Acabo de terminar la corrección de Páginas en Blanco.
Suena irreal, y ahora que me pongo a pensar, la fecha es totalmente coherente.
Empecé esta historia a fines de Agosto, para terminarla a principios de Diciembre, una noche en vela, como ésta, escuchando a Carla Bruni.
Hubo muchos cambios en las correcciones, y me descubrí asombrándome de algunos párrafos... ¿eso lo escribí yo? Me sorprende, con lo autoexigente que soy, haberme quedado orgullosa de ciertos fragmentos.
Y de volver a enamorarme de Gabriel, de sentir como Milena, de perderme entre las páginas ya no en blanco de esta historia, ahora terminada.
Todo empezó con las palabras. Se entrecruzaron en mi mente, como las palomas de la plaza, y necesité escribirlas. Además, era un desafío que me atraía desde hacía tiempo, el de escribir la historia en segunda persona. Desde que me dijeron "una novela en segunda persona? no se puede..."
Así surgió Páginas en Blanco. De desafíos e impulsos. Nada de planes, sólo ideas vagas.
Le tengo tanto cariño, que ahora me cuesta mucho dar por finalizada esta etapa. Pero también me llena de felicidad y satisfacción saber que pude terminar.
Un beso :)
(pd: la foto no es mía, la encontré por ahí, pero es per-fec-ta *-*)