Todas las historias necesitan un HÉROE.
Todas las historias necesitan un VILLANO.
Todas las historias necesitan un SECRETO.
Wink es la chica rara y misteriosa del vecindario. Poppy es la rubia arrogante y manipuladora que consigue todo lo que quiere. Midnight es el joven dulce e indeciso que está atrapado entre Wink y Poppy. Wink. Poppy. Midnight. Dos chicas. Un chico. Una mentira. Un secreto que puede cambiarlo todo.
“No puedo dejar de pensar en esta novela. Personajes engañosos, secretos oscuros y mentiras complejas. Wink Poppy Midnight me atrapó desde la primera línea y ya no me dejó ir. Misteriosa, con una prosa exquisita y seductora al máximo. Estoy obsesionada con esta historia”. –Virginia Boecker, autora de Caza de brujas
Hoy en realidad quería traer la reseña del libro del mes del #Clubdelecturauy, pero por motivos personales —trabajo, estudios, salud— no he podido leer casi nada, así que intercambié las fechas y les traigo este.
Quería leer Wink Poppy Midnight más o menos desde que lo vi, con esa portada tan llamativa y una sinopsis que nos deja rebosantes de intriga. Además, no paraba de leer que era un libro raro, y a mí eso de que algo sea raro es como, no sé, un anzuelo. También vi opiniones muy variadas, pero creo que estoy del lado que disfrutó de este libro, más que del de los que no pudieron hacerlo por el desconcierto —que es muy válido también, eh—. Leí ya Entre el demonio y el profundo mar azul, que me prestó la bonita de Stephanie, así que voy viendo que la rareza es como una marca de la autora —por cuestiones varias, esa reseña la tengo programada para más adelante—. Agradezco el poder leer este libro a Librería América Latina y a V&R Editoras.
¿Por qué digo que es una historia rara? Para empezar, el argumento escapa bastante de lo normal. En apariencia lo es, pero se sale de las líneas, como un niño con un libro de colorear. Al principio nos pone en una situación bastante típica en las novelas juveniles: un chico se muda, y aunque está en el mismo pueblo, su nuevo hogar cambia la forma de ver las cosas y sus relaciones personales. Nos suena de muchos otros libros, ¿no? Pues acá este tópico se maneja de formas tan distintas que no sé ni cómo empezar a hablar de la historia. Una historia que sigue su propio camino, con desviaciones y atajos, con momentos desconcertantes y un final que no esperaba para nada. Pero que es bien satisfactorio.
En fin, sigamos. La mudanza desencadena una serie de hechos que pone a los tres protagonistas del libro, mencionados en el título, en una situación alarmante y que cambia sus vidas. Bien, esto también suena típico, ¿verdad? Pero estos hechos tienen que ver con casas abandonadas —y embrujadas—, una familia de pelirrojos bastante peculiar, una chica malvada y una broma pesada que se les va de las manos.
No, no hay cómo. Quizás la única forma de expresar lo que siento sea describir a los personajes. Como bien nos cuenta el título, los protagonistas y narradores de esta historia son tres, y lo hacen en primera persona, en capítulos alternados. Podemos decir que el protagonista, en cierta forma, es Midnight, dado que hace de una especie de bisagra entre las otras dos narradoras. Es un chico tranquilo, un poco a la sombra de su hermano, más extrovertido. Hace años que muere de amor por Poppy, pero esta lo usa y él lo sabe bien. Ama la lectura, su sueño es ser cazador de tesoros. En general es una buena persona, no sabría cómo más describirlo. Pero hasta las personas buenas se cansan, y Midnight, qué decirles, se cansa. Me gusta su desarrollo en esta historia, cómo conocer a los Bell le hace descubrir otro mundo, y de esa forma, de cierta manera, descubrirse a sí mismo.
Por otro lado tenemos a la enigmática Wink. Tengo que admitir que sus primeros capítulos me dejaron desconcertada. Es una chica muy especial, y por especial quiero decir que está un poco loca. Ama las historias, y vive su vida a través de estas; es decir, cataloga a la gente a través de arquetipos. Por ejemplo, considera que Midnight es el héroe y que Poppy es la villana, entre otras cosas. Su madre es adivina y, además, tiene un montón de hermanos, a los que ella llama los Huérfanos. La relación que tiene con su familia me pareció preciosa, y es uno de los elementos más entrañables de este libro. Aunque es una persona cuyas actitudes no me hacen feliz en varias ocasiones, y que de verdad se me hizo muy rara, considero que no es sino hacia el final donde la llegamos a conocer de verdad. Y entonces entendemos todo.
Y por último tenemos a Poppy, una chica que es y se sabe cruel. Me pareció la más interesante de los tres. A primera vista uno pensaría que es la típica niña rica, consentida y que por lo tanto se cree más que los demás y se burla de ellos porque cree tener autoridad para hacerlo. Bueno, lo es. Y lo sabe, y vive su vida consciente de esto. Pero no es lo único. Poco a poco vamos conociendo más de su pasado, de sus expectativas en la vida. Y cuando sucede cierto hecho traumático y todo cambia, en un plot twist que no esperaba para nada, ahí es donde conocemos a la verdadera Poppy. Y está genial. Me ahorro un poco hablar de la relación tóxica que tiene con Midnight —a decir verdad, con todos sus amigos, a quienes llama los Amarillos— y de sus esperanzas de ser vista con otros ojos por su amor platónico, Leaf Bell. Creo que todo eso es más interesante leerlo. De verdad.
Tenemos un set de secundarios, pero no siento que estén ahí de una forma tan tangible como estos tres. Ojo, que tampoco son de cartón.
La prosa, como ya había notado en su otro libro, es maravillosa. Además, en este tenemos la peculiaridad de que se adapta a la forma de pensar y ver el mundo de los personajes, y eso se trasluce en ritmos y cadencias, en formas de hablar y de expresarse. Podría leer un capítulo de cada uno de ellos sin tener el nombre arriba y darme cuenta casi en seguida.
Por otro lado, hay algo en la sencilla ambientación que vuelve esta historia muy cercana. La nueva casa, vacía como la relación de Midnight con su madre. La granja de los Bell, con su calidez familiar y las mil historias que tiene Wink para contar. La casa abandonada, embrujada. El bosque. Todo es un conjunto del que es difícil escapar. Me quedé con la mente allí unos días, después de terminar de leer.
En definitiva, es un libro muy particular, especial, que hay que encarar con esa cabeza: los va a sorprender, los va a desconcertar por momentos, y quizás hasta enojar. Pero sin duda no los va a dejar indiferentes.