miércoles, 4 de enero de 2012

De paseo en Glühwürmchen

Como dije previamente en otra entrada, hace poquito terminé la primera parte de esa historia que estoy escribiendo, Las lunas de Marzo. Eso significa, más o menos, que alcancé la mitad de lo que tengo prevista que sea la totalidad de la "novela" (me cuesta horrores decirle novela a una historia mía, no sé por qué, es una palabra como que muy grande). 
Sé que estas entradas -las etiquetadas como "Intento de escritora"- no suelen ser muy populares, pero quería hablar de este tema. 
A ver, empecé Lunas a finales del 2009 porque sí. Surgió, así nomás. La comencé a escribir en la computadora, pero me tenía que ir a lo de mi padre, así que me llevé una cuadernola y terminé el primer capítulo allá. Ese primer capítulo, es ahora el que, sin duda, más corregí, cambié y edité en toda mi vida. Para ser más precisa, el final del capítulo -si lee alguien que lo haya leído, sabe que esa parte es la más importante-. El resto, que sigue igual, ya me lo sé de memoria. 
Cuando llegué al quinto capítulo, empezaron los problemas. Me trancaba, no podía seguir, no empatizaba con los personajes, no me hallaba en la historia. Eso es algo terrible, y siendo así, no tiene sentido escribir hasta que la situación cambie. No cambió en muchísimo tiempo, y estuve dos años escribiendo capítulos esporádicos a los que no les veía mucho atractivo una vez terminados. Una frustración enorme. 
Sin embargo, por algún motivo, no podía dejar de escribir. Tenía -y tengo-, la sensación de que debo terminarla. Quiero hacerlo. 
Así que, con esfuerzo, a fines de este año escribí los últimos capítulos de esta primera parte, casi que de corrido. Luego, me dispuse a corregir -no muy profundamente, sólo lo básico para que hubiera coherencia y todo eso- desde el inicio, y pasársela a algunas personas para ver qué opinaban. 
Y, lo más importante, poder leerla de un tirón, después de tanto tiempo escribiendo entrecortadamente.
¿Qué descubrí?
Que me gusta. Que leerla sin parar me hizo darme cuenta de que no es tan mala, ni tan fragmentaria, y que la tensión e intriga se mantienen bastante bien, que la protagonista cuyo nombre es secreto por ahora (?) no es tan tontita, que por fin me voy encaminando hacia lo que busco, y que la historia se sostiene más de lo que yo creía, casi parece que tengo idea de lo que voy a escribir después! -en serio, tuve y tengo grandes baches en mis esquemas-. 
Así que me siento bastante contenta y orgullosa conmigo misma, mucho menos desanimada y con miles de ganas de seguir. Porque realmente escribir es algo que amo, y me hacía falta algo así para volver a tener ganas de continuar.

Nada más, los libero! Me extendí más de lo que pensaba >.<

PD: como bonustrack, voy a revelar -ah, ojo, revelar! (?)- el origen del nombre. En realidad, al principio se llamaba Duermevela -que ahora es el nombre de la primera parte-, pero el 31 de diciembre de 2009, yendo en el auto de mi abuela a lo de mis tíos para festejar fin de año, agarramos la rambla y pudimos observar la hermosa luna llena que había esa noche. Creo que fue luna azul, ya que hubo dos lunas ese diciembre. Entonces, después de hablar sobre ella, y luego sobre otras lunas memorables que habíamos visto, mi padre dijo "para mí, las más lindas son las lunas de marzo". Y algo en mí hizo un click. Me encantó cómo sonaba eso, fonéticamente y todo lo que podía implicar. Así que le busqué a las lunas un lugarcito en la historia, que simbólicamente es importante. 

PD2: explicar el título de la entrada? no way, sólo voy a decir que es una palabra importantísima en toda la historia, y que está en alemán :)

Y ta, listo, me fui, ahora sí.

6 comentarios:

  1. :)
    algún día publicarás, estoy segurísima y by the way, es un título COJONUDO, AWESOME, babe ;)

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  2. Opa!! me alegro que te guste lo que escribiste. Esta genial esa sensación. besos sofiii, disfruta tu chocolate blanco que mi bombon se termino :(

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  3. siempre que te leo escribir de tus historias me dan ganas de volver a escribir de las mías. 2012: volveré a la narrativa y poesía. Oh si!

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  4. aguanten las palabras difíciles, largas y de idiomas raros.

    escribir está demás :D

    Lunas de marzo... y yo no podía pensar en otra cosa que el tema de la trampa. Ta. Mal yo.

    Te quiero :D

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  5. Cuando esté prontita querré leerla. CANTÉ. Sería un placer.



    Nunca, en mi vida, voy a poder escribir una novela. NUNCA.
    (Bah, quién sabe, Cumbio sacó un libro, después de todo. No me sale en Uruguay (si es que algún día lo espero), me marcho para la Argentina)

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  6. Wow, qué bueno!! Te felicito!!! A mí me re costaría escribir una novela porque me cuesta armar un esquema de entrada, como que voy escribiendo y viendo qué pasa, pero quién te dice? Lo más importante es trabajar, como en todo, escribir escribir escribir. Y me encanta que estés contenta con lo que lograste! A seguir laburando y escribiendo, va a quedar buenísima.


    PD: me encantó "las lunas de marzo" a mí también, es un re buen título.

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Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: