lunes, 29 de enero de 2018

Cuentos de Terramar - Reseña

Los cinco cuentos reunidos en este libro, que fueron ganadores de los Premios Locus y Endeavour en 2002, exploran y extienden el mundo creado en las Historias de Terramar. El volumen también contiene un ensayo sobre los habitantes, las lenguas, la historia y la magia de Terramar. Esta aclamada continuación del reino mágico de Terramar confirma a Ursula K. Le Guin como una de las más brillantes escritoras de nuestro tiempo.











No tenía pensado reseñar este libro, ni siquiera tenía pensado leerlo todavía, pero pasaron cosas. Como muchos sabrán, hace unos días la autora de este libro, Ursula K. Le Guin, falleció a los 88 años. Con la importancia que tuvo para la fantasía, la ciencia ficción y la literatura en general, es una pérdida para todos nosotros. Además, es mi escritora favorita, junto con Neil Gaiman, por lo que la noticia fue especialmente difícil de tragar. 

Entonces, no sé, aunque en frío pensé que me iba a costar muchísimo, sentí la necesidad de agarrar uno de sus libros, uno que no hubiera leído. Refugio, consuelo, homenaje, no importa mucho. Esta antología era el único libro de Terramar que me quedaba por leer. No había mejor cierre ni mejor lugar al que volver. Y lo bien que hice, porque Terramar esperaba con los brazos abiertos.

Algunos supongo que ya conocen el mundo de Terramar; si no, escribí un especial sobre esta saga hace un tiempito, con links a artículos de gente que la tiene mucho más clara. Estos cuentos de alguna forma completan el universo creado por las novelas, con historias que podrían leerse por separado, pero en realidad llenan los espacios dejan los otros cinco libros. En el prólogo que escribe Ursula, ella misma nos comenta qué lugar y qué importancia tienen, y también manifiesta su visión de la fantasía y critica ciertos aspectos de la fantasía actual.

El primero, «El descubridor», tiene lugar unos trescientos años antes de la época de las novelas y nos narra, entre otras cosas, el origen de la escuela de magos de Roke. Este cuento es uno de los más largos del libro y cuenta la historia de Nutria —cuyo nombre verdadero es Medra— y todas sus peripecias para encontrar su lugar en el mundo. Para cualquiera involucrado con la saga es evidente por qué me emocionó tanto este cuento (¡Roke!), pero hay más que eso. A lo largo de la saga descubrimos —y se critica— el lugar ocupado por las mujeres en la magia. Solo hay hombres de poder, magos, y después están las brujas, que hacen cosas de menor categoría e impuras, y los hechiceros, que son hombres que hacen las mismas cosas de bajo nivel que las brujas, y por lo tanto se los mira por encima del hombro también. Por lo tanto, leer qué lugar ocupaban ellas antes de Roke, su postura revolucionaria frente al trato que recibían las personas de poder en la época oscura, el rol en Roke hasta que finalmente fueron desplazadas... Cambia muchísimo las cosas. Y pone en tela de juicio el celibato, algo no fuera de lo común entre los hombres de poder que consideran que para ello deben mantenerse «puros».

Esto último se retoma y desafía, en cierta forma, en el siguiente relato, «Rosaoscura y Diamante», que es, antes que nada, una historia de amor. Aquí tenemos al hijo de un comerciante que tiene dones como para ir a estudiar a Roke, mientras que su mejor amiga de la infancia es la hija de una bruja, y aunque tiene dones, no puede ser más que eso. La historia se centra en las decisiones de Diamante; ¿seguir los pasos de su padre? ¿Dar rienda suelta a su poder y estudiar en Roke? ¿Hacer caso a lo que siente y ser feliz con Rosaoscura? Nada de esto es compatible, sabiendo lo que sabemos de los magos, y por lo tanto es una historia difícil, pero muy linda.

«Los huesos de la Tierra» es un relato más bien sencillo, que tiene lugar en la bien conocida isla de Gont, de donde nuestro Ged es originario. La historia ocurre mucho tiempo antes, sin embargo, e involucra a dos magos y un terremoto. Estos magos son Dulse —Heleth— y su aprendiz, quien es ni más ni menos que Ogión, el maestro de Ged. Los sucesos narrados en este corto relato son más bien sencillos, aunque significativos a nivel emocional. Y las líneas finales, para quien ama la saga, son sumamente emocionantes, aunque no lo parezcan.

Después tenemos «En el Gran Pantano», un relato en el que un mago desconocido llega a un pueblito perdido y muy pobre cuyo ganado muere por causa de una enfermedad, y entonces se dedica a curarlo, aunque es recibido con cautela y disgusto, excepto por Regalo, dueña de la lechería. En este cuento se explora más que nada el comportamiento humano ante lo desconocido, sobre todo cuando se trata de alguien con poder. Lo genial de Ursula es la capacidad que tiene de conocer a las personas y que sus personajes sean reales, casi palpables, aunque sean súper secundarios. No quiero arruinar lo que sucede al final, en la resolución, porque aparece un personaje bien conocido por quienes hayan leído la saga, en cierta etapa de su vida, y casi que pegué un gritito en ese momento.

La última historia es la otra más larga y se trata de «Dragónvolador», que corre en paralelo con Tehanu y nos prepara para el último libro de la saga, En el otro viento. De hecho, el paralelismo es enorme, y aunque lo sospechaba durante la lectura, más que parecerme predecible, me pareció correcto. Esta historia nos cuenta la vida de Dragónvolador —Irian—, que como Nutria, no halla su lugar en el mundo y la búsqueda de la identidad es lo que la motiva a convencer al casquivano —sí— mago Marfil de que la lleve a Roke, aunque este cree que lo hace solo para reírse de sus antiguos maestros. De esta manera, el último relato cierra de forma circular una crítica que empieza desde «El descubridor»: ¿qué lugar tienen las mujeres en Roke y como personas de poder en general? Los maestros de Roke se resisten o lo cuestionan, así como enfrentan en general los cambios que hay en Terramar a raíz de los acontecimientos de La costa más lejana. Volver a Roke después del primer relato genera una sensación rara, como de nostalgia y enojo a la vez, algo que no sentí en mi primera lectura de la saga, obviamente. Me parece acertadísimo el orden, dado que plantea y discute varios de los mismos problemas en distintas épocas y desde distintas perspectivas.

El libro finaliza con «Una descripción de Terramar», que es básicamente como leer entradas de una enciclopedia, pero sobre la cultura, historia, lenguas, religión y mitos del archipiélago, por lo que es altamente disfrutable y se agradece.

Creo que dejé claro qué fue lo que más me gustó de leer estos relatos, sobre todo porque a mi parecer se rellenaron esos espacios —en especial, el de las mujeres— que durante los primeros libros de la saga estaban vacíos u olvidados. Hay quienes dicen que esto ya había quedado cubierto en Tehanu o En el otro viento, pero para mí esto nos da una perspectiva nueva y más justa, más interesante además. Además, la discusión sobre el celibato de los magos no afecta solamente Terramar, sino gran parte de la fantasía, en las que el sexo y la magia parecen ser incompatibles, siendo la magia algo puro y el sexo algo que la contamina o destruye. En una sociedad como la nuestra, esta visión de la sexualidad no es sorprendente, pero está bueno analizar por qué persiste en mundos de fantasía también. 

En general, disfruté muchísimo de estos relatos; Terramar sigue siendo un mundo que me sorprende y me hace sentir en casa, mi saga de fantasía favorita y que más me llega. No recomiendo que lo lean si no empezaron al menos con la saga, pero aprovecho a decirles que tienen que leer los libros de Terramar. O cualquier cosa que haya escrito Ursula, si es por eso.

Y qué mejor forma de despedirnos de ella que empapándonos de su obra, ¿no?

“I think," Tehanu said in her soft, strange voice, "that when I die, I can breathe back the breath that made me live. I can give back to the world all that I didn't do. All that I might have been and couldn't be. All the choices I didn't make. All the things I lost and spent and wasted. I can give them back to the world. To the lives that haven't been lived yet. That will be my gift back to the world that gave me the life I did live, the love I loved, the breath I breathed.”

jueves, 25 de enero de 2018

Jueves de entrevistas: Carolina Cynovich

La entrevista de hoy le toca a una escritora de mi país, a la que conocí un poco por casualidad y a la que disfruto muchísimo leer: Carolina Cynovich. 

Nacida en Montevideo (1991), es estudiante de la licenciatura en comunicación audiovisual. Publicó El hombre que da cuerda al mundo gracias al premio Sigmar-Mosca de literatura infantil-juvenil en 2014 y El síndrome de las ciudades hermosas por el premio Gutemberg de 2015. También publicó relatos en la revista Galería y en dos antologías: Balnearios y Género oriental. Casi todo esto se encuentra reseñado en mi blog, si tienen curiosidad. Pueden saber más de ella en su web.

¿Empezamos?



¿Qué te inspira a escribir?

Cualquier cosa puede ser un disparador para escribir. Creo que lo que me resulta más interesante es poder conectar ideas o información de orígenes diferentes y crear algo nuevo con la mezcla.


Por lo que leí, en tus obras suele haber pequeños toques fantásticos o raros, ¿qué cosas te gusta escribir? 

Como dije antes, conectar ideas que no estaban conectadas es una de las cosas que más me divierte como chispa inicial. Eso muchas veces puede resultar en toques fantásticos o raros.


Publicaste dos novelas a través de premios, ¿qué podés contarnos de esas experiencias?

Voy a estar siempre agradecida por la oportunidad que me dieron a través de esos premios. Después de estas experiencias siento que la función de un premio es apoyar, promover, dar oportunidades. Más que el hecho de «ganar», es la experiencia de terminar una obra, de que llegue a lectores, y de poder seguir escribiendo.


¿Y sobre publicar relatos en antologías?

En el 2017 publiqué tres relatos: en la revista Galería, en la antología Género oriental de Irrupciones y en la antología Balnearios de Estuario Editora. Así que fue un año de incursionar bastante en el formato del cuento, cosa que me terminó gustando mucho, ya que es algo diferente de lo que venía haciendo o de cómo venía estructurando las cosas que quería escribir. Lo seguiría haciendo.


¿Cómo empezaste a escribir?

De muy niña inventaba historias. Cuando no sabía escribir todavía, se las dictaba a mi abuela, y una vez que pude escribir, supongo que a los seis años, empecé a llenar cuadernos con cuentos y poemas. Desde entonces siempre fue algo que me acompañó.


¿Cómo es tu proceso de escritura?

Creo que el proceso empieza en prestar atención: a las cosas que a uno le interesan, que le llaman la atención, las cosas que escucha en la calle, a los libros que lee, las películas y obras de teatro que ve, etc. Y de todo eso la reacción que nos provoca. En general tomo nota de cualquier cosa en libretas. Una vez que me siento a escribir algo vuelvo a esas notas y selecciono, reordeno, conecto. 


¿Estás trabajando en algo ahora mismo?

Ahora más que nada estoy tratando de terminar la tesis de la carrera. Aunque también estoy escribiendo una obra por encargo para una escuela, para el grupo de 6to. Tuve la experiencia de escribirles la obra el año pasado y me encantó.

¿Podés contarnos sobre tus proyectos futuros?

Para luego de la tesis tengo pendiente terminar una historia para niños que ya tengo empezada y que estoy deseando seguir. También tengo guardadas notas para cuentos, ahora que les agarré el gusto, y notas para cosas más largas. Será cuestión de elegir. 


Si tuvieras que elegir una de tus obras para vivir en ella, ¿cuál sería?

Supongo que en las escenografías cambiantes de El síndrome de las ciudades hermosas.


Sos una escritora joven en Uruguay, ¿cómo te encontrás en ese ambiente?

Siento que lo mejor de poder estar en el «ambiente» cuando recién se empieza es poder conocer o compartir instancias como mesas en ferias o entrevistas con escritores más «veteranos», con más trayectoria y más experiencia. Aprender de las cosas que dicen, leerlos si no los había leído, tomar recomendaciones de cosas para leer. 


¿Quiénes son tus influencias como escritora? ¿Qué te gusta leer?

Capaz que es obvio decirlo, pero lo digo igual: todo es una influencia. No solo lo literario, también el cine, el teatro, la pintura. Cualquier arte que te provoque. Son experiencias para los sentidos. Con respecto a las lecturas, específicamente no me doy cuenta cuáles son mis influencias hasta después, probablemente, cuando alguien me lo menciona y digo «¡claro, si ese libro me encanta!». Y depende mucho de lo que esté leyendo en el momento también. El año pasado y lo que va de este, ando mucho con los cuentos. Por nombrar algunos que recuerde: Stefan Zweig, Banana Yoshimoto, Samantha Schweblin, Murakami, Fernanda Trías, folklore yiddish.


¿Qué autores nacionales recomendás?

Recientemente anduve copada con No soñarás flores de Fernanda Trías. 


¿Cómo creés que influye lo que estudiás en tu escritura?

Estudié Comunicación Audiovisual y creo que, como todo, sin duda influye. Tanto por la parte de «comunicación» como por la parte «audiovisual». Desde cómo ves las imágenes de lo que estás escribiendo en tu cabeza hasta el bagaje teórico.


¿Qué tanto de vos hay en tus historias?

Probablemente más de lo que me gustaría.


¿Qué le dirías a quienes quieren empezar a escribir o publicar?

Que lean y presten atención a por qué lo que están leyendo les provoca lo que les provoca. 



Muchas gracias a Carolina por la entrevista, concreta pero bien interesante ♥ Con esta terminamos las entrevistas de enero, pero esto va a seguir durante febrero y marzo, así que sigan atentos. ¡Abrazos!

lunes, 22 de enero de 2018

Todo lo inesperado - Reseña

Andie lo tenía todo planeado.
Y ella siempre se ciñe a su plan.
¿Futuro? Una prestigiosa facultad de Medicina.
¿Papá? Evitarlo todo lo posible (lo que no es muy difícil teniendo en cuenta que es progresista y nunca está en casa).
¿Amigas? Palmer, Bri y Toby: posiblemente las personas más asombrosas del planeta, ¿quién necesita a nadie más?
¿Relaciones? Ningún tío se merece que le dedique más de tres semanas.
Así que no es ninguna sorpresa que Andie también tenga todo el verano planeado.
Hasta que un escándalo político le cuesta sus prácticas de medicina y provoca que su padre y ella deban convivir en la misma casa por primera vez en años. De repente, se encuentra haciendo cosas que no son nada propias de ella: trabajar paseando perros, participar en una increíble búsqueda del tesoro con su padre y, tal vez, solo tal vez, permitir que el guapísimo de Clark se acerque más de lo esperado. Palmer, Bri y Toby la animan a abrazar el caos, pero... ¿logrará renunciar a tenerlo todo bajo control?


Una vez más, como en estos últimos y turbulentos —para mí— meses, tengo que pedir disculpas por caer tardísimo con la reseña. Qué decirles, han sido semanas bastante agitadas y no me es fácil concentrarme o sacar tiempo para estas cosas. Espero estabilizar las cosas ahora y ya poder devolver comentarios y pasar por los blogs de siempre.

De esta novela tengo poco para decir. Me la compré hace meses en inglés porque la vi en una librería y me pareció linda. Ahora anda por acá en español también, por si alguien tiene la duda. Creo que llegó hace poquito. Como sea, lo que quiero decir acá es que no le presten mucha atención a la sinopsis; la hace parecer mucho más superficial de lo que en realidad es.

Me la llevé de veraneo porque tenía lugar en verano también y porque parecía algo ligerito y fácil de leer. En realidad, no fue así. Para ser honesta, incluso se me hizo algo aburrida en momentos, sobre todo el inicio. La cuestión es que tampoco fue ligerita en cuanto a trama: hay un gran desarrollo de todos los aspectos de la vida de la protagonista, más allá del romance. Se centra en sus amigos, en la relación con su padre y en todo lo que representa el futuro, en los estudios y en lo laboral. Además, en conocerse a ella misma. Bien, ¿no?

De eso se trata; los meses de verano de esta novela pasan entre situaciones cotidianas que ayudan a Andie, la protagonista, a crecer y mejorar su relación consigo misma y con quienes la rodean. Además, conoce a Clark —que es todo lo que está bien y mi personaje favorito de la novela—, que cambia su forma de ver las relaciones y el amor y eso. Hasta acá vamos bien, creo yo. Todo esto es más de lo que esperaba y me complació bastante porque de novelas ligeritas y superficiales estamos llenos.

La cosa es que me aburrió. Me pareció muy vueltero, muy reiterativo y lento. Especialmente lento. Entiendo que a veces una historia necesite ir despacio para que el desarrollo de las relaciones o los acontecimientos sea creíble, pero me parece que acá sobraron páginas. Incluso estoy segura que, de haber sido más ágil, me habría parecido un muy buen libro, hasta con ese final empalagoso de más pero bastante lindo de todas maneras.

Así que, ¿lo recomiendo? Y, como para el verano está bastante bien, pero no es liviano y lleva su tiempo. Eso sí, tiene una cierta profundidad y deja algo, cosa que no suelo esperar de este tipo de libros. Prueben y me cuentan.

Les dejo una cancioncita que me recuerda al libro porque no tengo ganas de buscar más imágenes.


jueves, 18 de enero de 2018

Jueves de entrevistas: Lorena Pacheco

¡Hola! En este jueves de entrevistas le llega el turno a una autora capaz de sacarle una carcajada a cualquiera: Lorena Pacheco.

Nacida en Valencia (1988), es diplomada en Turismo y publica novelas románticas desde hace ya unos cuantos años. Autopublicó Rosas azules y La pata de Cupido, que luego reeditó con Escarlata Ediciones. De la mano de esta editorial publicó también Reset, Mierda en mis tacones y Mierda en mis zapatillas. Como dice en la biografía de sus libros, «siente especial debilidad por las protagonistas reales, divertidas e imperfectas», y esto se nota muchísimo al leerla. Además, dibuja precioso y cada vez avanza más por este camino ♥. Pueden seguirla en su blog.

¡Empecemos!


Has publicado de diversas maneras, ¿qué podés contarnos de cada una de ellas?

La verdad es que no volvería a elegir la coedición. La experiencia no fue mala, el trato de la editorial fue bueno, la corrección, la portada… todo me hizo mucha ilusión, pero con la inversión económica que conlleva podría contratar servicios de corrección (guiño, guiño) y de portada geniales para publicarlo por mi cuenta en Amazon, por ejemplo. 
Publicar de la manera tradicional con Escarlata Ediciones fue una maravilla. Tú los conoces y sabes a qué me refiero. La confianza, el trato hacia los autores, la implicación… todo. Es fantástico ver que alguien apuesta por ti sin pedir dinero a cambio, que alguien cree que tu historia merece la pena. 


Desde hace un tiempo, te has dedicado más que nada a la romántica, especialmente la chick-lit. ¿Qué te atrae de este género? 

Me encanta que haya romance siempre, aunque la novela no sea de género romántico, ya me conoces. Así que mezclar eso con el humor es algo que realmente disfruto. Adoro el sarcasmo, la ironía, las situaciones disparatadas. En chick-lit la trama puede sustentarse en pequeñas cosas simples del día a día con la que sentirnos identificados. 


Sabemos que escribís otros géneros, ¿tenés pensado trabajar o publicar algo de ese material?

Es curioso que, aunque escriba chick-lit, no suela leerlo tanto. Me encanta la novela romántica, pero también me alucinan las distopías y demás. Tengo el borrador de una acabado, y me gustaría continuar por ese camino en algún momento (incluso adentrarme en la fantasía). En cuanto a la novela romántica, pienso en escribir algo que se aleje un poco de la comedia, más dramático. Y la romántica histórica me gustaría probarla algún día, pero le tengo mucho respeto. ¡Ya veremos! 


¿Qué es lo que más disfrutás escribir?

En referencia al género, el romance es algo que me encanta. Que haya un tira y afloja entre los protagonistas. Pero así, en general, lo que más suelo disfrutar escribiendo son los diálogos. Me encanta que se vea la personalidad de los personajes a través de ellos. 


¿Qué importancia tiene el humor para vos en una novela?

Muchísimo. No entiendo el mundo sin humor, así que es algo que suelo incluir en mis historias en mayor o menor medida. Me gusta pensar que puedo sacar una sonrisa al lector. Incluso en los momentos dramáticos, a veces es bueno darle un toque de humor y rebajar el drama.


¿Estás trabajando en algo ahora mismo?

Tengo una idea que me ronda en la cabeza desde no hace mucho. Romántica contemporánea, pero más dramática, no chick-lit. Sigo dándole vueltas, apuntando cosas… No sé cuándo podré empezar a escribir. 


¿Podés contarnos sobre tus proyectos futuros?

Tengo un par de novelas escritas de hace un tiempo que me gustaría retomar, revisarlas con calma y corregirlas. Me encantaría seguir en la romántica, pero no descarto intercalar con otro género. La distopía de la que te hablaba antes me está llamando a gritos.


Si tuvieras que elegir una de tus obras para vivir en ella, ¿cuál sería?

Qué pregunta tan buena y tan difícil a la vez… Siempre me ha llamado lo sobrenatural. Tengo una novela de ángeles y demonios que escribí hace años, y me parece interesante vivir una aventura así, tener una misión en la vida tan… trascendental. Pero, en realidad, creo que para vivir me quedaría con una historia más común, como la de Berenice en Reset. Pasa por malas rachas, como mucha gente, pero tiene a personas a su lado que siempre la apoyan. Me siento identificada con ella en ese sentido, sus seres queridos son su gran fortaleza. Creo que la vida no es perfecta, pero que la felicidad está en las cosas más sencillas.


¿Cómo es tu proceso de escritura?

Suelo tener una pequeña escaleta de la novela. Una o dos líneas por capítulo, pero poco más. Me dejo llevar mucho conforme escribo, así que solo necesito estar cómoda (un cojín en la espalda es fundamental) y ponerme algo de música. Ahora me ha dado por tener listas en Spotify, que me van genial. Intento acabar un capítulo en el mismo día, pero no siempre es posible.


¿Qué tanto tiempo y esfuerzo le dedicás a la construcción de los personajes?

No tengo un número de horas definido, depende de cada personaje. Tampoco le dedico una barbaridad de tiempo, pero sí me gusta hacer fichas con su aspecto y personalidad, buscar fotografías en Internet y apuntar detalles característicos que los diferencian. 


¿En qué se benefició tu forma de escribir al trabajar con una editora?

Supuso un gran cambio el hecho de tener a alguien que entiende y que te da una opinión experta y lo más objetiva posible. Mi editora siempre me muestra apoyo y confianza y, además, me aconsejó utilizar una escaleta más trabajada antes de empezar a escribir, algo que me ayudó mucho.


Desde hace un tiempo, empezaste a dibujar y no has parado de mejorar en esa área; ¿dibujar a tus personajes te ayuda a sentirlos más reales o cercanos?

Ay, muchas gracias ♥. Es un hobby que me gusta más de lo que recordaba y que me relaja mucho. Disfruto dibujando a mis personajes porque me motiva con la historia, es como si le dedicara más tiempo a crearlos, a conocerlos, a sentir a las musas… Definitivamente, sí, me ayuda a verlos más reales. 


¿Cómo ves la literatura romántica actual? ¿Te sentís cómoda en ese ambiente?

Me gusta mucho la literatura romántica, y me da rabia que haya quienes la vean como un género «inferior». A mí me encanta que haya tanta gente apasionada por este género, que sigamos defendiéndolo y que exista tanta diversidad. El romance se puede dar en infinitos escenarios y eso me parece mágico. Por suerte he conocido a mucha gente genial gracias a la romántica. Escritoras, bloggers y, por supuesto, otras lectoras amantes de este género. 
En cuanto a lo de sentirme cómoda… Creo que es una pena que, a veces, haya malos rollos en redes sociales y demás, pero supongo que existen en todas partes y en todos los géneros. No es que sea exclusivo de la romántica, aunque me apena que ocurran estas cosas, la verdad. Pero suelo coincidir con muchas compis majísimas a las que siempre me alegro de ver. 


¿Creés que el género romántico es «para mujeres» o te parece que está siendo accesible también para los hombres?

Los géneros literarios no deberían ser para mujeres o para hombres. Defiendo que cada cual lea lo que le dé la gana y cuando le dé la gana. Sé que aún no existe esa igualdad, que los prejuicios sociales están ahí, pero creo que, poco a poco, se van haciendo progresos. A los hombres también les puede gustar un libro romántico y, por supuesto, pueden escribirlo (y lo hacen) de forma increíble. Como también habrá mujeres a las que no les guste la romántica. Los estereotipos están obsoletos, ya va siendo hora de abrir la mente y aceptarnos todos sin cuestionarnos.


¿Qué le dirías a quienes quieren empezar a escribir o publicar?

Que lea muchísimo y lo más variado que pueda. Que escriba también mucho, por supuesto, pues siempre se está en continuo aprendizaje. Que trabaje duro, pero que, sobre todo, disfrute con lo que hace. Si solo escribe pensando en publicar puede frustrarse. Está claro que a todos los que escribimos nos gusta que nos lean, pero hay que tener paciencia y no tirar la toalla, esto es un océano lleno de peces y es muy difícil abrirse un hueco. Lo importante es escribir porque nos hace felices, lo demás… ya se verá.

Sofi, quiero darte las gracias por esta entrevista (y por todo). No solo eres una gran escritora y amiga, sino una gran lectora y creadora de reseñas. Tu blog es genial y es un lujazo aparecer en él. Te deseo mucha suerte con esto y con cada proyecto en el que te embarques. Ya sabes que aquí tienes una lectora cero para los restos. ¡Un abrazote! 

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Muchísimas gracias a Lorena por la entrevista y por contarnos tantísimas cosas ♥. ¡Buen jueves para todos!


lunes, 15 de enero de 2018

Balnearios - Reseña

Sexta entrega de la serie “Cuadernos de Ficción”, literatura contemporánea temática. 11 escritores y 11 ilustradores combinan sus artes alrededor de un tema en común: en este caso “Balnearios”.
Escriben en este número: Agustín Acevedo Kanopa, Martín Arocena, Carolina Cynovich, Leandro Delgado, Gustavo Espinosa, Hugo Fontana, Hoski, María Inés Krimer, Carol Milkewitz, Diego Recoba, Valentina Viettro.
Ilustran: A. Rodríguez Juele, Diego Rey, Maco, Matías Vergara, Pablo Fernández, Manuel Loza, Lauri Fernández, Guillermo Hansz, Gabriel Serra








Al empezar a escribir esta reseña, me di cuenta de una cosa importante: la palabra  «balneario» no significa lo mismo en todos los países hispanohablantes. Entonces llegó la conclusión obvia; hay que explicar qué significa por acá, en Uruguay, para poder contar de qué tratan estos cuentos y qué tienen en común. Ahora, capaz que no es tan fácil.

Una respuesta capaz rápida sería que son lugares donde la gente suele ir a vacacionar, a veces cerca de alguna playa. Ahora bien, hay gente que vive en los balnearios, y muchos de ellos rápidamente se han convertido más en lugares de residencia que de veraneo. ¿Es que hay casas y no edificios, calles sin asfalto? Todo eso está cambiando. ¿Es balneario un cierto equivalente de barrio en algunos lugares? ¿De pueblo? ¿De qué? En definitiva, nada como ir a un balneario para saber lo que es un balneario. Y estos cuentos tienen esos lugares como punto común.

Decidí leer este libro por el mismo motivo que Género Oriental: porque Carolina Cynovich, una escritora amiga a la que admiro mucho, publicaba uno de sus cuentos en la antología. Es más, los compré el mismo día. Debo decir que, aunque ambos me gustaron mucho, el de esta antología me gustó más. Los dos tienen un nosequé muy Caro, de cualquier manera.


En general, podemos decirle adiós a la atmósfera veraniega y relajada que suele inspirar la palabra que da título al libro. La mayor parte de estos relatos se nutre de melancolía y penumbras, de hechos siniestros, de desidia y de un sentimiento que se me hizo bastante gris. También hay lugar para lo raro y lo incómodo, y en menor medida para lo entrañable. Quizás en Mijaíl, de Carolina Cynovich, o en ¿Qué es un balneario?, de Carol Milkewitz, que son dos de mis favoritos y los menos oscuros.

En un punto me gustó el enfoque que se le dio a algo tan fácil de volver cotidiano como lo es un balneario. Por otra parte, al rato me hizo sentir —solo algunos relatos, o quizás la suma de tanta sombra— como si estuvieran intentando demasiado ser oscuros o tristes, como si las cosas tuvieran que ser decadentes para ser válidas o buena literatura. Pero esto se dio sobre todo en los dos relatos que no me gustaron y en los tres que msé, no en el resto, que sí disfruté mucho y que me dieron ganas de leer más de estos autores.

Hay una cierta distancia entre mi lectura y la reseña, por lo que no voy a detenerme en cada uno de ellos. Quiero resaltar ciertas cosas, sí, como las sensaciones rarísimas que me provocó El olor de las hormigas, de Agustín Acevedo Kanopa, lo mucho que me enganchó Valizas, de Hoski, y la sorpresa que fue Cuesta Blanca, de Diego Recoba, con ese tono siniestro que no para de crecer hasta el final. La distancia, de Valentina Vietro, como cierre, me hizo sentir extrañamente cerca y lejos.

Los demás, si bien me gustaron más o menos —o no—, no permanecieron tanto en mi memoria como para hablar de ellos, pero también tuvieron sus momentos. Quizás sea necesaria una relectura para que algunos me terminen de cerrar.


Es importante comentar que cada cuento está acompañado por una ilustración —todas de diferentes ilustradores, como dice la portada—, y más de una me gustó bastante. Sobre todo la de Maco, que ya habrán visto ser nombrada en este blog con anterioridad. No voy a subir fotos para mostrarles porque presté el libro, pero les recomiendo que, si tienen la posibilidad, husmeen sus páginas para ver lo lindo que es.

En definitiva, fue una lectura interesante que me dejó sensaciones diferentes, algunas más inquietantes que otras, y que también me ayudó a conocer a más autores, que espero poder leer con más detenimiento en el futuro.

Espero que estén teniendo un precioso verano, quizás en algún balneario ♥.

jueves, 11 de enero de 2018

Jueves de entrevistas: Gema Bonnín

Hola a todos. Hoy toca jueves de entrevistas una vez más, y en esta ocasión la entrevistada es Gema Bonnín, una autora joven que viene pisando fuerte y que muchos conocemos por sus novelas de fantasía y ciencia ficción.

Gema (1994), nació en Valencia pero creció en Mallorca, y estudió el mito del Rey Arturo en la Universidad de Exeter, Inglaterra, y ahora Filología Inglesa en la Universidad Complutense de Madrid. Publicó La dama y el dragón con Destino, Arena roja y Arena negra con Nocturna Ediciones, Legado de reyes I. Heredera y Legado de reyes II. Líder con Escarlata Ediciones y próximamente Lo que el bosque esconde con CrossBooks. Como ven, súper prolífica y con un claro interés por las letras. 

Pasemos a la entrevista, ¿les parece?




Publicaste tu primera novela muy joven, ¿qué significó eso para vos?

Que fuera joven era secundario para mí. Lo importante era que había publicado y que eso suponía el principio de una carrera a la que quería dedicarme con todo mi corazón. Es cierto que mi juventud era un factor muy llamativo que me hizo destacar y en muchas ocasiones coincidí con compañeros mucho mayores que yo… Lo que saqué en claro a raíz de aquello es que me quedaba muchísimo por aprender y que debía esforzarme el doble. 

¿Qué diferencias hay entre la Gema de La dama y el dragón y la actual?

Todas las que puede haber entre una chica de dieciséis años y una de veintitrés. He aprendido y  he
cambiado mi visión sobre muchas cosas, y aparte de eso mi tendencia a la hora de escribir también es distinta. Antes no planificaba las novelas y ahora sí, y no le daba demasiadas vueltas a mis historias, me dejaba llevar por la espontaneidad… Ahora soy más calculadora en ese sentido y procuro madurar mucho las cosas. 


Has publicado novelas de fantasía y ciencia ficción, por el momento. ¿Tenés pensado experimentar con otros géneros?

La mayoría de mis proyectos siguen por esa línea, pero la ficción histórica es algo que tengo en mente. Es un  género del que disfruto mucho como lectora y por eso me gustaría tratar con él como autora, pero me impone mucho respeto y no sé cuándo me atreveré a hacerlo. 
Y por supuesto, dentro de esos dos géneros, hay multitud de subgéneros en los que estoy deseando trabajar, como el space opera,  o el steampunk.


¿Qué aprendizaje te trajo publicar con editoriales tan variadas y diferentes entre sí?

Creo que una de las cosas más valiosas que he aprendido es a valorar el trabajo conjunto. Un libro publicado no es solo cosa del autor, sino que hay todo un equipo de gente trabajando detrás, y cada equipo tiene una dinámica propia y tú, como autor que va saltando de una editorial a otra, tienes que amoldarte. Además es fácil aprender de la gente con la que trabajas, o bien porque es gente que lleva muchos años trabajando en el sector, o bien porque es gente con mucho talento, por ejemplo en el ámbito del diseño o la ilustración, y entre artistas siempre es útil compartir consejos y demás. 


¿Estás trabajando en algo ahora mismo?

Estoy ultimando la planificación de una novela que dividiré en tres tomos y en la que llevo pensando unos siete años. Cuando termine con la planificación tendré que decidir si me pongo manos a la obra o si le doy preferencia a algún otro proyecto de menor envergadura. 


¿Podés contarnos sobre tus proyectos futuros?

En febrero publico una novela autoconclusiva de corte fantástico que sigue una estilo parecido al de La dama y el dragón, y de hecho lo publico con la misma editorial, aunque no es una continuación ni nada por el estilo. Aparte de eso, hay una editorial que está valorando una novela que terminé el año pasado, también de fantasía. 

Si tuvieras que elegir una de tus obras para vivir en ella, ¿cuál sería?

Para vivir de forma permanente escogería Arena roja. Pero en Asia, a poder ser. Pensar en un mundo fantástico, con dragones, vestidos de princesa y magia suena muy bonito, pero las enfermedades y la ausencia de tecnología e higiene me disuaden bastante. 
Para vivir un mes puede que sí me atreviera a meterme en un mundo de rasgos medievales. 


Sabemos que trabajás muchísimo la ambientación de tus novelas, ¿podés contarnos sobre cómo llevás a cabo todo el trabajo de documentación y worldbuilding?

Depende un poco del tipo de novela que sea. 
En fantasía, para cosas concretas como lo que se tarda en recorrer distancias a caballo, o en confeccionar un vestido de determinadas características, o en cocinar según qué tipo de alimentos, o cuál debería ser la densidad demográfica de un sitio dependiendo de qué clase de sociedad sea, me sirvo de fuentes históricas, concretamente medievales y antiguas. 
Lo demás lo voy pensando durante meses y meses, incluso años. Bebo mucho de otras ficciones, de todo tipo, y me voy quedando con los aspectos que me gustan para luego moldearlos a mi manera. Las ilustraciones o la música son cosas que me parecen muy evocadoras y también me ayudan a desatar mi imaginación.
En cuanto a la ciencia ficción leo mucho sobre estimaciones de lo que va a pasar en el futuro y me voy quedando con las teorías que más me convencen y las hago encajar entre sí para que tengan sentido en un mismo contexto.
En cuanto a cosas reales, como por ejemplo los gladiadores, leo muchos libros de carácter enciclopédico y, a poder ser, de autores distintos. 


En general, ¿cómo es tu proceso de escritura?

Cuando aparece esa chispa de inspiración a partir de la cual extraemos esa primera idea para una historia, dejo que pase el tiempo, sin apuntar nada. Y si al cabo de unas semanas la idea sigue ahí, significa que merece mi atención, si no sigue ahí… Pues no era tan interesante. 
A partir de ese punto lo que hago es tomar las primeras notas con lo que tengo, que suele ser algo muy vago. Y ahí es cuando llegar el verdadero trabajo. El cupo de inspiración se ha agotado y toca poner la imaginación y el ingenio a trabajar. Voy ampliando la idea y empiezo a tratar todos los aspectos: personajes, trama, construcción del mundo, documentación si es necesaria… Cada historia necesita su tiempo de maduración, así que ese proceso puede durar meses o años. 


¿Qué tanto influyen en tu trabajo las obras (literarias o no) que te apasionan?

Me da la impresión de que es más de lo que yo misma creo. A veces, cuando revisito viejos proyectos, me doy cuenta de que en su momento recibí influencias de las que no era consciente. Las historias que me apasionan y que despiertan grandes cosas en mí son las que tengo más en cuenta, consciente o inconscientemente, porque en el fondo yo quiero despertar en la gente lo mismo que esas historias me han despertado a mí. 


¿Cuáles serían tus mayores influencias?

Varía según la época, aunque hay algunas que se mantienen a lo largo de los años, como Star Wars, pero hay un poco de todo en mi lista de influencias: Memorias de Idhún, los cómics de las WITCH, las películas animadas de Dreamworks y Disney, series históricas como Roma o Los Tudor, el anime Ataque a los titanes, el videojuego Starcraft… 


¿Qué cambios pensás que trae la movida de escritores y escritoras jóvenes que se está dando actualmente, sobre todo en España?

Creo que estamos creando una comunidad de lectores grande y fuerte, porque en general todos estos autores somos muy cercanos a nuestro público y eso es una ventaja ya que, ante una situación de indecisión de un lector que no sepa qué libro comprar, sabe que si adquiere uno de los nuestros es muy probable que pueda hablar con nosotros sobre lo que le ha parecido y demás, y nosotros le leeremos de muy buena gana. 
Además también es una prueba de que la gente joven tiene ambiciones y trabaja por ellas. Es una prueba de que los jóvenes podemos hacer cosas, cosas importantes para un montón de gente.


¿Qué te parece que hace falta en la literatura juvenil actual?

Que se le preste más atención y se la tenga más en cuenta. Por suerte creo que hay variedad tanto de temas como de géneros, así que si tuviera que decir algo que necesita urgentemente es reconocimiento. La literatura infantil y juvenil es la que forja a los lectores del futuro y la que acompaña a la gente en una época de su vida en la que están aprendiendo a conocerse a sí mismos y construyéndose como personas. Negar el impacto que tiene la lectura juvenil en su público objetivo es absurdo, y sin embargo los únicos que lo tenemos en cuenta somos los que formamos parte de ello directamente. 


Has viajado mucho, ¿cómo afecta eso a tu literatura?

Viajar es muy evocador y pone mi imaginación en funcionamiento. Me ayuda mucho con los worldbuildings de cualquier género, sobre todo en el aspecto estético. Para la construcción del mundo en Arena roja los viajes fueron determinantes. 


¿Qué le dirías a los que quieren empezar a escribir o publicar?

Que lean mucho y que escriban mucho. Pero, sobre todo, que disfruten de la escritura en sí, porque es un placer que se sostiene por sí solo y a veces es difícil valorarlo con las frustraciones que conlleva (tanto en materia de publicación como de mera redacción). 


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Muchísimas gracias a Gema por la entrevista y por su tiempo ♥. ¡Espero que les haya gustado!

En otro orden de cosas, estoy de vacaciones, así que no voy a andar mucho por estos lados. Sí voy a dejar entradas programadas, así que estén atentos (?). ¡Nos vemos!

lunes, 8 de enero de 2018

Belzhar - Reseña

En Belzhar puedes encontrar lo que perdiste…

Si la vida fuera justa, Jam aún viviría en su casa en Nueva Jersey y pasaría el tiempo con Reeve, su encantador novio inglés. Pero de ningún modo estaría en El Granero, un
lejano internado para jóvenes “emocionalmente frágiles y sumamente inteligentes”. Esta escuela especial es conocida por una selecta y extraordinaria asignatura llamada Temas Especiales de la Literatura, que se centra totalmente en un solo escritor, en una sola novela.

Pero la vida no es justa.

Reeve partió hace un año y Jam aún lo está llorando. Pero algo cambia cuando es elegida para cursar la asignatura exclusiva, donde se analizará La campana de cristal, de Sylvia Plath. Además, debe escribir un diario que la transporta a un extraño lugar, en el cual puede revivir hechos clave. Es hora de enfrentar la verdad y resolver su pasado. ¿Logrará superar sus traumas?

Belzhar tiene toques de realismo mágico y poesía. Habla sobre el primer amor, el dolor por las pérdidas y el poder de la aceptación. Leerla ayuda a tomar decisiones, a crecer, a sanar, de la mano de Meg Wolitzer y Sylvia Plath.
Porque hay libros, hay historias y hay autores que pueden cambiar vidas. Porque la Literatura también puede mejorar el mundo…

Este libro fue un regalo de cumpleaños que me hizo la preciosa de Claudia. Con esa portada y esa sinopsis, creo que tanto ella como yo estábamos seguras de que era el libro perfecto para mí. Por esa facilidad para conocerme y regalar, le quiero agradecer todavía más ♥. Sin embargo, aunque no fue una mala lectura, tengo grandes problemas con este libro. Y ya les voy a contar. Se viene la primera reseña de qué me gustó y qué no del año.


Lo que me gustó:
  • La portada. Sí, para qué engañarnos, me parece preciosa y es todo lo que está bien en el mundo. Fue lo primero que me dio ganas de leer, así que cumplió su función a la perfección.
  • La idea me parece genial. Y no me refiero a lo de un internado para adolescentes «emocionalmente frágiles», sino a la idea de la literatura como forma de sanar, de aprender y de crecer. Me parece maravilloso y creo que está bien llevado, dado que el paralelismo con la obra elegida aparece durante toda la novela. Y también creo que Sylvia Plath es una elección excelente.
  • La primera persona y la perspectiva de Jam para contar lo que sucede fue también una buena elección. De esta manera, dependemos de su forma de contar las cosas y de sus tiempos, a la vez que solo a través de ella descubrimos las historias de los demás alumnos del Granero. No solo se mantiene la intriga, sino que ahondamos más en la mente del personaje.
  • La importancia de los vínculos; más allá de lo amoroso, se hace hincapié en la amistad y en la familia, lo que me parece maravilloso y muchas veces olvidado en la literatura juvenil.
  • La narración es fluida, amena, fácil de llevar y bastante linda en momentos. Aunque a veces se vuelve con insistencia a ciertos puntos, hasta hacerse repetitiva, creo que logra mantener la atención del lector.
  • La ambientación, pese a no ser nada extraordinario, está bastante bien. Uno logra sentirse en todos los espacios que se describen. En cuanto al realismo mágico, esos escenarios también están bien creados.

Lo que no me gustó:
  • En primer lugar, lo superficiales que son todos los vínculos. Casi no tenemos momentos en los que se desarrollen las relaciones entre los personajes, y todo se da muy rápido y con poca coherencia interna. Al final, no les creemos que se quieren lo que se quieren. Y esto es grave.
  • La poca participación de la profesora de Temas Especiales en Literatura, cuyo nombre ahora no me sale y me da pereza ir a mirar. Siendo un personaje tan interesante, lo que sabemos es realmente mínimo. Y es una pena.
  • La poca contención que tienen estos pibes, en verdad, con los problemas enormes que tienen. Entiendo que el Granero es en cierta forma terapéutico, pero no es terapia eh. No hay ese tipo de escenas, al menos. No se nos explica mucho. Si los gurises hacen terapia, es por la suya o antes. Ni idea. Siento que los dejan muy ahí y que se manejen. Nature and shit.
  • La voz de Jamaica —qué nombre más main character eh— se vuelve un poco pesada a veces, con lo reiterativa que es respecto a lo que pasó con su novio y el duelo que hace. Y nunca llegamos a conocerla del todo. No hay más Jam aparte de su duelo; ni con lo que se cuenta ni con sus acciones.
  • No estoy segura de que los diarios y Belzhar sean la mejor forma de superar los traumas de estas personas. No estoy segura de que sean la mejor forma de superar ningún trauma. Es evadir spoiler y terminar chocando contra la realidad, de nuevo spoiler. Si alguien acá estudia psicología y quiere charlar del tema, agradezco cualquier insight. 
  • Lo que de verdad sucedió con el novio de Jam. Si bien puedo hacer el esfuerzo de entender cómo tomó esa cabeza el trauma de lo sucedido spoiler hasta distorsionar la realidad, que es indicador para mí de un problema mayor que la pavada del disparador spoiler, lo que no me convence para nada es cómo se maneja. Excelente que haya ido a distintas terapias profesionales, demás que spoiler empiece a encarar cuando acepta lo que pasó y se sincera con los demás spoiler, pero no creo ni por un segundo que ahí se solucionen todos sus problemas ni que los demás se lo tomen así de bien. No le creo. El final me hizo sentir estafada, para qué mentir.

En definitiva, es una novela entretenida, con altibajos en cuanto a trama y narración, con personajes poco definidos y relaciones superficiales. Para pasar el rato, capaz, pero no busquen mucho más acá. Menos que menos el mensaje profundo que se nos ofrece. No está.

jueves, 4 de enero de 2018

Jueves de entrevistas: María Viqueira

¡Hola a todos! Hoy vuelve la nueva sección, «Jueves de entrevistas», esta vez con una autora muy especial, a la que le tengo mucho aprecio y tuve el gusto de ver crecer como escritora durante años, maravillada de su avance y de su capacidad de crear mundos y magia.

«María Viqueira nació en mayo de 1989, en Cartagena, España. Desde muy pequeña empezó a escribir poesías y relatos, aunque no fue hasta los dieciséis años que se sumergió en una obra larga». Eso dice ella en su blog. Habría que añadir que es la autora de la saga de fantasía juvenil Los Fragmentos del Destino, que engloba tres partes: La Hermandad de la Nueva Era, El Nexo y Sacrificio, todos ellos con Escarlata Ediciones. No escribe solamente fantasía, pero eso es algo que va a contarles ella durante su entrevista. ¿Empezamos?


¿Cuándo te diste cuenta de que te gustaba escribir?

Fue a los seis o siete años. Estaba en la casa de campo de mis padres y cogí la libreta que utilizaba mi madre para apuntar los resultados de sus partidas de dominó. Me senté en los columpios, frente a un rosal enorme y escribí un poema sobre él. Desde entonces, no pude parar. Más de veinte años después, sigue siendo una de mis grandes pasiones.


Contanos sobre las primeras cosas que escribiste.

Bueno, ya conté lo primero que escribí, aunque realmente para mí esas cosas nunca contaron.  Empecé con poemas cortos, luego más largos, pasé a relatos y así hasta que por fin me atreví con una novela. Tendría unos diecisiete por aquel entonces y tengo que admitir que fue un desastre.


Publicaste una trilogía de fantasía con Escarlata Ediciones, ¿qué podés contarnos del proceso?

El proceso es muy largo. Se puede decir que escribir la novela es lo sencillo, lo complicado viene después. Buscar editoriales donde encaje, contactar con ellas, esperar respuestas… Por suerte, Escarlata Ediciones hace que todo lo demás sea más fácil. En mi caso, primero pasé por un editing con Carla, mi editora, donde me aconsejó sobre la trama y me corrigió los gerundios, que los odia. Después hubo una corrección de estilo y ortográfica. Casi siempre se tuvo en cuenta mi opinión y me consultaban antes de modificar nada. Da gusto trabajar con gente que, además de profesional, se muestra tan cercana.


¿Cuáles fueron los desafíos de escribir una trilogía?

Lo gracioso es que los desafíos de la trilogía no los noté hasta que llegué a la tercera y última parte. Los dos primeros tomos me costaron menos, sobre todo El Nexo. Sin embargo, conforme se acerca el final es cada vez más complicado. Hay que cerrar muchas tramas, no solo la principal, además de buscar un final digno para todos los personajes. Nalia, la protagonista, fue complicada también. Sufre una evolución muy notoria a lo largo de las tres novelas. Su vida cambia tanto que es imposible que siga siendo la misma. A veces tenía la sensación de que su personaje se me iba de las manos pero creo que al final es bastante coherente con todo lo que vive.


¿Qué significó para vos terminar una saga?

Fue un cúmulo de emociones. Por un lado, estaba deseando terminarla porque llevaba ya muchos años con ella y me apetecía darle un cierre y ponerme con otros proyectos. Por otro, sentí mucha pena. Los personajes y el mundo de Thánator han estado tanto conmigo que le he cogido mucho cariño, así que en parte lo echo de menos. También fue como demostrarme a mí misma que podía hacerlo, y por ahí sí que me hizo muy feliz.


¿Estás trabajando en algo ahora mismo?

La verdad es que sí, tengo una historia entre manos.  Es una novela New Adult y, aunque supone un cambio muy grande después de la fantasía, es un género que me encanta y me apetecía retomar. Aún no tiene título, pero sus protagonistas ya se han ganado un huequito en mí. La voy narrando a dos voces entre Noel y Andrea y me está gustando esto de meterme en la piel de ambos. Es la historia de ambos, con sus dramas y su amor de por medio. Espero terminarla para marzo o así… ¡Deséame suerte!


¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Pues además de la novela de la que acabo de hablar, tengo ideas para otras dos más del mismo género. El New Adult lo escribo relativamente rápido, así que puede que lo intercale con otras. Quiero escribir también una más futurista, que la empecé hace años pero nunca la seguí. Estará centrada en Aidith, una científica que vive en un mundo tan estropeado que poco se parece ya al nuestro. Para más adelante, cuando retome de nuevo la fantasía, he empezado a plantear otro proyecto. Aún tengo que pulir mucho de la trama, pero el mundo y varios de sus personajes suenan cada vez más en mi cabeza. Sé que necesito tiempo, pero creo que esta historia es de las que más voy a disfrutar escribiendo. Será un poco más oscura y menos juvenil que Los Fragmentos del Destino, aunque Farah, su protagonista, va a ser joven también.


Si tuvieras que elegir una de tus obras para vivir en ella, ¿cuál sería?

Creo que me quedaría en Thánator, de Los Fragmentos del Destino. Me gusta la idea de que haya magia, creo que querría ser una hechicera o una druida y disfrutar de esos paisajes y esa vida. Siempre y cuando no me pillase en una época de guerras, claro.



¿Cómo es tu proceso de escritura?

Dicen que existen los escritores de mapa y los de brújula; yo creo que soy una mezcla de ambos. No me hago una escaleta completa de todo lo que va a pasar en mis capítulos. Hay capítulos que ni siquiera planeo, simplemente salen.  Más bien, pienso la trama general y alguna escena más y luego improviso el resto. A veces improviso tanto que luego tengo que modificarlo en la corrección, pero porque se me ocurren ideas que creo que encajan mejor con la trama que lo que tenía planeado en un principio. Lo esencial es releer y corregir, creo que es una de las partes más importantes a la hora de trabajar un texto.


¿Qué cambios trajo a tu vida ser una autora publicada?

Va a sonar raro decirlo, pero creo que ninguno. Es decir, a veces ni siquiera pienso que soy escritora. Sé que puede sonar un poco extraño decirlo, pero me cuesta sentirme así. Tiene cosas bonitas, como cuando lees reseñas o alguien quiere conocerte en persona porque le ha llegado tu libro. Creo que esas son las cosas más bonitas de ser autora publicada.


¿Cómo te llevás con las críticas, tanto negativas como positivas?

Soy de la opinión de que las críticas son necesarias y positivas, ya sean buenas o malas. Cuando son positivas obviamente te gustan. Ver cómo tu libro llega a las personas y lo disfrutan es algo mágico. Creo que las negativas, cuando son constructivas, ayudan mucho a mejorar y a crecer como escritora. Es cierto que de momento no han salido muchas críticas negativas de LFD, pero entiendo que no a todo el mundo le gusta lo mismo y que aún tengo mucho que aprender.


¿Te parece importante tener una relación cercana con tus lectores?

A mí personalmente me gusta tenerla. En mi caso es sencillo porque, aunque soy malísima con las redes sociales y muy despistada para contestar a veces, tampoco es que tenga miles de lectores. Me gusta tener contacto con ellos y ser accesible porque me gusta conocer sus opiniones y sentirlos cerca.



¿Qué libros considerás imprescindibles para vos como escritora?

Voy a hacer trampa y en vez de decir los que serían imprescindibles, voy a decir mis favoritos, que no tendrían por qué ser los mismos. La Sombra del Viento, El principito, Orgullo y prejuicio, la saga completa de Harry Potter, Don Quijote de la Mancha… Por decir algunos.


Tenés un blog en el que hablás de tus historias, pero en el que además escribís reseñas literarias. ¿En qué cambia reseñar cuando también sos autora? ¿Qué tenés en cuenta?

Creo que, cuando eres autor, te fijas en otras cosas que quizá los lectores no. Son detalles pequeños, pero notas, por ejemplo, si un libro ha pasado por un editing o por una corrección. Generalmente, cuando hay algo mal en una novela siempre se culpa al autor, pero detrás de un libro publicado debe haber otros profesionales también que se den cuenta de fallos que quizá se pasen por algo. En cuanto al tono de la reseña, siempre soy respetuosa (o eso creo) tanto con los libros que me gustan como los que no. No es por ser autora, pero trato de justificar todas mis opiniones  para no herir la sensibilidad de nadie.


¿Qué le dirías a quienes quieren empezar a escribir o publicar?

No me considero nadie para aconsejar sobre esto, pero igual voy a intentarlo. A los que quieran empezar a escribir, aunque suene obvio, les diría que a escribir se aprende escribiendo. Muy poca gente tiene la capacidad de que su primera novela sea una maravilla, tipo J. K. Rowling. También hay que leer mucho y tener base. A los que quieren probar con publicar, lo primero es que tengan paciencia. Es un proceso muy largo y complicado, pero puede ser muy bonito también. No vale con terminar el manuscrito y decir «ya está, ahora lo mando a todas las editoriales». Hay que revisarlo mucho, porque una de las cosas que más daña a este mundo es la cantidad de manuscritos que se envían plagados de faltas de ortografía o de fallos de coherencia y de estilo. Tampoco todas las editoriales son para todos los géneros. Para dar una buena imagen a la hora de contactar con ellos, es aconsejable informarse de los catálogos para ver dónde puede encajar la novela y, antes de enviar nada, ponerse en contacto con ellos para ver si quieren manuscritos nuevos y, en caso afirmativo, preguntar qué mandar y cómo. A veces te piden un resumen, otras unos capítulos. A veces solo les importa los seguidores que tienes en las redes… Es importante saber qué busca una editorial antes de mandar nada. Y, sobre todo, desearles mucha suerte con todo lo que escriban =)



Muchas gracias a María por la entrevista y feliz jueves para ustedes ♥