Yo sé que al leer esta entrada, alguien va a querer decirme "dejate de joder con estas boludeces y ponete a estudiar para los exámenes!", con toda la razón del mundo. Pero yo no sería yo si no hablara de mis boludeces cuando tengo que hacer cosas importantes. Dejen de ir contra la naturaleza, carajo (?)
Y tampoco es que sean boludeces. Para mí, por lo menos, no.
Cuando me fui a Playa Hermosa, tenía toda la intención de terminar
PE. No pude, no por vaga, sino porque vino gente. Bueh, sí, también por vaga, pero menos. Escribí unas cuatro páginas y media -de Word, en la cuadernola parecían más-, y fue justo una escena que no tenía la menor idea de cómo mierda iba a hacer para escribirla. Me la saqué de arriba, soy feliz laralaralá.
Genial sí, pero no me había dado cuenta de algo.
Ahora viene el desenlace.
No es fácil que quede bien, con los tiempos justos y atando los cabos que tengan que ser atados. Y tengo miedo. Pero por el otro lado, quiero terminar de una fuckin vez.
Igual me queda la tercera parte, todavía. Proyecto Galatea, a que encara el nombre, eh? Pero no la pienso empezar hasta dentro de un tiempo. Necesito salir un poco del universo de Distopía, hacer algo nuevo, cambiar.
Este es el tema, ¿qué hago? Porque opciones no me faltan. Tengo una idea nueva, muy simple, linda, que me llevaría poco esfuerzo, pero tengo eso, la idea. Y de una idea a la trama... es un paso.
La idea que más me gusta, no es precisamente nueva, pero también tiene sus contras. Necesito mucha información sobre el patinaje artístico, y sobre Finlandia. La estoy recolectando, pero siento que no estoy preparada para escribir esa historia todavía. Que por ahora, lo que tengo que hacer es informarme, y mejorar.
Las otras dos opciones, son en cierto modo fáciles, en cierto modo difíciles. Se trata de retomar alguna de las dos historias que abandoné estos últimos dos años: Las lunas de Marzo (Duermevela) y La lágrima de nieve. Fácil, porque de la primera tengo 43 páginas escritas, y casi toda la trama; y de la segunda 21 páginas, y bastantes ideas. Difícil porque... por algo las dejé. O la trama era floja, o me faltaban ideas, o me costaba escribir, o no sabía cómo seguir... No, no quedaron sin terminar porque sí. Pero cuando las releo, siento muchas ganas de retomarlas. Me gustan. Para que yo diga que algo que escribo me gusta, Margot...
Pero no sé qué hacer. Sé que necesito tener un proyecto en el año, o si no siento que pierdo el tiempo. No es que lo vaya a perder, voy a estar estudiando muchísimo! Pero es parte de mí tener aunque sea una novela al año para poder trabajar en ella. En el 2008 no tuve, no pude empezar ninguna en serio, y me desesperé.
No sé qué voy a hacer.
No, sí.
Primero que nada, terminar PE.
Y los exámenes, ya sé ¬¬