Con poemas breves, donde lo reflexivo y lo sentimental juegan roles fundamentales, la estructura general de la obra no deja de incluir referencias muy jugosas y profundas sobre el tema del Tiempo, ese señor que finalmente nos gobierna y de cuya sustancia primordial estamos constituidos los frágiles seres humanos. Ya los sabios antiguos lo postulaban. Falero, entonces, lo retoma como preocupación central y da su versión sensible sobre su fuente intangible de procedencia y sobre su destino final.
Aunque el gran amor no llegue, o no perdure, algo vendrá, sin duda alguna; ya está llegando.
«Hoy vendras», buena poesía, a tocar la pueta de los lectores atentos.
Primero que nada, quiero agradecer muchísimo al #Clubdelecturauy por la posibilidad de leer este libro, dado que lo gané en uno de sus sorteos. También tengo que agradecerles el conocer previamente al autor, que presentó el libro en la reunión de enero y que además, si no recuerdo mal, ha asistido a más de una reunión.
Pablo ya había leído alguno de sus poemas en aquella presentación, pero no tenía un recuerdo muy claro, así que arranqué a leer casi sin expectativas. Como me pasa con los cuentos, no soy muy amiga de leer todo de corrido, sin pausas. Me gusta más dejar reposar lo leído en mi cabeza y agarrar el libro cuando tengo ganas. Esta vez no me fue posible, así que quizás mi opinión se vea influida por ese tipo de lectura.
Dice el autor en la introducción: «pasé de los poetas fascinados por lo abstracto de la naturaleza, el amor o la belleza. Me forjé sobre aquellos inspirados por sus éxitos o desventuras, por los pesares y dichas de sus amores, por la vida enfocada en las pasiones mundanas». Ya desde ese punto me di cuenta de que, fuera cual fuera la calidad de su poesía, íbamos a diferir muchísimo. Y eso también, seguramente, haya influido en mi opinión.
En esta esquinaolvidada del mundome alejo de tibuscando pazcomo el aire.Agazapado y solotengo mucho miedode morir y que no te enteres.
Pero, ¿cuál es mi opinión? Que no lo disfruté. No sentí ninguna conexión con los temas tratados, ni con su forma de ver el mundo. Si bien la pluma es buena, la noté a veces un poco artificiosa. Hay poemas que pasan de muy buenos a cursis, y es un desbalance que me descolocó. El poema que cité arriba es un buen ejemplo. La primera estrofa está bastante edulcorada, pero la segunda dice tanto y tan bien... A esto me refiero.
Huelo acaso
tu rostro en el viento
un eco dulce
de selva enrulada.
A la distancia
de mis noches mejores
hierves con otro
más que conmigo.
Allá donde estés
las cenizas y carbones
de esta hoguera
ya no te alcanzan.
De cualquier manera, creo que es un poemario disfrutable para quienes tienen inquietudes similares a las del autor. Sin duda Pablo tiene un buen manejo de la lengua y el potencial de escribir cosas maravillosas. Esperemos que así sea.
Fotos de Stephanie Campi