One Life to One Dawn.
In a land ruled by a murderous boy-king, each dawn brings heartache to a new family. Khalid, the eighteen-year-old Caliph of Khorasan, is a monster. Each night he takes a new bride only to have a silk cord wrapped around her throat come morning. When sixteen-year-old Shahrzad's dearest friend falls victim to Khalid, Shahrzad vows vengeance and volunteers to be his next bride. Shahrzad is determined not only to stay alive, but to end the caliph's reign of terror once and for all.
Night after night, Shahrzad beguiles Khalid, weaving stories that enchant, ensuring her survival, though she knows each dawn could be her last. But something she never expected begins to happen: Khalid is nothing like what she'd imagined him to be. This monster is a boy with a tormented heart. Incredibly, Shahrzad finds herself falling in love. How is this possible? It's an unforgivable betrayal. Still, Shahrzad has come to understand all is not as it seems in this palace of marble and stone. She resolves to uncover whatever secrets lurk and, despite her love, be ready to take Khalid's life as retribution for the many lives he's stolen. Can their love survive this world of stories and secrets?
Inspired by A Thousand and One Nights, The Wrath and the Dawn is a sumptuous and enthralling read from beginning to end.
Quise leer este libro desde el momento que lo vi en Goodreads. Es más, cuando lo vi ser comentado por gente en cuyo criterio confío, supe que lo iba a leer. Definitivamente. No solo porque era bellísimo en cuanto a edición, sino porque un retelling de Las mil y una noches me parecía fascinante, si estaba bien hecho.
No me agradó que la sinopsis fuera tan destripadora de libro, aunque fuera medio obvio que iba para ese lado. A ver, ¿todo me vas a contar? Calmate, señor de las sinopsis. En fin, el otro problema que tuve fue el siguiente: cuando la mejor amiga de Shahrzad, la protagonista, muere por culpa de Khalid, esta busca venganza. Y, como dice la sinopsis, así que tan spoiler no es, la historia de venganza se convierte en una historia de amor. Y yo quedé tipo ¿CÓMO? Va a tener que ser o un libro muy turbio, o redimirse él en algún momento, o ambos. No voy a decir qué pasa, claramente, pero bueno, sí voy a dejar claro que es una historia turbia, intensa y llena de emociones fuertes, cuestionables, pero muy sinceras.
Dado que el libro está en inglés y (aún, quién sabe) no en español, voy a contar un poquito de qué se trata. Acá ya saben que odio las reseñas-resumen, pero me parece necesario porque no todos entienden inglés, ni tienen por qué hacerlo. Les aviso que soy horrible resumiendo historias, no me odien.
El reino de Khorasan es gobernado por Khalid, un joven califa que se casa cada noche y mata a sus esposas al amanacer, por ningún motivo aparente más que crueldad y gusto por la sangre. Por lo tanto, la gente vive con miedo de que les arrebaten a sus familiares y amigos para esto. Cuando le toca a la mejor amiga de Shahrzad, Shiva, esta jura vengarse, blablablá, y se ofrece voluntaria para casarse con el califa. Obviamente, sus intenciones son descubrir qué pasa y destruirlo.
Como todos sabemos, Shahrzad va a descubrir que las cosas no son lo que parecen y que Khalid no es el monstruo que ella esperaba encontrar.
No solo eso, sino que amigos y familiares de Shahrzad, nada contentos con la situación, van a verse implicados en revueltas que buscan justicia por los actos del califa.
Can their love survive this world of stories and secrets?
¿Qué me pareció? Fascinante, más de lo que esperaba, en realidad. Por lo que dije más arriba, no le tenía demasiada fe. Pensaba que iba a ser un retelling más, de esos que agarran una historia clásica para encajar una historia de amor adolescente cliché y que tenga elementos reconocibles que generen afecto y hype. Ya me entienden.
No encontré eso, sino una historia madura, con un argumento sólido, atrapante y personas muy bien desarrollados, complejos y humanos. ¿Qué más le puedo pedir a un libro? Que esté bien escrito, y lo está, pero ese punto voy a tocarlo más adelante.
Shahrzad, la protagonista, es una chica fuerte, decidida y temible por su tenacidad y su carácter. Tiene su lado sensible y su fragilidad, algo que la hace humana también. Si bien su corazón le juega una mala pasada y sus sentimientos empiezan a confundirse, jamás olvida a Shiva ni a las demás chicas que murieron. Jamás, y esto es muy importante. El amor no la vuelve idiota, el amor la vuelve más comprensiva, más fuerte en un montón de sentidos. Tenía el presentimiento de que no nos íbamos a llevar bien, pero al final terminé tomándole cariño y ahora es de mis protagonistas femeninas favoritas.
Me encantó su amistad con Despina, su criada-espía griega, que tiene un carácter también de temer, para qué mentir. Es una relación preciosa, en la que se tienen afecto, la confianza se gana y se preocupan mutuamente. Sí y sí a las relaciones positivas entre mujeres. Lástima que tuviera que entrar en juego el personaje de Yasmin, que para mí no aporta demasiado y cae en un cliché, pero bueno, a lo mejor en el segundo libro nos muestra un poco más de sí.
Tariq, Jahandar y todos esos no me cayeron demasiado bien. Aunque comprensibles, sus arcos se me hicieron desquiciantes. Jamás hacen el esfuerzo siquiera de preguntarle a Shahrzad qué es lo que quiere, por ejemplo, y esto se dice en la novela incluso —algo que agradecí—. Hablemos primero de Tariq. No es la primera vez que digo que el personaje que fue amigo de la infancia e interés amoroso me resulta pesado, no. Al menos acá agradezco que su relación fuera clara y no un quieroynopuedo como pasa en general. Su intento de destruir a Khalid solo porque se metió con Shahrzad y no por sus crímenes, que quedan en segundo plano, me parecieron egoístas e infantiles. Rahim, amigo de Tariq, Shahrzad y Shiva, me cayó bien como comic relief. Jahandar es el padre de nuestra protagonista y a mí me pareció un boludo bárbaro, pero al menos la historia nos da a entender que algo huele a podrido en Dinamarca y que las cosas con él van a ponerse oscuras, muy oscuras. Porque en esta historia hay magia, una muy sutil y bastante aterradora, que todavía no tuvimos ocasión de entender y contemplar en su totalidad.
Dejé a Khalid para el final porque es el más complejo de todos. No sé ni cómo arrancar. A ver. Personalmente, no me agrada nada, pero nada, que justifiquen que un personaje sea violento o haga cosas horribles por su pasado o lo que sea. No, a ver, hiciste las cosas mal. Se te puede perdonar, pero nunca justificar. Nunca. Acá, sin embargo, spoiler hay un motivo muy claro por lo que pasa lo que pasa, y si bien es entendible y quizás condenarlo rápidamente no sea lo mejor, porque a saber lo que habríamos hecho en su lugar, no podemos perder de vista que largó todo a la mierda por Shahrzad. Que la ama, sí, entendimos. Que tiene mommy issues y que necesita amor, got it. Pero, en serio, ¿te vas a cagar así en las muertes de todas las otras mujeres? ¿Así nomás, tan cerca? No sé, lo entiendo en el contexto, pero un poco me molesta. Lo bueno es que Shahrzad no lo justifica; es decir, lo entiende y le horroriza, pero no dice «ay, pobrecito, no tiene la culpa de nada». Eso salvó la novela de hacerme enojar mucho, creo spoiler.
La relación entre ellos se desarrolla un poco rápido al inicio, pero no es perfecta. Tienen sus choques, malentendidos y se van conociendo de a poco. Ambos esconden secretos irreconciliables y se nota cómo daña su confianza. Además de los conflictos de Khalid, que no puedo contar porque es un spoiler inmenso, tenemos la culpa que siente Shahrzad por sentirse así. Y sí, obvio, si tiene la culpa de la muerte de su mejor amiga y un montón de gente más. Sus conflictos internos hacen que la situación sea realista, que se empatice y que, además, se añada un montón de tensión e intensidad. Para terminar, él la ve como su igual, en todo sentido. Parece bobo mencionarlo especialmente, pero cuánta falta hace, realmente. Qué importante es.
Otra cosa que me gustó de ellos es que el sexo no es un tabú. Además, que se deje claro, sin decirlo directamente, lo diferente que es el sexo sin ganas, apenas consentido —esto es muy complicado, porque aunque Shahrzad no se opone y está resignada a que tiene que pasar porque se casaron y es parte de su misión, blablablá, el consentimiento implica mucho más y, bueno, no es momento de hablarlo, pero se podría debatir—, del que tiene una carga afectiva fuerte, con ganas, que se disfruta. Esto no es tan usual en la literatura juvenil, mucho menos que dos personajes estén casados desde el inicio —y que no sea por motivos puritanos y esas cosas—, hayan tenido relaciones en los primeros capítulos —les juro que no es un spoiler, en serio— y luego la cosas se den así, tan intensas. No sé si me estoy haciendo entender.
Ahora vayamos a la parte que más confusa se me hizo: la ambientación. Al principio creí que era un reino inventado en un mundo inventado, pero después nos hablan de Grecia, África y algunas ciudades de medio oriente. Es decir; no, estamos en nuestro planeta —o al menos en una versión alternativa de nuestro planeta, que eso siempre puede ser, pero no parece el caso—. Esto se debe, en parte, a mi ignorancia sobre esta zona. Pueden leer sobre Khorasan, el histórico, en la página de Wikipedia, incluso. Estamos en el norte de Persia, amiguitos, y esta autora cuida mucho la ambientación. Si bien hay palabras extrañas, están explicadas en un glosario al final del libro, que yo vi al terminar de leer, así que les aviso para que no queden en blanco con las palabras que no se entienden.
En general, todo es muy vívido. Me sentí ahí donde ella lo relataba, vi en mi mente el palacio, la ciudad, la arena del desierto. Hay descripciones acertadas y muy bellas, sin sobrecargarnos de datos. El balance es perfecto para sumergirnos en la historia sin perder de vista el entorno. Muy bien hecho.
Leer sobre esta zona, esta cultura, además, me hizo feliz. Salir de los mundos de fantasía basados en Europa medieval se agradece, la verdad. No es que no me guste, pero adentrarme en Khorasan, en estas costumbres y en esta idiosincrasia, no sé, fue interesantísimo. La riqueza de los elementos culturales también se se hace notar.
La prosa ayuda mucho. Esta no es simple; es hermosa, delicada y culta. No es que sea difícil de entender, pero no está ahí para pasar desapercibida y que tengamos una película en la mente. La narración es uno de los puntos fuertes de la historia, parte de lo que la hace especial y diferente. Hubo varios momentos en los que tuve que releer porque la belleza del texto era enorme. Cómo amo los libros así, la verdad.
En fin, ¿qué decirles? Lo recontra recomiendo, sí, si tienen la oportunidad. No tengo idea de si va a traducirse al español o no, aunque tiene todo a su favor para serlo. Es una historia intensa, apasionante y escrita con maestría. Una ambientación increíble, personajes humanos y muy bien perfilados. Muero de ganas de leer el segundo y último libro de esta bilogía, The Rose & the Dagger. Muero por saber más de Shahrzad, Khalid y Khorasan. No sé, lo vale. En serio, y mucho.