jueves, 15 de marzo de 2018

Jueves de entrevistas: Scarlett de Pablo

¡Hola a todos! Bienvenidos a un nuevo jueves de entrevistas. Esta vez tenemos a una entrevistada muy especial, porque además de escritora, es la editora de Escarlata Ediciones.

De Barcelona, en su biografía nos cuenta que «es graduada en dirección cinematográfica (ECIB) e Historia del Arte (UB). Después de realizar un máster en Edición (UPF), empezó a trabajar en el mundo editorial». Junto con Alexia Goher autopublicó Arlia. Entre mundos, que luego se reeditaría con Escarlata Ediciones en 2015, seguida por su secuela, La luz robada, en 2016. Este año publica Noches de neón, una novela romántica adulta.


¡Empecemos!




¿Qué te inspiró para comenzar a escribir ficción?

En el colegio conocí a una chica muy parecida a mí y nuestra afición a Anne Rice nos llevó a escribir una historia conjunta de ese universo, que nunca acabamos. Más tarde, a los quince años, siendo fan de Buffy cazavampiros, fui a parar a uno de los antiguos grupos de MSN donde estaban desarrollando un rol narrativo sobre la serie. Obviamente, Buffy ya estaba pillada, así que opté por la opción de retomar aquel personaje inventado con mi amiga y me metí de lleno. Fueron muchos años en los que conocí a gente con la misma afición, y las historias y los personajes fueron creciendo y creciendo hasta desvincularse por completo de los fanfics originales. De ahí nació Arlia, que fue la primera vez que me puse a escribir en serio una novela.


¿Cómo es escribir a cuatro manos?

Como empecé a escribir con muchas más de cuatro manos, nunca supuso una dificultad, sino más bien una costumbre. De hecho, Alexia y yo nos conocimos en esos roles narrativos, por lo que ya estábamos habituadas a trabajar conjuntamente. Sin embargo, proponerse convertir Arlia en una novela cambió un poco las cosas. En el sentido de planear la historia, no; teníamos una compatibilidad excelente y disfrutábamos muchísimo al hacerlo. Al principio pensamos en repartirnos capítulos según el personaje que llevaba la voz cantante, pero luego nos dimos cuenta de que no funcionaba: aunque parecidos, nuestros estilos no eran iguales. Estando ella en Valencia y yo en Barcelona, quedábamos de vez en cuando y entonces sí salía el trabajo de lo más fluido, pero no podíamos vernos siempre. Entonces, gracias a Google Drive, empezamos a escribir a la vez, literalmente, y a pesar de la distancia. A veces yo ponía una frase, me bloqueaba, y ella, que veía online lo que estaba haciendo, por Skype me susurraba la palabra faltante, como si fuera mi conciencia. Era muy divertido, aunque nos obligaba a estar disponibles y no era fácil coincidir teniendo más responsabilidades.


¿Cómo es tu proceso creativo de forma individual?

Cuando acabé el instituto, hice dos años de Realización Cinematográfica. En clases de guionismo me enseñaron a hacer escaletas y me acostumbré a usarlas. Es por ello que siempre que me pongo a escribir necesito antes tener la pauta de lo que sucederá. A veces me basta con una visión global de la historia, a veces necesito mucho más. Eso no significa que todo esté atado y planeado antes de escribir. Es solo un guión para saber en qué dirección ir. Es por eso que antes de escribir una sola palabra ya sé como será el final de la historia. 
Luego empiezo a escribir y ocurre la magia en la que los personajes cobran vida y te van pidiendo unas cosas u otras. Esto a veces te puede llegar a deformar el plan original. Entonces paro, vuelvo a mis notas y replanteo la escaleta para que nada quede suelto. 
Por otro lado, mientras planeo y escribo, me empapo de todo lo que pueda estar relacionado con el contexto que va a tener. En el caso de Arlia, había muchas partes históricas, y la documentación fue incesante. De hecho, estaba en la universidad cursando Historia del Arte, y mi trabajo de final de carrera tuvo mucho que ver con lo que iba a aparecer en la trilogía. Además, la información también te puede aportar nuevas ideas. En el caso de mi última novela, Noches de neón, tenía que saber mucho de crimen organizado y narcotráfico. Me dediqué a documentarme sobre ello. Leí libros sobre el tema, películas, podscats, prensa, todo lo que caía en mis manos. A veces me entraba la risa pensando que la policía acabaría viniendo a mi casa alertados por las búsquedas que hacía en Google.


¿Qué podés contarnos de la experiencia de autopublicar? ¿Lo volverías a hacer?

Autopublicar fue el detonante para dedicarme a la edición. Un año después de haberlo hecho, empecé un máster en Edición en la UPF. Luego fundé la editorial que había desarrollado en mi proyecto final y mis conocimientos se pusieron a prueba. No he dejado de aprender desde entonces. Por supuesto que lo recomiendo. Eso sí, publicar implica muchos campos que un autor no tiene por qué saber y es por ello que creo en la necesidad de contratar profesionales, así como lo hace cualquier editorial (editor de mesa, corrector, maquetador, portadista, etcétera...). Es una manera de ver desde otro punto de vista el mundo editorial, ya que aunque cuentes con ayuda de otros profesionales, tú serás el coordinardor de todo el proceso y eso te va a enriquecer enormemente y te va dar una visión global del sector mucho más realista.
Por otro lado, poseyendo una editorial es posible que no lo vuelva a hacer, pero la vida da muchas vueltas y nunca se sabe lo que puede pasar.


¿En qué géneros te gusta y te gustaría moverte? ¿Hay algún desafío que te estés planteando, en ese sentido?

Empecé con juvenil porque es donde me sentía más cómoda en esos momentos. No obstante, he sido y soy gran consumidora de la novela romántica adulta y siempre he tenido historias pendientes de este género por escribir. Noches de neón es mi estreno en el género, pero aunque tiene una base de romántica, también podría clasificarse dentro del thriller o la novela negra. Eso fue un reto porque no solía leer novelas de esa índole, hasta ahora. Con el paso de los años, cada vez me he ido abriendo más y ha llegado un punto en el que puedo afirmar que leo de todo. Y hablo de leer porque no deja de ser una influencia muy potente a la hora de seleccionar sobre qué voy a escribir. Debido a mi carrera, sé que en la histórica también me voy a sentir cómoda, aunque el proceso de investigación y documentación es mucho más complicado. No obstante, hay épocas para las que me veo preparada y otras no. Por ejemplo, mi trabajo de final de carrera fue sobre la caída de la República Romana y tengo pendiente una novela sobre ello. En cambio, adoro los piratas de finales del siglo XVII y creo que aún no ha llegado el momento de escribir sobre ellos, ya que necesito investigar más.



Si tuvieras que vivir en una de tus historias, ¿cuál elegirías?

Me encantaría tener poderes como los que tienen en Arlia, pero a su vez me daría miedo vivir en ese mundo plagado de peligros. De modo que creo que escogería Noches de neón, que como se parece más a nuestra realidad, podría manejarme dentro de la historia mucho mejor. Puede que incluso no se me diera tan mal (lo de mafiosa, digo).


¿Cuáles son tus mayores influencias literarias?

Influencias literarias recibo muchas y a diario. Es imposible no dejarme influenciar por lo que leo.
Recuerdo una anécdota en la que andaba editando a Lorena Pacheco y a la vez escribiendo Noches de neón. De repente me di cuenta de que las dos habíamos escrito casi la misma frase. Es inevitable que se te peguen expresiones de otros, tú lo sabrás de sobra al ser correctora. Es por ello que no me atrevo a decir mis mayores influencias en general, pero sí te puedo contar los que dejaron huella en mí para escribir cada libro, o busqué que lo hicieran.
Para Arlia fueron Anne Rice, George R. R. Martin, Louise Rennison y Ben Kane. Para Noches de neón han sido Roberto Saviano, Don Winslow y Mario Puzo.


¿Cómo compaginás tu vida como escritora con tu trabajo como editora? ¿Qué cambios trajo a tu forma de escribir?

Bastante mal. Ser editora me consume aparte de tiempo, energía. A veces paso tantas horas delante del ordenador trabajando que lo último que me apetece después es seguir en él para escribir. Es por eso que escribo poco, pero cuando empiezo una novela me suele absorber tanto que saco fuerzas y tiempo de donde sea. El problema es empezar, que me cuesta encontrar el momento.
Respecto a los cambios, pues creo que puedo afirmar que mi profesión me ha ayudado a mejorar. Con mi trabajo se pueden aprender cada día cosas nuevas y eso afecta mi forma de escribir. Revisar tus correcciones, por ejemplo; me enseñaron a usar el «había hecho» cuando toca.


¿Qué aprendizaje te trajo embarcarte en un proyecto como Escarlata Ediciones?

Son tantos los conocimientos que he podido sacar de esta experiencia y dentro de tantos ámbitos distintos que casi me cuesta ir enumerándolos. Mejor te pongo ejemplos como el que te puse en la pregunta anterior: no sabía hacer facturas y aprendí a hacerlas casi el primer día. Tampoco sabía nada de Wordpress y ahora hago hasta diseños de páginas web. Cada día aprendo alguna función más del Photoshop cuya existencia desconocía. De temas fiscales ya ni hablamos, antes la palabra me sonaba a chino. El Excel es uno de mis mejores aliados, antes bien lejos lo quería. Mi odio a los gerundios ha ido aumentando con los años. Cómo se calcula el ancho de un lomo o que márgenes debe tener una maquetación (de los errores se aprende, y de estos se aprende rapidísimo). El foco del narrador en tercera no lo puedes alternar cada dos frases, o en Facebook hay que pagar para tener visibilidad y en Twitter, no.


¿Qué tantas oportunidades brinda el panorama editorial actual, tanto para escritores como para editoriales pequeñas?

Al ver esta pregunta he soltado una risilla irónica. No quiero sonar resentida y quiero explicarme bien. Así que me voy a extender, ya lo siento. 
Primero, tenemos la competencia. Es tal el volumen de obras que se publican que es prácticamente imposible no pasar desapercibido. Y en esto incluyo a todos; editoriales grandes, pequeñas, autopublicados, etcétera... Se publica mucho, muchísimo, y el lector tiene tanto de dónde elegir que conseguir que sea tu obra es ardua tarea.
Luego tenemos la lectura como forma de entretenimiento, que está en declive. ¿Por qué? Pues no es porque no guste leer, porque dicen que se lee más que nunca, pero es que hay muchas cosas para leer que no sean novelas. Desde las redes sociales, la mensajería instantánea, los blogs, la prensa digital, etcétera. Y luego tenemos Netflix y sucedáneos, televisión a la carta con también excesiva oferta de contenidos. No nos podemos olvidar los juegos para consolas, teléfonos, PC…  Hay tantas  formas de entretenimiento y tan atractivas que a veces leer novelas no es lo que más apetece.
A esto le sumas la piratería. El daño que hace es brutal y estás totalmente desprotegido. No hay penas, no hay castigos, es el libre albedrío para robar trabajo, inversión y esfuerzo ajeno. 
Añadimos la crisis. Suena a excusa, pero no lo es. Puede que haya más trabajo, pero el que hay es más precario y los sueldos no suben al ritmo que suben los precios. Esto inclina la balanza o a la piratería o al consumo más mesurado.
En resumen, se publica mucho, se vende poco. Y esto afecta a todos, grandes y pequeños.


Para los autores esto supone el tener que luchar día a día para que su nombre le suene a alguien, para conseguir una comunidad lectora que le siga y quiera sus novedades. Y como digo, somos tantos que es difícil, muy difícil. Tenemos las redes sociales, una bendición para esto, pero también un devorador de tiempo, energía y esfuerzo. Y de una ventaja se han convertido casi en una necesidad. No solo para autores, sino incluso para cualquier profesión en la que se necesite promoción (actores, entrenadores personales, artistas, diseñadores, ilustradores, músicos…). En conclusión, el autor, tanto autopublicado como no, no se puede dedicar solo a escribir; ha de promocionarse siempre, y es un poco triste que sea así. Aparte de que vivir de escribir roza la utopía. Muy pocos lo consiguen. 
¿Y qué pasa si un autor destaca? Pues que los recluta una editorial grande y la editorial pequeña se queda a lo lejos mientras lo ve marchar. Le dice adiós con un pañuelo para secarse las lágrimas y grita un dulce «si vuelves, aquí estaré», porque es imposible competir.

Y ahora está el editor pequeño. Se pueden conseguir muchas cosas y el hecho de ser pequeño permite cuidar mucho más las obras, apostar por historias diferentes, autores desconocidos y todo eso con lo que no me voy a extender. Pero aquí viene el problema con el que yo me di de bruces desde mi ignorancia cuando empecé. Ningún distribuidor te quiere. No eres grande, no hay mucho capital, ellos no se quieren arriesgar, lo que desgraciadamente no deja de tener lógica. Ellos venden tus libros, y si los llevan a todas partes y no se venden (porque no tienes capital para grandes campañas de marketing o porque simplemente publicas a autores que empiezan, lo que sea), ellos gastarán un dinero en distribuirlos que no van a recuperar. Con tanta oferta y tan poca demanda, no les hace falta arriesgar ni apostar por nadie nuevo. La época dorada en la que aceptaban nuevos proyectos ya pasó. Van a lo seguro, y es que así es el mercado. 
¿Y qué pasa si no tienes distribuidor ni eres capaz de conseguirlo? Que no estás en grandes superficies, que es donde se concentra la mayoría de las ventas y se adquiere la mayor visibilidad. Puedes distribuir tú ya sea por web o en pequeñas librerías, pero no al mismo nivel. 

Sin embargo, y ya acabo, a veces pasan cosas buenas y la gente te ayuda. Ha sido así, gracias a los contactos en los que te incluyo, como hemos conseguido llegar a Uruguay. Y eso no deja de ser un logro. No crecemos en nuestro país, pero lo hacemos en otro. Por lo tanto, aún hay esperanza. Nadie es profeta en su tierra, dicen.


¿Qué te parece fundamental en una buena historia?

Creo que lo esencial es que genere expectativas y luego las resuelva de forma coherente y creíble. Eso es lo que busco siempre como editora y como lectora. Que me genere la necesidad de saber más y la información que me dé me resulte creíble. Si consigue eso, me tiene ganada, y precisamente creo que es lo más difícil de lograr.


¿En qué estás trabajando ahora? ¿Podés contarnos sobre tus proyectos futuros?

Actualmente no estoy inmersa en la escritura de nada, pero tengo ya todo el plan de la última parte de Arlia y está a la espera. La de la caída de la República Romana se está formando poco a poco en mi cabeza, y tengo pensada otra de crimen organizado, que está en la misma situación. Esos son los tres proyectos literarios que ocupan mi mente. No obstante, sigo con la editorial y estoy trabajando en un proyecto nuevo que me tiene muy entusiasmada: se trata de una agenda fitness para 2019 ilustrada por una tatuadora de talento descomunal. De momento, no puedo decir nada más.


¿Qué podés contarnos sobre el mundo editorial que normalmente no se sepa?

Bueno, ya he contado lo que pasa con las distribuidoras, que son cosas que normalmente el público general no sabe. Por otro lado, debido a malas prácticas de algunos editores, parece que por regla general somos el enemigo de los autores, y eso me indigna estando en este lado, porque la mayoría no sabe lo perjudicado y mal parado que sale el editor cuando hay problemas. Es el que pone el dinero para la inversión de publicar un libro y el único que pierde si este no vende o no se cobra lo vendido, por tanto, es el más interesado en que el libro llegue al público. El librero devuelve los ejemplares, el distribuidor también, y el editor se los come con patatas. Encima puede que no recupere la inversión jamás, pero todos los demás implicados sí que recogerán su porción de tarta independientemente de eso. No sé, a veces me sorprendo pensando en dedicarme a otra cosa, narco quizás. Creo recordar que dijiste que te me unías. 


¿Qué consejos le darías a los que recién empiezan escribir o buscan publicar?

A los que empiezan a escribir que lean y que escriban. También que estudien algo de narrativa y puntuación de diálogos, aunque sea simplemente leer un manual. Les dará una base importante sobre la que trabajar. 

A los que buscan publicar, primero paciencia. Conseguirlo no es nada fácil, por muy buena que sea la obra. Hay muchos factores que influirán para que alguien apueste por ti. La cuestión es no rendirse y seguir intentándolo. También recomiendo prudencia. No dejarse embaucar por cualquiera que se proponga cumplir vuestros sueños. Escucha bien las condiciones, estudia bien los contratos y toma decisiones con calma y serenidad, porque como dije, hay muchos que se aprovechan de este entusiasmo que tenemos todos de llegar al público, aunque eso no significa tampoco que todos lo hagan.


Luego, sigue trabajando. La experiencia te hará crecer y mejorar siempre. Tampoco olvides divertirte, al fin y al cabo, para la mayoría esto es un hobby.
Por último, que te publiquen, independientemente de quién lo haga, no significa que te lo vayan a dar todo hecho. Tienes que poner de tu parte, tienes que moverte, cada uno a su manera, pero quedarse de brazos cruzados esperando a que llegue solo el éxito hoy en día no funciona.

Y si decides autopublicar, mi enhorabuena por la valentía. Eso sí, no descuides que publicar no solo es cosa de uno. Busca profesionales para suplir lo que no sepas hacer y no olvides que tu visión nunca será objetiva del todo, por lo que te vendrá muy bien contar con otras personas que te puedan aportar esa objetividad que tú no puedes dar.




Muchísimas gracias a Scarlett por su entrevista tan completa y llena de cosas que uno normalmente no sabe ♥. Que tengan un jueves precioso :)

13 comentarios:

  1. Hola! Me ha gustado mucho saber esa forma de escribir Arlia ya que parece muy fácil pero está claro que no es así. A la autora la conozco por el libro antes mencionado, que me gustó mucho, al igual que el segundo.
    Muchas gracias por la entrevista, me ha servido para conocer mucho más a la autora :)
    Besos!

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  2. ¡Qué pedazo de entrevista! Scarlett es una gran autora y editora, y se merece toda la suerte del mundo. Estoy súper agradecida por formar parte de una editorial que se apasiona por lo que publica, que se implica y que es tan transparente.

    Enhorabuena a las dos por unas preguntas y respuestas tan interesantes. Un abrazote, bellas❤❤

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  3. Muy buena la entrevista. Extensa y completa, porque hay muchas cosas de las editoriales que la gente ignora y prefiere considerarlas simplemente como enemigo. En fin. Escarlata es una editorial genial y me siento honrada de formar parte del equipo.
    Por cierto, ya tengo Noches de Neón entre mis manos y es asasdghgdsasadshagf

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  4. Solo me queda añadir que gracias, mil gracias: a Sofi, por la entrevista, y a las demás por tan bonitos comentarios. Sois puro amor.

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  5. Muy interesante la entrevista, aunque a mí me daría miedo autopublicar jajaja
    Un beso, nos leemos.

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  6. Entrevista muy completa y sincera. No se me ocurre qué decir que no hayan dicho ya. Ojalá Escarlata siga creciendo. El trabajo duro siempre tiene su recompensa, de modo que ¡adelante con los faroles, mis valientes! Un abrazo.

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  7. Hola! como siempre felicitarte por esta sección, es muy interesante saber de primera mano sobre el método de escritura y los nuevos proyectos de las autoras, besos.

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  8. Uuuooooo¡¡¡ Super entrevista¡¡ Scarlet es una pedazo de escritora y una magnífica editora. Que voy a decir yo si ella es mi medio cerebro. Te quiero pequeño saltamontes¡¡¡ Lo que Arlia ha unido que no lo separe nadie¡¡¡

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  9. nos encantan tus entrevistas y tus fotos, se te ve monisima! gracias, saludosbuhos

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  10. Maravillosa y completa entrevista. Me ha encantado y creo que hemos podido aprender un poco más de esta autora y del mundo editorial.
    Besos alados,
    Lu

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  11. Arlia estuvo bastante bien :)

    Un besito ^^

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  12. Holaa, sin dudas que es una entrevista de los más completa, me ha encantado que hablara desde la experiencia en ambos ámbitos, me ha dado muchísima curiosidad su último trabajo, a ver si luego se me da leerlo, oh y le deseo mucho éxito en todos sus proyectos :D
    ¡Beesos! :3

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  13. ¡Holita!
    Bueno, yo creo que a estas alturas aún no puedo decir que me encante esta autora, pero con sólo 200 páginas leída y lo que me está generando mientras leo, yo creo que va por buen camino porque no quiero que Noches de neón acabe, y eso que tengo Arlia en la estantería (voy de cabeza en cuanto acabe, vamos que sí XD)
    Y además es que me encantan los autores que nombra como influencias <3
    ¡Un abrazo!

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Nos descubrieron, por fin nos descubrieron. Pasen y vean, qué lindas tolderías: