera grabado mis caras al leerlo. En definitiva, aunque el parque tiene un protagonismo claro, es un libro que se sostiene más por el proceso que por el objetivo. En un punto, a mi parecer, entrar al parque se vuelve más un motivo para seguir que una meta clara y deseable. Si leen, me van a entender.

Algo que sí está claro es que no se trata de un libro de personajes. Aunque no tenemos demasiados, sí los suficientes para una novela tan corta —apenas 108 páginas—. No se entra demasiado en el pasado ni en la mente de cada uno, pero no creo que esto sea un error, sino un acierto para esta historia. Más bien, aquí los personajes son casi como fichas en un juego retorcido que se da solo en la mente de Dentolini. Tampoco sabemos demasiado del propio Dentolini, lo justo y necesario como para entender qué clase de persona es, pero no tener idea de qué va a hacer para lograr lo que quiere. Podemos saber, sin embargo, que no tiene muchos escrúpulos, que hace años que no crece —literalmente— y que quiere irse del Baldesarre y hacer la suya. Y también, y más importante, que tiene un don para manipular a los demás, que lo consideran una persona inteligente y hasta de referencia en un mundo en el que los adultos no son los más brillantes ni se puede confiar en ellos.

Los secundarios, estas fichas, son bastante particulares. Los adultos, por supuesto, son los menos cuerdos, y los menores están a merced de su incompetencia. De hecho, las autoridades del Baldesarre rozan o caen de lleno en la demencia. Este colegio hasta parece formar parte de su propia realidad, y como se dice sobre el final, spoiler cuando todo termina y ocurre eso que lleva al cierre del colegio, los que están por fuera se preguntan cómo es posible que un lugar así haya funcionado durante tanto tiempo spoiler. Esta es un poco la cuestión; la novela funciona en sí por esa especie de microuniverso con sus propias leyes. Como decía en la reseña de El inventor de juegos, hay como una especie de lógica interna y absurda con la que los personajes no parecen tener problema alguno.

Y así como en esa otra novela, la narración se encarga de contar esto con un tono hasta de humor, más bien tirando a lo irónico y una especie de tonito que no sé bien cómo explicar, pero que me hace sentir que el narrador al menos sonríe de medio lado cuando lo cuenta. Creo que esta narración es clave para la novela en su totalidad; ayuda a que la ambientación oscura, los personajes macabros y la trama extraña funcionen como un relojito. Llegado el final, todo encaja, todo se presta para el efecto siniestro del parque y un final que, si lo pensamos, es inevitable.

En fin, aunque es un libro que personalmente no me encantó, fue una lectura más que interesante y que recomiendo para que busquen en estas fechas. Es cortito, se lee bastante rápido y seguramente pasen un buen rato con las aventuras de Dentolini en el Baldesarre. Lo puedo recomendar en general, sí, pero advierto que es bastante chancho y muy descriptivo con lo asqueroso y horrible, así que si son sensibles con eso, quizás no sea para ustedes. En fin, espero que lo lean y me cuenten qué tal :)

jueves, 19 de octubre de 2017

Las marcas de la muerte - Reseña

HAY DONES QUE PUEDEN CONVERTIRSE EN MALDICIONES. Y HAY MALDICIONES QUE PUEDEN LIBERAR A TODO EL UNIVERSO
El don de la joven CYRA consiste en provocar dolor. El mismo dolor atroz que ella siente en todo momento. El don de AKOS le hace inmune a los dones de los demás, pero ¿bastará para salvar a su familia y a sí mismo de un destino tan injusto como cruel? En un universo en guerra, los dones de CYRA y AKOS hacen que sean vulnerables, peones en manos de quienes quieren aprovecharse de su poder. Su única esperanza reside en unir sus fuerzas para luchar contra la injusticia y… Convertir el dolor en poder. La desconfianza en lealtad. El amor en ansia de libertad.






Tenía mucha curiosidad acerca de este libro. También muchísimos prejuicios, algunos fundados también en reseñas que vi por ahí, pero sobre todo en mi lectura de la otra saga de la autora, la famosísima Divergente. En cierto momento, desistí de leerlo pensando que no me iba a gustar nada, que mejor ni molestarme, con todo lo que tenía para leer. Estando en Buenos Aires, me puse al día con mucha de la lectura que tenía pendiente en digital.

Qué sorpresa. Contra todo pronóstico, me gustó.

Voy a encarar esto de forma diferente: yo esperaba otra cosa. Esperaba una trama sencilla y agarrada de los pelos, una ambientación poco elaborada y personajes acartonados, aunque con cierto encanto. Además, no tenía ningún tipo de expectativa con la prosa salvo que fuera rápida, sencilla y fácil de leer.

Bueno, eso no es lo que encontré acá, por suerte.

Si bien no creo que la trama sea excepcional, me supo enganchar muchísimo, con sus ideas y vueltas y la forma en que está manejada. Incluso habiendo un montón de acción y peleas, tiene momentos de calma, de conspiración y desarrollo. Pasa de todo, la emoción va y viene. Insisto: aunque no fuera súper original, con eso de los futuros y destinos —o como sea que se haya traducido al español—, tampoco la encontré totalmente predecible.

La trama no es el elemento que más peso tuvo a la hora de descubrir que me gusta. Más importancia para mí tuvo la complejidad de los personajes, que esta vez tienen un desarrollo mucho más profundo. Disfruté sobre todo que los antagonistas no fueran meramente malos, algo que siempre gana puntos conmigo. Aunque no fueran buenos, no dejaban de ser personas, de haber llegado a ser como son por algún motivo. Pero si tengo que elegir, lo que más me gustó fue Cyra.

Cyra es una de los dos protagonistas de esta historia. Hermana del soberano de los Shotet, una de las dos razas que habita este planeta, sufre un don particular: aunque es capaz de infligir dolor en los demás con solo tocarlos, ella misma lo padece, todo el tiempo. La personalidad de Cyra no era lo que esperaba —esperaba que fuera mucho más cruel y aventurada, dado que está como de modita—, pero mejor así, porque me encantó cómo está construida, lo que le pasa por la cabeza, las decisiones que toma y cómo evoluciona. No quiero entrar acá en los debates que hubo sobre la representación del dolor crónico. No me corresponde, así que prefiero que escuchemos a quienes tienen algo que decir. Por mi parte, sin entrar en ese tema, me pareció un personaje fuerte, de esa forma tan distinta a la acción directa que es la resistencia. Aunque esto no quiere decir que no sea capaz de tomar acción directa, ¿eh? Cyra no necesita recurrir a su don para ser letal.

Akos, el otro protagonista, no se ganó tanto mi corazoncito, pero tampoco me resultó de cartón ni nada. Me parece que tiene mucho, mucho más para dar. Además, su reacción ante la muerte, especialmente la que él ocasiona, me lo hizo sentir muy humano, muy vulnerable, real. Que la muerte no sea algo fácil me pareció un punto fuerte de esta historia. La pérdida y la responsabilidad son dos pilares enormes en este personaje y en la novela en general, sobre todo en cuanto a la muerte. Algo que se ve, de forma obvia y clara, en las marcas que dan nombre al libro.

Si tuviera que criticar algo, es que siento que los secundarios se desdibujan un poco, como ya me pasó con su otra saga. En un momento, empiezan a ser tantos que fuera de la familia de Akos y de los que ya habían sido presentados o tenían una cierta relevancia, no los podía recordar o reconocer del todo. Las excepciones acá vendrían a ser Ryzek, Eijeh, Vas, Jorek, Sifa, Isae, Ori, Cisi y Teka. No puedo hablar de todos sin spoilear cosas, pero quería mencionar este desdibujamiento porque siento que los demás están ahí un  poco de relleno y quizás como carne de cañón. De cualquier manera, spoiler hay una muerte dentro de estos que mencioné que me resulta de los más innecesaria e injusta y que sigo sin superar spoiler, así que al menos la caracterización de estos está bien lograda respecto a la empatía.

Cualquiera que me conozca un poco sabe que lo que más me suele comprar en una novela es la ambientación. Y que si hay fantasía o ciencia ficción involucradas, ya tienen medio camino hecho. Sin embargo, aunque tuviera ya de partida esos elementos que tanto me gustan, la ambientación podría haber salido muy, muy mal. Y ya sabemos lo mala que fue en su anterior saga, así que estaba preparada para poner los ojos en blanco y sufrir. Como se podrán imaginar, no fue así.

Dentro de Thuvhe solamente, disfruté de la caracterización de estas dos culturas. Es en los detalles, en los comportamientos de los personajes, donde se nota que hubo un gran trabajo de fondo. No solo en la forma de ver las cosas, que también tiene mucho peso, sino de entenderlas. Si vamos a lo más grande, hay costumbres y celebraciones, de tipo social y religioso, que vuelven todo más real. Vi por ahí que algunos decían que era muy simple toda esta cuestión de civilizaciones enfrentadas, pero acá tengo que estar en desacuerdo. ¿Saben dónde más hay pueblos enteros enfrentados, odiándose, generalizando a través de prejuicios sostenidos durante décadas? En nuestro propio planeta, así que eso de simple diría yo que no. Como sea, disfruté sobre todo de la cultura de los shotet, que es la que más conocemos, y de cómo se los deshumaniza al inicio, cuando los vemos desde Thuvhe, para humanizarlos después y ver de forma deshumanizada a los thuvhesitas. Nada como deshumanizar al enemigo para poder odiarlo/matarlo sin cargos de conciencia. Nada como humanizarlos para que las cosas empiecen a complicarse un poco más.

También me gustó todo lo que aprendemos de costado sobre el resto del sistema solar, y el planeta al que nos llevan en uno de los sojourns —no sé cómo tradujeron esto—. De hecho, toda la idea del sojourn me parece preciosa y esos capítulos son de mis preferidos de la novela. Insisto: desarrollar los elementos culturales y religiosos de una civilización la vuelven más creíble, pero no solo en cuanto a lo grande. Hay detalles y pequeños momentos que muestran que estos elementos no son solo un marco sino que están dentro de la forma de ser de los personajes. Ahí es cuando tiene peso.

Una cosa que me gustó especialmente es la relevancia que tienen las lenguas en estos mundos. Las referencias a una lengua más común, a las que refuerzan las identidades de los pueblos, a la importancia que tiene aprenderlas para evitar el engaño, como pasa en las noticias de los shotet. Yo sé que acá juega un poco todo lo que estudio, pero creo que podemos estar de acuerdo en que la lengua es una gran herramienta de identidad. Que los Noavek solo permitan el habla de shotet en sus habitantes menos privilegiados es una estrategia, y muy fuerte. Que el pueblo se reconozca a través de su lengua, nos dice mucho sobre su idiosincrasia. Aprovecho a avisar: al final del libro hay un glosario muy útil si tienen la versión en papel y no lo descubren una vez terminada la novela. Igual me sirvió para distinguir detalles como los tipos de flores y todo eso.

Algo que me pareció muy acertado fue la forma en que se trató dos elementos súper cliché y que ya han sido manejados de mil y un formas: las profecías y los dones. Esto podría haber salido terriblemente mal, pero la autora optó por algo que aligeró dicha carga: los cotidianizó. Es normal que la gente tenga dones, que se manifiesten a cierta edad y se utilicen en la vida. Es normal que haya oráculos y que algunos tengan destinos imposibles de evitar. Además, aunque estas situaciones tengan un peso enorme en la trama y en los personajes, no toman el rol protagónico porque son cosas que están ahí, que se dan por sentadas. Lo que tiene peso son ciertos dones y ciertos destinos, en ciertas situaciones.

La narración también fue una sorpresa. Aunque no considero que la prosa fuera especialmente compleja, no me pareció vacía ni solamente funcional a la historia. Creo que hubo una gran evolución acá de parte de la autora y me alegro mucho. Que haya perdido algo de ligereza permite que conozcamos más y mejor a los personajes y su mundo, así que para mí lo que pierde en fluidez lo gana en desarrollo. Tampoco es lenta, vamos a aclarar, pero mentiría si dijera que el ritmo es tan vertiginoso como en la saga anterior. Vi por ahí quejas de que es un libro muy introductorio, de que tira demasiada ambientación muy rápido y que se vuelve confuso, pero yo no sentí esto así en ningún momento, y para mí es gracias a la prosa. En fin, cada cual.

Veo que al final me extendí más de lo que pensaba, así que voy a cortarla por acá, aunque creo que fui bastante superficial y que es una novela que da para hablar mucho más. En general estoy muy contenta de haber disfrutado de este libro, uno que asumía que no me iba a gustar nada y que leí por pura curiosidad. Por supuesto que voy a estar esperando con ganas a que salga su continuación, y por supuesto que lo recomiendo.

lunes, 16 de octubre de 2017

Nimona - Mini reseña

Nimona es una impulsiva cambiaformas con un don para la villanía. Sir Trabuco Negroni [Ballister Blackheart] es un villano con deseos de venganza. Los dos están a punto de conmocionar a todo un reino. Su misión: demostrar que Sir Ambrosio Pieldorada y sus colegas del Instituto de Justicia y Heroísmo no son tan heroicos como todos suponen.
¡PELIGRO!
¡DRAGONES!
¡CIENCIA¡
¡SIMBOLISMO!
Una brillante, subversiva e irreverente aventura épica de NOELLE STEVENSON, basada en su premiado webcómic.
Surgida originalmente como un comic web (una historieta publicada en la red), llega ahora la versión impresa de Nimona, extraordinaria novela gráfica capaz de fascinar a jóvenes y adultos por igual. Un libro que ha lanzado al estrellato a su jovencísima autora, Noelle Stevenson. Esta obra combina aventura, acción y humor en un contexto donde cabe lo mismo la fantasía heroica que la ciencia ficción. Todo ello desde una perspectiva rabiosamente contemporánea. Nimona es una joven deslenguada y bravucona, con la habilidad de cambiar de forma a voluntad. Sin pensárselo dos veces, la chica decide convertirse en ayudante de Sir Ballister Blackheart, un villano con un oscurísimo pasado. Ambos personajes vivirán una aventura que sorprenderá a los lectores por sus inesperados giros argumentales. 

Tuve la suerte de haber podido leer esta novela gráfica gracias a que la preciosa de Claudia me lo prestó. A ella: ¡gracias! La verdad es que la tenía fichada desde que la vi salir en inglés, pero no me había percatado de que ya estaba disponible para acá, y cuando me comentó que la tenía y me la prestó, fui súper feliz. Además, investigando me di cuenta de que la autora es quien hizo la portada de Fangirl, un libro que amo, así que más feliz todavía.

Como ven, Nimona quiere ser la secuaz de Trabuco Negroni, un reconocido villano. Lo más lindo de todo esto es que en esta historia, los villanos no son tan villanos y los buenos no son tan buenos, como en la vida real. Pero eso se va viendo de a poco, con el correr de la novela.

Quedé muy contenta con la lectura de este libro. Creo que lo que más disfruté es la ternura que se escapa de esa trama simple, pero con personajes complejos y que van mostrando de a poquito qué hay en sus mentes y en su pasado. Otra de mis cosas favoritas es ese humor irreverente, que se burla un poco de los cuentos de héroes y villanos en mundos medievales —aunque este mundo tiene mucha ciencia, mucha tecnología, algo que puede chocar un poco, pero que no molesta—. En general eso; aunque la trama es bastante lineal, no aburre ni se vuelve predecible.

Hay varias cosas a resaltar: Nimona nos deja bastante para reflexionar, aunque no en forma de lección, sino como conclusión que cualquiera puede sacar al leer. Hablo de la importancia de ser uno mismo, de ser fiel a uno mismo, de cuidar al otro, de conocer los límites. De cuidarse y quererse a uno mismo. A través de personajes simpáticos —a veces— y súper entrañables, a los que es fácil querer, se nos acercan sentimientos muy fuertes, muy actuales, a pesar de la ambientación medievalish. Y una cosa que me gustó, pero va oculta para no cagarles la «sorpresa», es spoiler la pequeña pero crucial relación entre Trabuco y Ambrosio, que se muestra apenas durante el transcurso de la historia, pero se nos medio confirma al final, y que me parece preciosa y quiero ver más de ella. Al principio principio, no me la esperaba, así que +10 spoiler.

Estoy contando bastante poco, en realidad, porque siento que si profundizo, voy a arruinarles todo lo lindo que tiene esta novela gráfica tan bella. Así que bueno, ¿por qué creo que deberían leerla?

Porque visualmente es preciosa. Porque los personajes son adorables y van a seguir pensando en ellos mucho después de terminar de leer. Porque el humor es maravilloso. Por la representación. Por el amor por la ciencia. Porque transmite muchísimo. Porque yo lo digo.

Si no los convencí, lo siento mucho por ustedes, que se lo van a perder. Si deciden hacerme caso y leerlo, les deseo que disfruten tanto como yo.

No sé, ¿qué esperan?

jueves, 12 de octubre de 2017

El inventor de juegos - Reseña

Iván Dragó participa en un concurso de juegos. Inventa un juego y recibe una carta en la que le dicen que ha resultado elegido entre otros diez mil chicos. Esta situación le cambia la vida. Sus padres desaparecen y se ve obligado a vivir primero con su tía y luego con su abuelo, el famoso inventor de juegos Nicolás Dragó. En la ciudad de Zyl, cuna de los juegos, se abrirá para él un mundo de aventuras y misterios.












Qué decir de este libro. Tengo que dar algunas vueltas para escribir la reseña, me temo. Mi primer encuentro con El inventor de juegos fue por error. Pasaba por una librería a preguntar si había algo nuevo de Neil Gaiman, mi escritor favorito, y la vendedora me entendió cualquier cosa y me pasó este. Por supuesto, le dije muchas gracias, chau chau, y me fui porque no estábamos entendiéndonos y porque me dio mucha vergüenza socially awkward af. El segundo encuentro fue todavía más random. En uno de mis viajes a Resistencia a ver a mi novio, agarré una de las películas que estaban pasando en el ómnibus. Sin saberlo hasta mucho después, era la adaptación de este libro. El final, precisamente. Por suerte, no recordaba gran cosa cuando empecé a leer. Muchas gracias a loqueleo (Santillana) por permitir que hubiera un tercer encuentro. 

Lo empecé a leer hace relativamente poco; acá también tengo que dar un par de vueltas para explicar la situación. Desde que recuerdo, me mareo si leo en vehículos en movimiento, por lo que suelo evitarlo. Ese sábado, como casi todos, tenía una hora y media de viaje en ómnibus para ir a danza, y me negaba a perder ese tiempo cuando tenía tantas cosas que hacer. Así que me llevé los lentes, guardé el libro en la cartera y le recé al diosito de los transportes urbanos para que el ómnibus no se moviera demasiado. ¿Y qué pasó? LO LOGRÉ, leí casi sin que me doliera la cabeza y sin querer vomitar al bajar. Estoy muy orgullosa de mí y siempre voy a recordar este libro por eso. Ah, qué intensidad

En fin, sin dar más vueltas, también pasó otra cosa en ese viaje: me metí tantísimo en el libro que no quería llegar a destino, y me dolió terriblemente tener que guardarlo para bajarme. La verdad es que no tenía ningún tipo de expectativa, ni buena ni mala, y sin embargo, bastaron unas pocas páginas para que me tuviera enamorada. Aunque fue igual de lindo leerlo de adulta, tengo la sensación de que si lo hubiera leído de niña, habría sido de mis favoritos.

Lo primero que me atrapó fue lo absurda que es la historia, pero de una forma adorable. No es una trama que se tome en serio a sí misma, ni que se preocupe por añadir o no elementos fantásticos en algo que de otra forma sería bastante realista. Hay hechos que ocurren sin ninguna explicación, y muchos de ellos no la necesitan, ni para nosotros ni para los personajes, porque se rompería el hechizo. No paro de dar vueltas a cómo explicar la sensación que da la forma en que esta historia está construida, porque me recuerda a algo de mi infancia y no logro recordar qué es. A grandes rasgos, es una trama bastante simple, pero que no necesita de muchas florituras para llegar a los lectores.

A su vez, los personajes no cuentan con mucha profundidad, pero tampoco se echa de menos. Es una historia más bien de hechos, de atmósfera quizás. Iván Dragó, nuestro protagonista, es un niño que viene de una familia de inventores de juegos y cuya vida da un vuelco luego de enviar un juego al concurso de Juegos Profundos y de que sus padres desaparezcan en una competición de globos. Estos hechos ponen en marcha una serie de sucesos, todos relacionados con Juegos Profundos y un nombre que no para de repetirse: Morodian.

Morodian es claramente el personaje estrella, a pesar de que solo se lo nombra en las dos primeras partes de la novela y aparece bastante poco hacia el final. Lo que tiene de bueno es que se lo anticipa, su nombre se llena de bruma e incertidumbre, como una mala palabra o un miedo que no se nombra. Lo malo es que su verdadera aparición no es tan impresionante como uno espera, así que no llega tanto. Pero ya voy a hablar de esto más hacia el final.

La novela está dividida en tres partes: «El ganador del concurso», que cuenta lo que mencionaba arriba y la experiencia de Iván en el colegio Possum, cuyo edificio no para de hundirse y los profesores y alumnos tienen prohibido llegar a los finales de las cosas; «Zyl», donde Iván viaja al pueblo de su abuelo, antes conocido como «La ciudad de los juegos», ahora caído en desgracia; y por último, «La compañía Juegos Profundos», que es fácil de intuir, y además nos narra el desenlace de la historia.

Las tres partes están tocadas por lo mágico y lo absurdo. Que el colegio Possum se hunda, piso por piso, y haya que tener cuidado para evitar la catástrofe es claramente ilógico, pero tiene sentido dentro del mundo de la novela, como el televisor que a cierta hora pasa Lucha sin fin —lo que me recordó a mi papá y su infancia mirando Titanes en el ring— y Anunciación se haya vuelto invisible debido al juego del hombre invisible. Zyl, la ciudad de los juegos, está llena de estos elementos, que dotan al universo de la novela de una cierta ternura. Las figuras de gente en la estación de tren, para que los viajeros piensen que hay más habitantes en la ciudad; una escuela dedicada solamente a la creación de juegos; una pieza de rompecabezas que causa la caída en desgracia de todo el lugar. Todo esto vuelve a Zyl un lugar mágico, salido de un cuento, en el mejor de los sentidos. La compañía es el pico de toda esta magia disparatada. Los proyectos de juegos son resultado de una mezcla de científicos locos y algo que está más allá de la lógica. Mi parte favorita son los libros-juegos, que se convierten en cosas... a veces peligrosas. Es todo tan demente que hasta cuadra con todo lo que venimos leyendo.

Una de las cosas que ayudan a que el libro funcione es la forma en que está escrito. Me recordó un poco a Una serie de eventos desafortunados, aunque sin que el autor intervenga de la misma manera. La forma de contar es muy cálida, muy cercana, de todos modos. Y el humor que maneja es bastante sutil, también despreocupado, con cierto aprecio por la ironía. Sobra un poco hablar acá de la ambientación, pero de la mano con la narración viene el hecho de que yo no tenía mucha idea de dónde pasaban las cosas, y aunque no se dice explícitamente, mi perspectiva cambió cuando los personajes empezaron a hablar y utilizaban el voseo. No es algo raro, dado que el autor es argentino, pero me tomó un poco por sorpresa y me dejó pensando. ¿Por qué una novela situada en un lugar indefinido no puede ser voseada? Ah, por nada, en realidad, puro prejuicio. Y lo más loco: funciona. No suena raro, ni forzado, ni desconcertante.

Mi única queja con el libro es el final. Morodian no cumplió con mis expectativas, y el desenlace se me hizo apresurado, casi torpe. Las últimas páginas me dejaron con gusto a poco, me parecieron perezosas. Me enoja porque todo el libro es excelente y merecía un final a la altura, algo que estoy segura el autor podría haber dado. Como sea, aunque me haya dejado un poco inquieta, no borra la sensación de maravilla que logró el resto del libro, y no sería justo tampoco. Es un buen libro en sí mismo y no vamos a quitarle eso.

Se habrán dado cuenta de que la reseña tiene imágenes de la película, y habrán reconocido quizás a David Mazouz (Gotham) o a Joseph Fiennes (Shakespeare In Love). ¿No que el libro era argentino? Bueno, la película es argentino-canadiense, y fue filmada casi en su totalidad en Argentina. Es muy interesante todo, la verdad, y me da ganas de mirarla —esta vez, bien, no solo el final— porque tiene pinta de ser entretenida, al menos. Les voy a dejar el tráiler y ustedes me dirán qué tal:



Así que bueno, salvo el detalle del final, me encontré con una novela increíble que ojalá hubiera podido leer de niña. La tercera fue la vencida, y al tercer encuentro tuve el privilegio de disfrutar de una historia singular, atrapante y bien escrita, que no debería pasar desapercibida. Los insto a todos a buscarla y a dejarse maravillar por el mundo de inventos y juegos de Iván Dragó.

lunes, 9 de octubre de 2017

Los jóvenes de la élite - Reseña

Una oscura historia fantástica acerca de cómo nacen los villanos.
La fiebre de la sangre asoló Kenettra –una isla-ciudad similar a la Venecia renacentista– hace diez años. Algunos de los supervivientes desarrollaron habilidades sobrehumanas debido a las cuales el pueblo les teme y les idolatra a partes iguales. Les llaman los Jóvenes de la Élite.
Adelina sobrevivió a la fiebre de la sangre. Y sus habilidades han despertado el interés de los tres bandos que se disputan el poder en la ciudad: el Eje de la Inquisición, la Sociedad de las Dagas y su propia familia.








Hacía mucho que me debía esta lectura, sobre todo porque a mi amiga Stephanie le gusta un montón esta saga y me la ha recomendado un montón de veces. Así que, en mi viaje a Buenos Aires en julio, cuando me puse al día con las lecturas en digital, me dije que ya era hora. Lo leí en inglés, así que siempre hay chance de que diga algo diferente a cómo fue traducido al español. Ustedes me dirán.

Un poco tengo la culpa de que no me gustara tanto como esperaba. Tenía grandes expectativas después de todo lo que había visto sobre esta saga, sobre todo la noción de que, como la misma autora dice en los agradecimientos, esta no era la historia de una heroína, sino de una villana. A mí eso me puede, así que esperaba algo bastante más épico. Quizás todavía haya tiempo para eso, pero de cualquier manera, no tiene por qué ser y lo entiendo.

Ojo, esto no quiere decir que no lo disfrutara ni que no me enganchara. De hecho, al toque me vi inmersa en la trama, que a pesar de ser bastante sencilla y hasta cierto punto predecible, es sumamente entretenida. Peca un poco de quedarse estancada en momentos, pero es lenta en pocas y cruciales ocasiones, y ágil cuando es necesario. Aunque no hay nada nuevo en jóvenes con poderes en medio de una rebelión/conspiración, el punto de vista de Adelina hace que la situación se vuelva mucho más disfrutable e interesante. Si bien el final terminó en un punto alto, que deja con montones de ganas de leer el segundo, me sentí muy mal por algo en particular que sucede, más que nada porque lo sentí un desperdicio. Pero veremos qué trae para los siguientes libros.

Por supuesto, Adelina fue lo que más disfruté de la novela. La pulsión de ira y oscuridad que hay en su interior me parece maravillosa; todos sus debates internos, esa voz tan seductora que la insta a actuar de formas malignas, los traumas de su pasado que la hacen ser como es. Si bien en este libro no la consideré una villana, creo que esta historia podría ser el making of (?). Me intriga muchísimo saber qué vamos a ver de ella más adelante, de qué manera va a evolucionar.

El otro personaje que me gustó fue Violetta, su hermana. No puedo explicar por qué, porque sería un spoiler gigante, pero también tengo el ojo puesto en ella para los siguientes libros. De los demás secundarios no me quedé con nada. No sentí que hubiera tanta conexión como para encariñarme de verdad, y probablemente me olvide de quién era quién para cuando agarre La sociedad de la rosa. Los «malos» tampoco me resultaron muy interesantes; Teren y la reina se me hicieron bastante cliché. La reina me da Cersei Lannister vibes. Los que sí me intrigan son esos que se muestran en el epílogo, así que espero que no me decepcionen.

Lo otro que me decepcionó fue la ambientación, aunque tengo esperanzas para los próximos libros. A pesar de que no es confusa, la siento un poco vacía. No pude visualizar tan bien ese mundo, ni me entusiasmó, cuando sentí que tenía todo el potencial para hacerlo. De cualquier manera, mantengo mi posición: voy a esperar un poco antes de opinar de verdad sobre este mundo, porque todavía puedo recibir alguna que otra sorpresa.

La prosa fue uno de los elementos que más me gustaron. La voz de Adelina se sintió cercana pero fría. La forma en la que nos cuenta las cosas es muy adecuada para su personalidad, con una notita de resentimiento en el fondo. Además, la prosa es lindísima; me gustaron especialmente la elección de vocabulario y la cadencia que tiene, aunque no sé bien si se pudo mantener esto en español.

Releyendo un poco lo que escribí, casi da la impresión de que no me gustó. Sin embargo, esto no fue así: disfruté este libro, me entusiasmé con la trama y me quedé con pila de ganas de saber más del destino de Adelina Amouteru. Si bien tenía demasiadas expectativas y eso me jugó en contra, ahora que tengo más claro qué esperar, voy a encarar las secuelas de otra forma. Aun así, espero que me gusten mucho más. Tienen todo el potencial para hacerlo.

jueves, 5 de octubre de 2017

La Isla de los Vientos prohibidos - Reseña #HelenThursday

En La Isla de los Vientos han estado sucediendo hechos muy extraños: vientos inclementes acompañados por lluvias torrenciales de ranas, mariposas y flores la han azotado cada cinco años y algunas personas han desaparecido sin dejar rastro.
Un grupo de vecinos se reúne en una Comisión Secreta con la finalidad de enfrentar una serie de desarreglos climáticos, así como para intentar entender los misteriosos sucesos. La investigación terminará descubriendo no solo el origen de tantas rarezas sino también que los sentimientos pueden tener poderosas facultades, capaces incluso de alterar el clima y provocar que algunas personas tomen decisiones que cambien su vida para siempre. Una historia donde el amor y el desamor se hacen presentes y donde arriesgarse termina siendo clave para alcanzar los sueños. 



Supongo que algunos de ustedes recuerdan el anterior #HelenThursday, en el que reseñé La trapecista solitaria, mientras que Ana Li reseñó este en su blog, El refugio del dragón de tierra. Hoy nos dio por volver a demostrarle nuestro amor en conjunto a esta autora tan importante para nosotras, así que pueden leer también su reseña de La trapecista solitaria aquí *link*. Por si no andan con ganas de ir a entradas viejas, les cuento que para casi cualquier uruguayo, Helen Velando es un nombre que trae consigo una catarata de historias y misterios, de tardes de lectura y de veranos vistos tras las páginas de sus libros. Volver a leerla como adulta es un placer, y darle difusión a su obra me reconforta. Si la Sofía de once años supiera que iba a poder leerla de la mano de loqueleo (Santillana), creo que le daba algo. Además, este libro es precioso y vuelve a contar con las maravillosas ilustraciones de Lucía Franco en cada capítulo.

Lo que más me llamaba la atención de este libro eran las referencias que aparecieron mientras leía La trapecista solitaria. Que fueran historias individuales que tuvieran lugar en el mismo mundo me parecía interesantísimo, sobre todo porque aunque no se trate del nuestro, no es un mundo fantástico como estamos acostumbrados a leer. Tiene más bien tintes de realismo mágico, de lo raro, de lo maravilloso. Curiosamente, en este también vamos a encontrar referencias al circo de Noiré y a ciertos lugares que se nombran en el otro libro, por lo que leer uno o el otro primero parece ser indistinto

Esta vez se nos presenta una historia más bien coral, aunque con algunas figuras más sobresalientes que otras. Un ejemplo es Hilario Vendavales, cuya marcha de la isla marca un antes y un después, junto con la aparición de los misteriosos vientos prohibidos, hilo conductor de la historia. Pero no es el único personaje con peso; tenemos a Alendur el Grande, el mercader que también aparece en el otro libro; al doctor Vermejo y las curiosas formas en que trata los males que padecen los isleños; a Analís, la esposa del panadero, y sus bollos de lavanda; a Alejandra Vaivenes, la inteligente peluquera; a Alondra Veleta, el gran motivo de la partida de Hilario; a las hermanas de este, Ventisca y Brisa; a Nicasio Juntalbo y su museo; al imitador de pájaros...  Todos van a estar mucho más relacionados de lo que el lector imagina, y la forma en que sus historias se entrecruzan es preciosa. Hay además más personajes en la isla, que la vuelven todavía más real, más cercana.

Creo que a nadie le pasó desapercibido que los nombres de los habitantes de la isla son bastante similares en cuanto a significado o sonoridad, algo que sin duda es intencional, y que le da otro toque a la novela. Si se quiere, vuelve mucho más entrañables a todo este conjunto de personajes pintorescos, cuyos miedos, sueños y aspiraciones se nos cuentan durante la novela y son el motor de los curiosos acontecimientos que nos son relatados.

Leer a Helen se siente como volver a casa. Hay una familiaridad en sus letras que yo no sé si es cosa de que la leo desde niña o si ella es así, familiar. Te reconforta el cuerpo, no sé. Este es un libro cortito, pero voy a recomendar que no hagan como yo y lo lean despacito, sin apuro. Que se dejen envolver por la magia y la calidez de esta isla tan particular, con sus vientos y sus pobladores. La narración ayuda muchísimo, es como si todo en el libro se pusiera de acuerdo para ser realmente entrañable. Lo que Helen ha logrado con estos dos libros es un mundo tierno, mágico de forma sencilla, que pide ser explorado en mayor profundidad. No tengo idea de si hay planes de escribir o publicar más libros con esta ambientación, pero estoy cruzando los dedos para que así sea, porque en las pequeñas historias que se cuentan al pasar hay un potencial enorme. O incluso cualquier otra historia a la que no se haya hecho mención. Creo que lo vale.

Poco más que agregar a esta reseña. Mi recomendación está más que dada, como se imaginarán. Los de Uruguay supongo que no van a tener problema para encontrarlo, pero los demás... No sé, busquen, pregunten. Traten de conocer a esta autora, porque vale la pena dejar que forme parte de sus vidas, así como fue clave para mí en la infancia y adolescencia. Sí y sí a estos libros.

lunes, 2 de octubre de 2017

Los Fragmentos del Destino III. El sacrificio - Reseña

La guerra en Thánator es inminente. Lorean ha sido destruida y las hechiceras han vuelto a encerrarse en su torre para no perecer. En medio del caos, Nalia Nemerston ha tomado una decisión: destruir los Fragmentos del Destino. Con los Seis del Averno tras ella y los suyos, parece una empresa imposible. Sin embargo, Nalia no está sola; cuenta con la fuerza formidable de sus amigos, tan decididos como ella a acabar con los planes malignos de Azaroth y liberar a las razas de la tiranía de los fragmentos.
Mientras el fin de su viaje se acerca, Nalia pronto comprenderá el peso de lo que deberá sacrificar para alcanzar sus metas. ¿Podrá arriesgar todo lo que le importa para lograrlo?
Un cierre épico y cargado de acción para una trilogía que ha conquistado a su público con su frescura y autenticidad. Un final más que a la altura para una saga de fantasía emocionante y llena de magia.


La reseña de hoy es de un libro anticipadísimo, que muchos estábamos esperando ansiosos. Poder escribir esto hoy me llena de emoción y felicidad, por varios motivos. En primer lugar, porque su autora es una amiga a la que quiero mucho y estoy orgullosísima de todo lo que ha logrado y de haberla acompañado en ese viaje. También, porque leí las primeras páginas de esta historia, hace ya años, y desde entonces estoy enamorada de ella y de sus personajes. Esta saga ya es parte de mi vida y llegar a su fin trae una mezcla de alegría y tristeza. Muchas gracias a Escarlata Ediciones por el honor de leer y corregir.

No es fácil terminar una saga, ni como escritor ni como lector. Sin embargo, María ha logrado escribir un final digno de esta trilogía. Es muy difícil hablar sin spoilear, pero voy a hacer el intento. Quienes no leyeron todavía La Hermandad de la Nueva Era o El Nexo, tengan cuidado. El libro comienza donde nos dejó el anterior, después de la destrucción de Lorean, con nuestro grupo de protagonistas ya en movimiento para conseguir y destruir los Fragmentos del Destino. Bajo esta premisa avanza la trama, que nos lleva de objetivo en objetivo, de peligro en peligro, a través de un Thánator arrasado por la guerra. Y la guerra no se maquilla; aunque nuestro grupo se mantenga al margen para cumplir su misión, los horrores que encuentran en el camino son un recordatorio constante de lo que está en juego.

Dada la longitud de este libro, uno podría pensar que una trama de ese estilo se vuelve pesada o lenta. El caso es el contrario; pasa de todo, todo el tiempo, e incluso cuando la acción baja, hay motivos para seguir enganchados y leyendo. La prosa ágil y contundente de María es crucial para esto. Expresa con destreza las escenas más emocionantes y también se permite momentos de introspección, fundamentales a la hora de entender mejor a los personajes.

Los personajes son, por supuesto, uno de los puntos más fuertes de El sacrificio. Salvo unas pocas apariciones de nuevos —y secundarios— personajes, acá ya conocemos a todos y tenemos bastante claro qué historias y relaciones hay entre ellos. De cualquier modo, nuestros protagonistas van a vivir una situación límite tras otra, incluyendo spoiler más de una muerte spoiler, lo que va a tenerlos en tensión y preocupados la mayor parte del tiempo. De qué forma esto los une o los separa, los cambia y obliga a avanzar... Eso lo van a ver ustedes. Pero a mí me parece muy bien logrado todo.

Algo más que mencionar respecto a los personajes: qué bien caracterizada está Lyara. Este tipo de personaje siempre es un riesgo, pero creo que la autora lo manejó bien. Su existencia a veces representa una ventaja, a veces es una bomba de tiempo. Como sea, tiene un papel fundamental para esta historia.

Que sea una novela-viaje nos permite seguir conociendo Thánator, e incluso volver a ciertos lugares, como Danasha, la capital. Me acostumbré tanto a este mundo tan bien construido y particular que lo voy a extrañar con fuerza. A ver cuándo empiezan con los fanfiction o algo, que va a ser nuestro único consuelo.

Ahora sí: cómo sufrí. Es una feelfest. Incluso casi me hace llorar en alguna que otra parte, y acá ya saben que no es nada fácil hacerme llorar. Por supuesto que no voy a contar por qué, pero vayan aprontándose para un montón de intensidad y feels y todo.

El único punto flojo que le puedo encontrar, y sería buscándolo, porque en realidad tampoco es algo grave, es que el desenlace se sintió sencillo. Me explico, específicamente spoiler la pelea contra Azaroth spoiler. Después de meditarlo, caí en que venía precedido de toneladas de acción e intensidad, de momentos dolorosísimos y peleas increíbles. Y, cuando pasé esa parte en particular y llegué a una en la que se nos explica bien qué está pasando, entendí. Ahí fue cuando me di cuenta de que no podría haber sido de otra forma. Y ya no lo veo como algo flojo.

En definitiva, que es un final impresionante para la trilogía, que disfruté muchísimo y que obviamente recomiendo a todos los que ya leen la saga y a los que no. Creo que la trilogía en sí vale muchísimo la pena. Yo ya no puedo desprenderme de este mundo y sus personajes, ni quiero hacerlo. Espero con ansias lo próximo que nos traiga esta autora. Ustedes, a leer.