jueves, 26 de julio de 2018

Jueves de entrevistas: Violeta Otín

¡Hola! Bienvenidos a un nuevo jueves de entrevistas. Hoy le toca a una autora de romántica histórica a la que he tenido el enorme placer de corregir, pero sobre todo, el gusto de leer. Violeta Otín nació en Zaragoza y se licenció en la carrera de Filología Inglesa. Publicó Hierro y seda y Amar a la bestia con Escarlata ediciones, Dos corazones en Waterloo con RNR y varios relatos en antologías. Destaca sobre todo por su romántica histórica de calidad, que nos enamoró a mí y a unos cuantos.

¿Pasamos a la entrevista?




¿Hace cúanto que escribís ficción? ¿Cómo empezaste?

Por primera vez, ni lo recuerdo: solo puedo decirte que fue después de leer Mujercitas. Sí sé cuándo terminé por primera vez un relato, y fue hace unos cinco años. Lo envié a un concurso y, aunque pasó sin pena ni gloria, me picó el gusanillo de la escritura. Seguí con los relatos hasta que me decidí a saltar a la novela, y desde entonces, no consigo desengancharme. Creo que se ha convertido algo así como en una necesidad.

¿Qué es lo que te atrae de escribir romántica histórica?

La novela histórica es uno de mis géneros favoritos, pero me siento todavía más cómoda cuando es el romance lo que vertebra mis historias. Como lectora, prefiero las novelas que hablan de personajes, y de lo que les ocurre tanto por dentro como por fuera, y en ese sentido, tal vez el romance histórico resulte más versátil. Además, me prefiero los finales felices: que los personajes sufran y luchen por mejorar, pero, que al final, obtengan su recompensa.


¿Cómo llegás a un evento histórico que te inspire a escribir una novela?

Con la documentación. Cuando tengo un esbozo del personaje (o personajes) que va a protagonizar una novela y empiezo la labor de documentarme suele ocurrir que, casi como por arte de magia, encuentro algún episodio histórico que es el episodio histórico. Me sucedió con Hierro y seda mientras investigaba para un relato: la costumbre que existía en la Antigua China de ofrecer princesas a los jefes nómadas como garantes de la paz me ofrecía un marco difícil de resistir. Con Amar a la bestia me sucedió algo parecido. Tenía claro el escenario pre-artúrico, pero fue la documentación más exhaustiva la que terminó de construir el disparador.


¿Cuánto te lleva la documentación al inspirarte en hechos históricos tan puntuales?

Sinceramente, siempre bastante más de lo esperado. Más que por tratarse de hechos puntuales, creo que es por las épocas que elijo: son edades oscuras, de las que existen muy pocos datos, y me lleva mucho tiempo encontrar información. Ahora mismo, no recuerdo si me llevo más documentarme para Hierro y seda, o para Amar a la bestia. De todas formas, aunque siempre me quejo, es una parte apasionante, la de la documentación, y en ocasiones me sirve para introducir golpes de guion que no se me habían ocurrido, o ciertos personajes que le dan sabor al guiso. 


¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Seguís algún método para escribir una novela?

Un método en concreto, no, pero es cierto que la trama suele partir de un personaje. Cuando me viene la inspiración para uno (suelen ser siempre los protagonistas femeninos, excepto en el caso de Amar a la bestia, que primero surgió él) voy construyendo la historia alrededor, y una vez que por fin tengo la línea principal (digo «por fin» porque siempre es lo que más me cuesta), me pongo con la escaleta. Aunque, de todas formas, soy más de brújula que de mapa. 


¿Qué te parece fundamental a la hora de crear personajes?

Que se vean como personas de verdad, con alma, con matices, con contradicciones. Que los buenos tengan una porción de oscuridad y los malos tengan su parte de luz. Así que, a la hora de construir a los primeros empiezo partiendo de algún defecto principal, y voy añadiendo capas, algunas mejores, otras peores, para intentar darle esos matices. Con los malos hago lo mismo pero partiendo de alguna virtud. No hay nada más insoportable que un villano malísimo y un prota perfecto. Tampoco me interesan los personajes extraordinarios. Prefiero los personajes corrientes que se ven expuestos a situaciones extraordinarias y tratan de salir adelante lo mejor que pueden. Por eso me encantan las debilidades de mis héroes y de mis heroínas: porque un forzudo valiente envuelto en una batalla no es tan impresionante como un tipo corriente que se ve rodeado de enemigos sin querer; o un tipo horroroso que se enamora de una mujer hermosa es mucho más interesante que un galán guapetón enamorado de otra bella.


¿Qué es lo que más te importa transmitir con la narración?

Los sentimientos de los personajes, sus emociones. Obviamente, me gusta que se vea el armazón histórico (¡con la de trabajo que lleva la documentación!), pero que no robe el protagonismo a los personajes. También me ocurre como lectora. Al final, los libros hablan de alguien a quien le sucede algo, y lo que me interesa es descubrir cómo ese alguien afronta lo que le va surgiendo por el camino. Me gusta que se perciban los miedos, las dudas, las certidumbres… Que el lector tema, dude, se convenza de las cosas al tiempo que el personaje, que intente meterse en su piel y pensar qué haría de encontrarse en su lugar. 


¿Cómo ha sido tu experiencia con editoriales? ¿En qué benefició a tu escritura?

Pues no puedo quejarme de ninguna. Tanto RNR como Evohé me dejaron total libertad para conducir las historias como prefiriera; Escarlata, sin embargo, es de trabajar más encima de sus escritoras. Todas sugieren, aconsejan, y orientan, y evidentemente de todas se sacan cosas positivas. Con Evohé, por ejemplo, aprendí muchísimo sobre la construcción de personajes; Escarlata me ayudó a la hora de tratar los puntos de vista… He tenido suerte con las tres.


¿Estás trabajando en algo ahora? ¿Podés contarnos algo sobre proyectos futuros?

Ahora mismo no tengo nada en mente. Pero nada de nada: ni proyectos, ni ideas, ni un triste personaje con ganas de asomar más de la cuenta. 


¿Cómo compaginás tu vida cotidiana con la escritura?

Suelo escribir por las mañanas, que es cuando tengo más tiempo y más tranquilidad alrededor. Cuando estoy inspirada, intento escribir todos los días, aunque sea solo un ratito, para que no se me descuelgue la historia. Y cuando tengo un bloqueo, lo tomo con calma: no pasa nada por hacer un paréntesis. Así que, básicamente, escribo cuando tengo tiempo y ganas, pero no organizo mi vida alrededor de la escritura. Prefiero adaptarme.


¿Cómo influye la carrera que estudiaste en tu forma de escribir?

Estudié filología inglesa, y me centré más en la línea de literatura que en la lingüística, así que, desde luego, la carrera me proporcionó un buen colchón de lecturas a las que quizá no habría llegado por mi cuenta. Sin embargo, atreverme a pensar que mi forma de escribir está influida por Jane Austen o Fanny Burney… ¡me da vergüenza solo de pensarlo! Con todo, sí que creo que todas las lecturas que hacemos, al igual que todo lo que vivimos o todas las personas que conocemos a lo largo de nuestra vida tienen una influencia en nosotros, y en las cosas que hacemos, aunque sea mínima.   


¿Qué lecturas te parecen imprescindibles?

Anna Karénina. Y Orgullo y prejuicio, pero mejor si es después de haber leído Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Wollstonecraft. Sea cual sea tu opinión de Jane Austen, vas a tener un concepto muy distinto de su obra después de leer la Vindicación. Y, bueno, ya que he cogido carrerilla, también voy a acordarme de Un caso acabado, de Graham Greene. 


Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

¡Me lo pones difícil! Porque todas mis protagonistas viven en mundos duros y yo no sería capaz de soportar ninguno de ellos, me parece. Quizá eligiría mi relato «Nieve sobre el cerezo», que está ambientado en el Japón feudal. Desde luego, me quedaría en alguna que evoque el Lejano Oriente, eso seguro.


¿Te parece que hay muchos prejuicios sobre el valor literario de la romántica?

Buena pregunta. Que hay mucho prejuicio es un hecho; nadie se ofende cuando le preguntas si lee novela negra o ci-fi, pero muchas personas (incluso lectoras en la sombra) arrugan la nariz si les preguntas lo mismo sobre la romántica: «¿yoooo?». 
Ahora, ¿tienen algún sentido? Siempre he pensado que gran parte de esos prejuicios se deben a que estamos ante un género escrito (en su inmensa mayoría) por y para mujeres. La novela a secas era, en época de Jane Austen, más propia de mujeres que de hombres, que leían más poesía y ensayos: ¿no era entonces la novela la hermanita pequeña de otros géneros más serios? Ahora, el calificativo permanece en la romántica especialmente. Qué casualidad, ¿no?
Por otra parte, sobre el valor literario podríamos tirarnos horas hablando y discutiendo. Es verdad que hay autoras y títulos muy destacables, que trabajan personajes complejos y tramas muy buenas, pero no es menos cierto que se publican muchas obras mediocres. O yo tengo muy mala suerte eligiendo libros, o la gran mayoría pecan de lo mismo: personajes maniqueos con una evolución nula o totalmente predecible, argumentos calcados, escenarios inverosímiles (esto sobre todo en histórica)… Y con un estilo narrativo que muchas veces parece dirigido a niñas más que a lectoras adultas. Si se quiere dar prestigio a la romántica pero se sigue publicando tanto libro malo, al final tendremos que creernos eso de que es un género menor.


¿Qué le recomendarías a quienes empiezan a escribir o buscan publicar?

Primero, que lean: mucho y variado. Puede parecer una obviedad, pero me espanta que haya «escritores» que confiesen que no les gusta nada leer, y que, como mucho, se lean a sí mismos. Así, poco van a aprender. Por otro lado, que tengan paciencia, y no se precipiten. Terminar una novela no es solo terminar el borrador: una vez que pones el punto final, es una buena idea dejarlo reposar unas cuantas semanas antes de retomarlo para revisarlo enterito y corregirlo. Si tienes la suerte de contar con un buen lector cero, adelante, y si no tienes ninguno, es hora de buscarlo. Mejor evitar a la familia, y conviene no enfadarse con él: un ego demasiado sensible es mal consejero para un aspirante a escritor. Y si has llegado hasta aquí, es el momento de localizar una editorial a la que pueda encajar tu propuesta, y confiar en tu trabajo.



Muchísimas gracias a la autora por su tiempo y por las respuestas tan completas ♥. A ustedes, gracias y ¡nos vemos en la próxima!

10 comentarios:

  1. Hola!!! Muy buena la entrevista! Me llamo la atención su libro de Hierro y Seda, tiene una portada bellísima !!! Besito!

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    1. Hola! Te invito a leerlo, porque la historia también es bellísima ♥ Un beso!

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  2. Hola Sofi, muy buena entrevista. Estoy de acuerdo con Violeta, se juzga a las personas que leen romance desde ambos lugares: otros lectores a los que les parece menos lector alguien que lee novelas románticas, y algunos autores que caen en clichés e historias sin argumentos también pensando que los lectores son menos. Se nota en las palabras de la autora que se toma muy en serio su trabajo y busca lo mejor en sus libros. Espero leer pronto algo de ella. Besotes, ¡y que sean más entrevistas!

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    1. Sí, la romántica es uno de los géneros más juzgados, y a veces caen en lugares comunes, como si fuera un círculo vicioso :(. Pero hay mucha que vale la pena, y Violeta es una autora que lo vale.
      Besos!

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  3. No he leído nada suyo pero gracias por la entrevista :P

    ¡Un abrazote! =)

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  4. ¡Hola, guapísima!
    A Violeta ya la conozco por Amar a la bestia, una novela que me gustó mucho pero quizás fue demasiado lenta para mí aunque conocer a los personajes mereció la pena. Y no pude resistirme a comprar Hierro y seda, que ya está en mi estantería y en cuanto acabe Arlia, me pongo con él <3
    Me encanta que esté tan pendiente de narrar los sentimiento y las inseguridades de los personajes porque de verdad que lo consigue :)
    Gracias por traernos estas entrevistas, Sof :9
    ¡besazos!

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    1. Ojalá la leas pronto, me interesa muchísimo tu opinión! Un besote ♥

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  5. Ay me encantó la entrevista y me parte el corazón que no tenga nada en vista para continuar escribiendo (por ahora xD). Concuerdo con Violeta sobre todo el tema de los prejuicios, a mi me pasa que no me gusta algún estilo pero intento probarlo, aunque también me gustan más en formato película que libro las historias románticas. Me gustan mucho los romances en formato libro sólo si me dan un contexto que enriquezca la lectura como los libros de Violeta con el contexto histórico.
    Besotes! Gracias por la entrevista!

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    1. Ay sí, ojalá eso cambie porque tengo muchas ganas de leerla yo también. A mí sí me gusta la romántica en libros, pero soy bastante rompebolas para elegir jajajaja. Besitos!

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Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: