miércoles, 23 de septiembre de 2020

El alma de la espada - Reseña

«Kagawa utiliza elementos de la mitología japonesa y su folklore para desplegar una historia épica… Una aventura repleta de acción.» Kirkus Reviews

«Este primer volumen de la nueva serie de Kagawa no decepciona. Es una experta en colocar personajes realistas dentro de mundos mágicos verosímiles. Los lectores no saldrán de casa hasta devorar el capítulo siguiente.» Booklist

Hace mil años se concedió un deseo, y con él se forjó una espada de ira y relámpago: Kamigoroshi, la Asesina de Dioses. Un arma lo suficientemente poderosa para confinar eternamente al temible ogro Hakaimono.
Pero ahora el demonio se ha liberado.
Yumeko, una chica mitad zorro kitsune con capacidad de urdir ilusiones, tiene una misión que cumplir: llevar su fragmento del antiguo y poderoso Pergamino de las Mil Oraciones al Templo de la Pluma de Acero, y así evitar la venida del Heraldo del Cambio, el Gran Dragón, que concederá un deseo al portador del pergamino. Pero ahora ella tiene un nuevo enemigo, más peligroso que cualquiera con quien se haya enfrentado. El demonio Hakaimono es libre por fin, y ha poseído a la persona en la que Yumeko confiaba su protección, Kage Tatsumi, el valeroso guerrero del Clan de la Sombra.
Hakaimono tiene un solo objetivo: romper la maldición de la espada, liberarse, y sumir al mundo en el caos y la destrucción. Pero para hacerlo necesitará el pergamino, y Yumeko es la única que se interpone en su camino.


El alma de la espada es la secuela de La sombra del zorro, y es imposible hacer una reseña sin spoilear el final de la primera parte. Están todos avisados. Los que quieran evitarlos, pueden leer la síntesis en el último párrafo.

Dicho esto, sigamos el ejemplo del libro y vayamos directo a los bifes. Atrás quedó el paseo por las praderas de Iwagoto; los espíritus malignos se congregan para formar un ejército, se escapó uno de los demonios mas fuertes de la historia que además anda con muchas ganas de cortar a nuestros protagonistas en pedazos, y el descenso del dios dragón está cada vez más cerca. Claramente, el curso de acción inmediato tiene que ser sentarse a tomar el té y dedicarle unos cuantos capítulos a intrigas de la corte.

Les prometo que dentro de la narrativa tiene más sentido.

Cada capítulo está narrado por un personaje, siendo los principales Yumeko y Hakaimono. Yumeko tuvo que madurar tras los sucesos del primer libro, ahora tiene una misión clara y tendrá que usar toda su astucia y su magia para cumplirla. La urgencia de la trama no impide que haya momentos en donde la relación con sus compañeros de viaje se desarrolle o se deje llevar por su naturaleza bromista. Todavía se puede ver inocencia en su forma de ser y aprenderá por las malas las consecuencias que traen sus poderes.




Hakaimono es MALO. Sus hobbies son pasear por las montañas, burlarse de Tatsumi y separar extremidades de los cuerpos de aquellos que le falten el respeto; y faltan varios capítulos para llegar a las montañas. Teme que pasar tanto tiempo obligado a convivir con humanos lo haya ablandado, porque a veces no le apetece arrancar las cabezas de sus enemigos y se conforma con cortarles un brazo. Está narrado tal cual como un villano de anime, pero debo admitir que me gusta su simplicidad. Carga con la mayoría de la acción de la novela y pude imaginarme sus peleas cuadro por cuadro mientras las relata.

La narración se va intercalando entre ambos de tal manera que uno no se satura con sus personalidades. Cabe destacar tambien los interludios del ronin y el principe samurai, en donde van forjando una sólida amistad... ¿o tal vez algo más? Debo admitir que dentro de un libro tan directo, la discreción con la que crece su relación es refrescante.

La construcción del mundo ya no toma un plano tan destacado como en la primera parte, pero seguimos encontrando nuevas criaturas y leyendas del folklore japonés que están muy bien integradas a la fantasía. No solo aparecen los distintos seres que descuartiza Hakaimono, también tenemos tengus, gatos con dos colas y guerreros históricos como Benkei y Yoshitsune entre otros.

El alma de la espada es un libro de transición. Se enfoca hacia el objetivo de salvar el mundo de la destrucción, pero sin soltar los momentos que dejan el corazón calentito. Es el segundo libro de una trilogía, así que termina con final abierto y más preguntas que respuestas. Muy recomendado para aquellos que gusten de la cultura japonesa o que quieran meterse de a poco con algo mas amigable a la mentalidad occidental. Para los que no, les puede llegar a parecer un poco intenso, pero no deja de ser un buen libro de fantasía con un mundo sólido.

2 comentarios:

  1. Holaa, uff, justo acabo de ver los libritos y tengo bastantes ganas de leerlo porque los he visto recomendados, ya veremos qué tal me va con ellos ja, ja, ja, esperemos que bien :D
    ¡Besos! :3

    ResponderEliminar
  2. Hola Juancito! Muy buena la reseña! Lo tengo para leer y ahora me animaste a darle más prioridad.
    Me encantó el vamos a los "bifes" creo que se ve bien representado después del final del primer libro XD
    Besotes!

    ResponderEliminar

Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: