miércoles, 25 de noviembre de 2020

La isla de las mujeres del mar - Reseña

 

Tras seducir a lectores y críticos de todo el mundo con El abanico de seda y Dos chicas de Shanghai, Lisa See vuelve a cautivarnos con La isla de las mujeres del mar, una bella e introspectiva novela sobre los lazos de amistad de dos jóvenes hanenyeo -mujeres buceadoras de la isla surcoreana de Jeju, cuya forma de vida ha sido reconocida por la Unesco como patrimonio de la humanidad- y las poderosas fuerzas, tanto naturales como históricas, que las rodean.


Kim Young-sook y Han Mi-ja empiezan su preparación como haenyeo. A pesar de sus diferentes entornos familiares, pronto se hacen íntimas, aprenden la técnica del buceo y se enfrentan juntas a las exigencias físicas y los fracasos emocionales de su trabajo. Durante medio siglo, las dos jóvenes forjarán una sólida relación al tiempo que su vida se verá envuelta en acontecimientos tan trágicos y extraordinarios como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y sus secuelas, y tan inevitables como la irrupción de los teléfonos móviles y la llegada de nuevas políticas e ideas a la isla. Sin embargo, tras sobrevivir a cientos de inmersiones y desarrollar el más estrecho de los vínculos, algo que escapa a su control acabará rompiendo su amistad.


Narrada por la entrañable voz de Young-sook, La isla de las mujeres del mar es no sólo una magnífica saga familiar con extraordinarias ramificaciones, sino también un vívido retrato del mundo singular y poco conocido de la isla de Jeju y de las atrocidades sufridas por sus moradores bajo la ocupación japonesa.


Desde que leí El abanico de seda, de la misma autora, supe que iba a volver a leer a Lisa See. Ojo, no son libros fáciles desde un punto de vista emocional, por lo que me tomé mi tiempo para arrancar este, que era el que más me llamaba la atención. Por lo tanto, adoré tener la posibilidad de leerlo. Es parte de mi seguidilla de libros relacionados con la Segunda Guerra Mundial —Japón ocupó Corea—, pero este se extiende mucho más allá, hasta casi la actualidad. Recomiendo que lean también las reseñas de Mel y Ana, que dan bastante información y hasta links de interés.

Como les decía, esta novela está ambientada casi totalmente en la segunda mitad del siglo XX, y al comenzar ya tenemos a los japoneses ocupando la isla coreana de Jeju, donde se desarrolla la historia. Sin embargo, no serán estos los únicos en ocupar la isla, y ni siquiera podemos decir que los enemigos sean siempre extranjeros. No quiero adelantarme: van a darse cuenta solos, al leer, de la herida inmensa que cruza Jeju, un pueblo que fue castigadísimo por los horrores de la guerra y la represión. Ya he hablado en otras reseñas de la importancia de la verdad y de la memoria. Pueden hacerse una idea.

Es en este contexto en el que conocemos a Kim Young-sook, nuestra protagonista y narradora en la mayor parte de la novela. Hay, intercalados con el relato de Young-sook, capítulos narrados en tercera persona del año 2008, cuando ella es muy vieja, y esto nos ayuda a poner en perspectiva varios elementos que podremos unir según avanza la historia. Al final, todo cobra sentido. Y así es como vamos a tener la imagen completa de la relación de Young-sook y Mi-Ja, dos mejores amigas cuyo vínculo se encuentra y se desencuentra de las formas más trágicas.

Las historias de mejores amigas siempre me llegan mucho porque conozco a la mía desde los seis años y es mi persona favorita en el mundo. El abanico de seda también tenía este componente, y no pude dejar de notar que en ese sentido La isla de las mujeres del mar comparte ese y varios otros puntos en común. Por ejemplo, las relaciones entre mujeres, las dinámicas de los grupos de mujeres y el rol de la mujer en la sociedad. En este caso el foco está en las haenyeo, mujeres buceadoras que recolectan fauna marina, con una personalidad fuerte e independiente, las verdaderas figuras centrales en los hogares de Jeju, en contraposición con los hombres, a quienes se considera más débiles. Su filosofía de vida impregna cada página del libro.

Mientras somos testigos de sus vidas, de sus logros y de sus pérdidas, las conocemos de una forma diría que visceral. Por eso es que lo desgraciadas que son duele tanto, que se pierdan la una a la otra duele tanto. El rencor, la tristeza, los recuerdos imposibles de borrar. Y acá no hablamos de malentendidos ni errores, sino situaciones de vida o muerte que hacen imposible perdonar a la otra en algunos casos. Estamos ante un libro de Lisa See, ya les dije. Algún capítulo va a estrujarles el corazón, mínimo. En sus libros, la muerte y la tragedia no son justas ni fáciles de predecir. Tampoco suelen bañarse en melodrama: son lo que son.

Y es bueno tener esto en cuenta, porque vamos a ser testigos también de uno de los acontecimientos más dolorosos para el pueblo de Jeju: el Incidente 4.3, donde murieron entre 60.000 y 80.000 personas a manos de la represión militar, entre otros horrores como la destrucción de sus pueblos hasta las cenizas y todo lo que se pueden imaginar. No es fácil, no, pero dado que hasta hace no tan poco los habitantes de la isla no podían siquiera hablar de lo sucedido, es bueno informarnos y que lleguemos, aunque sea a través de la ficción, a estos eventos. Y que no los olvidemos.

No es un libro fácil, no, en resumen. La prosa, bellísima aunque cruda, hace que sea un libro ameno de todas maneras. Aun así, es un libro que requiere tiempo y energía emocional, por lo que recomiendo que lo agarren si gozan de ambas cosas. Queda recomendadísimo, por supuesto, y tengo muchas ganas de leer sus otros libros, pero luego de una pausa para recomponerme un poco. Es así.

3 comentarios:

  1. hello!! Me gusta que se recomienden libros que tocan temas tan importantes y de reivindicación de hechos pasados que es muy importante que no sean olvidados. Aun así, creo que no cualquiera puede leer un libro tan duro como este, desde luego tienes que estar preparado mentalmente antes de abordarlo. Un saludo :)

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  2. ¡Hola! Conozco un poco de la historia de Jeju gracias a una novela. Me generó curiosidad y me quedé con ganas de saber más y hasta ahora no había encontrado ninguna otra novela que tratara el tema. ¡Muchas gracias por descubrírmela!

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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  3. ¡Hola! Me alegro que sea una novela de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.

    ¡Nos leemos!

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Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: