miércoles, 29 de mayo de 2019

La ciudad de los fantasmas - Reseña

Desde que Cass estuvo a punto de ahogarse (está bien, sí, se ahogó, pero no le gusta pensar en eso), puede correr el Velo que separa a los vivos de los muertos… y entrar al mundo de los espíritus. De hecho, Jacob, su mejor amigo, es un fantasma.
Así que las cosas ya son bastante extrañas en su vida, pero se van a volver más extrañas aún.
Cuando a los padres de Cass les ofrecen realizar un programa de TV sobre los lugares más embrujados del mundo, la familia parte hacia Edimburgo, Escocia. Allí hay tumbas, castillos y pasadizos secretos rebosantes de fantasmas. Y cuando Cass conoce a una chica que comparte su «don», se da cuenta de cuánto le queda por aprender del Velo… y de sí misma.
Cass tendrá que aprender rápido: la ciudad de los fantasmas es más peligrosa de lo que había imaginado.




Hacía montones de tiempo que quería leer a Victoria Schwab, pero no había tenido la oportunidad. Cuando supe que íbamos a tenerla por estos lares, me emocioné un montón. Supongo que la mayoría acá está al tanto o fue al precioso evento de Puck en la Alianza en el que pudimos conocer a la autora. Una de esas oportunidades únicas. También tuve la suerte de verla en la Fería Internacional del Libro de Buenos Aires, a la que volví a asistir —esta vez por mi cuenta, con mi novio y amigos— y comprar y que me firmara más de sus libros después de una larga cola en la que hasta hice amigos. Gracias a estas instancias puedo decir que me pareció una persona adorable, que me transmitió mucha ternura y ganas de seguir escribiendo también. Fue una gran experiencia y por eso agradezco mucho a Puck y a todos los involucrados tanto en Montevideo como en Buenos Aires.

Hoy vengo a contarles sobre la primera novela middle-grade de la autora que he leído. Creo que la sinopsis resume bien el contenido, así que no voy a demorarme mucho describiendo la trama. Sí voy a decirles que es una de esas novelas que habría amado leer de preadolescente. No quiere decir que ahora no, pero en esa época la habría disfrutado especialmente. Es una novela de suspenso, misterio, no diría terror, pero tal vez se acerque a esa categoría. Acompañamos a Cass, nuestra protagonista, en su fantasmal recorrida por Edimburgo. Allí, el Velo que la separa del mundo de los muertos se volverá mucho más fino. Y así empiezan los problemas. Es una historia sencilla, digamos, pero que nos plantea un mundo que potencialmente tiene mucho para dar. Se lee en dos patadas porque logra enganchar, y mucho. 

Cass, la protagonista, es una preadolescente que tuvo el infortunio de ahogarse. Aunque Jacob, su mejor amigo-fantasma, logró salvarla, ahora puede traspasar el Velo y sentir cuándo hay espíritus cerca. Me gustó mucho lo cercana que se hace, su sentido del humor y cómo, a pesar de lidiar con fuerzas que no entiende, siempre lucha por las personas que quiere. Me gustó su voz y su historia se me hizo dinámica. Me quedé con ganas de conocerla mejor, eso sí.

También me gustó mucho la forma en que se relaciona con los demás, especialmente con Jacob. Me pareció una amistad preciosa, aunque temo por su futuro debido a ciertas cosas que se dicen y que no quiero spoilear. Y qué alivio que se tratara de una amistad y no una amistad-romance. Ya lo sabía porque lo había leído en otras reseñas, pero me gustó lo que leí. Respecto a los demás secundarios, los padres de Cass me parecieron muy peculiares y me hicieron reír, al igual que la gente que los rodea. Mención especial a Lara, que me cayó muy bien y a la que me gustaría conocer más. Siento que tal vez la historia flojee en la antagonista, que no tiene demasiado desarrollo aunque cumple con la función de ser inquietante.

Había leído una de las novelas para adultos de Victoria, así que tenía curiosidad por su narración en una middle-grade. La verdad es que me gusta lo que encontré: sin ser una prosa complicada, tampoco se pasa de simpleza. No subestima a sus lectores, digamos, y eso me parece excelente. La narración fluye, es dinámica, como decía, y hace que siempre se quiera saber más. Ideal para esta novela.

Uno de los puntos fuertes es la ambientación. Pasamos de Estados Unidos a Edimburgo, una ciudad hermosa que muero por conocer y que amé recorrer de la mano de Cass. Llena de fantasmas, mitos e historia, es perfecta para una historia como esta. El programa de los padres de Cass —los Inspectros, que es un juego de palabras mucho más divertido en inglés, pero la traducción funciona— es la excusa perfecta contarnos más sobre la ciudad sin que se convierta en una guía turística. Más allá de lo bien recreada que esté la ciudad, cosa que asumo que es así porque de verdad me sentí en Edimburgo al leer, me maravilló lo bien que maneja la autora las atmósferas, las sensaciones que te dan los lugares al leer. A veces el tono se ponía muy oscuro y, aunque no llegaba a dar miedo, sí diría que resultaba inquietante. Me preguntó cómo se manejará el siguiente volumen, que tiene lugar en París.

En resumen, es una novela middle-grade muy entretenida, misteriosa y que engancha muchísimo. Amé conocer a esta autora y creo que voy a seguir perdiéndome en sus mundos por mucho, mucho tiempo. Ustedes, ¿qué opinan?

miércoles, 22 de mayo de 2019

La puerta del bosque - Reseña

Alice, una chica de diecisiete años, y su madre se han pasado la mayor parte de su vida de un sitio para otro, siempre un paso por delante de la extraña mala suerte que les pisa los talones. Pero cuando la abuela de Alice, la esquiva autora de un libro de cuentos espeluznantes, muere en su finca del bosque, Alice descubre hasta dónde puede llegar su mala suerte. Especialmente cuando su madre desaparece y deja un extraño mensaje:

NO TE ACERQUES AL BOSQUE DE LOS AVELLANOS

Para recuperarla, Alice tendrá que adentrarse en el mundo en que nacieron las historias de su abuela y donde quizás encuentre la razón del estremecedor final de la historia






Sabía que este libro me iba a gustar. Me atraía muchísimo y lo miraba con ojitos cariñosos cada vez que se me cruzaba. Lo que no sabía era que me iba a gustar tanto. Lo leí durante la #LCBosque, así que probablemente puedan leer otras reseñas además de la mía. Esto fue bueno porque pude comentar con otros lo inquietante y macabro que es el libro a veces. No esperaba que lo fuera y me sorprendió para bien.

La historia me succionó casi de inmediato. Tiene varios de los elementos que hacen que algo me atrape y me gusta, y si leen este blog desde hace tiempo seguro se van a ir dando cuenta. Nos cuenta la historia de Alice, una chica que desde siempre ha vivido huyendo, aunque no tiene claro de qué. De una especie de mala suerte que las persigue a ella y a su madre. Su madre, hija de Altea Proserpina, una escritora de cuentos infantiles ermitaña a la que Alice nunca llegó a conocer, aunque le fascina. Así, mientras nos cuenta sobre su vida nómada y la estabilidad que han ganado a regañadientes en el último año, nos damos cuenta de que hay algo más. Y entonces todo cambia, todo se precipita y lo que ella creía cuentos de hadas se vuelve una realidad siniestra imposible de evitar.

En verdad, la trama va volviéndose cada vez más oscura y menos urbana. Pasamos de un Nueva York apabullante a la quietud sombría de los bosques para adentrarnos de a poco en ese mundo alternativo que es el Interior. La historia va volviéndose cada vez más bizarra conforme vamos perdiendo urbanidad. Más fantasiosa, digamos.

Una de las cosas que me atraparon fue que la protagonista es bastante particular. Dentro de ella hay un enojo que a veces no sabe controlar. Tiene un carácter bastante fuerte e incluso puede llegar a darle miedo a otros personajes. Es bastante cínica, qué decirles. No es mala, eso sí. Y demuestra compasión en más de una ocasión. En verdad, es una persona que no tiene claro cuál es su origen, su hogar. Su identidad. Estos son los motores de la novela, aunque lo que parezca mover la trama sea la búsqueda de su madre y sobrevivir al Interior. Creo que saber quién es y por qué está allí es lo más importante en esta novela. Y no decepciona.

Alice es nuestra protagonista, pero estoy encantada con los personajes secundarios. La madre de Alice, Ella, es la persona más importante para ella y se ha encargado de sacarlas adelante desde siempre. Su actual esposo y la hija de este me hicieron reír, aunque también sentí compasión por ellos. Ellery Finch, que termina ayudando a Alice cuando su madre desaparece, empezó como un cliché de hipster y vaya giros que dio. Muy satisfecha con eso. Altea Proserpina es tan mítica que a esta altura yo también soy fan. Y no quiero hablar de muchos más porque ya entramos en el terreno del spoiler, pero qué interesante fue conocer a cada uno de ellos.

Los cuentos de hadas son cruciales en esta novela. En particular, los del libro de Altea. Son cuentos vivos, Historias con H mayúscula. No voy a contarles más para no arruinarles la sorpresa, pero sí voy a decirles que hay un par de cuentos incluidos en la novela y son excelentes. Retorcidos, inquietantes, imposibles de dejar de leer. Aunque no los lean de noche, no sean como yo. A mí estas cosas me fascinan, además de que la combinación de cuentos de hadas con la realidad, libros imposibles de encontrar, personajes misteriosos como Altea... bueno, me puede. Toda la parafernalia alrededor de esta mujer, sus fans y lo difícil que es conseguir el libro o información, fa, me atrapó pila.

Me gustó mucho la prosa. Prolija, aunque no de una sencillez carente de contenido. Sabe cómo inquietar al lector, enganchar y que sus palabras transmitan las cosas más bellas y las cosas más horribles. Me alegró que no fuera un lenguaje recargado, sino lo que necesitaba la historia. Muy bien en este aspecto.

Creo que la ambientación se lleva el premio. Más allá de que la atmósfera está logradísima independientemente de dónde transcurra la acción, utiliza muy bien los ambientes para transmitir sensaciones. En Nueva York, la de ser observada constantemente. En la carretera, la de vulnerabilidad. En los bosques, la de no saber qué sucede. Las descripciones no apabullan, pero nos sentimos ahí. Perseguidos entre la muchedumbre neoyorquina, en la ruta solitaria, en el bosque intermedio o en el misterioso Interior. Cada vez más cerca de la fantasía, del horror, del centro de toda la cuestión. Como les digo, muy logrado.

No sé si hace falta que lo diga, pero es una novela que me encantó. Me atrapó, me hizo sentir algún que otro escalofrío —ojo, no es terror— y disfruté montones la lectura. Para mí, súper recomendado y quiero que me cuenten después qué tal. ¿Qué les parece?


La canción es muy este libro, ¿no les parece?

miércoles, 15 de mayo de 2019

Lo bueno de llamarse Andrómeda - Reseña

Andrómeda tiene una vida acomodada, sencilla, y se asfixia en ella. No encuentra sentido al día a día, pero un fortuito viaje a Lisboa lo cambiará todo. En su aventura llena de contrastes conocerá a Cruz, un pícaro callejero; Vasco, marinero de humor cambiante y al eminente can Arquímedes III, entre tantos otros seres peculiares. Pero el descubrimiento crucial sucede cuando encuentra, tan lejos de casa, a otra Andrómeda, con quien tiene una conversación pendiente desde hace mucho tiempo.

Estas páginas esconden un relato íntimo, envolvente y cercano, lleno de realismo mágico que toma forma en la línea del horizonte, donde las decisiones cuentan y el norte aparece en el lugar más inesperado.






Me hizo muy feliz cuando la autora me preguntó si quería leer su nueva novela. Al haber leído ya La máquina de besos e Invicta, sentía muchísima curiosidad por esta nueva obra, además tan distinta a las anteriores. Por supuesto, le dije que sí, así que muchísimas gracias a ella y a Click (Planeta) por el ejemplar. Al ser una lectura en digital, tardé un poquito más en leerlo porque lo hago cuando estoy fuera de casa, pero igual creo que no me tomó tanto tiempo como esperaba. Antes de empezar con la reseña, les cuento que tuve la suerte de entrevistar a la autora el año pasado, si les interesa saber más de ella, y pueden leer la entrevista haciendo clic aquí. También, la autora subió algún que otro especial con información sobre la novela en su blog, que sirve un montón para complementar la lectura.

Cuando digo que me llamaba la atención lo diferente a sus anteriores novelas, lo digo en serio. Las que yo leí estaban ambientadas en el siglo XIX, como mucho a principios del XX, mientras que esta es romántica contemporánea. No sabía qué esperar y me daba mucha curiosidad. Además, mi papá viajó hace relativamente poco a Portugal y vino con mucho entusiasmo y cuentos lindos, por lo que la ambientación fue un gran aliciente. Así que, con toda esa curiosidad mezclada, empecé a leer el libro en mis ratos libres, en el ómnibus si no me mareaba demasiado, esperando para entrar a clase... Como en verdad no es tan largo y se lee bastante rápido a partir de cierto momento, me llevó mucho menos de lo que esperaba. Y sí, es bastante distinto a sus libros anteriores, pero se nota la autoría.

Esta es una novela de autodescubrimiento, más allá de que haya romance. Nos enfrentamos a la vida de Andrómeda, que ella encuentra anodina y vacía, sin nada que la motive a seguir. Lo intenta, de verdad lo intenta, pero las cosas recién empiezan a cambiar durante este viaje a Lisboa. Y pasa lo que pasa en muchos libros de este estilo: conoce gente, lugares, historias. Hasta a un perrito precioso que le da un toque de ternura importante a la novela.

Volviendo a la ambientación y la prosa, lo que sucede es que la primera parte de la novela se convierte un poco en un paseo por Lisboa y la trama se pierde. A veces da la impresión de que no pasa nada, pero en verdad es donde se sientan las bases para lo que viene. Quizás esa sea la parte más lenta, y como además está contada, en muchos momentos a modo de reflexión, puede costar un poco más. Después de eso, el ritmo se agiliza y empieza a pasar más, aparecen otros personajes, hay más cantidad de diálogo y movimiento. Sigue habiendo una carga importante de reflexión de Andrómeda, gran cantidad de opiniones —que a veces comparto y a veces no, pero eso no viene al caso—, pero se hace más ameno porque se intercala con eventos más emocionales e interesantes. Como si la narración también subiera una de las cuestas portuguesas que nuestra protagonista recorre en alguna que otra ocasión.

Nuestra protagonista de peculiar nombre es quien nos narra la historia en primera persona, como se imaginarán. En algunos aspectos, me costó entender a Andrómeda, pero en otros realmente sentí lo que sentía y me llegó muy fuerte. Es de ese tipo de persona que puede ser muy tranquila, pero que en su interior tiene una pasión enorme por aprender, por descubrir, por sentir. También tiene una gran sensibilidad y es capaz de sentir compasión por los más vulnerables, pero puede ser muy ingenua, impulsiva y dejarse llevar por las cosas.

Los personajes que conocemos en esta novela son quienes llevan a Andrómeda de la mano por Lisboa y por este viaje que tanto va a cambiarla. Uno de los primeros que aparecen es Cruz, un mago y pastor —pastor de animales, no religioso— por el que conoce un albergue y, allí, a Vasco y a Arquímedes III, un perrito precioso. Aunque Cruz me cayó bien y me gustó el lugar que parecía tener en la novela, habría preferido que spoiler no sintiera ningún tipo de atracción por Andrómeda, que además se me hace un poco forzada en cuanto a intensidad spoiler. Respecto a Vasco, es un tipo Darcy en muchos aspectos. Es callado, taciturno y parece no llevarse muy bien con Andrómeda, pero pronto descubrimos que tiene un buen corazón, es amable y tiene na sensibilidad particular. A mí me cayó bien, aunque spoiler reconozco que me sorprendió la velocidad con la que pasan las cosas entre ellos y el nivel de intensidad, no sé si me convence spoiler. Respecto a los demás secundarios, quiero destacar a Hugo, el hermano de Andrómeda, que me gustó mucho, y cómo en general todos parecen aportar algo. La que no me convenció fue Lara pues juega un papel que preferiría que no existiera en estas novelas, pero eso ya es personal.

Y en una última nota sobre la ambientación y la prosa, admito que ya tenía ganas de conocer Portugal, pero este libro no hizo más que aumentarlas. Sin haber estado, no podía evitar buscar imágenes de los lugares visitados y desear estar ahí y poder ver todo con mis propios ojos, saborear los pastéis de Belém, tomarme el Eléctrico... En el blog de la autora tienen más información sobre qué lugares decidió retratar, cómo y por qué. Yo, la verdad, estoy segura de que si tengo la oportunidad de conocer Lisboa, voy a acordarme de los pasos de Andrómeda. La narración transmite muy bien todas las emociones de la protagonista en Portugal, pero lo sensorial también juega un papel muy importante. Esto ya lo había notado en anteriores obras de la autora, pero acá creo que es fundamental para que nosotros, lectores, podamos entrar de verdad en la cabeza de Andrómeda. No solo las reflexiones y lo que se dice directamente es importante acá, sino también lo que podemos deducir por cómo experimenta las cosas.

Así que, para terminar, es una novela preciosa que da muchas ganas de viajar. A veces es un poco lenta y parece que la trama se pierde, pero toma ritmo. Aunque no me convenció del todo el aspecto romántico, sí me gustó que el libro se enfocara en la protagonista y en su necesidad de crecer. Ustedes, ¿piensan leerlo?

miércoles, 8 de mayo de 2019

Reflexiones y refracciones - Reseña

¿CUÁNTO PUEDE TU MENTE DISTORSIONAR TU REALIDAD?

Reflexiones y refracciones relata las vicisitudes de un grupo diverso de excéntricos personajes que deben enfrentarse a las percepciones distorsionadas de la realidad que sus propias mentes les imponen. Una trama psicológica con narrativa introspectiva, donde los pensamientos, las emociones, los hechos y las pesadillas se amalgaman en forma surrealista.

«La mente es una red compleja, peligrosa, y nadie en absoluto sabe cómo funciona. En particular, mi mente, ya no limitada a mi cabeza, es una potencia capaz de cambiar la realidad de mi entorno a su antojo. Queda advertido, cuanto más se acerque a mí, más se adentrará en los estratos de mi realidad...»



No se hacen una idea de lo difícil que es reseñar este libro. He visto otras reseñas por ahí y creo que nos pasa a casi todos. Lo que sucede es que se trata de un libro especial, raro, por decirlo de alguna manera, y si es difícil cerrarlo habiéndolo entendido por completo, imaginen lo que es reseñarlo. El escritor, de nacimiento argentino pero radicado en Uruguay, es una persona a la que tengo el gusto de conocer gracias al #Clubdelectura.uy y de haber compartido un montón de momentos juntos después. Por lo tanto, le tengo especial cariño y quiero que esta reseña esté a la altura.

Quizás recuerden que leí este libro en verano, que fue uno de los pocos que me llevé de vacaciones porque decidí tomarme esa semana para descansar y corregir. Lo divertido de esto fue que, mientras yo leía el libro de Lihuén, Lihuén leía Proyecto Pandora y nos comentábamos cosas por mensaje. Si eso no es top, no sé, eh, no sé qué sí lo es.

La cuestión es que es un libro que dista mucho de ser de esa lectura ligerita que muchos eligen para pasar sus vacaciones. Se trata de una antología de relatos, o de textos de reflexión, o quizás tampoco es una antología como las que conocemos, porque existe un hilo conductor que subyace y que a veces es más o menos evidente. ¿Entienden por qué es tan difícil reseñarlo? 

Lo común a todos los relatos —digámosles así— es la perspectiva que los atraviesa. Aquí tenemos la visión de los marginados, de los que son escupidos por el sistema, de los que no saben ser parte y de los que se consideran monstruos. Tenemos muchos monstruos, lo dice bien el autor, y no siempre son los que uno espera. Al tener el privilegio de conocer al autor, reconocí algunas cosas que habíamos charlado alguna vez, pero también pude atisbar mejor algunas otras y sorprenderme con ciertas formas de ver el mundo.

No voy a engañarlos: no es un libro lindo. Y por «no lindo» me refiero a que hay una oscuridad, una opresión, algo que está mal y que se siente en la atmósfera de los relatos todo el tiempo. Esto es intencional, el libro busca incomodar, busca hacer pensar y llevar a los lectores al mundo que habitan esos personajes rotos y perturbados. Sentir incomodidad es lo correcto y creo que eso no evita que se pueda apreciar lo que construye el libro, especialmente al terminar.

Como habrán visto en alguna otra reseña, el libro consta de tres partes que se diferencian bastante bien. Al igual que varios de mis compañeros BBBs, la tercera se me hizo algo confusa, creo que incluso se lo comenté a Lihuén, pero eventualmente me quiero tomar el tiempo de releerla para entenderla mejor, porque siento que fui a tal velocidad por las ganas de saber que me perdí de cosas importantes en el camino. Con las otras dos, sin embargo, no tuve problemas y se me hicieron más fáciles de leer, no así de digerir. Y eso es un cumplido.

Respecto a la prosa, ya sabía que Lihuén escribía bien porque también tuve el honor de escucharlo leer en voz alta algunos fragmentos del libro, pero leerlos yo misma —echando de menos su voz, por supuesto— me hizo apreciar su narración de otra manera. Es muy elegante y clara, con un ritmo muy marcado también, y a la vez tiene sus giros con los que le pega en la cara al lector. Sé que el autor es admirador de Sabato, pero como no lo he leído aún, puedo decirles nada más que a mí su forma de escribir me recordó más a lo que escribiría Kafka si narrara como Borges, si acaso tiene sentido. Esto también es un cumplido, eh.

Entonces, ¿qué más decirles? Es un libro muy particular y difícil de reseñar, pero que recomiendo encarecidamente porque brinda perspectivas diferentes; en muchas ocasiones, de los que no tienen voz. Espero que con esta reseña se hayan quedado con ganas de leerlo y, si lo hacen, por favor, no olviden contarme qué tal. 



miércoles, 1 de mayo de 2019

Una sombra brillante y ardiente - Reseña

Forzada a revelar su poder para salvar a un amigo, Henrietta se queda de piedra cuando, en lugar de ejecutarla, la invitan a entrenar con los hechiceros reales de Su Majestad.
En el Londres victoriano, Henrietta es declarada la elegida, la chica de la que hablan las profecías, la que acabará con los Siete Antiguos: unos agresivos demonios que, junto a sus huestes, aterrorizan a la humanidad.
Pero Henrietta sabe que NO es la elegida y debe mantener el engaño para sobrevivir. Junto a ella se entrenan tres muchachos que guardan sus propios secretos y que pondrán a prueba su poder y su corazón. Uno la retará. Otro luchará por ella. Y otro la traicionará.







Este libro me daba muchísima curiosidad. Es decir, ¿Londres victoriano? ¿Magia? ¿Demonios? Pero dame mil. Por suerte, la preciosa Agustina me lo regaló para mi cumpleaños del año pasado y, aunque demoré en agarrarlo, lo hice con muchas ganas. He de admitir que, al empezar la lectura, de inmediato me sentí atraída por la ambientación, pero me costó entrar en la historia. Con el paso de los capítulos esto fue mejorando, pero aun así hay cosas que no me convencieron, así que, para no escribir una entrada ambigua, voy a hacer de esta una reseña de qué me gustó y qué no.



Lo que me gustó:

  • Tal vez sea obvio, pero la ambientación me pareció maravillosa. Estamos en un Londres victoriano alternativo. Aquí hay criaturas feéricas y magia; hay magos, hechiceros y brujas, con mejor o peor reputación y distintas formas de vivir la magia. Todo esto se integra a la sociedad y a la historia: por ejemplo, Juana de Arco fue una hechicera.
  • Los Antiguos. Estos demonios venidos de otro mundo, de los que no se sabe tanto, pero que hace once años se dedican a destruir Gran Bretaña, me resultaron interesantísimos. Oscuros, poderosos. Creo que tiene muchísimo potencial.
  • Pensaba poner esto como spoiler, pero ahora me di cuenta de que está en la sinopsis, así que no lo es. Henrietta, nuestra protagonista, termina entrenando con otros hechiceros porque parece ser la elegida por una profecía. No lo es. Adoro cuando los elegidos no lo son y quedan todos en una estado de keasemo general.
  • Leí que a muchos les cayó mal Henrietta, pero a mí me gustó. Creo que hay una tendencia muy marcada a esperar protagonistas perfectas, inteligentes y que no se equivoquen. Henrietta, se confunde, erra, tiene miedo y a veces se deja llevar por sus sentimientos. La prefiero así. Es valiente, es entregada, se esfuerza mucho por mejorar y le importan los más vulnerables. Yo qué sé.
  • A través de Henrietta, se expresan ideas como que a pesar de que esté mal visto en esa época y en ese mundo, las mujeres pueden ser igual de capaces que los hombres. Que es injusto que los que estén a salvo de los Antiguos sean los más acaudalados mientras los pobres se mueren fuera de la barrera protectora. Y así.
  • Hay personajes de lo más carismáticos, aunque algunos sean un poco cliché. Por ejemplo, está Julian Magnus, que es el típico noble casanova que hace reír a las mujeres y que en verdad siempre está coqueteando. A pesar de esto, también se educó rodeado de mujeres y es casi el único que siempre apoya a Henrietta en su lucha.
  • También está George Blackwood, nuestro Darcy particular, al que se le termina tomando cariño y que personalmente se ganó mi corazoncito. Su hermana, Eliza, es la típica noble atrevida que va en contra de las normas sociales y eso me hizo feliz. Ojalá hubiéramos visto más de ella.
  • Me gustan el compañerismo y la complicidad que se crea en el grupo de hechiceros donde estudia Henrietta, que consta de más personas que las que insinúa la sinopsis. Al final del día y cuando las cosas se complican, esto pesa mucho y me pareció precioso.
  • Hay relaciones lindas, sanas y amistosas entre personajes femeninos.
  • Hargrove. Pero cómo me gusta este personaje, él y sus secretos y su demencia. Este mago bastante precario será muy importante para Henrietta y su crecimiento en cuanto a la magia, pero yo lo amé por lo particular que es, por su sentido del humor y sus conflictos éticos.
  • Lo ominoso de los Antiguos y en particular R'hlem, su líder. Los familiares, que vienen a ser los minions de estos seres, me parecieron también muy inquietantes. La sensación que generan está muy bien.
  • Que a pesar de que los Antiguos son los antagonistas principales, también hay enemigos humanos y entre los hechiceros.



Lo que no me gustó:


  • Lo derivativo que es todo. Hay mucha inspiración en otras obras que, en lugar de aprovecharse, se utilizó de forma perezosa. Harry Potter, Cazadores de sombras, Sombra y hueso, Orgullo y prejucio, por nombrar algunas. No hay nada de malo con la inspiración, me parece genial, pero creo que no rindió acorde al potencial del mundo creado.
  • De la mano de esto, el número enorme de clichés. Esto provoca que el libro sea muy predecible y que los plot twists no sorprendan. Incluso es fácil deducir qué va a pasar en los próximos libros.
  • Aunque Henrietta me caiga bien, el cliché de chica humilde e invisible que termina siendo poderosa y se va de su entorno hostil hacia otro entorno hostil pero donde aprende a contorlar su poder... Uf. Menos mal que no es la elegida al final del día.
  • El pacing del primer cuarto del libro es lento y hasta se me hizo aburrido, aunque me interesaba leer sobre ese mundo. Luego mejora, pero estuve a nada de dejarlo.
  • Acá es donde muchos van a desistir de leer el libro, aunque creo que a pesar de esto igual vale la pena, pero ahí va: no tenemos un triángulo amoroso, tenemos un cuadrado. Hay tres potenciales intereses amorosos, que avanzan más o menos en este libro —al ser una trilogía, no sé por cuál se inclinará—, y que no son lo más importante de la novela, por suerte, pero yo sentí un poco forzado todo. Como para que hubiera qué shippear y para todos los gustos. No sé si funciona, en este caso.
  • Más allá de esto, casi todos los personajes masculinos parecen sentir amor, atracción o cariño por Henrietta. Sudé al pensar que podrían poner a Lilly —una criada que es adorable— o a Eliza como rivales de la protagonista por culpa de esto, pero por suerte no. Igual no soy fan del trope.
  • Rook, el mejor amigo de la infancia de Henrietta, no me gustó. Me aburrió, me pareció vacío y un peso muerto, una excusa para que pasaran cosas. Y como interés romántico deja mucho que desear.
  • Los otros dos intereses amorosos, aunque me cayeron súper bien, son básicamente Darcy de Orgullo y prejuicio y Jace de Cazadores de sombras (un poco más tranquilo, quizás me cayó mejor). Rook está a nada de ser un Mal de Sombra y hueso, pero por suerte no llega a ese nivel porque me habría vuelto loca.
  • Me costó mucho creerme el personaje de Agrippa. Me gusta la figura que representa, pero sus formas de actuar y sus cambios no me parecieron ni creíbles ni lógicos. Además, la forma en que trata a Henrietta cuando sabemos lo de su hija muerta es medio inquietante.
  • Da la sensación de que la gente que trabaja para la reina es estúpida o inútil. La parte de la Torre de Londres, I can't even...


En general, me quedo como con la idea de que es un libro con muchísimo potencial no explotado, que no se arriesga y que prefiere quedarse en una zona de confort llena de clichés y cosas que ya vimos en otras historias. Esto es lo que hace que dude sobre si leer el siguiente o no.


Quiero dejar esto claro: es un libro que disfruté, que me gustó y al que le di una buena nota en Goodreads. No es un mal libro y no quiero que ustedes se queden con esa idea. Si hubiera salido de esa zona de confort de la que hablo en el párrafo anterior, podría haber sido un libro excelente, tiene todo el potencial para ello y la prosa de la autora le permite subir el nivel de todo. Ojalá los dos siguientes libros sean mejores y se superen, pero no sé si tengo la energía de comprobarlo yo misma. Si alguien lo sabe, le agradezco que me lo comente. 

Buena lectura :)