miércoles, 18 de noviembre de 2020

Dune - Reseña

Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado y, donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad.

Paul Atreides: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes y, abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir.

Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el Imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.

Los Fremen: seres libres que han convertido el inhóspito paraje de Dune en su hogar, y que se sienten orgullosos de su pasado y temerosos de su futuro.



Dune es una de las series legendarias en la historia de ciencia ficción. Me la debo hace muchos años, y la película que se iba a estrenar en diciembre me daba la excusa perfecta para reseñar el primer libro. Pero todo cambió cuando la pandemia atacó, pasando el estreno a 2021. No iba a dejar la lectura a mitad de camino, así que decidí plantarme en el ring.

Digo «ring» porque fue un verdadero combate. Probablemente sea un tema de mi edición en particular; el formato del texto, los errores de traducción y la falta evidente de un corrector, sumados a la complejidad de la historia en sí, hicieron que me tuviera que arrastrar por el primer acto. Les recuerdo que es un libro escrito en 1965, y la moda de la época era tirar al lector al medio del relato a que se manejara como pudiera. Teniendo en cuenta de que hablamos de civilizaciones espaciales dentro de 9000 años, no falta la dosis de términos nativos y expresiones únicas de cada lenguaje. El autor evita la aclaración de estas palabras desconocidas cuando no conviene a la trama, y en cambio las explica todas en los 4 apéndices y el glosario de casi 300 términos al final del libro.

Si el lector logra superar esas primeras 250 páginas, el premio es una clase magistral de como crear una civilización creíble en un mundo fantástico. Los Fremen son los habitantes de un desierto tan árido que tienen que usar trajes para reciclar su propio sudor, absorben cada gota de líquido de sus muertos (o de los muertos de los demás, cuando hay algún intruso) y derramar lágrimas por un muerto se considera el máximo signo de pesar. Todos sus rituales, su economía, su distribución de tareas y su jerarquía están definidos por la necesidad de obtener agua. Poco le importan estos salvajes al Imperio, que ve al planeta de Dune como la única fuente de melange, una especia que puede prolongar la vida de los que la consumen.

Enviada a gobernar el planeta, la familia del Duque Atreides desembarca en Dune, acechada por complots de las otras familias que quieren hacerse con la especia. El hijo del Duque, Paul Atreides, es nuestro protagonista. Entrenado por los mejores guerreros y políticos desde su infancia y con un misterioso poder de ver el futuro en sus sueños, deberá sobrevivir a las intrigas del Imperio, crecer y convertirse en líder, caminando la fina línea entre sobrevivir y hacer crecer su mito al punto de que hordas de fanáticos religiosos arrasen con todo en su nombre.

La madre de Paul, Jessica, fue criada por la secta Bene Gesserit, entrenada en todo tipo de artes marciales y manipulación. Nunca se casó con el padre de su hijo, siendo la concubina preferida del Duque. En un momento de de la historia, escapa por el desierto, perseguida por un gusano de 200 metros, con Paul a cuestas, embarazada y peleando contra soldados enemigos. Badass.

Es en estas escenas de acción en donde el libro levanta vuelo: peleas con espadas, láseres, naves, bombas nucleares, gusanos kilométricos, y más, mucho más. La imaginación y la atención al detalle del autor crean peleas fascinantes. Para los amantes de las batallas de diálogo, hay conversaciones, engaños, choque de ideologías y al decir del autor: "planes en los planes de los planes".

El libro se estructura en tres actos y al comienzo de cada capítulo tiene una cita de un libro escrito en el futuro lejano de este mundo, narrando sucesos, pensamientos y contextos de los personajes de la historia. Es una manera interesante de agregar exposición sin interrumpir la trama. Está bueno repasarlos al terminar el libro y darse cuenta de que quienes narran son después personajes relevantes para la trama, sirviendo incluso como un pequeño epílogo, pero escrito cientos de páginas atrás.

Dune es un libro complejo, denso, y a veces impenetrable como el planeta desértico que lo titula. Una vez que la trama se aceita, es un carnaval de acción, intrigas y superación. Uno de los mejores libros de ciencia ficción que he leído en mi vida. Aviso a los lectores que van a tener que darse la cabeza contra un muro más de una vez si quieren llegar al punto en donde se pone bueno, así que es importante tener paciencia para seguir y constancia para no olvidarse de la mitad de los personajes a los dos días.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Sé que es una novela muy querida, pero la verdad es que este género no es lo mío y no creo que llegase a disfrutarla. La película sí que quiero verla cuando se estrene, a ver qué tal.

    ¡Nos leemos!

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  2. Hola querida Sofi,

    Me da gusto que le hayas dado la oportunidad a Dune, el inicio de una de mis sagas literarias favoritas. Comprendo que hayas aplazado su lectura por algún tiempo, pues se trata de una historia densa de la cual el lector desconoce todavía a los personajes cuando ya comenzó la acción. Si deseas leer el resto de la saga, toma en cuenta que entre algunos libros existen saltos importantes en el tiempo, lo cual puede hacer que personajes conocidos se vuelvan completamente extraños (Entre los libros de Hijos de Dune y Dios Emperador hay un salto de aproximadamente 10 000 años).

    Me da mucho gusto el poder saludarte.
    Un abrazo.

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Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: