Divertite sola entonces - Reseña

Acá supuestamente debería decir algo que te dé ganas de comprarlo y leerlo. La verdad es que no tengo claro qué escribir. Yo qué sé... El libro está bueno... Te lo juro. A mí me gustó pila escribirlo, y también leerlo después. Es divertido. Aparte, tiene ilustraciones divinas como presentación de cada capítulo. Posta que vale la pena. Es básicamente una novela sobre un tipo que busca durante décadas tener suerte en el amor. ¿Le irá bien finalmente? ¿En algún momento, al menos? ¿Descubrirán al asesino? ¿Hay un asesinato? Ah... Habrá que leerlo para enterarse... 

Antes de empezar, tengo que contar que conozco lo que escribe este autor desde hace muchos años, porque lo seguía en su blog. Siempre me había divertido su particular forma de escribir, por lo que no me sorprendió que sacara un libro. La sorpresa fue cuando Stephanie, coordinadora del #Clubdelecturauy, lo vio en una librería y eso llevó a que lo contactaran para que presentara Divertite sola entonces en una de las reuniones. Dada la personalidad del autor, fue un evento divertidísimo que me llevó a leer el libro de otra manera. 

Divertite sola entonces cuenta la historia de Luigi —vamos a esto después—, específicamente su vida amorosa y su relación con las mujeres. Cada capítulo lleva el nombre de una mujer y el episodio que protagonizó en la vida de Luigi —además de ilustraciones por varios autores—. Además, también somos testigos del crecimiento del protagonista a través de los años, físico y emocional. Ponerme a hablar de cada capítulo sería decir demasiado, pero quizás deba agregar también que hay personajes y recurrentes y que por eso se puede seguir la historia súper bien como novela, pero que también se puede leer cada capítulo como un relato individual.

Esta es una de esas novelas en las que es difícil desligar al autor del narrador. No solo por la primera persona, sino que se ponen en el lugar del narrador, como si fuera real. Luigi mismo cuenta que la pregunta de «¿esto te pasó de verdad?» fue muy frecuente, y no es raro. La posición del narrador lleva a estas confusiones, pero creo que no es accidental, que se juega con ello y que influye en la veracidad del relato. ¿Será, no será? Ah, misterio. Quizás en ese sentido podría recordar a autores como, por ejemplo, Hernán Casciari.

Además, es una narración desenfadada y muy amena. Luigi dijo en la reunión «yo escribo como hablo», y quedó clarísimo que es así. Esto lleva a que sea un estilo que da mil vueltas para contar algo, como una persona que cuenta anécdotas y una cosa lleva a la otra y termina con un «pero yo estaba hablando de...». Quizás a algunos les pueda parecer molesto, pero es algo que, ya avisada, disfruté. 

Otro de los puntos fuertes de esta novela es la ambientación. Los hechos que tienen lugar en Montevideo, mi ciudad, me resultaron súper naturales y no tuve problema con identificar calles o barrios, en entender a qué se refería el personaje con ciertos lugares. Sin embargo, la primera parte del libro tiene lugar en la ciudad natal del autor, Mercedes (departamento de Soriano), que yo no conozco más que por todos los cuentos que me ha hecho mi amiga Majo. Fue muy interesante esto, porque aunque nunca pisé la ciudad, sentí que el autor se las arreglaba para hacerla cercana y real. Supongo que eventualmente iré y me cagaré de risa pensando en este libro. Es muy probable. 

No podemos terminar esto sin hablar del manejo del humor, a veces muy absurdo, otras veces más coloquial. Es uno de esos libros capaces de sacarte risitas en lugares públicos, así que no sé si lo recomiendo como lectura de ómnibus. Pero sí que lo recomiendo, porque es una novela corta, muy disfrutable y que sin duda los va a hacer reír un montón.

Fotos de Stephanie Campi