miércoles, 29 de abril de 2020

¿Cómo organizo mis lecturas?



[¡Hola! Esta es otra de las secciones nuevas del blog, a la que llamé #tips y curiosidades, pero en verdad no tiene ningún nombre oficial. Son solo algunas instancias en las que quiero aprovechar a contarles cosas que me preguntan mucho o que creo que pueden llegar a ser útiles, aunque siempre dude un poco de mi capacidad para transmitir algo útil, ja. Empecé a planificarlas y escribirlas el año pasado porque muchos de ustedes me preguntaron por este tipo de cosas —tal vez recuerden que les pregunté en Instagram qué tipo de entradas querían leer— y hasta les expliqué a varios cuál era mi sistema en su momento. Sé que algunos lo siguen aplicando y hasta lo comparten y difunden, así que parece funcionar.]

En este caso, quiero contarles un poco sobre cómo me organizo para leer —y reseñar— durante el año. ¿Quiere decir que esto solo va a servirles a quienes reseñan? ¿O que organizarse es la única forma de leer para reseñar? No y no, nada que ver. Cada cual lee como quiere y puede, como le venga mejor. Esta es solo la manera que encontré yo para sentirme más cómoda y preparada para encarar las cosas. Creo que sí va a ser más útil para los que reseñan con cierta frecuencia, pero si alguien quiere organizar sus lecturas, a lo mejor sirve de algo también.

Debo aclarar esto antes de empezar: cuando hablamos de organización, puedo ponerme muy hardcore. En mi caso, tengo una hoja de cálculo para el blog y dedico una pestaña diferente a cada año que pasa. Tal vez esto sea ir demasiado lejos, pero después de utilizar un cuadernito durante algunos años, descubrí que así era más prolijo y ordenado para mí, que no sé borrar sin arrugar las hojas.

En mi caso, el formato que uso es este:



Por supuesto, cada cual puede usar el formato que le quede más cómodo, así se trabaje en digital o en papel, pero a mí me parece importante que queden claras algunas cosas:

  • Las fechas de publicación, en el caso de que sean constantes.
  • El libro.
  • El estado —leído, reseñado, publicado.

Lo del link ya es una cosa opcional que yo decidí poner para tener esas cosas a mano. Lo más importante siempre es saber qué y cuándo se va a publicar y en qué estado está. Lo demás es todo a gusto del consumidor, pero sin estos datos, no tiene mucho sentido. 

En mi caso, subo reseñas u otras entradas los miércoles de cada semana. Por lo tanto, de antemano ya sé qué días voy a estar publicando y me organizo con base en eso. Sé que muchos no siguen una guía y leen y publican solo cuando tienen ganas, que también está bien y es muy válido, pero si están leyendo esto para organizarse mejor, me parece fundamental al menos tener una idea estimada de cuándo va a publicarse la reseña

Para decidir qué libro voy a leer, tomo en cuenta varias cosas. La primera, las ganas que tengo de leer el libro. Estas cosas a veces suenan a trabajo, pero ante todo es algo que disfruto, así que no me impongo lecturas que no me llamen, a menos que no pueda evitarlo. Después, tengo en cuenta algunas otras cosas. Por ejemplo, si se trata de un libro que compré, me regalaron o algo así, o si es una colaboración. Siempre les doy prioridad a las colaboraciones por una cuestión de responsabilidad: si la editorial o distribuidora hizo el esfuerzo de darme ese libro, tengo el compromiso de leerlo cuanto antes para hacer la reseña. Esto tal vez sea una cosa mía y no tienen por qué hacer lo mismo, pero a mí me parece importante. Después, me fijo en el largo del libro, en qué tan ocupada voy a estar, en la época del año y en si es novedad o no y cómo puede impactar eso en el interés de la gente

Por último, para tener una idea de mi progreso, marco con distintos colores el estado de las reseñas. Antes solía hacerlo con marquitas en la hoja de papel: ponía una si estaba leído, dos si estaba reseñado y subrayaba con flúo si estaba publicado. Ahora no marco si los leí, pero le pongo un color diferente a lo reseñado y otro a lo publicado. Queda más o menos así:




En ese caso también está marcado el mes que me tomé libre, pero creo que se entiende el punto, que es diferenciar lo que queda por reseñar o publicar del trabajo ya hecho. Así, nunca pierdo el rastro de lo que me falta por hacer.

Creo que es importante también que sepan que esta estructura no es tan fija, sino bastante flexible —por eso borroneaba tanto mi libreta antes. Si algo de lo que planifiqué no me convence, no me sirve o no me dan los tiempos, lo cambio. Reseñar es algo que me gusta hacer, pero no mi trabajo, y como lo controlo yo y tengo bastante libertad para hacerlo, tomo bastantes decisiones según cómo me afecta el resto de mis obligaciones o mi agenda en general

Eso vendría siendo todo. Parece mucho más estricto de lo que en verdad es y tal vez le haya dado dolor de cabeza a los que van más a su anotojo —ya quisiera yo ser así—, pero a mí me salva la cabeza tener una estructura —flexible— que me permita saber en qué punto estoy. A veces, incluso puedo adelantar trabajo. 

¿Les sirvió de algo? ¿Tienen su propia forma de organizar sus lecturas? ¡Cuéntenme!

miércoles, 22 de abril de 2020

Héroes de cobre - Reseña

Cuando el rey de Galvania muere, se convoca una competición de aspirantes al trono. ¿El objetivo? Encontrar una serie de objetos mágicos antes de que concluya el tiempo. ¿Las principales normas?
1) Es obligatorio participar por equipos.
2) Se prohíbe utilizar los objetos para el beneficio propio.
Pero pronto, con el incumplimiento de ambas reglas, queda claro que lo que está en juego es mucho más que la corona y que unas gotas de sangre derramada pueden acabar salpicando a todos. Al fin y al cabo, ¿por qué competir por un reino... cuando puedes conquistarlo?

Ambientada en un mundo de corte steampunk donde existe la magia, Héroes de cobre es una fascinante novela con trece protagonistas y una original historia autoconclusiva.


Quiero leer esta novela desde hace un montón de tiempo, dado que seguía el canal de booktube de Marta y, poco después, empecé a seguir a Igua en redes, para enterarme de que es cofundadora de Norae Magazine. Lo compré en la feria del libro del año pasado y decidí esperar al otoño para leerlo, ya que, para mí, tenía aire a libro de otoño. No sé, cosas que me pasan.

Es importante, antes que nada, que les advierta que esta fue una de mis lecturas de la cuarentena, lo que quiere decir que estuve muy desconcentrada y que leí más lento de lo normal. No sabría decir si se debe al libro o a la situación, pero me la juego por esto último.

Fuente
Como se imaginarán, esto empieza como una novela de aventuras. Hay un reino que necesita un rey, una competencia para elegirlo y muchos canditatos. Objetos mágicos, un mapa al principio del libro... Suena a algo que nos habría gustado leer de niños, ¿verdad? Ojo ahí. Pronto, de todas maneras, las cosas se ponen más oscurillas y complejas. Ahí es cuando deja de ser una historia que tira a middle-grade para tener un tono más maduro. Nos queda clarísimo con el final de la primera parte, que es como una declaración de intenciones de las autoras: las cosas no son lo que parecen, hay un entramado siniestro que no se ve a primera vista.

He de decir que la lectura me llevó su tiempo, más allá de la cuarentena. La primera parte, porque no parecía ir a ningún lugar. Es decir, cada partido iba en busca de su objeto, pasaban cosas, nada fuera de lo común. Sé ahora que ese era el anzuelo, digamos, y que recién en la segunda parte la historia muestra su verdadera cara, pero quiero aclararlo por si alguien duda: no, no hay que dejar de leer en la primera parte, vale la pena seguir. Una vez que alcancé la mitad del libro, ya conociendo mejor a los personajes, la lectura fluyó muchísimo más, hasta que al final se hizo bastante ágil. Quedé satisfecha con el final. Las últimas líneas me parecieron excelentes.

La trama en sí está buena. Creo que el libro tiene demasiados otros elementos como para que sea muy compleja. Es decir, teniendo tantos personajes y datos de ambientación, una trama compleja de más habría resultado confusa y tal vez hasta aburrida. Esto no quiere decir que sea simplona; hay un par de giros muy interesantes y engancha lo que tiene que enganchar. No nos confundamos.

Fuente
Hablando de los personajes, tenemos trece protagonistas. Sí, trece. Doce son parte de los partidos que seguimos con la narración y el decimotercero actúa como antagonista. Al principio —y puede que por esto la lectura se haga más cuesta arriba—, es más difícil recordarlos a todos. De hecho, al principio no me importaba gran cosa ninguno, si acaso sentía simpatía por Alisa y Marianne. Después, con el paso de los capítulos, se profundiza en todos —en algunos más que en otros, como es evidente— y es más fácil empatizar con ellos, al punto de que te importen y quieras saber qué va a pasarles. En ese sentido, creo que se superó uno de los principales desafíos de tener muchos personajes.

Digo que es evidente que en algunos más que en otros porque habrían tenido que escribir un libro muchísimo más largo si profundizaran en todos. Es más, probablemente no habría aportado tanto a la trama, así que aplaudo su decisión. Sé por experiencia propia que el autor siempre sabe más de los personajes que el lector, pero que no siempre puede agregar esa información en las historias porque no es pertinente, así que imagino que tampoco fue una decisión fácil.

Respecto a Montre, una de las figuras antagónicas —que no el antagonista—, fue interesante tener su perspectiva. Me parece que es coherente y que su visión de las cosas aporta a la trama en general, además de generar lo que tiene que generar en el lector, aunque como personaje me pareció que podría haber dado más de sí y salirse un poco del estereotipo. Su último capítulo del libro es excelente también.

Resulta obvio que en una novela con tantos personajes, varios van a morir. Aunque las autoras lo explican en su video de preguntas y respuestas con spoilers, a mí la forma y el peso de ciertas muertes no me termina de convencer. Entiendo el efecto y la necesidad, pero no me conmovieron, sino que me dejaron una sensación de pena más leve. También creo que es algo difícil de lograr en una novela tan coral como esta, así que no me pareció un fallo grande como para tenerlo muy en cuenta.

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Otro elemento afectado por la pluralidad de personajes es la narración en sí. Aunque no tenemos narradores en primera persona, sino una tercera, al principio cuesta acostumbrarse. De hecho, la combinación tercera + presente a mi cerebro le costó entenderla, en mi mente funcionaba mejor en primera + presente o tercera + pretérito, pero quiero aclarar que esto es algo más bien personal. La prosa fluye y en ningún momento se nota que todo esté escrito a cuatro manos. No he leído a las autoras por separado, pero me da la impresión de que se complementan muy bien. También creo que el tono mejora cuanto más avanza la novela.

La ambientación es uno de los puntos fuertes de esta novela. Tiene toques steampunk, que a veces son más o menos relevantes para la trama. Es un mundo sólido, bien descrito y con montones de potencial. Se nota que hubo un montón de trabajo, especialmente en los detalles, y los personajes lo habitan. Esto lo aclaro porque muchas veces la ambientación parece más bien una escenografía que el hogar de los personajes —creo haberlo dicho ya en otra reseña—, pero por suerte este no es el caso. Además, al principio del libro hay un mapa, y todos sabemos que eso sube puntos. De hecho, el mapa y la forma en que los personajes se mueven en él me hicieron pensar en las regiones de Pokémon, cosa que considero un elogio porque es un aspecto de esos juegos que siempre me gustó mucho.

Es imposible no hacer una mención especial a la edición. No solo por el mapa, sino porque el libro incluye ilustraciones de los tres partidos principales —las que están viendo en esta reseña— y un elemento que, en mi opinión, suma mucho a la lectura: ilustraciones de los personajes que narran cada capítulo, páginas de diario, recortes, notas... Todo esto hace que sea un placer a la vista.

Entonces, en resumen, es una novela entretenida, bien llevada y trabajada, que puede costar arrancar por la cantidad de personajes y el ritmo de la primera parte, pero que pronto deja claro que es un mundo que vale la pena conocer y que guarda más de un secreto tras sus páginas. Si lo leen, me cuentan qué les pareció ♥.

miércoles, 15 de abril de 2020

Secretos de la luna llena: Despedidas - Reseña

Este cuento está a punto de acabar.

Llega la esperadísima conclusión a la épica saga Secretos de la Luna Llena de Iria G. Parente y Selene M. Pascual, dos de las autoras más prominentes de la literatura juvenil en nuestro país.

La guerra está en su punto más crítico, ya nadie puede escapar de ella. Dos princesas tienen el destino de Faesia en sus manos. ¿Cuál será su elección final?

Prepárate para coger un libro que no podrás soltar donde se desvelan, por fin, todos los secretos que esconde la luna llena.





Apenas terminé con Encuentros, la segunda parte, decidí meterme de cabeza en el último volumen. Así, a diferencia de la otra vez (demoré un montón en retomar la saga desde la lectura de Alianzas), logré recordar quién era quién y qué estaba en juego. Fue una gran decisión, así que la recomiendo a todos los que estén con ganas de empezar estos libros. De más está decir que esta reseña puede contener spoilers de la saga, aunque no de este libro. Si quieren saber qué me pareció sin nada de eso, pueden ir al resumen del final.

Las últimas páginas de Encuentros son angustiantes. Nos dejan con toda la intriga de qué va a pasar en este volumen, además de una sensación de amargura. Esta sensación se mantiene por los primeros capítulos de Despedidas. Sabemos que algo está mal, sabemos que los personajes actúan según los deseos de alguien más, pero ellos no lo saben y es desesperante. Se toman muchas decisiones; algunas son precipitadas, otras llevan mucha reflexión detrás. Algunas son buenas, otras van encaminadas al desastre. Las toman personajes que han crecido mucho, a los que no puedo imaginar tomando esas decisiones cuando los vimos por primera vez. En ese sentido, es un libro complejo, en el que muchos de estos personajes se ven obligados a crecer

Por un lado, tenemos lo que está pasando en Anderia: ahora que Svent está a cargo, sin ayuda más que de Ciel y Fay, la situación es muy frágil. Por otro lado, Eirene, Seaben y Drake van en camino a recuperar el trono que le corresponde a la primera por derecho. Como ven, se vuelven a mezclar las intrigas palaciegas y las batallas, las conquistas. La saga no deja de hacer honor a su nombre y se revela más de un secreto —algunos más predecibles que otros.

No quiero irme por las ramas ni hablar en detalle de la trama de este libro. Es la conclusión de una saga y me parece que lo mejor es que cada uno la descubra. Sí quiero hablar de algunas cosas que me gustaron y otras que no tanto, para que vayan con expectativas acordes.

Me pareció excelente la ambientación de los lugares nuevos. Veridian es tal cual su idiosincracia, Nryan me pareció mágico y diverso. Las ciudades de los dioses y de las estrellas me resultaron fascinantes, pero me dio muchísima lástima que aparecieran por tan poco tiempo. De hecho, es de las cosas a las que siento que se le podrían haber sacado mucho más y mejor provecho

También me parece que el desarrollo de los personajes sigue siendo uno de los puntos altos de la saga. Al poder tener la perspectiva de casi todos los importantes, sabemos qué les pasa por la cabeza y somos testigos cercanos de su crecimiento. De sus dudas, de su dolor. Es por esto que lo que les pase nos importa, o que tenemos sentimientos hacia ellos que nos hacen querer que triunfen o fracasen. Me parece muy bien logrado. Ahora bien, debo decir que no sé si me gustó que se incluyera el punto de vista de Mab. Creo que no aportó información realmente necesaria y se perdió esa aura de misterio que tenía.

Otra cuestión a tener en cuenta es que este no es un libro corto. Lo parece porque los dos primeros son más gordos todavía, pero acá tenemos más de quinientas páginas, tampoco las subestimemos. Y me volvió a pasar eso de que se me hiciera más pesado el principio que el final, pero creo que ya detecto por qué es. En este sucede a mayor escala que en los primeros, pero es una tendencia en la saga en general. A ver cómo lo explico.

Ya dije que el desarrollo de los personajes es de las mejores cosas que tiene la saga, pero me parece que el balance entre reflexión y acción está fallando un poco. Todas las escenas de introspección y reflexión, las de relaciones entre personajes, las de intrigas, están muy bien desarrolladas, son largas y tienen mucha importancia. Eso está bien, funciona y son lo que hace que los personajes se sientan reales. El tema es que las escenas de acción, aunque sean muy correctas, enganchen e impacten, se quedan cortas. No lo harían en otras circunstancias, estoy segura, pero el lector termina por notar el desbalance. Hace que se sientan precipitadas y fáciles, aunque en verdad no lo sean. Hace que algunas muertes —más de una me pareció innecesaria, por cierto— no se terminen de sentir del todo en el momento, aunque sí cuando pasamos a la reflexión. Es complicado.

Leí varios comentarios sobre la corrección de este libro. Yo, como correctora, prefiero no meterme en el tema porque sé el esfuerzo que es corregir un libro, más de esta longitud, y también sé perfectamente que por más que uno trabaje, a veces quedan cosas. Dejo a criterio de cada uno tener en cuenta estas observaciones o no.

Así que nada, me parece un cierre de trilogía emotivo, que engancha y que cierra bien cada una de sus tramas. Es decir lo que debe ser el final de una saga. Lo disfruté a pesar de esos problemas que menciono, y creo que en general es una historia muy linda, con personajes fáciles de querer y un mundo que me gustaría explorar más. Voy a querer seguir leyendo a las autoras, sin duda. ¡Ya me contarán qué les pareció!



miércoles, 8 de abril de 2020

Encuéntrame en Moonlight - Reseña

Jenn Bennett, una de las voces más brillantes dentro de la romántica juvenil, nos trae una novela que cuenta la historia de Birdie y Daniel, dos jóvenes que, luego de un incómodo primer encuentro, se ven obligados a trabajar juntos en un hotel de Seattle, donde un escritor famoso lleva una vida misteriosa y reservada.

Birdie Lindberg, aficionada a los libros de misterio, tiene una imaginación desbordante. Sus abuelos la criaron en soledad y la educaron en su casa, por lo que ha cultivado una inusual vida de fantasía en la que ella adopta el papel de una detective heroica y cada extraño se convierte en un sospechoso. Pero su mundo solitario se expande cuando consigue un trabajo de verano antes de ir a la universidad, el turno noche en un histórico hotel de Seattle.
En su nuevo trabajo, Birdie espera pasar de ser una soñadora introvertida a una pionera valiente, y el gregario Daniel Aoki se ofrece como voluntario para convertirse en su guía. El carismático chofer de la furgoneta del hotel comparte el mismo turno con Birdie y frecuenta la misma cafetería costera: Moonlight, donde Birdie espera el primer ferri de la mañana luego del trabajo. Daniel también comparte su gusto por la intriga, y él se ha topado con un misterio en la vida real: un famoso escritor huraño —que nunca aparece en público— quizás esté encontrándose en secreto con alguien en el hotel.
Para descubrir la identidad enigmática del escritor, Birdie debe salir de su cascarón. y descubrir que el misterio más complejo de todos quizás sean los sentimientos que Daniel, un acertijo en sí mismo, esté despertando en su vida.


Admito que este libro me compró porque de más chica amaba con mi alma las novelas de misterio. Además, necesitaba leer algo livianito después de lecturas muy intensas, así que llegó en el momento correcto, en medio de la cuarentena. Es de esos libros ideales para encarar con mantita, un buen té y ruidito de lluvia afuera. 

Como pueden ver en la sinopsis, se trata de una novela romántica, juvenil, con toques de misterio. Nuestra protagonista, Birdie, es aficionada a este tipo de literatura y, como fue criada de una forma muy restrictiva y aislada, también es bastante inocente, a pesar de haber vivido cosas bastante tristes para su edad. Es por esto que, al morir su abuela y tener más libertad que antes, tiene un encuentro íntimo con un desconocido, pero no se siente bien y se va sin decir nada. Muy típico de estas novelas: se lo encuentra en su nuevo trabajo. Este chico, Daniel, le comenta a Birdie que en el hotel en el que trabajan hay un misterio: uno de los clientes podría ser Raymond Darke, un famoso escritor cuya verdadera identidad es desconocida.

En realidad, el misterio del escritor es bastante light, una excusa —en el buen sentido— para contarnos más sobre la relación entre Birdie y Daniel y sus propios miedos individuales. En ese sentido, es una historia muy linda, cálida, con momentos frikis y momentos tristes. A veces es algo ridícula, pero de una manera intencional. Me reí en más de una ocasión y resultó ser una lectura muy amena.

Birdie es una protagonista particular. Es, como les dije, muy inocente para algunas cosas, pero convive con la tristeza de haber perdido a su madre a temprana edad. Tiene una relación amable con su abuelo, con el que comparte el amor por los misterios, y adora a su extravagante tía Mona. También tiene una relación muy particular con el café Moonlight, ya que su madre, su tía Mona y ella vivían encima antes de que la primera muriera de repente. Con su abuelo también comparte algo más: los problemas de sueño. Su abuelo tiene narcolepsia, y este es uno de los temas que trata la novela, algo que no había visto en otros libros con anterioridad, al menos no de esta manera. Me pareció una linda protagonista, un poquito por fuera de lo común, fácil de querer, aunque a veces se pasaba un poco de infantil, pero tenía sentido con su crianza y por lo tanto no me pareció fuera de lugar.

Daniel Aoki, el chico en cuestión, es bastante cinnamon roll y tiene intenciones de volver a intentarlo con Birdie. De ascendencia japonesa y un pasado un poco complicado —aunque sin ser edgy y violento como los protagonistas masculinos de 2008—, se ganó mi corazón al poner música de David Bowie en el auto, en uno de sus viajes con Birdie. Me pareció que tenían química entre ellos y me quedé satisfecha con el desarrollo de su relación, con sus dudas y ganas respecto a volver a intentarlo, aunque los obstáculos a veces se los ponían ellos mismos. 

Respecto a los secundarios, ya hablé un poco, pero recalco de nuevo al abuelo, un tipo muy especial, y a la tía Mona, que uf, es una institución en sí misma. Sus participaciones en la historia son las más ridículas y, a la vez, de las más cálidas. La familia japonesa de Daniel también es muy interesante, sobre todo su madre, que solía ser asistente de un mago. Como verán, es una novela que tiene de todo y que se divierte con los detalles absurdos.

La narración, en primera persona desde la perspectiva de Birdie, es súper ágil y fácil de seguir. Leí la novela en un día, dos como mucho, muy contenta y sin que se me hiciera pesada. Transmite lo que se nota que quiera transmitir, sin ser demasiado obvia. Hay un montón de referencias a detectives de ficción, como Nancy Drew, y a series y libros de misterio, cosa que me parece preciosa. No se vuelve algo aburrido, lo que es un peligro con las referencias abundantes, e incluso se juega bien con el asunto: Birdie y Daniel tienen una cita en una recreación del Clue para parejas. Muy lindo momento.

También tiene un papel importante la ambientación. Estamos en Seattle, en diferentes partes de la ciudad, y la novela nunca deja que nos olvidemos de eso. Hay descripciones muy bellas, lugares que se sienten reales y una cosa muy sensorial que no es fácil de provocar en los lectores. Creo que está muy bien logrado todo.

El final me dejó satisfecha, aunque creo que eso no va a ser igual para todos los lectores, sobre todo los que vayan a leerlo más por el misterio que por el romance. Como les dije, esa cuestión es muy light, así que ténganlo en cuenta al leer. Lo importante: los personajes crecen, maduran y se enfrentan a sus miedos. ¿Los superan? Eso lo tienen que descubrir ustedes.

Así que eso: es una novela ágil, linda, fácil de leer y muy para días de lluvia, con algo calentito. Si les gustan los romances con pinceladas de misterio y elementos absurdos, es para ustedes. ¡Buena lectura!

miércoles, 1 de abril de 2020

Secretos de la luna llena: Encuentros - Reseña

Fay de Veridian despierta entre aquellos que siempre ha considerado enemigos: los humanos. En un orfanato perdido en medio del bosque, y con la única compañía de tres escribas, la princesa deberá aprender a dejar atrás todos sus prejuicios y miedos y enfrentarse a la realidad sola por primera vez, por terrible que esta le parezca.
Mientras tanto, Eirene y Seaben acompañan a Drake rumbo a la isla de los hechiceros para llevar a Inair de Astrea de vuelta a su hogar. Sin más plan que dejar que el viento los guíe y con dudas sobre todo lo que han vivido en Lothaire, los príncipes pronto se verán arrastrados a una batalla que no es la suya, en un reino roto y oculto en el que seguir soñando ya no es una opción.
Ha llegado la hora de tomar decisiones. Ha llegado la hora de entrar en el juego de la guerra.




¡Hola! Espero que estén todos bien, haciendo cuarentena si les es posible. Cuidándose mucho, si no. Hoy traigo la reseña de una segunda parte que me llevó un buen tiempo conseguir y empezar leer, pero, finalmente, lo logré. Pueden encontrar la reseña de Alianzas aquí, y pronto espero traerles la reseña de Despedidas. Si bien no voy a hacer spoilers de esta entrega, sepan que me es imposible hablar de este libro sin mencionar el final de la primera parte, así que pueden ir al párrafo final para ver qué me pareció, si no quieren saber nada de nada. Desde ya, pido perdón por el tono cansado de la reseña. Estos no han sido días fáciles para nadie y hoy en particular ando con el ánimo un poco bajo. El libro me gustó, lo aclaro por si el tono deja lugar a dudas ♥.

Leí la primera parte hace montones, así que al principio me costó un poco recordar quién era qué, qué les había pasado, qué querían hacer. Cuando logré asentarme, ya no hubo más problemas ni confusiones, aunque siento que habría sido mejor leerlo poco después del primero, porque es una saga con bastantes detalles. Tengo que admitir, también, que últimamente me está costando arrancar libros en general. Es decir, no agarrarlos, sino los primeros capítulos. Esto me pasa con todos, así que este no fue la excepción. Sin embargo, más allá de mis problemas, me pareció que demoraba demasiado en empezar, por lo que las primeras partes se me hicieron algo más lentas de transitar. Después, lo leí bastante rápido y con ganas, porque empiezan a pasar más cosas, con mayor intensidad y un ritmo más ágil. Puede que ambas cosas (la lentitud y la agilidad) tengan que ver con la pluralidad de narradores y lo más o menos interesantes que resulten en un momento dado.

En cuanto a la trama, se nota que estamos en un libro del medio. Algunas tramas se resuelven, pero solo para desembocar en otras mayores. Algunas tramas, por otro lado, no hacen más que volverse más complejas. Una de estas es la de Fay, que es uno de los personajes que más evolucionan a lo largo de la novela. Luego de haber huido, es rescatada por los habitantes de un monasterio. Allí conoce a Svent, que es un personaje importantísimo. Aunque sus partes vayan un poco más lento, son siempre esclarecedoras y solo hacia el final nos damos cuenta de su tremenda importancia.

También tenemos las partes de Eirene, Seaben y Drake, después de haber huido de Lothaire rumbo a Astrea. Podemos imaginar lo que sucederá allí una vez que lleguen: intentarán recuperar su reino de las manos del Tirano. No obstante, aunque todo este asunto parece predecible, tenemos pequeños detalles, secretos y vueltas de tuerca que lo hacen más interesante de lo que imaginamos. También está la tensión provocada por el triángulo amoroso que hay entre estos tres, que por fin parece estar por resolverse. No voy a decir nada al respecto, pero estoy satisfecha.

No son solo los protagonistas los que nos sorprenden con sus idas y venidas: los secundarios esconden secretos que lo cambian todo en la saga. Desde Mab hasta Sylvana y personajes nuevos, al final nadie es quien dice ser, no del todo. Y así es como las cosas se vuelven más complejas y nosotros, como lectores, no podemos parar de leer hasta saberlo todo.

El final es un cliffhanger, por supuesto, como buena segunda parte de trilogía. Decía antes, se resuelven algunas tramas, pero otras nos van marcando rumbo hacia el final y se nota muchísimo. Se abren nuevas etapas, nuevos desafíos para los protagonistas, y está perfecto. Me pareció un muy buen cierre. Como detalle, me habría gustado que algunos recursos (y otros que también noto en la tercera parte) no se repitieran tanto. Por ejemplo, spoiler los besos de amor verdadero, descubrir las paternidades reales spoiler. Esto es personal.

En general, me gustó. Me mantuvo muy entretenida, a pesar de que me costó el inicio. Me parece que el crecimiento de los personajes es creíble y que está muy bien logrado, que todo está teniendo el desarrollo que debe tener y que se está gestando un final a la altura de la saga. Ahora mismo ando por casi la mitad del tercero, así que pronto les contaré si es así. ¿Lo van a leer?